Chapter 21 - Capítulo 21

Desperté después de unos minutos pero mi mente aún no estaba recuperada del todo, escuchar que mi recompensa era tanta me había dejado en shock.

-¿Cuánto dijo? – pregunté un con los ojos medio abiertos y sin saber bien en donde estaba.

-Dijo… dijo 2,139 monedas de oro – respondió Sayuri mientras intentaba levantarme.

-Esa ya es una muy buena fortuna para estar lejos de la capital, aunque no te pueden dar todo por el momento. Primero tengo que avisar a la capital lo de la Sierpe Incandescente para que manden la recompensa, así que, maestro del gremio ¿Podemos hablar de nuestros asuntos? – dijo el Capitán mientras empezaba a caminar hacia el interior del edificio.

-Claro, no quería hacerlo espera tanto. Señor Mizushina, una empleada del gremio le hará entrega de 639 monedas de oro, que es la recompensa de todos los monstruos que cazó, con excepción de la Sierpe – dijo el maestro del gremio antes de retirase con el Capitán – Casi lo olvido, Señor Olivier ¿Podría mostrarle al señor Mizushina la mansión que ganó? Creo que será mejor que usted lo lleve hasta allá.

Dijo el anciano antes de abrir la puerta de una sala del gremio y entrar seguido por el capitán.

-Creo que van a tardar un buen rato en terminar, así que mejor vayamos a ver la mansión para que puedan mudarse hoy mismo – dijo Luke siguiendo las órdenes del maestro del gremio.

-Espera un poco… ¿De verdad gané tanto dinero? – pregunté aún incrédulo.

-Sí, cuesta trabajo creerlo pero sí. No pensé que llegarías a tener todo eso algún día y ahora eres oficialmente un noble – respondió detrás de mí.

-Yo tampoco lo puedo creer, no pensé que iba ganar tanto dinero por esos monstruos y todavía me falta vender todo lo que conseguí de ellos – dije ya más emocionado, no tenía que preocuparme por dinero en un buen tiempo ya teníamos un nuevo lugar para vivir y un muy bueno, pero sobretodo podía por fin ayudara una de mis compañeras – Con eso podemos quitarle la maldición Haruka lo más pronto posible.

-Tienes razón, con eso ella por fin dejará de ser una esclava. Aunque tendremos que ir a otra ciudad y no creo que ya estés en condiciones para poder viajar – me respondió Sayuri aun preocupada, con el desmayo que y había tenido hace unos minutos no podía culparla.

-Ya les dije que no me importa seguir como esclava, siempre y cuando mi amo sea Ryuuji porque sé que no me va a ordenar hacer algo que no quiera – dijo Haruka mientras se abría paso hacia mí.

Era verdad que no le ordenaría hacer algo que ella no quisiera, pero en mi mundo la esclavitud ya no existía o por lo menos se había disfrazado de trabajos en donde te sobre explotaban por un salario muy bajo, además una esclava era algo muy tentador y prefería evitar caer en eso.

-Pero es mejor que te quitemos eso, así ya no va a haber algo que te obligue a hacer cosas serás libre, como todos nosotros – dije para tratar de convencerla – Para eso fue que propuse el duelo.

-Para eso y tirarle los dientes a ese noble – pensé tratando de que no se dieran cuenta que había cumplido ambos objetivos.

-Y no solo eso. Con la maldición es un poco más difícil que tus estadísticas suban y no solo eso, también hace que tu límite se haga más bajo lo que con el tiempo hace que te hagas más débil a comparación de los demás – dijo Luke como si intentara explicar algo – Así que si quieres ayudarlo lo mejor es que te quiten la maldición y lo apoyes como una compañera más.

-¿Qué es eso de "límite"? Genial, otra cosa que debo investigar – pensé mientras intentaba no hablar ya que las palabras de Luke parecían tener resultados.

-Está bien, pero ¿Cómo…? – dijo Haruka antes de ser interrumpida por alguien.

-Señor Mizushina… esta es… su recompensa – dijo una compañera de Kaori mientras sostenía una gran bolsa de cuero y parecía hacer un gran esfuerzo por mantenerla entre sus manos.

-Gracias, parecer ser bastante pesada – dije mientras la tomaba con cuidado, pero resultó que no lo era tanto, aunque eso tal vez se debía a mis estadísticas.

-También hay un mensaje de maestro Aelthar. Dijo que tiene que presentarse dentro de 2 días para para que cambien la maldición de la señorita Mori o para que se la quiten – dijo la empleada de gremio antes de irse.

-¿Enserio? ¿Será posible que ese anciano supiera lo que queríamos desde el principio? – dije dentro de mí, tal vez con sus tantos años de experiencia había adivinado eso.

-Eso deja las cosas aún más fáciles, ya no tendremos que ir a otro lado para quitársela – dijo Seina más alegre que antes.

-Sí, aunque me gustaría hablar antes con el maestro del gremio… para agradecerle por eso – dije tratando de ocultar lo que en verdad pensaba.

-No creo que haga eso por ser buena persona, debe de haber algo más detrás de eso y puede ser que traiga aún más problemas… Y todavía falta averiguar lo que oculta Sayuri – pensé de mala gana, parecía que las cosas se volvían más complicadas cuando se trataba de mis compañeras – Pero ya veré eso después, ahora quiero disfrutar de mi nueva casa.

-Sera mejor que nos vayamos, ya les dije que la mansión no esta tan cerca y si no nos damos prisa no podrán llevar todas sus cosas antes de que anochezca – dijo Luke mientras caminaba hacia la salida.

-De acuerdo, vayamos de una vez – dije mientras empezaba seguirlo, decir que estaba emocionado era muy poco.

Ni siquiera me acorde deber si mis compañeras estaban siguiéndome, solo caminaba detrás de Luke, me sentía como la primera vez que mis padres me habían llevado a una juguetería por mi cumpleaños.

Y era verdad que no estaba tan cerca. Aún estaba dentro de las murallas de la ciudad pero en un área muy grande y alejada que no había visto antes. El lugar era bastante fresco y tranquilo, con pequeñas extensiones de bosque en donde estaba seguro que no había un solo monstruo.

Pero lo más impresionante era la casa, no, la mansión que se erguía en el centro de una llanura verde.

Era una enorme casa de 2 pisos de alto con el tejado bastante alto, tenía al menos 20 metros de ancho y 50 de largo. Era enteramente de madera barnizada con muchas ventadas, por si fuera poco estaba rodeada por un cerca de madera muy alta y con un hermoso jardín interior.

-Nuestras cosas van a entrar en una sola habitación – dije cuando estábamos frente a la mansión – Darle mantenimiento y limpiarla va a ser bastante difícil.

Ni siquiera estaba seguro de que la hubieran dejado limpia antes de entregarla y si fuera así nos llevaría todo el día siendo solo nosotros 4, porque estaba seguro que Luke solo nos había traído y nada más.

-Y todavía falta que la veas por dentro… Aunque creo que vas a necesitar esto para poder entra – dijo Luke mientras me arrojaba las llaves, que eran bastantes grandes y parecían ser algo antiguas – Yo me tengo que ir para poder hablar con el capitán ante de que se vaya, así que les dejo la limpieza y espero que hablemos sobre tus tareas como noble una vez que te hayas recuperado por completo.

Justo como había pensado él se fue mientras aun estaba hablado con nosotros, no estaba seguro si de verdad quería hablar con el capitán o no quería ayudarnos pero ya había hecho mucho por nosotros.

-Claro que sí, pero creo que me voy a recuperar muy pronto – grité antes de que se perdiera de vista.

-Sobre eso… no creo que sea tan rápido – dijo Seina de pronto, por su tono estaba seguro de que estaba bastante preocupada.

-¿Qué? Pero no me siento tan mal, creo que usando un poco de magia puedo estar al 100% para mañana – respondí como si nada, era verdad que el cuerpo aun me dolía un poco pero no era para tanto.

-¡¡MAGIA NO!! ¡No puedes usar magia! – gritó Haruka detrás de mí, se escuchaba bastante desesperada pero no sabía porque, de inmediato se lanzó contra mí, sujetándome con todas sus fuerzas.

-¡No me asustes así! – dije mientras intentaba quitármela de encima, era como si quisiera detenerme de hacer algo - ¿Por qué dice eso? ¿Por qué no quiere que use magia?

-No creo que podamos explicarlo tan fácilmente… lo mejor es que veamos cómo está la casa y traigamos nuestras cosas para poder descansar, aunque lo mejor es que te quedes aquí y no te esfuerces – dijo Sayuri igual de preocupada que las demás.

-Si lo dicen así… entonces me quedaré, pero alquilen una carreta o un carruaje para que no tenga que cargar todo hasta aquí – dije mientras les daba mi monedero y me quedaba con las otras dos bolsas de dinero, la de la recompensa y el dinero que antes era de Arthur.

-Está bien, puedes adelantarte a explorar, tal vez haya cosas buenas por ser la casa de un noble – respondió ella mientras tomaba el monedero.

-No vayas a estar moviendo cosas y ten cuidado, no me sorprenderá que hubieran algunas trampas en algunos cuartos – dijo Seina mientras la empezaba a seguir.

-No hay trampas, los compañeros de mí… de Arthur también vivían aquí y las quitaron después de algunos accidentes – respondió Haruka, por suerte ella conocía la casa o eso pensaba.

-¿Qué más cosas hay? ¿Hay algo que podamos usar para relajarnos? – pregunté sin perder el tiempo.

-No lo sé, no me dejaban entrar. Solo escuche que dijeron eso después de llamar a alguien para que las quitara – respondió ella.

-Ya veo… entonces te haremos una habitación especial para ti en donde te sientas completamente a gusto, también la vamos a remodelar como queramos – dije alegremente mientras levantaba ambas bolsas de dinero.

Las chicas solo se espesaron a reír, sus hermosas sonrisas me decían que les gustaba esa idea. Podía ver lo felices que estaban mientras seguían caminado, de verdad era afortunado por tener tan buenas compañeras.

Aunque aún estaba esa extraña sensación de saber que me ocultaban cosas importantes, pero era normal, necesitaba ganarme toda su confianza para que me lo dijeran, en especial la de Sayuri.

-Bien, creo que veré un poco que hay adentro – dije mientras deslizaba una de las llaves por la cerradura y después de repetir eso varias veces hasta encontrar la lave correcta pude entrar a la casa.

Por dentro también era de madera, solo que de una más clara y con la luz que entraba por las numerosas ventanas estaba bien iluminada. Como habían dicho estaba amueblada y muy bien. Cada uno de los mueles se veían muy caros, tanto que sería un gran desperdicio si los tirábamos al remodelar.

Caminé solo un poco y llegué a una habitación muy grande y espaciosa, con varios solones y una gran chimenea al fondo, además de algunos cuantos muebles más que no tenía idea de para que servían.

Pero todo estaba limpio, era como si hubieran limpiado muy bien antes de irse, como si no quisieran que quedara un solo rastro de ellos en esa casa. Y agradecía bastante que hicieran eso.

De inmediato fui a la chimenea y la encendí, para después acomodarme en uno de los sillones. Tenía que aprovechar que las chicas no estaban para poder hablar con alguien.

-Seiryu… ¿Qué es ese hechizo? ¿Qué es la Bendición Del Guardián? – pregunté en voz alta ya que estaba seguro que ellos estaban esperando a que me quedara solo.

-Así que vas directo al grano… entonces yo también haré lo mismo – respondió él con la misma voz de siempre – Es un hechizo muy antiguo y mítico que te permite subir un nivel todas tus estadísticas.

-Entonces es solo un hechizo de fortalecimiento… pensé que sería algo más complicado – dije después de pensarlo solo un poco.

-¡¿Qué es solo eso?! ¡Tú no tienes ni la más remota idea de lo poderoso que es ese hechizo! ¡Muy pocas personas lo conocen y quienes han podido usarlo han sido muy pocos en los últimos siglos! – gritó Byakko a todo pulmón.

-Pero un nivel no es mucho, es una buen pelea no creo que sea de mucha utilidad – dije pensando que era como en los juegos de Pokemon.

-No lo entiendes… cuando decimos aumenta un nivel nos referimos a que se aumenta todo como si las estadísticas estuvieran a su máximo nivel… como si ya hubieran llegado a su límite – dijo la voz de Genbu tratando de explicarse de manea camada, pero aun así no entendía muy bien lo que quería decir.

-Para que te des una idea… si una persona tiene un límite de 150, esa sería la cantidad que aumentaría. Y si ya tiene 100 en alguna terminaría teniendo un total de 250 – dijo la última voz, la de Suzaku.

-¡¿Qué?! Es quiere decir que… ¡¿Mis estadísticas estaban a más de 280?! – grité mientras me ponía de pie.

No podía creer que el aumento fuera de tanto, en cualquier juego eso hubiera contado como trampa.

-No, tu límite es mucho mayor al de cualquier otra persona, por eso mismo tu cuerpo no pudo soportarlo por mucho tiempo y terminó dañado… era justo lo que queríamos evitar – dijo Seiryu pero su tono era diferente esta vez, como si algo le preocupara.

-Creo que ya entiendo, pero ¿Cómo es que sé ese hechizo? Esta vez fue muy diferente a cuando aprendo uno nuevo, no aparecieron esas extrañas letras en mi mente, las palabras salieron solas sin darme cuenta – dije recordando lo que había pasado.

Pero esta vez solo se mantuvieron en silencio, estaba seguro de que ellos ya sabían la razón y estaban decidiendo si decirme o no, podía recordar que había dicho que eran un recuerdo de sangre o algo así. Pero no tenía ni la más mínima idea de que era eso ni porque yo había podido usar ese hechizo. Lo único que podía hacer era esperar a que ellos me dijeran lo que sabían.

-Tenemos algunas ideas pero ninguna es coherente, aun así es mejor que no intentes hacer magia por algún tiempo, tu cuerpo ya se dañó bastante con la última pelea – dijo Seiryu de nuevo

-Y antes de que lo preguntes… tu cuerpo sufrió tantos daños por todos los hechizos poderosos que usaste antes de que se acostumbrara a todo el poder de tus estadísticas, por eso todos los aventureros descansa días después de cada aventura – dijo Byakko tratando de sonar preocupado.

-Prácticamente hiciste algo que a los demás les tomaría meses o incluso años, solo para pelear sin haber descansado y para colmo usar 2 de los hechizos más poderosos – digo Genbu siguiendo con su explicación.

-Por suerte tu cuerpo se está recuperando rápido, pero el sistema que leva el maná por todo tu cuerpo fue el más dañado y es el más difícil de curar, tu compañera, la semihumana, se dio cuenta de eso muy rápido. Sí hubiera algún templo cerca, tu compañera, mi futura sace… digo, Sayuri, podría ayudarte con tu recuperación – digo Suzaku, pero de pronto se había puesto nervioso y había querido decir otra cosa.

-Oye ¿Qué será Sayuri en el futuro y que tiene que ver un templo? – pregunté de inmediato, pero no escuche nada - ¡Contesta! ¡¿Qué quisiste decir con eso?!

Pero tampoco hubo respuesta de alguien, solo se mantuvieron callados hasta que alguien por fin habló.

-Sé que te lo han dicho antes, pero es mejor que ella te lo diga – fueron las últimas palabras de Suzaku.

-¿De nuevo con eso? ¿Qué se traen todos con se tema? – dije ya irritado por eso.

Aunque ya me estaba dando más o menos una idea de lo que estaba pasado y no podía preguntarle a ella solo así, tenía que esperar el momento indicado para eso.

-¿Qué es lo que ocultas, Sayuri? ¿Por qué no puedes contarnos eso todavía? – pensé mientras me volvía a sentar en el sofá. De verdad estaba preocupado por lo que ella escondía, debía de tener razones muy fuertes para ocultarlo de nosotros.