-¡¿Por qué demonios no dijeron que su nido estaba por ahí?! ¡¿Y no sería más fácil acabar con todas ellas usando magia?! – grité a todo pulmón mientras perseguía a Luke.
-¡No sabía que tus hechizos tenían tanto alcance! ¡Además esta no es toda la colonia! ¡Debe ser una vigésima parte y pronto podrían reponer sus números! – respondió el a unos metros delante de mí.
-¡¿Pero no hay nada que podamos hacer?! ¡A este paso nos van a alcanzar! – grite tratado de alcanzarlo pero el solo seguía acelerando el paso.
-¡Puedes intentar otro hechizo de fuego pero no te daría tiempo de recitarlo! ¡Una vez Kaori intento hacer algo y…! ¡¿En dónde está Kaori?! – gritó el de pronto.
En ese momento me di cuenta de que ella no estaba cerca de nosotros, me di la vuelta y pude verla a muchos metros por detrás, un poco más y el gigantesco enjambre la alcanzaría.
No sé cómo fue, pero di media vuelta y corrí directo hacia ella, para luego en menos de un segundo tomarla de la mano y seguir la misma dirección de Luke.
-¡¿Por qué eres tan lenta?! ¡Esas avispas no se andan con juegos! – grité mientras la jalaba, tratando de que fuera más rápido.
-¡No es mi culpa! ¡Tantos años sin salir del gremio me dejaron oxidada! ¡¡Y la velocidad nunca fue lo mío!! – gritó ella detrás de mí, podía notar como se estaba esforzando el máximo para seguir el ritmo pero no sería suficiente para salir de esta.
-¡Entonces sujétate tan fuerte como puedas! – apreté su mano con todas mis fuerzas a la vez que mis piernas aumentaban el ritmo de golpe.
Empezamos a alejarnos poco a poco de las avispas pero ellas también empezaron a volar más rápido, definitivamente no nos dejarían ir tan fácil.
-¡Oye, ya para! ¡No puedo seguir! – gritó Kaori detrás de mí.
Voltee a verla pero sus pies no se movían, solo se arrastraban por el suelo a medida que avanzábamos, aun no sabia como podíamos ir tan rápido así.
-¡Trata de mover esas piernas o te dejaré aquí con esas cosas! – grite tratando de hacer que corriera.
-¡¡Crees que no quiero hacerlo!! ¡No puedo ir tan rápido y ya me picaron en las piernas! ¡¡Mejor trata da hacer algo o te meteré varias de esas cosas en el trasero!! ¡Todo esto es tú culpa! – podía ver como tenía varios piquetes en sus piernas y por las lágrimas en sus ojos debía de dolerle bastante.
-¡Esta bien! ¡Pero después no me culpes de lo que pueda pasar! – grite ya cansado de arrastrarla.
De nuevo no sé cómo lo hice, pero la jale tan fuerte que logré levantarla del suelo y aterrizo en mis hombros, con las piernas se sujetó de mi torso y sus manos se aferraron a mi cabello.
-¡¡Ahora trata de sujetarte y reza porque no me tropiece!! – grité mientras ponía toda mi fuerza en mis piernas, podía sentir como me empezaban a arder por el esfuerzo pero no podía detenerme ni por un segundo.
Luke aún estaba muchos metros por delante, tanto que apenas si podía verlo mientras empezaba a adelantar a otros aventureros. Todos corrían despavoridos hacia la ciudad pero ninguno se disponía a luchar.
-¡¿Qué nadie más sabe magia de fuego para matar a estas cosas?! ¡Si tuviera por lo menos unos segundos…! – pensé mientras podía escuchar como el enjambre seguía detrás de nosotros.
-¡¡Sí!! ¡Esto de verdad es divertido! – dijo de pronto Kaori encima de mí, al parecer se había olvidado en que situación estábamos.
-¡Si tienes tiempo para eso mejor lanza un hechizo para ganar un poco tiempo! – dije tratando de regañarla.
-Solo sé hechizos de apoyo y no tengo ninguno que pueda ayudarnos en esta situación, pero te sanare si alguno te pica – dijo ella mientras seguía divirtiéndose.
-¡No Puedo creer que seas una inútil en este tipo de situaciones! ¡Al menos haz algo para que no te sientas tan pesada! – grité ya fuera de mis casillas, parecía que mi mala suerte solo había empeorado.
-¡¿A quién llamas inútil, mocoso?! ¡¡Y tampoco soy pesada!! ¡Tú eres muy débil! – gritó ella casi calvando sus uñas en mi rostro, de verdad la había hecho enfadar.
-¡Oye, no me dejas ver! – dije tratando de apartar sus manos, pero sin tener mucho éxito.
Pero a lo lejos pude ver algo, si era lo que pensaba sería nuestra única oportunidad de salir ilesos.
-¡¡Sayuri, magia de fuego!! ¡Frente a la fuente principal! ¡No te contengas! ¡Los llevaré ahí! – grité tan fuerte como pude, no estaba seguro si me escucharía pero debía de confiar en que sí.
Solo pude ver como su cabello carmesí ondeaba en el viento mientras seguía corriendo.
-¡A quién demonios le gritas! ¡Cuando salgamos de esta vamos a tener una charla muy larga! – gritó Kaori mientras volvía a jalarme del cabello pero ahora tan fuerte que sentía que mi frente iba a crecer varios centímetros después de ese día.
-¡Esta bien, pero por ahora trata de usar magia de sanación… para tratar de… hacer que me recupere… un poco! – dije como pude, pero mis piernas empezaban a moverse más lento y me costaba respirar.
-¡Pero no será tan efectiva! ¡Sanación rápida! – dijo ella de pronto.
Al momento empecé a sentir que mi cuerpo recobraba un poco de fuerza, no era mucho pero al menos podría seguir el ritmo por un tiempo más.
-¡¿Cómo demonios lo hizo tan rápido?! ¡Ahora no es momento de eso, idiota! ¡Solo piensa en correr y escapar de aquí! – pensé mientras empezaba a correr un poco más rápido.
Ya estábamos cerca de la ciudad pero el enjambre seguía pisándonos los talones, trataba de seguir corriendo pero mi cuerpo ya estaba agotado, por suerte Kaori seguía lanzando el hechizo de sanación cada pocos segundos.
-¡Esas cosas ya nos siguieron por mucho tiempo! ¡No sabía que se podían alejar tanto de su nido! – gritó ella aún más asustada que antes.
-¡Si nos siguen hasta la ciudad terminaran rostizadas! ¡Por cierto ¿Qué tan profunda es la fuente de la calle principal?! – grité mientras mantenía el equilibrio luego de casi tropezarme con una piedra.
-¡Creo que es de medio metro! ¡Pero no estoy segura! – dijo ella para después vlver a usar más magia de sanación.
Por fin podía ver las puertas de la ciudad pero ahora nadie las cuidaba y todo parecía estar vacio, los demás aventureros seguían corriendo directo al gremio tratando de escapar del enjambre.
Pero pude ver que detrás de la fuente estaba Sayuri, tenía las manos levantadas y apuntando hacia el frente. Podía ver que estaba agitada pero aun asi sus labios se movían sin dudar, era increíble como podía recitar los hechizos aun con tanta presión encima.
-¡Ahí está! ¡¡Dispara cuando te dé la señal!! ¡Nos lanzaremos a la fuente! – grité tratando de que me escuchara.
Ella no dejó de recitar ni por un segundo, solo asintió con la cabeza.
-¡¿Cómo que lanzarnos al agua?! ¡No traje más ropa! – dijo Kaori un poco alarmada.
-¡¡Eso no importa ahora!! ¡¿Quieres terminar como alfiletero solo por tu ropa?! – grité ya enojado por eso.
-¡Pero es ropa muy cara y es nueva! – dijo ella mientras volvía a tirar de mi cabello.
-¡Despues te compro otra pero deja de hacer eso! ¡Si nos caemos terminaremos llenos de aguijones! – intentaba apartar su manos de mi cabello pero era inútil, solo terminaríamos cayendo más rápido.
Ya casí hiamos llegado a la fuente cuando mis piernas empezaron a perder fuerza y la magia de sanación de Kaori ya no era suficiente. No estaba seguro si podría saltar con ella en mi espalda en este momento pero al menos debía de intentarlo.
Por fin llegamos pero las avispas casi nos alcanzaban, tendríamos muy pocos segundos para actuar.
Con un último esfuerzo salté tanto como pude.
-¡Dispara! – grité mientras mis pies golpeaban el borde de la fuente.
-¡Tormenta de fuego! – gritó Sayuri delante de nosotros.
Todo pasó en cámara lenta.
Una gran cantidad de llamas salieron de las manos de Sayuri y avanzaron a toda velocidad hacia nosotros. Kaori cayó al agua antes que yo, golpeándola tan fuerte que pode escuchar como gritó. Yo apenas si había entrado unos segundos después pero mis pies se quedaron afuera y recibieron la magia de ella junto a las avispas. Grité debajo del agua pero no pude meter mis pies, esto no sanaría ni con muchos hechizos de sanación rápida.
Pasaron unos segundos hasta que por fin pude salir de la fuente.
-¡¡Haaaaaaaa!! ¡¡Kaori!! ¡¡Kaori!! ¡Sanación rápida, por favor! – grité mientras saltaba fuera de la fuente y caía al suelo de espaldas.
Era muy extraño lo que sentía, me dolía mucho, pero también era una sensación de ardor y frio en mis pies, todo al mismo tiempo. Aparte el olor a piel quemada estaba llenando todo el lugar.
-¡Sanación rápida! ¡Sanación rápida! ¡Sanación rápida! ¡¡Esto no funciona!! – grito ella asustada.
No quería voltear a ver mis pies, sabía que me iba a desmayar si lo hacía.
-¡Ayúdame! ¡Llevémoslo hasta ese callejón! ¡¡Y tú trata de calmarte un poco!! ¡Sé que duele pero solo tú puedes usar ese hechizo de sanación! – me gritó Sayuri mientras me tomaba de los hombros.
-¡Es fácil decirlo! ¡Tú no tienes lo pies rostizados! – grité mientras Kaori me tomaba de las piernas y me levantaban del suelo.
-¡Ya lo sé! ¡Pero si no lo haces no podrás sanarte! ¡Seina se fue a otro lado y solo tú puedes hacer algo por tus heridas! – me respondió ella.
Ya no pude responder más, si abría la boca estaba seguro que solo iba a salir un grito y solo me iba a alterar más. Tenía que buscar un poco de cordura para poder hacer un hechizo lo suficientemente potente para sanarme.
Pasaron unos segundos y ellas seguían cargándome hacia el callejón, mientras que yo intentaba recordar el hechizo y concentrarme en poder lanzarlo pero no era para nada fácil.
-¡Ya llegamos! ¿Puedes conjurar el hechizo? – preguntó Sayuri mientras buscaba algo en su bolsa.
-No puedoo… concentrarme… duele mucho – respondí como pude, el dolor solo empeoraba a cada segundo.
-Entonces que bueno que compré esto antes de salir – dijo ella mientras abría un frasco de color azul claro y lo vaciaba sobre mis pies.
Al contacto el dolor solo explotó, por suerte solo fueron unos segundos y después se calmó por completo.
-¿Qué fue eso? – pregunté mientras sentía que el dolor había desaparecido pero sin voltear a ver mis pies.
-Una posion para aliviar el dolor, pero solo funciona por muy poco tiempo si las heridas son muy grabes ¡Así que date prisa con el hechizo! – respondió mientras volteaba a todos lados asegurándose que nadie no veía.
-De acuerdo – dije mientras tomaba una bocanada de aire al mismo tiempo que cerraba los ojos y apuntaba ambas manos hacia mis pies, ahora con la mente clara podría hacerlo - Tierra, lugar en donde todas las cosas crecen, donde la vida florece, concédeme tu fuerza, préstame tu poder para sanar heridas, para corregir los daños a otros, para aliviar el sufrimiento de los demás. En nombre del guardián de la tierra, Genbu, te lo pido. Libera tu poder para sanar todas las heridas ¡Elixir de Tierra!
Pude sentir como casi todo mi maná se había concentrado para el hechizo, después mis pies se empezaron a calentar un poco pero era muy reconfortante, casi como si me estuvieran dando un masaje. Por fin pude abrir mis ojos y ver mie pies.
Todo estaba como siempre, excepto por un poco de cenizas y hollín a su alrededor. Solté un suspiró muy pesado al verlos sin heridas, aunque aun se podía sentir el olor a carne quemada por los alrededores.
-Menos mal que funcionó, aunque usé mucho maná y tardaré un poco en recuperarlo – dije ya más aliviado.
-Es imposible… ¡Es imposible que un hechizo recupere ese tipos de heridas así de rápido! ¡¿Y que fue ese hechizo?! ¡No hay alguno que tenga ese nombre o al menos que yo sepa! – dijo Kaori mientras tocaba mis pies, tal vez tratando de ver que fuera real y no solo una ilusión.
-Al parecer es uno que solo él puede usar, cuando lo usó la primera vez fue con Haruka y no solo curó sus heridas visibles, puedo decir que es un hechizo de clase A o incluso un S – respondió Sayuri, yo no podía decir nadapara ayudarla, aun no entendia bien eso de las clases de hechizos.
-¡Es imposible que un novato pueda usar un hechizo de ese calibre tan rápido! ¡Incluso sigue despierto después de usarlo! ¡Si fuera un hechizo clase A al menos debería dormirlo pon un rato! – dijo Kaori aun alterada.
-La primera vez quer lo usé dormí por más de 12 horas y ahora se llevó casi todo mi maná, o al menos 3 cuartas partes – respondí un poco cansado mentalmente, por lo demás estaba como nuevo.
-Escuchame bien, no debes dejar que alguien más sepa de esto o podría llegar a ser un gran problema – dijo Kaori mientras se ponía de pie, podía notar que hablaba enserio.
-Eso lo sé ¿Por qué crees que lo trajimos aquí? – respondío Sayuri a la defensiva, ella misma había dicho eso varios días antes.
-Como sea… tuvimos suerte de que él supiera ese hechizo y de que estuvieras cerca para ayudarnos – dijo Kaori más calmada.
-No fue suerte, ella i las demás chicas nos estuvieron siguiendo desde lejos por si pasaba algo ¿o no? – dije casi sin pensar – Aunque les dije que no lo hicieran fue bueno que no me hicieran caso.
-No sé por qué debían de hacerlo, no creo que haya alguien tan tonto para atacar a alguien que este acompañado por un trabajador del gremio, a menos que… – dije ella haciendo una breve pausa - ¿Acaso estas celosa?
La expresión de Sayuri cambio un, pero solo se puso un poco más seria.
-Claro que no, las tres lo discutimos y nos dimos cuenta que sin abrigo especial tendría demasiada mala suerte, así que lo seguiríamos desde lejos para asegurarnos que no hubiera nada que lo pusiera en peligro – respondió ella sin dudar ni un segundo.
-¿Entonces porque no atacarte al enjambre de avispas desde el principio? – pregunté un poco molesto – Eso de verdad nos puso en peligro.
-¡Me tomaron con la guardia baja! Además atacarlas tan cerca de su nido iba a hacer que toda la colonia saliera y no hubiéramos podido contra ella – respondió ella de nuevo a la defensiva.
-Bueno… por lo menos todo salió más o menos bien. Al menos pude conseguir la ayuda de Luke para el duelo – dije un poco más tranquilo.
-¿Quién es Luke? – pregunto Sayuri un poco confundida.
Estaba a punto de responder pero alguien se me adelantó.
-Te lo contará más tarde, ahora es mejor seguir con el plan para que nadie sospeche. También es mejor si dejan de seguirnos después de todo este alboroto, seguro que alguien te vio y si alguna de sus compañeras vuelve a aparecer sería muy sospechoso – dijo Kaori adelantándose a lo que iba a decir.
-Tienes razón, hablare con Seina y Haruka para que regresemos a la habitación y ya no haya más problemas – respondió Sayuri después de pensarlo unos segundos – Nos vemos más tarde, sigan con su cita falsa.
Después de eso empezó a caminar rápido, mientras se alejaba de nosotros pude ver como Kaori tenía una sonrisa macabra en su rostro.
-¡De verdad es una cita! ¡Así que el llegara un poco tarde! ¡Pero no se preocupen, lo voy a cuidar muy bien! – gritó ella mientras tomaba mi mano y empesaba a correr, tratando de perder de vista a Sayuri.
No pude escuchar si ella dijo algo o si nos seguís, de lo que estaba seguro es que debería de explicar muchas cosas al llegar a casa.
-No era necesario que dijeras eso, ella y yo no tenemos ese tipo de relación – dije un poco molesto, ahora solo me había puesto las cosas más difíciles.
-Solo quería divertirme un poco después de todo lo que pasó. Por cierto, aún no he olvidado todo lo que dijiste mientras escapábamos, así que pienso desquitarme comprando ropa al menos tan cara como esta – dijo mientras señalaba su ropa un empapada.
De inmediato tuve que desviar la mirada, su ropa se trasparentaba un poco por el agua y no quería ver de más.
-Está bien, pero busquemos algo rápido. De preferencia un lugar en donde yo también pueda comprar ropa – dije mientras exprimía un poco mi camisa.
-Conozco el lugar perfecto, de verdad no te arrepentirás de comprar ahí – dijo ella mientras empezaba a caminar guiando el camino.
Apenas si podía seguirle el ritmo con los pies descalzos, haberla seguido corriendo hace un rato me había dolido bastante y aun los tenia sensibles después del hechizo.
Cuando por fin llegamos tuve que lanzar un hechizo de Sanación Rápida para evitar que me siguieran doliendo.
-Es aquí, vamos a poder encontrar de todo en este lugar. Aunque es probable que no quieran atendernos así como vamos – dijo ella mientras soltaba una risa nerviosa.
-Lo sé, no traigo zapatos y mis pantalones están quemados, pero solo tengo que enseñarles mi monedero y cambiaran de opinión – dije mientras desataba la bolsa de mi cinturón para tenerla en mis manos.
-No parece que traigas mucho dinero ahí, se ve pequeña – respondió Kaori un poco dudosa.
Yo solo pude reír un poco, por suerte había venido más que preparado temiendo que mi mala suerte decidiera atacar.
-Todavia me quedan 35 monedas de plata y 2 de oro – dije orgulloso de mi preparación.
-¡¿De verdad?! ¡Entonces no tendré que preocuparme por el precio de la ropa! – dijo ella mientras volvía a tomar mi mano para empezar a correr de nuevo.
Y de inmediato ella volvió a jalarme pero ahora dentro de la tienda, de inmediato me arrepentí de contarle cuanto traía.
-¡Recuerda que todavía tengo que sobrevivir esta semana y no podré hacer misiones hasta después del duelo! ¡Así que no exageres mucho! – dije tratando de frenarla un poco pero era inútil, estaba más que entusiasmada.
-¡Ya lo sé! ¡Así que solo compraré un juego de ropa y buscaremos uno para ti! ¡Necesitas algo elegante para ocasiones especiales! – dijo ella casi gritando de alegría.
-¡Yo no necesito cosas lujosas! ¡Estoy bien así! – dije mientras mis pies se arrastraban por el suelo de mármol de la entrada de la tienda.
-¡Pero ya escuchaste a Luke! ¡Si ganas serás un noble y necesitaras ropa elegante! ¡Pero primero tendrás que ayudarme a escoger la mía para que sea más fácil! – dijo ella casi tocando la puerta de la tienda.
Estando tan cerca me pude dar cuenta de algo, la tienda no solo vendía ropa elegante, sino también lencería para dama, no estaba seguro que cosas vería allá dentro pero no estaba preparado para entrar con Kaori a un lugar como ese.
-¡Mejor te espero aquí afuera mientras escoges tu ropa y luego me llamas para pagar! ¡¡O te doy el dinero de una vez!! – dije mientras forcejeaba con ella para no entrar.
-¡Te dije que me vas a ayudar a escoger mi ropa! ¡Y me refiero a toda mi ropa! – dijo ella arrastrándome de nuevo.
Estaba seguro que iba a perder esa batalla, no podía hacer mucho cuando mis pies no podían sujetarse bien al suelo.
-¡Porque ella tienen que hacer eso como venganza por lo que dije! – pensé mientras ella me arrastraba dentro de la tienda.