Habíamos dejado atrás la calle principal de la ciudad, ahora estábamos en las afueras mientras intentaba procesar todo lo que había pasado en las últimas horas.
Luego de casi vomitar encima a Kaori, ella se fue directo al puesto de Yarm. Era increíble ver cómo le estaba dando el regaño de su vida a alguien tan grande como el dueño del puesto y no fue lo único que hizo, incluso logró que devolviera el dinero de la comida a pesar de que las de ella estaban bien.
Después fue más de lo mismo.
En cada puesto de comida que visitábamos siempre le hacían algo a mi comida, desde ponerle picante extra hasta algunas cosas que sabían tan mal que casi vomitaba a mi cita, de nuevo. Mi estómago ya estaba más que exhausto por tantas cosas malas y lo peor es que el hambre me hacía caminar como zombi.
Por suerte ella encontró la manera de evitar eso, simplemente mordiendo antes mi comida para saber si estaba buena o no. Yo sin pensarlo dos veces me comía todo después de eso, mi estómago exigía comida y pronto.
-Ahora que lo pienso ¿Eso no sería un beso indirecto? No, ya no soy un niño para preocuparme por cosas como esa – pensé mientras seguía a Kaori.
Era raro que saliéramos de la ciudad, tal vez ella solo quería alejarse de tantas personas que estaban arruinando la cita, aunque ella se reía a carcajadas cada vez que yo comía algo malo.
-Oye ¿A dónde vamos? No creo que sea bueno salir de la ciudad sin nada de armamento – dije mientras volvía a tomar la daga escondida en mi chamarra.
-No te preocupes, esta vía siempre se mantiene libre de monstruos ya que es una vía comercial muy usada – respondió ella muy tranquila, al verla caminar tan tranquila decidí no sacar mi daga, tamoco quería que supiera que la llevaba escondida.
-Pero ¿A dónde vamos? ¿No habías dicho que querías que la cita fuera real? – pregunté cada vez con más curiosidad.
-Vamos con alguien que puede ayudarte con lo de tu duelo, es un noble que se encarga de la limpieza de monstruos de esta vía y que hace otros trabajos más para el gremio – respondió ella mientras caminaba sin dudar un segundo.
-¿Crees que acceda a ser mi testigo en el duelo? Conociendo a los nobles de aquí… - dije un poco escéptico recordando todo lo que había leído de la nobleza, tanto de este mundo como del mío.
-Si tiene un espacio libre de sus obligaciones lo hará, él no es como los demás nobles. También lo conozco de hace bastante tiempo y éramos miembros del mismo equipo en nuestros tiempos de aventureros – dijo ella mientras sacaba su collar que había visto la otra vez.
Podía notar la nostalgia en su voz, como si esos fueran recuerdos de hace muchos años pero ella parecía tener solo unos años más que Sayuri.
-¿Por qué dices eso como si hubiera sido hace muchos años? Ahora que recuerdo nunca me has dicho cuántos años tienes – dije de forma casual intentando que respondiera.
-Es que si fue hace algunos años… fue más o menos cuando tenía la edad de tu compañera pelirroja… hace como unos 9 años – dijo ella aun con el mismo tono nostálgico de antes.
Mi mente hizo los cálculos muy rápido y me quedé sorprendido, ella de verdad aparentaba tener la misma edad que yo o tal vez solo un año mayor.
-Espera… ¿Quieres decir que tienes 26? – pregunté aun sorprendido.
-Tengo 25, pero siento que esos días fueron hace mucho tiempo atrás. Lo que me sorprende es que tú apenas hayas empezado como aventurero hace poco y más que no hayas tenido una cita antes – dijo ella con toda tranquilidad, al parecer no le importaba que supiera su edad.
-No entiendo porque, apenas tengo 17 y estaba más enfocado en otras cosas – respondí un poco molesto.
En ese momento ella se detuvo de golpe, volteo a verme y pude ver como estaba un poco asustada.
-Co… ¿Como que tienes 17? – preguntó ella, pero ahora toda su confianza se había ido.
-Pues esa es mi edad… espera ¿Pensabas que era mayor? ¿Me veo mayor? –pregunté un poco confundido.
-¡Debiste decirme esos desde el principio! ¡Nunca saldría con un menor! ¡Ahora todas mis compañeras me van a decir asaltacunas! – dijo ella mientras me tomaba de los hombros y empezaba a moverme por todos lados.
-¡Yo tampoco sabía que eras tan mayor! ¡Pensé que solo era un año mayor que yo y por eso pedí la cita! ¡Tampoco me hace tan feliz salir con una mujer mayor! – dije como pude mientras ella me tenía así, pero de pronto ella se detuvo.
-¿Me estas llamando vieja? – preguntó ella mientras clavaba sus uñas en mis hombros. Ahora su voz había cambiado, estaba tan furiosa que su voz parecía ser la de un demonio salido del inframundo.
-Cla… ¡Claro que no! Solo pensé que tendrías mucho menos experiencia y que podríamos hacer alguna cosa nueva juntos – dije tratando de zafarme del gigantesco problema en que me había metido.
-¡¿Y crees que tengo mucha experiencia en esto?! ¡Entre los trabajos como aventurera y después en el gremio casi no he tenido tiempo libre! ¡Y ahora resulta que mi cita después de mucho tiempo resulta ser falta y con un menor! ¡Más te vale hacerte responsable de todo lo que ocurra después! – dijo ella mientras por fin me soltaba, aunque no parecía nada calmada.
-¡Eso lo sé! Aunque si no conseguimos que alguien nos ayude estaré muerto en menos de 15 días… – dije un poco sarcástico, era increíble como las cosas solo se iban complicando cada vez más.
-¡Claro que te ayudará! ¡No voy a dejar que te salves de esta con una excusa como morir! ¡Y ya que de todos modos ya nos vieron en la cita más te vale que todo termine bien hoy! – dijo ella mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar de nuevo, de verdad que estaba enojada y lo último sonaba más como una orden.
-Está bien – fue lo único que pude decir después de un largo y pesado suspiro, ya me había resignado a cumplir todos los caprichos de Kaori.
-Siento que este día me va a costar años de mi vida… en más de un sentido – pensé mientras tocaba la bolsa de dinero que tenía – Solo espero que esto sea suficiente.
Seguimos caminando por unos minutos más, en donde aparentemente Kaori se había calmado, hasta que vimos a alguien con una armadura plateada que llevaba a otros 5 hombres con él, todos equipados con espadas y hachas. Por las marcas de sangre, heridas en algunas zonas de sus cuerpos y abolladuras en sus armaduras era obvio que habían estado peleando contra muchos monstruos, el cansancio con el que caminaban era el punto final para saberlo.
De inmediato Kaori empezó a correr directo hacia ellos, o mejor dicho, hacia el tipo con armadura que estaba en medio de ellos.
-¡Luke! ¡Oye Luke! ¡Soy yo, Kaori! – grito ella mientras se acercaba hacia ellos.
De inmediato los 5 hombres a su lado se pusieron en guardia, como si vieran a algún monstruo a punto de atacar. No perdí el tiempo y comencé a corres para alcanzarla, tratando de llegar antes de que alguno de los hombres atacara.
Pero de inmediato el tipo hizo una seña con su mano para que se detuvieran y bajaran las armas, los demás la siguieron unos segundos después. Por suerte ya estaba cerca de ellos aunque con el poco armamento que tenía no era mucho lo que podía hacer.
-¡Que gran sorpresa! ¡Pensé que ahora le tenías miedo a salir fuera de los muros! – dijo él mientras le daba un abrazo, pude ver como sus ojos marrón oscuro se iluminaron al tenerla cerca.
Me puse celoso, lo tengo que admitir. Pero era por el fuerte lazo de amistad que podía sentir, algo que solo se podría formar después de pasar mucho tiempo y dificultades juntos.
-¡Claro que no! Es solo que el trabajo del gremio es más sofocante de lo que pensaba – respondió ella ahora tan feliz que parecía que un aura brillante la rodeaba.
-Por eso te dije que no aceptaras el trabajo, era mejor que siguieras de aventuras con nosotros… aunque los demás también se fueron poco después de que dejaras el grupo – dijo él, parecía un poco nervioso de contar eso.
-Y no los culpo, tener a un Vizconde en el grupo pone nervioso a cualquiera – respondió Kaori como si nada.
-¡¿Qué?! ¡¿Un Vizconde?! – grité sin darme cuenta, ahora no sabía cómo actuar ante él.
-¿Quién es él? ¡¿Acaso estas formando tu propio grupo sin avisarme!? – dijo el mientras no me quitaba los ojos de encima.
-¡Claro que no! Solo estoy… en una cita… con él – dijo ella no muy convencida de sus palabras.
-¡Perdón por la presentación tan tardía! Soy Ryuuji Mizushina, es un placer conocerlo – dije mientras hacia una reverencia.
No estaba seguro de cómo se tomaría lo que Kaori acababa de decir, podría atacarme como casi todos lo habían hecho o solo dejarlo pasar como si nada, el problema era que no tenía como defenderme contra un ataque de verdad.
Pero el solo se echó a reír.
-¡No puedo creer que tengas esos gustos por lo menores! ¡Ahora entiendo porque antes no salías con nadie! – dijo él entre carcajadas.
-¡Claro que no! ¡Ni siquiera sabía que él tenía 17! ¡Además tenemos un motivo importante para esto! – respondió Kaori casi llorando.
Era extraño ver ese cambio de temperamento en la siempre calmada recepcionista del gremio.
-Sí, hay una razón muy importante pero que no podemos contar todavía – dije tratando de sonar serio.
-Sí, pero queríamos hablar contigo en privado ¿Crees que se pueda? – preguntó ella ya más calmada.
-Claro que sí, ya íbamos de regreso a la ciudad así que ya no tengo trabajo por ahora. Soldados, ya pueden retirarse. Pasen al restaurante del gremio por sus raciones y vayan a descansar – ordenó el Vizconde.
-¡Si, señor! – respondieron de inmediato los soldados y comenzaron a caminar hacia la ciudad, parecía alegres de volver.
-No sabia que el restaurante del gremio daba raciones a los soldados, tal vez deba pensar seriamente en entrar a la guardia de la ciudad – dije sin pensarlo, de nuevo.
-Claro que no lo hace, Luke paga los gastos de las raciones de su escuadrón todo el tiempo – respondió Kaori.
-Los soldados felices tienen mejor rendimiento en batalla, además así me aseguro que sus familias tengan un poco más de dinero al final del día – respondió después el Vizconde – Casi lo olvido, mi nombre es Lucas Olivier, pero puedes llamarme Luke. Te lo ganaste al proteger la ciudad en mi ausencia.
-No creo que haya sido para tanto… mis compañeras hicieron casi todo el trabajo. De hecho fue Sayuri quien lanzó el hechizo que acabo con la mayoría – dije un poco avergonzado, para ser un noble era muy amable, tal vez por sus días de aventurero.
-Es un poco modesto, según sus compañeras puede pelear muy bien cuando se lo propone y es muy bueno con la magia, sobretodo en la de soporte – dijo Kaori como si quisiera agregar más hazañas.
-Si viene de la persona que nos salvó la vida muchas veces con sus hechizos de apoyo y protección debe ser verdad, aun pareces ser un novato todavía – respondió Luke un poco sorprendido.
-Claro que lo es, hace poco tiempo se unió al gremio y ya es líder de su propio equipo, incluso se atrevió a retar a un noble… ¡Casi lo olvido! ¡A eso veníamos! – gritó Kaori de pronto.
-¡¿Cómo que aun noble?! ¡Acaso estás loco! ¿Sabes lo que hace un noble en esos duelos? ¡Hacen lo que sea para ganar, incluso cambiar el resultado con su influencia! – dijo Luke casi gritando mientras me tomaba de los hombros y empezaba a jalarme por todos lados, lo mismo que me había hecho Kaori hace unos minutos.
-¡Lo sé! ¡Pero no podía dejar que siguiera tratando mal a mi amiga! – dije entre todos lo zangoloteos que me estaba dando.
-Retó a Arthur Gelbero. Su amiga y compañera de grupo es su esclava, incluso ofreciéndole 15 monedas de oro se reusó y pidió 80 monedas de oro, una cosa llego a la otra y pues terminó así – dijo Kaori sin dar muchos detalles.
-Cuando lo dices así no es fácil pensar en algo – dijo Luke mientras se frotaba la frente.
-No se preocupe, yo le contaré todo – dicho eso empecé a contar todo lo que hbaoia pasado con Haruka, desde como la habíamos encontrado hasta como se fue incorporando al grupo.
Claro que había omitido varios detalles como que yo era de otro mundo, de los hechizos tan raros que podía usar y sobre todo que ahora Haruka ya me tenía marcado.
-Te entiendo… Haríamos lo que fuera por nuestros compañeros ¿No? Pero esta pelea es mucho para un novato como tú, aunque yo asista como tu testigo todo dependerá de lo que puedas hacer contra él y no tengo muchas esperanzas en eso – me respondió el con toda sinceridad, era claro que no quería desanimarme pero si darme un golpe de realidad.
-Lo sé, pero ya tengo un plan para eso, aunque tal vez me mate antes del suelo pero al menos tengo que intentarlo – dijo mientras lo veía a los ojos, quería que viera que estaba totalmente decidido.
-Solo déjame preguntarte una última cosa ¿Estás preparado para esto? Él tienen un título de Barón, si ganas el titulo pasará a ser tuyo según las reglas que puso ¿Estás preparado para ser un noble y hacer las labores de uno? – pregunto de nuevo, pero esta vez era diferente, era como si toda la atmosfera se hubiera vuelto pesada en una fracción de segundo.
-Si se trata de ir de un lado a otro sin hacer nada claro que… – pensé recordando lo que había escuchado de mi adversario pero comprendí lo que Luke, un verdadero noble, quería decir – No te refieres a los demás nobles ¿verdad? Te refieres a hacer algo para que las personas de la ciudad tengan una mejor vida, como lo que tú haces… Noblesse Oblige.
Me quedé pensando por unos segundos más, empecé a sentir parte de la responsabilidad que él tenía sobre sus hombros y comencé a asustarme por no estar a la altura, pero debía de hacerlo.
-No… Siendo sincero no, pero haré todo lo que este en mis manos para no defraudarlo – dije sin mentir, aún estaba un poco asustado pero ya era hora de que me tomara las cosas en serio.
Él solo comenzó a sonreír, apenas me acababa de dar cuenta de que no me había preguntado si podía ganar.
-Entonces te ayudaré con esto, creo que ya es hora de que haya más nobles que hayan visto la ciudad desde dentro – dijo el mientras me daba una palmada en el hombro.
-Te dije que te ayudaría – respondió Kaori detrás de mí.
-Sí, muchas gracias a ambos – dije haciendo otra reverencia.
-Aun así creo que te falta un poco de fuerza para tener una pelea más o menos igualada con Arthur, podrías unirte a nosotros con la limpieza de monstruos parea subir tus estadísticas… pero no creo que logres estar a la par de él en tan poco tiempo y no podrías mejorar tus habilidades de combate – dijo Luke después de pensarlo un poco.
-Lo sé, mis compañeras están ayudándome a entrenar pero es un poco difícil y muchas veces termino noqueado – respondí tratando de recordar algo de las lecciones que me habían dado.
-Sus compañeras también son muy buenas, sobretodo Sayuri Kirishima que tiene buenas habilidades con la magia y la espada, creo que también la conoces – dijo Kaori.
-Sí, la chica de cabello y ojos rojos ¿No? Me alegra que haya podido encontrar un buen grupo, aunque la verdad no creo que eso dure mucho tiempo. No me malentiendas, pero ella es un caso especial entre todos lo aventureros de la ciudad – dijo el de pronto.
-¿A qué te refieres con eso? – pregunté algo confundido y con mucha curiosidad.
-Será mejor que se lo preguntes a ella una vez que esto termine – respondió el – Cambiando de tema ¿Puedes usar el hechizo más básico de fuego? ¿Bola de fuego?
-Claro que sí, aunque no sé porque ella no quería enseñarme magia de fuego si no es tan difícil – respondí de inmediato, estaba seguro de lo que vendría.
-Está bien, trata de lanzarlo pero no digas todo el conjuro, solo di el nombre del hechizo para activarlo. Lánzalo en esa dirección ya que no hay personas por ahí – dijo él mientras señalaba una dirección.
-Sayuri me enseñó a hacerlo hace poco pero no pude usarlo contra los Ent´s – dije mientras me preparaba.
Yo también quiero ver eso – dijo Kaori mientras se acrcaba a Luke para tener una mejor vista.
Comencé a recitar el hechizo en mi mente como Sayuri me había enseñado, debía de imaginas como el maná se movia en mi cuerpo y se acumulaba en la palma de mi mano, como si formara una pequeña esfera de fuego. Era muy fácil de imaginar después de ver tantos animes y de intentarlo incluso en mi mundo.
Una vez terminado dolo el hechizo estaba listo para lanzarlo.
-¡Bola de fuego! – grité mientras movia mi mano hacia adelantes un una esfera del tamaño de un melón salía disparado de ella.
Pude ver somo se iba alejando rápidamente hasta caer al suelo de una planicie algo alejada.
Voltee a ver a Kaori y a Luke, pensé que estarían sorprendidos pero sus rostros decían otra cosa, estaban asustados.
-¿Qué pasa? Este hechizo no es tan potente como para hacer mucho daño – dije un poco nervioso por su reacción.
-No es por eso… nunca pensé que llegaría tan lejos – respondió Luke aun asustado.
-Pero eso no es motivo para que se pongan así – dije cada vez más nervioso.
-Hay una razón por la cual tanto aventureros y monstruos evitan esa zona… al que no hace nada siempre y cuando no los ataques – respondió Kaori mientras empezaba a sudar.
-¿De qué tanto hablan? Mejor díganmelo de una vez, ya estoy empezando a asustarme también – dije casi con las piernas temblando.
Pero de pronto pude escucharlo, un gran zumbido que llegaba desde atrás de mí. Voltee a ver poco a poco, temiendo lo que podía ser y de inmediato sentí que mis pantalones iban a estar en problemas.
Una gigantesca nube color negro empezó a formarse desde el suelo, como si algo estuviera saliendo de la tierra.
-Son avispas de fuego… hacen nidos enormes y cada uno de sus piquetes son como si te enterraran clavo al rojo vivo en la piel – dijo Kaori totalmente asustada.
-¿Y que hacemos? – pregunte mientras volteaba a ver a Luka.
Pero él ya había salido corriendo hace unos segundos y nos llevaba mucha ventaja.