Ya había pasado más de media hora desde que estábamos en la habitación del establo y Haruka no despertaba, al principio estaba molesto por la mordida pero al ver que no despertaba de verdad de preocupé, pero por suerte solo parecía estar dormida.
-¿Pero que fue todo eso? Estoy seguro que le molestó que usara su hechizo pero no creo que fuera para tanto – dije mientras me frotaba la marca de los colmillos, ya no me dolían, pero podía recordar muy bien el dolor que había sentido.
-Ni idea, solo he leído unas cuantas cosas sobre semi-humanos pero no decían nada sobre morder a alguien y dejarles marcas sin lastimarlos, tal vez… - respondió Sayuri, pero su vista se desvió directo a Seina.
-Es verdad, parece que ella sabe muchas cosas – pensé mientras también la veía.
Pasaron unos segundos y no hubo respuesta de su parte, pero era obvio que sabía que pasaba, solo que no quería decirnos.
-Do… ¿Dónde estoy? – dijo alguien detrás de nosotros.
Era Haruka que por fin había despertado, tenía cara de no saber qué había pasado y solo se estaba frotando los ojos. Era muy extraño como lo hacía, con la mano derecha se frotaba el ojo izquierdo y después se frotaba el ojo derecho con la mano izquierda, era como ver un gato.
-Estamos en el establo, te desmayaste después de morder a Ryuuji y él te trajo cargando hasta aquí – dijo Sayuri con un tono calmado mientras ella seguía intentando despertar del todo.
-¿Lo mordí? Pero no soy un perro para hacer eso, puedo rasguñarlo pero morderlo no creo – dijo ella aun adormitada.
-¡Entonces porque demonios tengo esto en el brazo! ¡Ni Sayuri o Seina tienen los dientes para hacer esto! – grité mientras le enseñaba las marcas en mi brazo.
-Si sabes que ella no puede verlas ¿No? – dijo Sayuri apartando mi brazo, ni siquiera había recordado lo de Haruka.
-¡Aun así puede darse cuenta ¿No?! Aunque la verdad no tiene ningún relieve y apenas si se ven ahora – dije mientras veía de nuevo las marcas.
-Espera, acerca tu brazo otra vez – dijo Haruka mientras intentaba tomar mi brazo.
Hice lo que pidió y de inmediato lo llevo cerca de su nariz, empezó a olfatearlo por todos lados, era una escena muy extraña, ver a una niña con orejas de gato olfateándome como si buscara algo raro. Pero de pronto se detuvo, justo en donde tenía las marcas de su mordida.
-Qué extraño… Huele como a mí, no, tiene mi olor – dijo ella mientras se apartaba un poco.
-¿Enserio? – dije mientras intentaba oler algo pero sin lograrlo – yo no siento nada.
-Pues claro, el olfato de ella es muchas veces mejor que el nuestro – respondió Sayuri un poco cansada.
-Eso lo sé, pero porque… - apenas estaba tratando de hacer una idea de lo que estaba pasando cuando escuche la risa de Seina.
No era una risa normal, era una risa escandalosa y sin control, ella apenas si podía mantenerse de pie mientras se sujetaba el estómago. Estuvo así casí un minuto hasta que por fin empezó a calmarse.
-¿Se puede saber de qué tanto te ríes? Estamos intentando saber que paso aquí – dije un poco molesto, era obvio que ella ya sabía que pasaba.
-Es que… no puedo creer que ella… justo antes de… y todavía… - Seina apenas si podía hablar, todavía no podía contener las carcajadas y parecían que solo iban a empeorar.
Ya me estaba fastidiando con tanta risa, así que tome el jarrón de agua que teníamos y se lo vacié encima. Funciono de inmediato.
-Ahora sí, dinos que pasa – dije ya más calmado.
-Bueno… hay ciertas cosas entre razas de semi-humanos, ciertas costumbres que tienen en ciertos momentos – dijo ella dándole vueltas al asunto, pero volví a tomar otro jarrón con agua como advertencia para que lo dijera de una vez – En realidad, ella te acaba de marcar.
-Eso lo sé, puedo ver sus colmillos en mi brazo – dijo sin entender lo que decía.
-No lo entiendes… te acaba de marcar como su propiedad – dijo ella mientras intentaba no reírse.
-¿Para que marcaría a Ryuuji? Sé que él no es una propiedad y mucho menos de alguien, además la marca de esclavo que tengo fue por un hechizo y no se ve a simple vista – respondió Haruka igual de confundida.
Sayuri estaba igual que nosotros y no había dicho nada, lo único que hizo fue negar con la cabeza cuando voltee a verla.
-¿Tampoco lo sabes? ¿Enserio? Con lo que acabas de hacer le estas diciendo a otras semi-humanas que no se metan con Ryuuji porque es tuyo… que es solo tuyo – dijo Seina pero ahora más despacio tratando de hacer que entendiéramos, pero yo seguía igual.
-¿Cómo que solo de ella? ¿Y porque solo a semi-humanas? Ahora que recuerdo… algunos animales tienen la costumbre de marcar a sus parejas… - pensé hasta que di en el blanco y de inmediato mi rostro se pudo del color del cabello de Sayuri.
-¡Debes de estar bromeando! ¡Ella apenas es una niña y no creo que pueda hacer eso todavía! – gritó Sayuri robándome las palabras. Ella estaba pero que yo, su rostro apenas si se podía diferenciar de su cabello.
-¡Es cierto! ¡Solo mírale la cara! ¡Ni siquiera sabe de qué carajos estamos hablando! ¡Además no sabes cuantos años tiene! ¡Ya dinos tu edad de una vez! – dije tratando de que Haruka reaccionara y quitara esa cara de no saber nada que tenía desde hace rato.
-Hee… tengo 18 – respondió ella aun con la cara de confundida.
Los tres quedamos como piedra al escucharla, ella tenía el cuerpo y, en algunas ocasiones, la actitud de una niña. Lo que acaba de decir era difícil de creer.
-¿De verdad tienes 18? – pregunte un poco asustado.
-Sí, no tengo razón para mentir – respondió ella y su actitud seria me lo confirmaba.
-Eso confirma mi teoría de que ella es de un linaje especial. Por lo general los semi-humanos crecen rápido pero ella es la excepción, eso explicaría el hechizo y que haya reaccionado así al ver que alguien más pudo hacerlo – dijo Seina después de unos segundos.
-¡Pero aun así sigo sin entender porque hizo eso! Además si crece lento todavía no debería estar en edad de reproducirse ¿o sí? – pregunté en voz alta.
En ese momento pude ver como el rostro de Haruka se congelaba, lentamente fue abriendo los ojos hasta que pensé que se iban a salir, su rostro se puso de un llamativo rojo brillante unos segundos después.
-Al parecer ya se dio cuenta de los que estábamos hablando – pensé mientras esperaba el grito que se avecinaba.
-¡¡¿Cómo que reproducirme?!! ¡¡Yo no…!! ¡No quiero…! – ella apenas si podía hablar, era como si su mnete hubiera explotado.
Haruka ya no pudo más y se metio debajo de las sabanas de su cama, pero aun así podíamos ver como su cabello se había erizado un poco.
-¡¡Yo aún estoy pequeña para pensar en eso!! – gritó ella debajo de las sabanas.
-Pero al parecer sus instintos no lo saben – dije cansado mientras volvía a ver la marca en mi brazo.
-Ella no tiene la culpa, tú mismo dijiste que fueron sus instintos – dijo Sayuri mientras se acercaba a Haruka – Ese es el problema con las diferentes razas, nunca puedes saber cuántos años tienen con solo verlos.
-¿Enserio? ¿Y eso aplica para Seina? – le pregunte, aunque ya estaba seguro de su respuesta.
-Claro, por lo general los elfos viven 10 veces más que los humanos, así que… - dijo ella dando un pausa mientras observaba a Seina con más detalles – ella parece tener 19 años así que…
-¡Tengo 185 años ¿Feliz?! ¡Aún estoy muy joven para los estándares elfo! ¡Yo no tengo la culpa de ser de una raza tan longeva! – gritó ella con el rostro rojo, era obvio que le molestaba hablar de su edad.
-Así que eres la mayor del grupo y con demasiada diferencia… luego esta Haruka, después yo y por ultimo Sayuri - dije mientras esquivaba algunos golpes de Seina.
-Parece que sí, aunque tampoco parece que seamos tan diferentes en edad. ¡Pero ahora no tenemos tiempo de preocuparnos por esas tonterías! ¡Tenemos que seguir pensando en cómo vas a ganar el duelo contra ese noble en dos semanas! – dijo Sayuri cortando el tema de una vez por todas.
-Tienes razón… no quería recurrir a esto, pero creo que tendré que usar mi arma secreta – dije mientras iba en dirección a mi cama, debía de buscar mi mayor tesoro.
Ahora lo tenía guardado en un pequeño cofre y solo había una llave que siempre llevaba colgada en mi cuello, claro que por dentro lo tenía bien envuelto para que no se dañara por algún golpe.
-Tendré que ver los videos de mi teléfono para tratar de aprender algo de ellos, es buena idea que ustedes también los vean, puede que les sirva de algo – dije mientras lo encendía.
Lo único malo es que solo tenía videos de anime y muy pocos de peleas reales, ahora es cuando agradecía haber comprado una tarjeta de memoria extra grande y guardar todos esos videos.
-¿De verdad puedes aprender algo de ahí? ¿Y cómo es que vas a ver esos "videos"? – dijo Sayuri acercándose para ver lo que estaba haciendo.
-El cristal va a mostrar… una especie de pinturas pero con movimientos y sonidos… solo tengo que buscar uno que me pueda enseñar algo sobre pelear y no usarlo mucho o se quedará son energía – dije mientras buscaba frenéticamente los videos y trataba de ocultar algunos más "privados".
-¿De verdad? ¿Y cómo…? – Seina se quedó a media pregunta al ver como uno de los videos empezaba a reproducirse en el teléfono.
Era un episodio viejo de Dragon Ball, uno en donde se dedicaban más a las artes marciales que en los poderes tan destructivos del final. Lo raro era que no podía entender bien las voces, tenia que concentrarme mucho para poder entender algo y no me concentraba en aprender los movimientos que hacían.
Por otra parte las chicas estaban hipnotizadas viendo el video, incluso Haruka había salido de su cama y tenia la mano levantada en dirección del video.
-¿Está intentando sentir algo? Lo único que va a conseguir es escuchar solo los efectos de sonido – pensé mientras volvía a concentrarme en el videos.
Pasó alrededor de una hora y seguíamos viendo videos, pude varios que podrían ayudar, tanto en combate cuerpo a cuerpo como en combates con espadas. No era mucho pero al menos debería servir de algo.
-Bueno, creo que ya es suficiente. Debería de escribir lo que aprendí y como realizar los movimientos ahora que tengo toda esa información fresca – dije mientras apagaba el teléfono.
-¡¡No!! ¡Deja que veamos otro poco! – gritó Sayuri cerca de mi oído, casi me había dejado sordo.
-Sí, todavía estábamos empezando! – gritó Seina apoyándola.
-Yo no entendí nada – dijo Haruka alejándose un poco de mí.
-¡Claro que no! ¡Ya les dije que no! No hay forma en que pueda recargar su energía y solo debo de usarlo en casos de emergencia – dije mientras lo volvia a esconder entre mi ropa para que no me lo quitaran – tengo una batería de emergencia pero no durará mucho, no sé si volveré a mi mundo, así que tengo que ahorar su energía todo lo que pueda.
Podía ver sus rostros deprimidos ero no podía darles ese gusto, al menos no hasta que encontrar alguna fuente de energía segura.
-Pues que se le va a hacer… aunque de verdad tenían técnicas de espada que jamás había visto pero no creo que pueda aprenderlas tan rápido ya que son muy diferentes al estilo que me enseñaron – dijo Sayuri mientras imitaba algunos movimientos con su mano vacía.
-Aunque no vi que lanzaran algún tipo de hechizo, me gustaría ver qué clase de hechizos hay en tu mundo y probar si funcionan aquí – dijo Seina después.
-Nosotros no llamamos magia a esto, le decimos tecnología – dije mientras guardaba el teléfono y volvia a colgarme la llave – pasaron miles de años para que alguien creara estos artefactos y todo lo que usan. Aquí no puedo sacar todo el potencial de mi teléfono y debo de usar solo lo que tengo guardado en él.
-Si tú lo dices… solo espero que nos pueda ayudar más que esto – dijo Seina.
-Por ahora tengo que repasar los movimientos que son más fáciles de aprender dejar los demás para después, estoy seguro de que estaré practicando hasta muy tarde, así que no me esperen – dije mientras tomaba mi espada para salir del establo.
-Espera, recuerda que mañana tienes la cita falta son Kaori, así que tienes que descansar bien para estar listo ante cualquier cosa que llegue a pasar, así que te acompañaré para ver que no te excedas – dijo Sayuri mientras también tomaba su espada.
-Yo me quedaré cuidando a Haruka y trataré de explicarle algunas cosas de lo que acaba de hacer, tal vez con eso logre calmarla un poco – dijo Seina mientras se sentaba en la cama de Haruka.
Ella no dijo nada, solo se volvió a meter entre sus sabanas.
-Bueno… trata de hacer algo por ella, en ese estado no será de mucha ayuda si aceptamos alguna misión ni tampoco podrá entrenar conmigo – dije antes de salir.
Sayuri y yo caminamos un poco hasta llegar a un lugar abandonado dentro de las murallas de la ciudad. Según ella muy pocas personas visitaban ese lugar y era perfecto para poder entrenar sin interrupciones.
-Ahora que lo pienso… tengo dos armas, la espada que compre y la daga que me regalaste. Tal vez podría usar ambas en la pelea – dije apenas habíamos llegado.
-No sabes manejar la espada ¿Y ya quieres combinarla con otra arma? Si lo haces te seguro que tú mismo terminas lastimándote – dijo ella regañándome, pero lo había dicho sin pensar.
-Eso lo sé, solo era una broma. Será mejor que empecemos antes de que oscurezca por completo y terminemos lastimados – dije mientras desenvainaba mi espada.
-Te enseñe solo lo básico, así que practicaremos solo eso. Es mejor que te acostumbres a usar tu espada antes de que sigamos con algo más avanzado – dijo ella mientras se ponía en guardia.
Era fascinante ver como lo hacía de manera tan natural, como si su cuerpo estuviera acostumbrado a hacerlo.
Por otra parte yo era muy diferente, mi cuerpo aún se sentía tenso al ponerme en guardia, sentía que no era para nada natural, era como si mi cuerpo rechazara esa pose.
-¿De verdad tengo que estar en esta posición? No creo que sea la adecuada para mí – dije incomodo mientras apretaba la empuñadura de mi espada.
-Sí, así es la única manera que me enseñaron y la única que puedo enseñarte con el poco tiempo que tenemos – respondió ella de inmediato.
-Aunque digas eso… - pensé mientras la observaba para adivinar en que momento atacaría, pero recordé algo en ese instante – En un anime dijeron que las posturas de la guardia es muy diferentes entre hombres y mujeres, además ella dijo una vez que mi forma de luchar es muy agresiva, entonces…
Deje que mi cuerpo tomara una postura que le fuera más natural, mis piernas se separaron un poco mientras mis botas se aferraban con más fuerza al suelo, mientras que mi torso también se movio dejando mi espada detrás de mi cuerpo. Era algo torpe pero así me sentía mucho más cómodo.
-¿Qué estás haciendo? ¡Así tienes muchas aberturas y dejas muchos espacios expuestos! ¡Con eso tu defensa es muy baja! – gritó ella sin dejar de estar en guardia.
-Es que no es una pose de defensa… - dije en voz baja para en un segundo lanzarme al ataque contra ella - ¡Es una pose de ataque!
En un segundo ya había llegado hasta donde estaba Sayuri y lance un tajo con toda la fuerza de mi brazo y ella de inmediato lo bloqueó. El impacto había sido muy sólido, tanto que podía ver la cara de sorpresa que ella había puesto.
De inmediato di un paso atrás para esquivar si contrataque y volverla a atacar. Podía ver que ella no estaba luchando como en los entrenamientos de antes, ahora iba enserio. Nuestras espadas chocaban y lanzaban pequeñas chispas con cada encuentro, era un milagro que no hubiera recibido algún corte hasta ahora.
Pero sabía que esto no podría durar mucho tiempo, ella tenía mucha más experiencia y entrenamiento, todavía no había empezado a luchar con todo lo que tenía.
En un descuido termine tropezando con una rama y caí al suelo, pude ver como Sayuri intentaba detener su espada pero no lo lograría a tiempo, por reflejos levante la empuñadura de mi espada, rezando porque no terminara cortándome el brazo.
Cuando me di cuenta había detenido la espada solo con el pomo de la espada, ambos quedamos helados al verlo.
-¿Cómo hiciste eso? – preguntó ella mientras volvía a envainar su espada.
-No lo sé… de verdad no lo sé – respondí aun con las manos temblando, me había salvado por muy poco.
-Será mejor que regresemos, creo que es mejor que descases para mañana y trates de explicarle a Kaori lo de la farsa antes de que ella te mate – dijo ella mientras me ayudaba a levantar.
-Lo sé, solo espero que no lo vaya a tomar tan mal. Si no quiere ayudarnos estaremos perdidos – dije mientras empezaba a caminar.
Sí, por eso tienes que hacer lo que te diga para tratar de compensarselo, nosotras estaremos vigilándolos por si pasa algo – dijo ella mientras me alcanzaba.
-Mejor no lo hagan, alguien podría sospechar que es un farsa y podríamos causarle más problemas, Haruka dijo que su amo tenia compañeros que no eran unos tontos y tal vez puedan sospechar si las ven siguiéndonos – dije cansado de pensar en lo que me esperaba el día de mañana.
-Está bien, le dire a Seina y Haruka que nos quedaremos mañana en la habitación, aunque no creo que ella quiera salir después de lo que pasó – dijo ella mientras aceleraba el paso.
-Yo tampoco quiero salir mañana, pero ya no queda de otra. Todo sea por mantener a Haruka con nosotros – dije detrás de ella.
-Por cierto… con todo lo que paso con ella… ¿Qué es lo que piensas de Haruka? ¿Qué es lo que sientes por ella? – me pregunto sin voltear a ver.
-Pues en un principio sentía lastima por ella… por como la encontramos, pero poco a poco fui encariñándome con ella. La quiero como si fuera mi hermana pequeña… aunque resulto ser mayor que yo – dije sin pensarlo dos veces.
-¿Eso es todo? – volvió a preguntar.
-Sí, se veía y actuaba como una niña, eso hizo que recordara a mi hermana cuando era pequeña y no pude evitar tratarla igual – respondí de la misma manera que antes.
No estaba seguro de porque preguntaba esas cosas ahora.
-Por eso haces todo esto por ella ¿No? – dijo mientras volteaba a verme, solo podía ver su rostro serío mientras yo asentia con la cabeza – Si yo estuviera en una situación aún peor ¿También tratarías de ayudarme?
Ella se había volteado de nuevo antes de decir eso, ella estaba muy rara el día de hoy.
Claro, pero ¿Por qué…? – todo me tenia muy confundido y ella ni siquiera me había dejado preguntar.
-Por nada, solo era una pregunta tonta – dijo ella mientras dejaba salir una risa falsa.
Todo fue muy raro al llegar al establo, ella intentaba actuar normal pero estaba seguro de que algo le pasaba. Pero lo peor era que no podía sacarme sus palabras de mi mente.