Escribir es una de las cosas que más me apasionan.
Desde que me animé a compartí abiertamente mis historias,
venciendo esos miedos, dudas e incertidumbres,
siempre recibí el apoyo y aliento de muchas personas.
Al terminar esta décima novela
quiero agregar este pequeño espacio
para agradecer de corazón,
a quienes son parte silenciosa
de todas estas páginas.
Doy gracias a mi familia, por comprensión y paciencia
cuando muchas veces estoy absorta frente a la pantalla
y ausente del mundo a mí alrededor.
Gracias a mi querida amiga Keila Lerch,
Quien dedica horas de sus días a leer y corregir mis historias
Con tanta dedicación y cariño.
Gracias a cada una de las lectoras, cuyos locos comentarios
Me divierte y estimulan a continuar creando nuevas historias.
Y sobre todo, gracias a Dios,
Cuya presencia me ha acompañado a lo largo de toda mi vida,
en mis veranos, otoños, inviernos y primaveras
Gracias a su amor tan inmenso que me ha sostenido,
Su misericordia, que tantas veces ha allanado mi camino
Su Grandeza que me inspira de mil formas
A transmitir de su palabra en cada una de mis historias.
Espero disfruten de esta historia.
La autora.