Chereads / Soul Seeds / Chapter 2 - Día de rutina.

Chapter 2 - Día de rutina.

El mundo no gira a mi alrededor, es algo que se desde siempre y no me molesta. Cuando me di cuenta que era diferente a la mayoría, creí que podría cambiarlo, pero siempre hay alguien que pone tus pies en la tierra. En mi caso es mi madre.

Ella dice que lo que hago es magia, igual que ella y su familia.

No me lo creo.

He visto la magia, se cómo funciona, los libros de historia hablan de ella, mi madre la práctica y nos la ha enseñado a mi hermana y a mí.

Esto no se le parece.

En ninguna parte he visto magia como esta.

Con la magia puedo tener control de objetos y elementos, pero no alterar sus estados. No se puede pasar de simple agua a hielo, de hielo a vapor y regresar al líquido. Funciona de otra forma, sin conjuros que tenga que aprender, sin Maná. Solo doy la orden y voila, todo cambia.

Siempre tengo la sensación de no encajar.

Mejor dicho. El deseo de ser especial, de que incluso entre los que destacan yo este encima.

Me siento mal.

No se supone que sea egoísta. No debo pensar de esa forma. Debo poner mi mente en orden y recordar lo importante.

Hay muchas personas que harían lo imposible por atraparme si me descubren.

Los magos somos juguetes para el Imperio, mi vida acabaría llevándose mi libertad.

Estoy sumergido en estos pensamientos en mi habitación hasta que escuchó que me llaman al teléfono y contesto.

-Hola ¿Estás listo?

Entro en pánico cuando oigo la voz de mi novia al teléfono.

Obviamente no estoy listo, pero hay ocasiones en las que mentir no está tan mal.

-Si - Digo mientras trato de recordar cual era nuestro compromiso.

-Bien. Te veo frente al café de la plaza - Hana parece saber perfectamente que lo he olvidado, pero me conoce, confía en que lo compensare en algún momento.

-No tardes - Lo digo más para mí que para ella.

Hana cuelga. Una señal de que sabe lo que pasa. Que me estoy quedando en mis pensamientos últimamente, desde hace días realmente, y ella lo sabe. Por eso estoy aquí, afuera del café, esperando no haber olvidado ponerme un calcetín por las prisas y quedar en ridículo.

Cuando la veo llegar sonriente y saludando con la mano extendida hacia el cielo no puedo evitar dejar de pensar en todo, en la escuela, en Blink, en la magia, en mi...

Todo se detiene cuando veo sus ojos y cabello rojos.

-Hola...

-Hola. ¿Esperaste mucho? - Me mira fijamente.

-No, acabo de llegar.

Ella lo sabe, pero disimula. Estoy aquí a pesar de todo.

Nos vamos y comenzamos nuestra tarde. Nada fuera de lo común, paseamos por la plaza comercial, nos detenemos por un helado y lo comemos en una banca frente a la fuente central viendo pasar a la gente y hablando de nuestras cosas, nuestros problemas, nuestras vidas.

Sé que ella espera que le cuente algo sobre lo que me aflige en esta ocasión, pero no puedo contarle, tengo que mentirle. Otra vez.

Esto ya ha pasado antes, pero no sé con qué la voy a engañar esta vez. Blink me viene a la cabeza. Es mi mejor amigo. Hana sabe que últimamente se ha estado metiendo en más problemas de lo usual. Así que supongo que no le voy a mentir por completo si le digo que esto es lo que me preocupa.

Hana se lo cree. Eso pienso.

-Mis padres quieren que estés en la cena de su aniversario. - Hana termina el tema repentinamente. No se lo cree.

-¿Lo harán en casa esta vez?

-Mama quiere una gran fiesta y papa no puede negarse. Ella fue la de la idea de que estuvieras presente.

-Bueno, supongo que no puedo negarme.

-Más te vale estar ahí. Recuerda que tienes que estar impecable, sabes lo superficiales que son. Yo empezaría por cortar tu cabello.

- Mi cabello está bien.

- Lleva el traje nuevo que te compro el señor Oshiro.

-Diablos, es tan incómodo ese atuendo que... - Mi voz se corta. Estoy sintiendo algo.

-¿Que pasa Stan?- Hana esta desconcertada

Muevo la vista alrededor de nosotros buscando que podría estar mal. "Hana puede correr peligro aquí" me dice mi mente. De inmediato noto la desagradable presencia de dos hombres observándonos.

-Creo que deberíamos irnos Hana, te llevare a casa.

-¿Estas bien?

-Yo estaré bien, pero es mejor si regresas.

Le hago una señal a Hana y ella ve de reojo.

Ambos sujetos se cubren la cara. Nos están observando, supongo que desde hace un tiempo. Soy un tonto por no darme cuenta.

Trato de verlos mejor mientras nos vamos.

Un tatuaje. Lo lleva en su mano. Una serpiente en un olivo esta dibujada en la piel de uno de ellos.

La familia Bianchi.

Salimos lo más rápido que podemos de la plaza, ellos nos siguen a una buena distancia. No son estúpidos. No están tratando de intentar algo, no aquí, buscan el momento

No se los daré.

Después de llevar a Hana con su familia, regreso a casa. Todos están en la mesa. Es la hora de la cena

- No te esperábamos a cenar ¿Sucedió algo?

El señor Oshiro.

Él es mi padrastro. El y mi madre se casaron hace unos 6 años. Es una gran persona. He llegado a verlo como mi verdadero padre. Junto a él, en la mesa están mis hermanastros Ichiro, Yasu y la menor Haruko. Del otro lado esta mama con mi hermanita Marcelin.

-No es nada. Hana tuvo una emergencia y la lleve a casa.

-Bien, en ese caso, puedes acompañarnos, Hiroshi (Es el nombre de pila de el señor Oshiro), pasa un plato a Stan por favor. - Mi madre, hablando con una voz autoritaria, como siempre.

-Claro, siéntate hijo.

Me siento, pero la comida no me sabe y la compañía de mi familia apenas me tranquiliza. Noto la mirada de mi madre, sospechando que algo más pasa. Intento calmarme para que nadie lo note. Sobrevivo a la cena.

Mama me hace una señal. Se lo que significa.

Son cerca de las nueve. Mi madre y yo estamos en el patio trasero uno frente al otro. Dos metros te tierra erosionada por nuestras pisadas nos separan. Ella adopta una pose que ya conozco de memoria. Es una que indica que esta lista para pelear. La imito y adopto la misma pose.

En un segundo estamos el uno frente al otro lanzando golpes y esquivando. El aire se llena de polvo mientras nos movemos dando vueltas observándonos a la espera del siguiente golpe.

Un destello de luz irradia el lugar mientras todo el polvo se convierte en una masa esférica que flota frente a mi madre. Mientras pienso en que hacer, la esfera de tierra se acerca a mí. Me impulso con una corriente de aire y la esquivo como buenamente puedo.

-¿No piensas contarme que sucede? - Mi madre. Se queda quieta mientras me pongo en pie.

-Están tras Hana. La familia Bianchi ha estado siguiéndola.

-Esos bastardos de nuevo

-¿Que se supone que haga?

-¿No es su padre de quien deberían estar detrás?

-No es un hueso fácil. En cambio Hana...

-Por ahora deja que yo me encargue, aun no estás listo para salir.

-¿Debo confiar en que estará bien? Sabes que los Bianchi tienen más poder que nadie en esta ciudad.

-Escucha. Sé que esto es importante para ti, pero debes saber que no estás listo. No puedo permitir que te involucres más. Mitchell y yo sabremos qué hacer para mantener a salvo a su familia.

-No lo entiendo, porque no puedo...

-Sabes bien lo que está en juego, hablamos de tu propia vida Stan.

-Tengo la fuerza para acabar con ellos.

-No. Esto no es una de esas películas que te gustan. Es peligroso, y por el bien tuyo y de tu familia, debes mantenerte al margen.

Acepto de mala gana, esperando que yo mismo crea que todo estará bien, pero sé que solo necesito una excusa para actuar.

Y entonces la familia Bianchi lo lamentara.