Acostado en mi cama no podía dejar de pensar en lo que había pasado en esa habitación, ese deseo, esa lujuria. Esa necesidad y cada movimiento hecho perfectamente para dar placer. La música no ayudaba, en mi playlist empezó a sonar "My boy" de Billie Eilish. Regresé sin darme cuenta a esa habitación.
-Eres sexy.- me dijo mientras me veía sin camisa. Estaba encima de ella dando pequeños empujones aún con nuestros jeans puestos. Soltaba pequeños jadeos. Que hacían que mi miembro creciera cada vez más. Ella lo notaba, por eso soltaba esos jadeos. -Debí ponerme vestido. No me dijiste que vendrías.- me besó después de esas palabras. Recorrí lentamente mis manos por su abdomen hasta llegar a sus senos, por encima de la camisa di un pequeño apretón, que la hizo jadear.
-Lo siento, al parecer fue buena idea que no te lo dijera, te llegaron flores de tu otro novio. Así que...- dije para después besar su cuello.
-Hmm. Quisiera saber quién es ese chico, le daría mucho amor cuando lo viera.- me dijo entre suspiros. Escuchar eso me hizo pensar que ya sabía que había sido yo. No me quise arriesgar o mucho menos empezar una discusión.
-Lo conozco, justo ahora está encima de ti.- le dije mirándola a los ojos. Sonrió y soltó una pequeña risa.
-Ya lo se, eres malo ocultando las cosas. Además, no conozco a muchos hombres y alguno es gay, entonces, solo pudiste ser tú.- dijo para después volver a besarme. Escuchamos la puerta principal abrirse. Rápidamente nos separamos y me puse mi camisa, ambos nerviosos y asustados de lo que pudiera pasar si nos atrapaban.
Abrí los ojos, ya había amanecido. Tenía que ser otro día un poco aburrido, acababa de ver a Sam anoche y fue algo bastante excitante encontrarnos en aquella situación, no hubo nada más allá de algunas manos locas, aunque si hubiera pasado no me hubiera negado. Me levanté de la cama y me vi en el espejo que tenía frente a mi, siempre que despertaba mi cabello era un desastre. Pero ese es tema para después, tomé el móvil y vi un par de mensajes. De Sam.
"Buenos días, espero te vaya muy bien en el trabajo." -Sam
"Espero no sea aburrido como el resto de los días. Espero que te diviertas al menos un poco. Te quiero." -Sam.
Sam era adorable para mi, no puedo decir que soy más madura que él y el tampoco es más maduro que yo, pero sabemos que cuando sea necesario, podemos proponernos ser maduros. Me parecía adorable y romántico, siendo sincera he tenido un par de novios... uno más importante que otro, pero los he tenido y ninguno ha sido como Sam. Sonará cliché y muy típico, pero creo que el es diferente.
-A diferencia de los otros el es muy diferente. No encuentras a alguien así tan fácil.- le dije a la chica que estaba sentada frente a mi sentada. Estábamos bebiendo un café, después de ver los mensajes de Sam la señora Sara me llamó dándome la noticia de que desde hoy hasta el lunes no regresarían, gracias a un viaje.
-Lo dices porqué tienes que decirlo Evy, seguramente es otro más en la lista, solo esperemos que no sea como Tyler...- escuché ese nombre y me dieron escalofríos, odiaba hablar de el, lo odiaba a él.
-No lo es, lo sé. Llevo un mes con el y me siento muy cómoda, feliz. Estar con el me hace sentir más tranquila y sin problemas, hace que olvide cada vez más rápido el pasado.- dije cabizbaja.
-Quisiera conocerlo.- soltó de golpe.
-Créeme que me gustaría que lo conocieras, me gustaría que conociera a todos. A ti, a Hannah, a Alan. Hasta a Sebastián. Pero la situación es bastante complicada.- dije pensando las cosas, todo era complicado respecto a lo de hacer público lo nuestro, mis amigos saben, los suyos también, pero más allá de eso, nadie.
-Espero puedan llegar a un acuerdo pronto, yo también te noto diferente, no se. Antes parecía que llevases un gran peso encima y ahora te veo bastante ligera. Feliz.- me dijo con una sonrisa alegre. -Ya que no trabajaras éste fin de semana, podríamos ir al Retro Fest en Acapulco, viaje de amigos. Llévate a Sam también. Así podríamos conocerlo.- me dijo, pensé por un segundo. Era muy pronto para algo así, la propuesta de Marlene no era muy llamativa. -Nos iremos mañana por la noche, para llegar allá. Será como un escape.- terminó de explicar al ver que yo no respondía.
-Me lo hubieras dicho antes, es Jueves. Sam trabaja y descansa éste sábado, tendríamos que regresar el domingo por la mañana, me hubieras dicho antes y claro que aceptaría y el también, ahora que todo es rápido... lo veo muy difícil.- respondí a su propuesta, intentando no sonar como mala amiga o algo parecido.
-Aún no le preguntas, puedes decirle que mienta, que su abuela se cayó y tuvo que ir a verla o cualquier otra cosa. No sé, inventen algo. Llevan un mes de relación secreta ¿Y no pueden desaparecer un fin de semana?- me preguntó sarcástica, parecía un reto, un gran reto.
-No lo sé...- respondí dudosa. Mordiendo mi labio inferior mientras pensaba, ¿Sería buena idea?.
-Vamos Evy, necesitamos esto... hay momentos en la vida que no puedes dejar pasar, como éste. Éste Fest sería al primero que iríamos juntas. Y tratándose de ti y de Sam, sería su primer viaje juntos.- empezaba a convencerme. -Además, es Acapulco. La playa, los bares, el alcohol, no sé, alguna sustancia prohibida... tú y Sam...- cada cosa nueva que decía la describía con picardía. Era buena idea, hacer todo eso, sobre todo con Sam.
-Veré que puedo hacer para que asista, pero dudo mucho que acepte sin problemas.- respondí a todas sus propuestas.
-Perfecto, con eso me conformo, tienes que estar mañana a las ocho y media lista para irnos, lleva tus mejores bragas.- me dijo emocionada encogiéndose en hombros.
Solo pensaba en que pasaría si Sam aceptaba, tenía miedo, pero seguramente sería una experiencia inolvidable que nos marcaría a ambos.
-¿Qué planeas regalarle en San Valentín?- me preguntó Noah mientras entregaba las palomitas.
-No lo sé, quiero algo lindo, pero tampoco tanto, sabemos que paso la última vez que di tanto por alguien.- respondí recordando todos aquellos regalos que le había dado a Kate.
-Viejo, vamos...- me miró con desaprobación. -¿Qué importa lo que pasó con Kate? Te enseño a amar, te enseño de todo lo que eres capaz por alguien. Claro, tal vez no lo merecía, pero te enseñó lo bonito y hermoso que podría llegar a ser el darlo todo por una persona. ¿O no?- evité hacer contacto visual.
-Supongo- respondí dudoso.
-¿Entonces? Amigo, si tienes miedo de que te pase lo mismo, empezaras a joder todo...- me dijo serio.
-Ese miedo nunca se va, y si a ti te pasara serías más tolerante conmigo.- me quejé.
-Es que ya me pasó, Sam.- lo miré, ésta vez tenía una cara más triste y seria que las otras veces. -¿Crees que todo lo que te digo solo lo digo por que sí?- me preguntó sarcástico. -Claro que no, yo ya pasé por esto, exactamente lo que tu pasaste. Me enamoré tanto y di tanto por una chica y al final me dejó, pero eso no me quitó las ganas de darlo todo por alguien más. Obviamente dolió, obviamente pasó mucho tiempo para que me recuperara e incluso para que empezara otra relación. Pero entendí que si te enamoras con miedo... entonces no te estás enamorando, no estás viviendo ese momento como deberías. Enamórate sin miedo, da todo. ¡Todo lo que puedas! Y si al final no funciona tampoco... bueno. Al menos sabrás que diste y que siempre darás lo mejor que tienes para ofrecer. A veces esas personas que reciben tanto amor y tanta felicidad. Terminan la relación por que no saben que hacer con ello. A veces es lo que hace falta. Dar amor y entregarte completamente. Sé que te da miedo y posiblemente a ella también le dé miedo eso, pero créeme, mientras ambos entreguen todo con cariño y confianza. Todo saldrá bien.- terminó de decir.
A veces me costaba creer que Noah siendo a veces un chico más joven que yo, había vivido más que yo, sabía más cosas que yo y sus consejos siempre eran buenos, si un día te sientes decaído sabes que el estará ahí para levantarte los ánimos, sabes que el siempre estará ahí. Todos necesitamos un amigo como Noah.
-Entiendo...- le dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
-Enamórate sin miedo, amigo. Verás que será lo mejor. Haz locuras, diviértete con ese amor, hazlo todo y más. Nunca te detengas y siempre prueba cosas nuevas. La vida es muy corta para vivir con miedo. Tal vez mañana mueras ¿Y que será lo último que hiciste? Salir del trabajo aburrido para ir a tu casa y a tu habitación a dormir... Iagh.- simuló cara de asco.
-Gracias, Noah. Eres el mejor dando consejos, aunque es obvio que ya lo sabes.- dije con una sonrisa.
-Claro que lo se, por eso tengo muchos amigos. Siempre estoy para ellos y ellos para mi. Espero pongas en práctica lo que te digo.- me dijo para después darme un golpe en el hombro.
-Es muy probable que si.- le respondí.
Desde ese momento supe que Noah tenía razón. Con Kate había dado todo y aún así se acabó. Costó, pero volví a levantarme y conocí a Evy. Que aunque nuestra situación es algo complicada, es algo de lo que no debo tener miedo. Ya no quiero tener miedo. Jamás.