En los siguientes minutos, agarramos a Jorge y lo llevamos a una de las esquinas, para que Kevin lo pudiera ver mejor y quitarle toda la sangre que tenía con un simple hechizo. También nos movimos hacía esa parte por cuestiones de seguridad, aparte de Jorge, ninguno quería ser aplastado por Paola.
─ ¿Qué hacemos ahora? Tenemos que llamar la atención de Paola, y a Jorge no le fue nada bien con eso. Necesitamos ayuda de alguien.
─ Tranquilo Darren, sé que estás asustado, pero no moriremos hoy y nunca si tenemos el hechizo encima. Será como un juego, tendrémos las vidas que sean para llamar la atención de Paola. ─
Paola aún no aparecía, así que ideamos un plan para entrar en su habitación y llamar su atención de alguna forma. Mientras tanto, Darren se quedaría a cuidar a Jorge, el cual seguía un poco borracho si se puede decir así. Corrimos hacia la habitación.
Junto con Kevin y algo de ayuda de sus hechizos logré subir hasta el escritorio del cuarto. Evalúe la situación para encontrar alguna cosa que nos serviría. Miré un lápiz y un diario, al parecer Paola escribía sobre algo, caminé y abrí el diario con algo de esfuerzo, me puse arriba del diario y comencé a leer lo que estaba escrito en una de las páginas.
"Estoy sóla, cerca de un acantilado y una cascada, sé lo que debo de hacer, ellos se acercan..."
Era una novela, o eso parecía leyendo la primera página del libro. Hojeé la parte anterior del libro y al comienzo de este se encontraban letras nada normales y unos cuantos dibujos extraños. Estaba tan entretenido en el libro que no escuche a Kevin advirtiendo sobre la venida de Paola.
─ ¡Alex! ¡Alex! ─ Repitió varias veces, pero no le hice caso, al final se rindió y camino hacia el lugar seguro que teníamos.
Escuché un leve suspiro y los pasos de Paola acercándose, por un momento maldecí a Kevin por no haberme avisado, pero como el objetivo de la misión era llamar la atención, me quedé y esperé a que Paola me mirara.
Paola entró a la habitación, se notaba algo de angustia en su cara y soltó un suspiro, agarró el libro mientras miraba su celular e hizo que me cayera, pues estaba encima del libro saltando y haciendo un montón de estupideces para que notara mi presencia. Ella alzó su teléfono a su oído y comenzó a hablar con alguien, mientras pasaba eso, sostenía su libro con sus otra mano y lo lanzaba a la cama con cierto descuido.
Yo algo adolorido por la repentina caída, me levanté y volví a tratar de llamar su atención.
─ Mamá, necesito más tiempo, sabes que escribir algo lleva tiempo ─ Esas palabras de Paola me extrañaron, pues nunca había mencionado algo sobre escribir, y sus palabras te orillaban a creer que ya había escrito antes.
─ Sí, lo sé, están mis amigos conmigo, no pasa nada, puede llamarles si quiere...s.... ¿No contestan? que raro, siempre a estas horas alguien de ellos ya está despierto. Sí mamá, te quiero, te hablo al rato.. no, no asistiré a tus clases de magos raros. Hasta luego. ─ Paola colgó el celular y también lo aventó a la cama, después ella misma fue la que cayó en la cama, haciendo que el libro saliera volando, igual que el celular, pero este cayó en la cama, el libro no tuvo suerte.
─ Necesito algo rápido, o si no mi mamá me llevará a estudiar hechicería. ─ Pronunció Paola, agarró su celular y comenzó a verlo.
Seguía gritando y me sorprendí por que no me había quedado sin voz, hasta que me arte y caminé hacia el lapiz, lo empuje hasta la orilla y lo dejé caer, el sonido aunque no fue nada fuerte, le llamó la atención a Paola y salió de la cama para rejuntarlo. Al volver a ponerlo en sus sitió logró verme de reojo y saltó del susto, lanzando su celular por lo aires y haciendo un fuerte ruido al caer. Paola se acercó lentamente y fijó su mirada en mí.
─ ¡Enserio! ¡Esto me pasa a mí ahorita! ─ Gritó con furia, bajo su mano a mi posición y con sus dedos me tocó para comprobar si era real. ─ Alex, necesitó que me digas dónde está Kevin, tengo que hablar con él.
Me sorprendí al ver la reacción de Paola, pues lejos de estar asustada, se lo tomó demasiado bien de hecho, me levantó con su mano, agarrándome cuidadosamente. Le señale la parte de nuestro escondite y caminamos hacia él.
Al fondo se notaba la desesperación de Darren al ver el acercamiento de Paola, pero Kevin lo retuvo. Paola se puso de rodillas y me bajó de su mano, dejándome al lado de Darren y Jorge, lo siguiente fue que agarró a Kevin y lo levantó hasta su que quedará cerca de su boca.
─ ¡Paola! ¡No fuí yo! ¡Te... ─ Ella abrió su boca y metió a Kevin en ella, la cerró por un rato y después sacó de nuevo a Kevin.
─ Quería checar si era el verdadero.
─ Sabes ¡Exactamente ¿Cómo checas eso metiendo a alguien en tu boca y lamiéndolo?! Joder, por eso pasa lo que pasa, y, por si te lo preguntas, sí, está pasando.
─ Muy bien, me atrapaste, siempre quise saber el sabor de un humano, ahora, ¡¿Qué hacemos con su situación?!
─ Pensé que tu sabrías, estamos atrapados, necesito que nos cuides, sabe que mentes perversas se ocultan en las personas, pensar que alguien ya a pasado por esto antes en un tren.
─ Bueno, pero no fui yo la que los encogí. ¿Y cómo sabes que no voy a hacer cosas "perversas" con ustedes? ─
Esa plática que tenían allá arriba iba de mal en peor, nosotros tres que estábamos abajo no estamos entendiendo nada, pues en primera ni sabíamos que Kevin tendría algún tipo de relación con Paola, pues casi ni se hablaban.
Paola bajó a Kevin y nos dijo unas cuantas palabras.
─ ¿Saben esa historia de un pasajero que vivió algo similar? o ¿la historia de unos chicos que les sucedió lo mismo?. Pues les está pasando eso, y peor aún, estamos en un retiro en donde existen un montón de personas que no conocemos y no sabemos qué harán con ustedes, así que quédense conmigo o siquiera háganle caso a Kevin, él sabe más de esto que yo. ─