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Chapter 7 - Capítulo VI

Desperté en la cama, sólo. No me acordaba de lo que había pasado, al quedar en los pechos de Lilian probablemente me desmayé, no recuerdo qué pasó.

La cama estaba hecha y yo estaba arriba de la almohada acostado, levanté la mirada para reconocer y afirmar de que seguía en el mismo lugar, así que me sentí algo seguro.

Me volví a acostar y pensar en qué podría hacer mientras estaba en esta situación, pues según Lilian el efecto pasaría, eso me dejaba más tranquilo, sabiendo que regresaré a casa en mi tamaño normal.

Pasaron unos minutos hasta oír actividad fuera de la habitación, y unos pasos que se acercaban. La puerta de la habitación se abrió y de allí emergió la que había sido por muchos años mi sueño húmedo... Lilian...

─ ¡Kevin! Tengo que decirte algo, donde quiera que estes. ─ Lilian bajo la mirada hacia la cama y me vio parado y mirándola. ─ Oh, bueno, allí estás. Tengo que decirte algo que posiblemente no te guste, lo que te dije sobre tu condición es... algo... medio... ya sabes... fal-sa.

Sabiendo algo de magia, ya suponía que lo que me había dicho era falso, pero quería hacerme creer eso a mi para estar más tranquilo.

─ Ya sabía Lilian, no eres el único que sabe magia.

─ Bueno... pero soy mejor que tú y de hecho te traje esto ─ Lilian sacó de su bolsa una botella chica de cristal con un líquido brillante en su interior. ─ Tú sabes exactamente qué planta brilla de ese color en la oscuridad y que es parecida a un girasol...

Lilian había hecho una poción con las plantas que traté de buscar, espero que haya hecho bien el hechizo.

─ ¡Sí amigo pequeño!, acabo DE ayudarte momentáneamente en tu condición. ─ Lilian agarró el frasco el cual era un poco más grande que yo y lo empezó a anunciar como un anuncio de la televisión.─ Miren y aprecien algo que me costó TODA la noche y que desperdicio flores altamente poderosas, pero todo tiene un precio y al que lo compró lo hice pagar ayer.

─ Espera... ¿ACASO ESO DE LAMER LOS PIES FUE EL PAGO? ─ Dije con algo de enojo.

─ Sí ¿Por qué lo dices?

─ Sabes que tengo dinero y te pude pagar con eso ¿Verdad?

─ Sí, pero quería sentir cómo es tener a un esclavo pequeño, ¡ah! y deberías agradecerme, te borré la mayoría de recuerdos de la noche anterior por mi intimidad, la tuya y otras razones que son privadas. Aparte de que te moriste más de diez veces. ─ Eso último lo dijo con un tono de decepción... Lilian enserio me caes mal.

Lilian acercó el frasco y lo dejó caer sobre mí, para luego acostarse en su cama de lado con la vista hacia mí.

─ Sabes Kevin, hubiéramos hecho una buena pareja.

─ No, nada de sentimentalismo ahorita Lilian, necesito pensar en otras cosas, además el frasco me golpeó todo el cuerpo.

─ Nehhh, sí hubiera sido una mala pareja, además me gusta molestarte más que besarte.

─ Nunca nos hemos besado Li... ─

Lilian se acercó y con sus enormes labios me beso, me dejó todo el cuerpo cubierto de labial rosa claro.

─ Ya no te voy a dar el dinero. ─ Dije

─ Cálmate, tienes suerte de que no te meta en mi boca. Ah y una cosa más antes de irme, cuando estés de tamaño normal, sal de mi habitación con cautela, no quiero que piensen que tuvimos sexo la noche anterior aunque eso fue exactamente lo que pasó la noche anterior y... busqué por todos lados, encontré que tu condición no tiene cura a menos que te la quite La Diosa o la que hizo el hechizo. ─ Lilian salió de la cama y se fue de la habitación, no sin antes... ─ Y chinga tu madre Kevin.

─ ¡Gracias tu discurso me alienta a seguir adelante! ─ Dije a todo pulmón para que me escuchara pues ya estaba saliendo de la habitación.

Después de esa extraña conversación, saqué con ayuda de magia el corcho del frasco y me metí en él, tomé algo de la poción y me salí rápidamente del frasco. Me paré en la cama y cerré los ojos.

Al instante sentí como mi cabeza chocaba con el techo, pues mi gran idea de quedarme arriba de la cama no fue la mejor.

─ ¡Ay!.. Espera... ¡Funciona! ¡Funciona! ─ Solté unas risa malévola, aunque no hacía falta. Me bajé de la cama, agarre el frasco le puse el corcho y salí de la habitación rumbo a mi casa del retiro. Obviamente a presentarles a mis amigos la poción y vendérselas igualmente como me lo hizo Lilian, no más que esta vez me iban a pagar con dinero.