Lilian aparta su mirada y con una de sus manos me rodea el cuerpo, agarrándome fuertemente. Me levanta y con su otra mano me pega en la cabeza, para que quede inconsciente.
─ Muy bien pequeñín, irás conmigo... Necesito unos favores...─
─ Ah, mi cabeza ─ Abrí los ojos y lo primero que logré ver era una enorme cama a lo lejos, al parecer estaba acostado en un mueble lleno de libros.
Me levanté y volteé hacia un lado, percatándome de que estaba la puerta a un lado mio. Obviamente saltar desde la repisa al piso iba a hacer algo doloroso, pero lo tenía que intentar si pretendía escapar del lugar.
Llegué hasta la orilla de la repisa y haciendo una cuenta atrás me tiré de ella, pero no salió como estaba planeado. Mientras caía me detuve en el aire y volví a subir levitando hacia la repisa. Eso era señal de que alguien estaba usando magia y no era yo, pues al parecer no podía activarla.
La puerta se abrió y de ella salió Lilian con su uniforme normal, sólo había pasado dos horas pues me fijé en el reloj gigante que estaba al lado de la cama en otro mueble. Lilian miró la repisa, extendió su mano y me atrapó tratando correr de su atemorizante brazo.
─ Espera Kevin, sé que estás asustado, no te haré nada, de hecho, te ayudaré a volver a la normalidad. Ya había trabajado con este tipo de magia, no es nada común y por si fuera poco sólo unas cuantas personas puede realizarlo.
─.... ¿Entonces? ¿Qué haremos para sacarme de este aprieto?
─ Nada... el efecto se pasará en algunos días y al pasarse el efecto olvidarás todo lo sucedido mientras lo portabas. Eso me deja juguetear contigo. ─ Lilian soltó una leve risa espeluznante y me agarro de las piernas para ponerme boca abajo mientras ella caminaba hacia la cama.
─ ¿Sabes qué tienes que hacer verdad? En algún tiempo conversamos sobre esto. ─ Dijo mientras me dejaba en la cama y ella se acostaba en ella.
Acto seguido se quitó los zapatos y los dejó con cuidado en el suelo, sus medias escolares quedaron al descubierto, dejó caer sus pies cerca de mí y con uno de ellos hizo una prisión sobre mí. Las medias no estaba sudadas y no olían mal, aparte tenía un ligero olor a rosas (No me esperaba nada menos que eso, al fin y al cabo sabía que era algo obsesionada con la higiene personal).
─ Tranquilo, no te dará alguna infección o algo, sabes con certeza que soy muy limpia. Ahora mi pequeño Kevin... ─ Se quitó una de sus medias y me acercó a ese pie. ─ Lame mi pie.
Estaba algo confuso, pues ella nunca había mostrado esa parte, en aquella plática que tuvimos, repitió varias veces que odiaría que alguien le lamiera los pies o siquiera los viera, le daría demasiado asco, yo estaba de acuerdo.
─ ¿Estás segura? ─ Pregunté esperando impacientemente su respuesta.
─ Sé que es contradictorio a la que dije en esa plática, pero es una forma de decirte que ahora eres un pequeño esclavo mío. ¿Acatarás las órdenes de tu ama?
─ Lilian, recordaré esto y te lanzaré un balde de agua fría cuando tenga mi tamaño normal.
─ ¡Jajaja! Bueno, pero mejor piensa en el presente y haz lo que te digo. ─ Dijo acercando más su pie a mi posición, moviendo los dedos de abajo hacia arriba. ─ Anda, que tengo que ir a encubrirte y que no sospechen de tu casa, si no, varias personas estarán allí jugando con tus demás amigos.
Me acerqué al pie de Lilian y me pegué a él, después dí unas cuantas lamidas y retrocedí. Lilian se volteo y quedo con la cabeza viéndome a mí y con su cuerpo boca abajo.
─ ¿Entonces me toca? Así se da una lamida. ─ Lilian acercó su cabeza y abrió su boca, para después lamerme todo el cuerpo, dejándome todo el cuerpo lleno de saliva.
─ ¿Qué onda Lilian?
─ Calla, ya sé que es raro, pero tendrá una explicación después. Ahora... ─ Agarró su zapato de piso y lo puso encima de la cama, me agarró y me metió en él.─ ¿Cuánto aguantarás mí peso?
Dejó caer el zapato al piso, lo cual hizo que cayera con la espalda y por unos segundos no me pudiera mover. En esos segundos aprecie como Lilian metía su pie, el cual estaba envuelto en su calceta negra. Ví sus dedos moverse dentro de la calceta, yo corrí hasta la parte más profunda del zapato pero ella logró posicionar su pie arriba de mí.
─ ¡Hora de intentarlo! ¿Cuánto tiempo aguanta Kevin antes de quedar como una mancha de sangre? Lo sabremos en este mismo momento. ─
Lilian salió de la cama y se posó en un solo pie, en el cual estaba yo abajo. La presión que sentía en mi cuerpo era espectacular y dos segundos después perdí la conciencia. En esos segundos sonó un crujido proveniente del zapato de Lilian, como suponen era yo siendo aplastado por el inmenso cuerpo de ella.
─ ¿Dos segundos? Pensé que Kevin era más resistente. ─ Lilian sacó su pie dejando caer el zapato, mi cuerpo estaba pegado a su calceta, con una mano tomó mi cuerpo y me dejó en medio de sus pechos, los cuales eran algo voluminosos, pero de los más pequeños en la preparatoria.
Desperté en medio de esos pechos y como si de un anime se tratará me puse rojizo.
─ ¡Lilian! ¡No tenías que hacer esto!
─ Eso no es nada, en unos momentos me verás desnuda, ¿Acaso esto te excita? Pues verás lo que viene ─