Chereads / Un Retiro Especial / Chapter 2 - Capítulo I

Chapter 2 - Capítulo I

La oscuridad me envolvía, sentía frío y a la vez calor, sentía una soledad inmensa y tenía pensamientos sin sentido. A lo lejos se creo una luz, que a principio solo era un pequeño punto en la oscuridad, se fue haciendo cada vez mas grande, hasta que la oscuridad se desvaneció.

Pude abrir los ojos y ver. Sentía un dolor inmenso en mi cabeza que se expandía hasta todo mi cuerpo, pero de repente se esfumó, recobre la noción del tiempo, recordé en que lugar me encontraba y a pensar en lo que acababa de pasar. Estaba tirado boca arriba en el piso, un piso muy frió. Pero algo andaba mal, levanté la mirada y encontré algo sorprendente y aterrador. Al lado de mi estaba una pata de metal, de una litera, pero gigante. Mire hacia el otro lado, y vi una puerta del tamaño de un edificio, traté de levantarme todo esto posiblemente era una ilusión óptica. Me sorprendí de nuevo, pues acababa de confirmar que no era una ilusión, todo era gigante o yo era diminuto. Cada mueble era de un tamaño enorme podía estar abajo de cualquiera sin ningún problema, caminé un largo rato, quería ver desde más alto, así que intente escalar algún mueble cerca de mí. Era imposible hacer algo como eso, en ese momento no estaba reflexionando de mi situación actual, solo quería admirar ese sueño tan raro de ser el tamaño de una hormiga. Cada intento fue una decepción, me rendí, me acerqué a una de las patas de la litera y me senté apoyando mi espalda sobre eso.

Ahora sí mi mente empezó a reflexionar, a pensar en que era un pequeño humano de ocho centímetros o menos. Me aterre por lo que estaba pasando, abrace mis dos piernas y cerré los ojos, esperando que todo esto fuera un sueño como creía. Pero no lo era, esto era muy real y lo comprobé golpeándome la pierna. Estaba aterrado e inmovilizado, "Si esto es real, me puede pasar cualquier cosa siendo de este tamaño". No quería avanzar, ni siquiera caminar un poco más para encontrar alguna ayuda. Quedé inmóvil sentado al lado de un mueble gigante y adelante de una litera igual de grande.

─ ¡Dios Santo! ¡SÍ! ¡Encontré a alguien al fin! ─ oí, era una voz muy tenue haciéndose cada vez mas fuerte, acercándose y la reconocí, es la voz de mi amigo Darren. Levanté la mirada para verlo como corría hacia mí con una cara de felicidad, rozando en el llanto.

Al llegar a mi posición grito felizmente ─ ¡ERES TÚ! ¡ALEXANDER! ¡Dame un maldito abrazo! ─

Se notaba que no me había visto en bastante tiempo, lo peor es que lloré por dentro por él. ÉL había pasado más de dos horas posiblemente buscando algo o a alguien y con nuestro tamaño tan diminuto, no encontró a nadie más que a mí.

─ Levántate Alex, tenemos que encontrar a los demás.

─ ¿Cómo sabes que hay alguien más?

─ Créeme, no he visto a nadie en las literas de arriba, ya he explorado. ─ Me acercó la mano y yo la tomé, me ayudo a pararme y siguió convenciéndome de que nuestros dos amigos estaban por allí bagando igual de pequeños que nosotros.

Yo contraataque y expresé mis ideas ─ Darren, por lo mismo que no has encontrado a nadie más, por eso mismo no existe alguien más. ─ Darren me contesto convencido de nuevo.

─ No, es imposible que estén en otra parte, Kevin es un dormilón lo sabes y Jorge le tiene bastante a la oscuridad, si no están en las literas, están por allí llorando como tú en algún rincón. En especial Jorge, así que necesitamos encontrarlo rápido. ─

Necesito decirles que la habitación no estaba completamente oscura, alcanzaba a entrar la luz de la luna por las ventanas, una luz tenue, pero sin embargo dejaba ver más allá de lo que tus ojos pueden alcanzar.

─ Muy bien ─ Contesté, y le di unas palmadas en la espalda. ─ Vayamos a buscarlos.

─ Te diré el camino, sé qué lugares me faltan por investigar, recuerda que somos del tamaño de una hormiga casi, casi, así que si ves algo moviéndose que no sea un humano, dime rápido. ─

Darren apenas llevaba unas cuantas horas, pero ya se había adaptador demasiado bien al entorno, no es raro de él, pero me sorprendió que lo hiciera en solo unas cuantas horas. Caminamos hasta uno de los lugares que no se podían ver desde el lugar que escaló Darren horas atrás.

Darren se puso adelante de mi y estiro su mano para que no caminará más, con una voz casi inaudible dijo ─ Calladito te ves más bonito, da un pasó atrás Alex, encontré algo que no es humano ─ Esas ultimas palabras me infundieron temor y di el pasó que me marco Darren.

─ ¡¿Darren?! ─ Pronunció una voz en la oscuridad, con un tono alto y salio del escondite, que parecía mas bien una enorme araña.

─ Maldito imbécil, pensé que era una araña enorme. ─ Darren también se le notaba el miedo que tenía al toparse con el "Escondite de Kevin".

─ Pues sí, es una araña, pero muerta.

─ ¿Qué demonios Kevin? ¿Por qué te escondes detrás de una araña muerta? ─ Dije con algo de asco.

─ ¡Oh! También estas tú Alex, pues mira, prefiero estar escondido detrás de una araña muerta, que escondido EN la araña.

─ Eso tiene sentido para mí. ─ Contestó Darren, diciendo una frase conocida de un meme.

─ Una cosa es que expliqué con algo de humor y otra cosa es reírse de esta situación Darren... Es broma, me alegró un montón de que me encontraran. ─ Relató abrazándonos a los dos.

─ ¿Tienes alguna idea de donde podría estar Jorge? ─ Preguntó Darren.

─ Nop, para nada, cuando desperté me encontré sólo. ─

─ Entonces sigamos, al siguiente punto de búsqueda ─ Proclamó Darren caminando hacia su siguiente destino, junto con nosotros dos detrás de él.

Caminamos por más de treinta minutos y no encontramos nada, hasta que el ultimo lugar nos salvó. Ese lugar estaba cerca de la puerta de la habitación, abajo de una de las literas y atrás de una de las patas de metal de la litera. Ahí se encontraba Jorge acostado en el piso viendo hacia el techo.

─ ¡Jorge! ─ Gritamos los tres, Jorge se levantó y miró hacia donde estábamos nosotros, corriendo hacia él como zombies apunto de comerlo.

─ ¡Amigos! ¡Llevó tres horas buscándolos y me rendí, me puse cerca de la puerta para ver si salían hacia la sala de afuera.

─ Vaya, pensé que estarías llorando ─ Dijo Jorge entre risas.

─ De hecho, media hora hice eso, pero ya no importa, ya me puedo morir con mis tres mejores amigos... ¿Vamos a buscar a Paola?

─ ¡Se me olvidaba! Joder, necesitamos encontrarla rápido, más si esta de nuestro tamaño. ─

Habló Darren sobre la estrategia que seguiríamos para conseguir abrir la puerta hasta que pudiéramos salir, pues aunque estaba emparejada, el hueco seguía siendo bastante pequeño para nosotros. El plan se hizo y por suerte conseguimos completarlo y salir de la habitación. Nos esperaba una larga caminata hasta llegar a la habitación de Paola, puesto que estaba lejos y dividida por una sala de TV.