—Ya dime de una vez, ¿Qué quieres de mi?
—Lo que quiero, es que me devuelvas a mis amigos y que nunca más aparezcas en nuestras vidas, solo así te dejaré en paz —suspiro pesadamente.
—Te diré algo y espero sea lo suficientemente clara para que tu cerebro capte, ¡YO NO SE, DONDE ESTÁN TUS AMIGOS! —grite lo más fuerte que mi voz logró.
—Y porque habría yo de creerle a una desconocida.
—Y yo por que debería confiar en un desconocido.
—Que graciosita, salió la niña —se rió de una manera macabra, haciendo que cada uno de los pelos de mi piel se erisen.
—Antes que todo ¿por que sospechas de mi?, crees que alguien en mi estado podría secuestrar a tus amigos.
—Querida, ¿hablas en serio? Las apariencias no importa, nos engañaron una vez no pienso dejar que suceda dos veces
Cuando dijo aquellas palabras, podría jurar que estaba roto por dentro pero lo negué rotundamente en mi cabeza, estaba casi segura que todo era producto de mi imaginación.
—Y que te asegura de que soy como el o la que los engañó, de todos modos se que me necesitas sino me hubieses hecho daño cuando estaba inconsciente en la habitación, pero ante todo, no sería mejor que me desataras esta situación es algo incómoda
—Bueno confiar un poco no me hará daño.
Cuando escuche esas palabras casi quise decir ''ALELUYA'' ''GRACIAS DIOSITO POR HACERME EL MILAGRO'', no se quien habrá sido pero le agradezco por iluminarle a este cabeza hueca, tal vez sea hora de empezar de nuevo.
Me quitó los vendajes y ataduras, cuando abrí mis ojos me sorprendió el hecho de que estaba herido, tenía un moretón en la mejilla derecha y un vendaje en la cabeza.
Que habrá pasado aquel día que huí como una cobarde, lo admito soy cobarde, pero ni loca le pido disculpa mi orgullo estaba antes que todo.
—Pero a la primera que me traiciones, tu cabecita estará colgada en lo más alto de esa montaña.
Ya perdí las cuentas de todas las veces que fui amenazada de muerte por el, cuantas serán 4 o 5 talvez, ni que fuera tan importante para contarlas.
Como dice el dicho ''el perro que ladra no muerde'' creo que ese dicho es cierto.
—Entonces esto será una especie de tregua —me puse de pie mientras sacudía mi traje, bueno no tanto mío sino del señor albir.
—Está tregua acabará, cuando obtenga lo que quiero, cada uno tomará su rumbo y nunca más nos volveremos a ver, ¿aceptas? —extendió su mano.
—Y yo que ganó de todo esto, tu tendrás a tus amigos de vuelta y que hay de mi yo que beneficio obtengo de esto —respondí algo molesta.
—¿Tienes algo que quiera proteger o algo que recuperar? —yo en ese momento asentí.
Tenía que proteger a aquella chica que estaba encerrada en la cueva y tenía que recuperar mis recuerdo, cuán oí esas palabras dije: ''seguro me ofrecerá su ayuda''
—Bueno creo que con eso basta, pero luego necesito tu ayuda, quiero obtener algo —trataba de no hacerlo enojar, tal vez me ayude con el asertijo que encontré en mi habitación con alguien con poderes a mi lado todo se hará mas fácil —¿cómo fue que los capturaron?
—Aquel día que huiste los guardias fueron demasiados, no pudimos hacer nada contra ellos, eran muy fuertes, a la primera que capturaron fue a Sthephany debido a que era un poco inocente se dejó capturar para que no maten a los animales —dio un respiro.
—Yo pienso que no es que sea inocente, es alguien demasiado buena, tiene un corazón de oro, sacrificarse por lo animales no cualquiera lo haría
—Luego capturaron a Akemi a ella la forzaron a ir, para que no maten a su hermana, por sino sabías o no te acuerdas Akemi y Sthephany son hermanas. Lo de como capturaron a Aidan no lo sé, yo había caído en una especie de túnel, debido a ello me dejaron en paz y no me buscaron más, y yo contándote todo esto a ti.
—Bueno, ya que se como son las circunstancias podría ayudar, pero una cosa ¿quien era esa niña?
—¿Que niña?, yo cuando iba mi plan inicial era quemar una parte del castillo y así se me haría más fácil al no haber guardias ni nadie salvar a mis amigos, y justo te halle allí inconsciente, entonces se me ocurrió otro plan.
—¿Puedo opinar al respecto? Pero no te ofendas —el asintió con la cabeza —¿eres estúpido o que? Agradece que me encontraste, si hubieses ejecutado tu plan, el fuego se expandería rapido y tus amigos estuviesen muertos, si tus amigos están en una celda ¿que harías? El fuego los hubiese consumido a todos y no quedaría ni rastro de ustedes por aquí, deberías tener un plan bien hecho viendo los pro y los contra
En estas circunstancias pese a lo que el diga no podía ganar, mi coeficiente intelectual era mucho mayor al de este cabernicola fue algo muy gracioso de pensar, no me había percatado y me puse a reír por un buen rato.
Jayden solo me miraba con cara de ''cuando te meto al manicomio''.
—Ignorame estoy loca —respire hondo y me calme.
—Ya bueno, yo te conté lo que pasó cuando te fuiste, ahora tu dime lo que te paso
Le conté todo, sobre mi disfraz de chico, mi nuevo nombre, le conté todo lo lujo de detalles a excepción del acertijo y la niña.
—Los del castillo estas ciegos, enserio confundieron a ti con un chico, ya sabemos quienes son los verdaderos idiotas —se burló a mas no poder.
—Al parecer si, por que ni te encontraron
—Yo también quiero entrar al castillo
—¿Y? ¿que esperas? Que diga abra kadabra y que te haga aparecer en el castillo por arte de magia
—Podría ser una buena idea pero paso, no puedo entrar como tu lo hiciste, me imagino que alguien tan lista como tu, tuvo un plan al ingresar —trató de contraatacar ante lo que le había regañado hace poco.
—Si tuve un plan y mira me va perfecto acaso me vez muerta o encerrada en un calabozo
—Entonces podemos ejecutar ¿el mismo conmigo? —tenía un poco de seriedad en su rostro cosa casi imposible de ver, pero era tan real.
—No, no creo que funcione
En ese momento se me ocurrió un plan que nos beneficiaria a ambos, tenía un brillito en los ojos y una sonrisa un tanto maliciosa porque era mi oportunidad de vengarme de él, él que me hizo sufrir durante un lapso de tiempo, fue corto pero parecen siglos.
—No me digas que la niña lista ideó un nuevo plan, eso sería maravilloso no me gustaría usar uno de esos ajustados y pesado trajes que no me dejan ni correr, ni moverme —se quejo mientras se sobaba su hombro, era tan dramático.
—¿Dejarias que te golpeé? –no me gustaba andar con rodeos.
—Espera... creo que escuché mal, podrías repetirlo.
—Claro, ¿me dejarías golpearte? –di un largo suspiro mientras pensaba: ''¿este es retrasado o se hace?''.
—Mi bello rostro ni lo toques, creí que éramos amigos y ahora que sales con que me quieres golpear, torturar, descuartizar, hacer mi bello rostro cenizas, se que me tienes envidia pero no es para tanto —se hizo el ofendido sin ninguna razón evidente.
—Bueno, todo es parte del plan yo te golpeó y te encadeno, te hago pasar como un rehén así justificó mi ausencia y logras entrar en el castillo, gracias a ello me ganaré más de su confianza y me pondrán a tu cuidado por ser capaz de capturarte, lo más lógico es que te encierren con tus amigos, te quedaras allí un par de días para disimular y luego por último los dejaré huir pero para ello... Debes verte herido.
—Pero y si descubren que todo era parte del plan te terminarán echando del castillo, entonces... ¿que haras?
—Eso es mi problema, de todos modos dudo que alguien lo descubra quien en su sano juicio plantearía que la golpeen —trate de disimular, no quise que el se preocupara por mi.
—Tienes razón ahora si vamos a ejecutar el plan –empezó a caminar todo despreocupado.
—Como tu lo pides —le jale de su brazo para que se detenga, con un gesto con la mano le pedí que me esperara a lo mucho me habré tardado 5 minutos, cuando regrese traía una piedra un poco más grande que el tamaño de mi mano, no era ni tan pequeña ni tan grande.
—Aléjate de mi loca —con cada palabra que decía se alejaba un poco más.
—Pero sólo quiero pegarte todo es parte del plan, así que ven aquí ahora mismo cobarde —conforme retrocedía yo me acercaba a él.
—No, no pienso dejar que maltrate mi rostro, se que me tienes envidia fea pero no es para tanto —se empezó a burlar de mi, mientras se alejaba, cuando ya estuvo a cierta distancia se me ocurrió algo.
Esto me dolerá más a mi que a ti, estaba a tan solo pocos centímetros del filo de aquella cueva cosa que el no se había percatado por la conmoción del momento, si seguía así lo más probable es que caiga, era un tanto algo que si una persona normal cae se ocasionaría un grave daño, pero el no parece ser una persona normal.
De pronto me percate que el en lado izquierdo habían rosales eso era muy peligroso, un movimiento en falso y podría quedarse ciego y en el lado derecho arbustos, no creo que nada pase en los arbustos, ahora si Luna lista para ejecutar tu plan.
—Jaja, yo no tengo envidia a cobardes, pero lo siento esto me dolerá más a mi que a ti —lo empuje al lado derecho, era lo más seguro en estas circunstancias.
—¡Me las pagarás... ! —grito, su voz se escuchaba cada vez menos por la profundidad de la caída.
Luego cuando asome mi vista cada vez más, allí estaba el encima de los arbustos se veía bien pero tenía uno que otro raspón, cosa que lo hacía perfecto. Baje con cuidado por un caminito que había por allí, mientras me acercaba a él pero manteniendo mi distancia, en este momento el estaría muy enfurecido que me haría cenizas literal, dado que su poder es de fuego y me puede quemar ustedes entienden a lo que me refiero.
—¡Ven aquí maldita! —mientras más se movía, más hundía.
—Si quieres que te ayude calmate, luego te explico porque lo hice ¿vale? —extendía mis manos y las agitaba suavemente de arriba a abajo en señal de esperate.
—Solo si tienes una buena explicación porque lo que acabas de cometer se llama traición, acabas de traicionarme y lo peor que no encuentro una explicación lógica ante esto
—¡Calmate! ¡¿Quieres que te salve o no?! –di un leve suspiro tratando de controlarme —tengo una explicación lógica, no soy como Judas que traicionó a Jesús por un par de monedas.
—Si claro cómo Judas... —dijo con sarcasmo, pero cuando dijo la última palabra alzó una ceja mostrando desconcierto —espera.. ¿Quién es Judas?
—Luego hablamos de ello, imaginate que en los pasillo del castillo corra un rumor de que el gran Jayden, uno de los chicos maldecidos que lucha contra el castillo, alguien poderoso, fuerte y atractivo -mentira- fue derrotado por una simple chica debilucha y un arbusto del cual no pudo salir —exagere un poco todo lo que iba diciendo como si tratara de burlarme de él.
—Tienes razón alguien tan guapo como yo no debe morir, te preocupas por qué te enamoraste de mi lo sé es inevitable —al parecer sólo escucho lo que le convenía y lo interpretó a su manera.