El palpitante sonido de aquella voz femenina, retumbamba en mi mente, ¿confiar? ¿Pero en quien? No sabía exactamente.
Tambien hacerle casi a mi corazón, no entiendo mucho esto, lo malo que esta vez me salió como acertijo, mi corazón ¿que dice? ¿En quien debo confiar? En el príncipe sádico ese de Míquel o en el tsundere anciano de Jayden, mis sentimientos están dando un vuelco total.
Quiero confiar en aquellas palabras sinceras, en aquella tregua, no sabía el porqué, algo retumbaba en mi, se sentía muy cálido.
Tengo miedo a perder lo poco que tengo, lo poco que logré conseguir en este corto tiempo, me siento mal por que se que todo esto tendrá un final.
Mientras estaba absorta en mis pensamientos chocamos miradas, Akemi daba miedo.
—Por favor por lo que más quieran, no me dejen con ellos
—Gallina, no haremos lo que nos pidas, así que entrá —me empujó dentro de la celda mientras me retiraba.
Otra vez era prisionera de aquellos grandes barrotes y no sólo de ello, si no también de mis propios sentimientos, todo era tan confuso, me sentía abandonada, seguiré a mi corazón y confiaré.
—Lo siento, creo que debería disculparme por esto, desde que llegué a este mundo todos se vieron perjudicados y lo lamento mucho —hice una leve reverencia ante todos ellos.
—¡Así que por fin lo admite! ¡Por fin admites que eres enviada del Reino!
—Calma Akemi, si ella fuera no estaría con nosotros aparte... —hizo una leve pausa mientras miraba a la nada —yo vi como nos defendía frente al príncipe Míquel, vi y oí todo de su charla, los guardias buscaron torturarme con lo que iba a escuchar por parte de ustedes, pero eso fue en vano, su juego de manipulación se jugó en su contra, nos tiene a todos aquí y eso será mejor para nosotros
—Entonces, sabrás que tengo ciertas dudas acerca de ti, pero preferiría guardarlas para otro momento –hice una leve pausa —oigan ustedes tienen poderes no pueden usarlos para liberarse, un par de guardias no será nada contra ustedes.
—Lo poderes no funcionan asi, algunos nos consumen nuestros recuerdos, nuestra energía, otros nuestra vida y el último nuestra alma depende de la gravedad del poder y su magnitud de alcance, creo que sería bueno presentarnos formalmente —acotó Aidan, no sabía el porqué tantas formalidades, si ellos sabían mi nombre y yo el suyos, tal vez sea una costumbre de aquí.
—Yo empiezo me llamo Sthephany, mi poder consta sobre la naturaleza, puedo controlar las plantas y hablar de vez en cuando con uno que otro animal, en mi caso sólo me gasta energía, por ello no me gusta generar problemas por que me canso demasiado y a veces puedo llegar a colapsar —dijo en voz baja mientras mostraba una tierna sonrisa.
—Yo soy Aidan, controlo los objetos y me consume los recuerdos —era alguien reservado y maduro es lógico que hablara poco.
—Yo me llamo Akemi, controlo el agua y en mi caso me consume solo energía como mi hermana, no tengo ninguna intención en ser tu amiga —estaba más que claro que es la que ella me repudiaba.
—A mí ya me conoces pero creo que debería presentarme por segunda vez, me llamo Jayden, mi poder es el fuego y me consume mi vida
Algunos -Jayden y Sthephany- me miraban expectantes esperando a que me presente, mientras otros pocos -Aidan y Akemi- ni les importaba, yo no sabía que decir si digo que no tengo poderes me juzgarán, no me creerían tal vez sea un fenómeno poseo la marca de la maldición mas no tengo poderes.
—Me llamo Luna, mi poder es... Creo que no tengo o no lo descubro aún, espero puedan creerme se que es algo irreal pero es la verdad —cerré mis ojos esperando los gritos que estaba 100% segura que al menos recibiría uno.
—Tienes razón eso es poco creible por ello, ¡no te creo!
Sentí como una cuerda se enrosca a en mi cuello, el aire me faltaba, la presión que se ejercía allí era muy fuerte si alguien no la detiene, no la cuento.
Al abrir mis ojos me di cuenta que esa cuerda era de agua y que provenía de las manos de Akemi.
—Suel.. Tame.. —tosi un poco, no me quedaba mucho aire.
—¡Sueltala Akemi! ¡Esto es lo que Míquel busca! él busca que nos peleemos, Akemi no caigas en las garras de Míquel –su agarre no se suavizó.
Sentía como mi cuerpo se desvanecía poco a poco iba perdiendo mi respiración, mi vitalidad, como algo que no se ve, puede ser tan necesario para la vida de los seres humanos, no quería que esto acabe aquí, no quería que todo tenga fin, con mi último aliento dije unas palabras.
—Detente... —de pronto la cuerda de agua se desvaneció dejándome sólo con una marca por la presión, creo que era entre rojiza o morada.
—¡¿Que acabas de hacer?! —Akemi intentaba rodearte con el agua, pero cuando llegaba a mi piel se desvanecía, perdía total control de ella.
—Ni yo se que acaba de pasar —en la palma de mi mano se formó el logro de una rosa blanca, algo poco común porque hasta ahora solo observe las rosas de color negro —acabo de ver algo, una rosa blanca
Cuando dije eso Aidan trataba de calmar a Akemi que estaba alterada y al borde de la locura, primero el hecho de que la encierren con la supuesta chica que los traicionó y segundo sus poderes, fue algo que a cualquiera le chocará, de algún modo siento que la entiendo si me pongo en su lugar.
A veces me gustaría decirle: "Pesé a todo lo que tu me odies, pese a que todo indica que soy la culpable, pese a que fuy acusada injustamente... Pese a todo no te odio"
—Todos tenemos una rosa, por si no lo recuerdas
—Pero era una rosa.. ¡Una rosa blanca! ¡Estaba en mi mano!, pero ya no está, les juró que es real lo que vi —traté de sonar serena, no quería que me tomen como alguien mentirosa o alterada.
—La rosa blanca... —se miraron con confusión entre ellos.
—Tu poder no es nada fijo, solo lo que te consume es... —la castaña había entrado en un dilema, parecía que quería decirme algo y a la vez no.
—Te consume el alma —no andaba con rodeos.
—¿El alma? ¿eso no es lo mismo que consumir la vida?
Estaba peor que cuando llegue aquí, cuando estaba aquí me costó mucho entender cómo se veía el lugar y esas cosas por el estilo. Ahora que salen con que tengo poderes y que me consume el alma, pero sin alma no vives, sin vida tu cuerpo se queda sin un contenedor para tu alma, era algo mega raro, ¿ambos no serían lo mismo?, entonces por que los separaban, como si uno fuera más grave que el otro.
—No, cuando te consume tu vida, puedes reencarnar dado que esa es la maldición en eso consta, si alguien muere vuelve a nacer hasta que la verdad sea revelada y la maldad que dio origen a todo se desvanezca, pero pierden sus recuerdos de sus vidas pasadas, en cambio si pierdes tu alma puf —chasqueó sus dedos —desapareces en su totalidad y ni se te da la oportunidad de reencarnar, no queda ni un mínimo rastro de ti, es como si nunca hubieses existido.
—Podríamos ahogar a los demás con mi agua
—No quiero que nadie muera, matar gente no es bueno, a lo mucho con plantas podría hacerlos dormir —reprochó Sthephany a su hermana.
—Pero hay algo que no toman en cuenta, la cantidad de guardias gastaría mucho de su poder y eso haría que ustedes terminen agotadas, para cuando se recuperen ellos ya los habrán capturado. Y si las llevamos cargadas, habrán los pueblerinos y solo serían una carga que disminuirá nuestra velocidad —corrigió Aidan.
—Haber sabiondo, dinos cuál es tu plan —aportó la rubia mientras alzaba una de sus cejas.
—No hay plan lógico, sólo debemos resignarnos
—¿Y tu qué? Te comió la lengua el gato —me miró el pelinegro, dado que era la única que faltaba dar alguna idea de algún plan.
No se me ocurría nada, mis planes si les buscaba los pro y sus contras, tiene más perjuicios que beneficios.
Soy mala en planes, pero ¡ya se! aquella voz, aquella que me salvo y me guió hasta ahora, tal vez ella me salve esta vez, como hizo cuando me quisieron matar en la guillotina por primera vez, soy una experta en esto de muertes.
La guillotina me persigue, no me va a dejar hasta llevarse mi cabeza es irónico no.
—No tengo ninguna idea les soy sincera, pero sé de alguien que me pueda ayudar o bueno nos pueda ayudar a todos, tal vez me tomen por loca pero es una voz como si fuera mi ángel guardián que me está guiando y me protege, tal vez pueda contactarme con ella, si es una chica.
En mi subconsciente yo estaba allí sufriendo me sentí muy avergonzada sólo estaba esperando a que me dijera "estás loca que te pasa" o "acaso eres una bruja es un conjuro magia negra" me esperaba un montón de comentarios hacia mi persona, que me hicieran hacer sentir mal, que me bajen toda la autoestima que yo tenía pero nada sólo escuché un absoluto silencio que reinaba en el lugar no hubo quejas y reclamos pero ese silencio no había durado más de 3 minutos, Akemi iba a quejarse pero Aidan alzó su mano e hizo que la fémina se callara tal vez él tenía algo que mencionar.
—Eso me hace acordar a una vieja leyenda que escuché, se le conoce como la diosa de la luna, y dice así hace miles de años o cientos no se sabe exactamente, pero se dice que hubo una chica no se sabe su nombre y su edad, perdón por la escasa información, qué hizo un conjuro con la luna, un pacto para que siga viviendo. Y aquel astro la adoptó como su hija por eso es considerada la Diosa de la luna se dice que ella anda dormida, esperando encontrar a alguna chica que logre ser digna de llamarla —con su dedo señaló hacia arriba, pese a no poderse ver la luna.
—Estas diciendo que la chica que la liberará ¿soy yo? —me sorprendí un poco.
—Es posible, pero a la vez es improbable dado que no serias la primera ni la última en sufrir de esto —se sobo las cien.
—Por favor explicate ¿Que no entiendo mucho? —mostré un rostro serio que no reflejó ninguna emoción.
—Lo que sucede es que ya van varias chicas que lo intentan, pero varias fallan ninguna es del todo digna para ella, ella escoge 1 chica cada temporada, pero todas con la misma característica cabello negro, hubo una que estuvo a punto de lograrlo se llamaba Violet tenía cabello negro levemente ondulado y ojos ámbar, era una de las chicas más hermosas del lugar pese a ello la fémina no era arrogante ni presumida, no se sentía superior por su apariencia física ella era amable y siempre ayudaba a los demás, era un ser de paz y amor, pero no pudo soportar el hecho que su persona amada la abandonará y esa dulce chica se volvió alguien fría y sin sentimientos, cuando consiguió el poder bumm desapareció, todas las chicas que eligen si fallan desaparecen, es como si nunca hubiesen existido