—Yo no pienso hablarle a la basura —el pelinegra recibió un golpe en la cabeza, pero nada le quitó aquella sonrisa que traía en su rostro.
—Yo quiero hablar con él príncipe —alce mi mirada no iba a bajarla, había tomado una desicion no iba a dejar que la inseguridad me domine.
—Alguien como tú, hablar con un ser como su majestad ni en tus sueños, nunca permitiremos algo como eso tu ingenuidad supera límites, debes aprender cuál es tu lugar
—Yo lo sé todo sobre el espejo de esmeralda, yo soy la elegida por la diosa de la Luna —su caras reflejaban asombro algo que nunca creí ver en ellos, pero uno que otro estalló de risa me tomaron por loca por creer en una vieja leyenda como esa.
—Te das cuenta lo que dices, mentir es malo señorita, eso de la diosa de la luna es una vieja leyenda, su nombre lo dice es una L-E-Y-E-N-D-A osea no existe la próxima inventaste algo mejor
—Lo de el espejo de esmeralda es lo mismo, no existe —acotó otro.
—Si tan seguros están de eso vayan con su majestad y cuenten sobre esto quiero saber su reacción cuando se enteren que mis palabras son reales.
—No hace falta que vayan —apareció en escena el antes mencionado —vine a comprobar como iba todo y me topo con esta sorpresa
Estaba de suerte había aparecido el príncipe, solo mostre una pequeña sonrisa, el sabía de lo que hablaba, no le convenía hacerse el loco si la diosa de la luna se enojaba y tal vez... Quizás esto podría traer graves consecuencias.
Volviendo a centrarme en la realidad, en mi actualidad, la situación que tengo a mi alrededor, guardias sujetando mis nudillos, los fríos pasillos que llevaban a un nefasto destino, el rubio oji azul mirándonos de arriba a abajo.
Me arme de valor tome una bocanada de aire, mi cara estaba cubierta con algunos mechones y sucia mi estado era deplorable.
—Ya que está aquí, nos dejará ir me imagino no le convendrá tener a la hija de la Luna en su contra, también se sobre la reliquia familiar, si este rumor se expande muchos vendrán al castillo a intentar llevárselo
—Pero sí vas a morir es imposible que expanda este rumor —dijo el con un aire a superioridad.
—¿Quién dice que soy la única que lo sabe? Ustedes no saben nada de mi, no saben sobre mis amistades, sobre mis conocidos, si ven que no regreso que dirán ellos, creo que el príncipe está acorralado ahora quien es el que está en aprieto —mentí, solo yo lo sabía y ahora los demás que me escucharon.
—Tks —tenía muchas cosas por perder y lo sabía —nada me asegura que ellos se quedarán callados si mueres o vives, así que me da igual
—Pero si nos dejas libres a todos podría enviar ir donde ellos y decirle que todo fue mentira que era una broma, ellos me creerían o por el contrario puedo decirles que es un secreto si no los del reino los mataran. En cambio si me quedo aquí es posible que con el tiempo se difunda el rumor, si quieren que esto pare tendrán que matar a una gran cantidad de personas y eso te dejaría a ti como un tirano, serás recordado como "su majestad el tirano" aunque pensándolo bien no te queda tan mal —me burle.
—Tu ven conmigo —me señaló a lo cual me liberaron.
Al resto se los llevaron, no se adonde pero al parecer no estaban en peligro.
Traté que mi mirada se mostrará neutra, fingiendo que me daba igual lo que a ellos les pase, si se daban cuenta de algo que me importaba aunque sea un poquito me lo quitarán, actualmente yo soy una amenaza para él, eso significa que también lo soy para el reino.
Todo el reino buscará hacerme daño y destruir a los que me rodean por que su dolor será el mio, trataré de demostrar que nada me importa no tener sentimientos es lo mejor en estos casos, demostrar indiferencia será mi manera de apreciarlos de salvaguardarlos, aunque ellos crean lo contrario esto es lo mejor que puedo hacer por ellos por el momento.
Tal vez sea el mismo espejo que Crystal me pidió, tan solo necesito un fragmento de él.
Eleve mi mano a la altura de mi mejilla y me mire en uno de los jarrones de plata que había en el castillo, mi reflejo se veía desastroso y mi mejilla tenía un pequeño moretón que dolía, cada segundo que pasaba aquí era 100% real el aire fresco que respiraba, el bailar de las hojas, el misterio que emanaba el castillo cada una de estas sensaciones no era falsa, por más que me cueste creerlo por más que intente negarlo, yo aun tengo vagos recuerdos de quien era yo en mi pasado con pasado me refiero a quien era antes de caer en este mundo nunca había tocado este tema aunque era a veces algo obvio que sabía algunas cosas, yo recuerdo que vivía en una casa que era grande y pequeños fragmentos de cosas que 2 señores me decían supongo que eran mis padres o las personas a cargo mío ellos me decían: "¿porque no eres como...? Ella es toda una dama y futura..." al al vago no sabía, el nombre de la otra fémina con la que me comparaban, tampoco sabia que sería ella una futura cantante, doctora había miles de opciones.
Pero sabía que su nombre significaba algo brillante y hermoso, se preguntaran que como es que lo se y la única respuesta es que lo se, es como algo que tienes muy dentro tuyo que dices esto tiene que ser, esto es, o esto me suena a tal cosa como cuando te mencionan un nombre y te pones a pensar eso te suena al nombre de un amigo o un profesor.
Tenía familia quizás y quizás no era lo que pensaba, mientras estaba metida aquí recordando todo tenía frente a mi aquella gran puerta era color azul con detalles hechos de oro, el príncipe había abierto uno de los lados de la puerta, yo seguía allí parada maravillada de lo hermosa que está era.
—Toma asiento —señaló uno de los muebles, yo lo quedé mirando por tanta amabilidad repentina, se me hizo sospechoso.
—Ya dejándonos de formalidades, iré directo al grano ¿que quieres de mi? Si me has separado de ellos es porque quieres hablar algo de suma confidencialidad, por algo no veo ninguno de tus guardias por aquí —tome asiento, alzando mis manos restándole importancia.
—Estas en lo correcto, quiero proponerte un trato se que es mentira eso que demás personas saben de ello, lo supe desde el principio aunque debo admitir que fue muy creíble y si lo supieran no te harían caso –cerró sus ojos.
—Al parecer no eres tan tonto como pensaba lo admito mentí, pero lo hice por vivir, si tu hubieses estado en mi lugar hubieses hecho lo mismo, la vida es lo más importante que tenemos y debemos atesorarla —me cruce de piernas y apoye mi espalda contra el mueble —así que tienes un trato para mi, hable y no perdamos el tiempo, pero antes tengo una condición quiero ver aquel espejo, eso no fue una mentira, tu lo sabes
—Mi trato es que nosotros nos haremos de la vista gorda serán nuestros protegidos por más que los odie a ti y a los de tu clase, quiero tener un informe de todo lo que hagan de todo lo que encuentren, la diosa de la luna como lo conocen algunos, también conocida en las leyendas como la hija de la Luna es conocida por la familia real como Lunaria, Lunaria es el ser que protege este reino muy pocos saben la relación entre ambos, nosotros no tenemos muchos datos sobre ella sería una gran oportunidad de informarnos, lo del espejo obviamente lo traeré quiero comprobar que no eres una estafadora mas, si supieras cuantos venían diciendo ser las elegidas de ella, pero no sabían sobre el espejo de esmeralda eres la primera, eso llamo mi atención.
—Yo también tengo una misión encontrar tres objetos, tengo que salvar a alguien esa es mi prioridad, si me brinda la información y gente yo le brindaré todo lo que sepa de ella con lujo de detalles, tendríamos un beneficio mutuo, no soy tonta para dejar que tu te lleves todo y yo quede en la nada —me cruce de brazos y cerré mis ojos —ya dejémonos de parloteos y traigan lo, trae el dichoso espejo, mientras más rápido funcionen las cosas será lo mejor ¿no crees?
—¡Noah! —gritó y de inmediato apareció alguien con traje de mayordomo, era pelirrojo y sus orbes avellana aparentemente su edad rondaba entre los 20 a 25 años físicamente —trae la reliquia familiar
—¿Cuál de todas? La gema..
—El espejo de esmeralda —respondió con enojo, pero trató de disimularlo bien.
—Claro, disculpe mi atrevimiento
Estuvimos ambos sentados esperando, uno frente al otro había un silencio incomodo, todo era tan tranquilo que hasta llegaba a asustar la tensión se sentía con la más mínima palabra todo se rompía. Pero aquel joven llamado Noah dijo algo muy curioso la gema no será la que Crystal me mando a buscar, era mi día de suerte dos objetos un solo lugar, la gema de la princesa se encontraba en el castillo, eso fue lo que me dijo, todo eran vagas sospechas hasta la hora que lo confirme.
Pero hay un pequeño problema como le hago para librarme de él príncipe, sin que sospeché, tengo una idea.
—Me siento mal, e-está presión que acabo de pasar, ¿puedo salir un momento? M-me fal-falta el aire, alejate de mi, te puedo contagiar, con salir un rato se me pasará —él ni se inmutó, si me moría para el mejor o tal vez no me creía.
—Ve, pero no toques nada —con su mano señaló la puerta.
—S-si —tartamudeo hasta llegar a la puerta, me fui cogeando, fingiendo obviamente.
Cuando logré estar fuera del alcance de él, solté una risilla pensaba "tan idiota era él que se creyó esa actuación tan chafa" él era un cabeza hueca, me siento como la villana de la historia. Lo busque con la mirada, alguien con la cabellera pelirroja sería facil de identificar, es algo que resaltaba, 1, 2, 3 y así seguí contando, pero no lo encontraba parecía que se lo había comido la tierra, estaba pegada contra la pared tratando de pasar desapercibida. Cuando me topé con una ventana gatee como una bebé, me veía ridícula por unos momentos, este traje me dificultaba un poco, extraño mi vestido pero ya no esta aquí conmigo así que debo dejar de arrepentirme, mirar adelante y olvidar el pasado.
Me saqué los zapatos y algunas partes pesadas de la armadura, mis zapatos los sujete en mis manos, caminando de puntilla escondiendome entre las paredes, era una espia.
—¿Qué haces? Por seaca gracias por salvarme, siempre supe que eras tu desde el principio —escuché una voz risueña muy adorable.
Al girar mi rostro era la princesa Anna esta escondida junto a mi, me había asustado ni la había notado ni siquiera su presencia si no hablaba nunca hubiera sabido que estaba junto a mí.
—¿Qué haces aquí pequeña? Tú no deberías estar aquí, si Miquel se entera que estás conmigo ambas nos meterémos en problemas... Y lo más importante aquí ¿Cómo sabias que estaba aquí? —pregunté en voz baja mientras seguía persiguiendo a Noah alias cabeza de manzana.
—Te encontré por qué ella me dijo que estabas aquí, ella fue la que me dijo que no te matarían, cuando desapareciste, ella me dijo que estabas a salvo, yo siempre supe que eras una chica, yo siempre supe que eras la elegida, todo eso me lo dijo ella. Ella dijo que te siguiera –repitia constantemente "ella" se refería a una nena obviamente. Tal vez aquella persona era Lunaria ella también la podía escuchar.
—¿Quién es ella? —traté de quitarme la duda de inmediato.
—Una niña pelinegra que vive aquí, ella es mi mejor amiga, no tiene nombre pero yo le digo Cielo por que fue como un ángel caído del cielo para mi —al ver que no le prestaba atención y estaba más concentrada viendo a Noah, yo no quería que se fuera de mi alcance. Ella soltó un resoplido —si quieres saber dónde va él, yo te llevo no hace falta que hagas todo esto, de todos modos somos del mismo bando, buscamos lo mismo, aunque tu aun no lo descubres