Chereads / Casi soy el Elegido / Chapter 40 - 40: Malentendido comprendido (II): El guardia más ocupado

Chapter 40 - 40: Malentendido comprendido (II): El guardia más ocupado

—¡Samantha! ¡Soy yo Layd, el amigo de Trekaeps!

La cabeza de Samantha era un desastre de gigantes proporciones. Melody no estaba allí, Padd no estaba de buen humor, el chico que le gus/- Layd estaba también allí ¡y para colmo encerrado detrás de unos barrotes!

—¿No te acuerdas de mí…? —Layd se adelantó tanto como pudo y mostró una cara desahuciada de de perrito triste. —"Por favor, acuérdateeee, no quiero pasar un mes encerrado" —Fue el motivo real de su desamparo.

—Y-yo… —Samantha vaciló.

A Samantha, ese bello relfejo minúsculo de luz en los ojos oscuros y tristes de Layd, le causó un nudo en el pecho, no era posible que él fuera un mal chico, tampoco que ella lo olvidara, no desde que…

—¿Conoces a este chico, Samantha? —La usual actitud amable de Padd se esfumó, quedando un severo tono de juez y ejecutor.

—S-sí… —musitó Samantha por lo bajo. —E-es un amigo, el tío Greg lo conoce, creo. —Detestaba sonar tan aguda e infantil.

—¿Greg…? ¡Ah! ¡El señor Gregory! ¡¿Puedes llamarlo?!

—Ven conmigo Samantha. —Padd tomó del hombro a la chica, serio y sin darle importancia a los comentarios de Layd.

—¿Oigan? ¿Me van a dejar acá solito? ¡Samantha…! ¡Dile a Greg que vine a ver a Trekaeps…! —Las peticiones de Layd cayeron en oídos sordos, lo último que vio fue como Samantha le ojeaba con cierta "energía" indescifrable para él.

———————————————————————————————————

—Tenías razón. —Keith limpió la sangre de la cuchilla con un trapo. —No sé quién o qué planearan sus aliados.

—¿Qué insinúas? —Naoru se tiró en el banquito de madera sucio de polvo.

—No lo insinúo, se avecina un desafío.

Keith enfundó la espada. Aunque cargaba un casco encima era fácil denotar la duda en su postura, bajo otras circunstancias, confiaría en la habilidad que posee con la espada para resolver —aniquilar —los problemas —amenazas —que acechen la ciudad que tanto ama, pero… ese muchacho —Hax —no solo resistió una larga y tediosa sesión de tortura, lo hizo sin proferir el más mínimo ruido o quejido de dolor. Si hay una señal de peligro, pues ya la verificó en carne propia.

—Pediré una reunión para esta noche —avisó Keith, —te veo allí. —Con furia y determinación visibles en su postura, caminó con paso veloz para salir de esa sección del calabozo, sumergiéndose en la oscuridad de los pasillos y dejando a Naoru atrás.

—Esto va de mal en peor… —murmuró Naoru enojado.

———————————————————————————————————

—Disculpa… una vez más, me distraje.

Padd se masajeó la frente, el recluta frente sostenía unos cuantos papeles amarillentos y viejo, temblaba por alguna clase de enfermedad en la resonancia con sus piernas —también conocida como Asthar —y llevaba una ropa bastante diferenciada por consistir en tela y cuero en vez de las comunes armaduras de hierro.

—Eh… sí claro… —dijo y reorganizó los papeles en las manos para repetir todo el trabalenguas. —Como solicitaste, verificamos en los registros si teníamos información de Natsume, Seng y Layd y no encontramos nada de nada con esos nombres. —Les dio vueltas a los papeles para echarles un ojo.

Antes de que Padd pudiera preguntar "¿Y ese montón de papeles para qué es?" el recluta sacó una hoja de medio y se la entregó.

—Ese es el registro de un criminal de hace ocho años, su nombre era Zenm.

El recluta percibió en la mirada de Padd esa seguridad clásica de haber comprendido por completo las implicaciones del caso. Es que no era difícil, la hoja en sus manos tenía un dibujo de Seng a los diez años, con los cabellos igual de desastrosos, ningún mechón azul aparente y una ridícula expresión de seriedad que hasta el día de hoy tiene por defecto.

—Los demás papeles son para confirmar si tenemos algún caso similar, pero creo que es el único que se inventó un pésimo nombre.

—Gracias Eden, por favor me llamas si encuentras algo más.

Se despidieron con un saludo de mano y Padd se quedó con los papeles de ese tal Zenm.

Ese Padd estaba bastante lejos de la muralla en donde estaban Samantha y los demás —para ser más específicos estaba dos murallas a la este —, sin embargo, no fijo su rumbo para esa muralla, sino que fue a una habitación que quedaba cerca y sacó una llave de su bolsillo y la abrió con prisa. Era una oficina de dos metros por dos metros, no necesitaba nada más, fue y se sentó en el escritorio de madera y colocó los papeles con suavidad sobre la mesa.

Se echó para atrás y sacó un frasco con arena dorada del cajón, lo destapó y se aventó una bocanada de esa arena. Arrugó un poco la cara y se tardó un minuto entero en culminar en ingerirla.

—Veamos, tengo que pedirle a Drianny que haga el dibujo… —Cerró los ojos y de nuevo se masajeó la cien mientras tocía levemente. —Hm, ¿es cierto lo que dijo Layd? —murmuró al aire.

—"P-pues, sí, es un amigo de Trekaeps y-y mío…" —Escuchó la voz de Samantha en su mente.

—¿Estás segura de que no es una clase de criminal? —murmuró, todavía solo en la oficina.

—"¡C-claro que no lo es! ¿Por qué está encerrado allá abajo?" —Exclamó la voz de Samantha y el Padd de la oficina hizo una mueca de dolor.

—"¡Padd!" —La voz de Gregory resonó en su mente. —"Tenemos que hablar sobre la chica y los sospechosos"

—¿Averiguaste algo? —murmuró Padd.

—"¡Te encontré Padd!" —La adorable vocecita de Melody también resonó con fuerza en su mente.

—"Señor un par de ladrones fueron encontrados en el sector comercial"

—"Los nuevos reclutas no están a la altura Padd…"

—"¡Señor Padd! ¡El alcalde requiere de su presencia!"

Padd suspiró, su cara se llenó de un sudor frío y se vio en la necesidad de comer más arena del frasco.

Era el precio de su resonancia. La increíble habilidad de crear copias de sí mismo con figuras de piedra y madera de tamaño real, no era del todo agradable. Aparte del material que necesita para cada clon, gasta cerca del doble o más de energía de su alma para hacer cualquier cosa con uno de esos clones dependiendo de la distancia, por lo que es susceptible a quedarse en blanco a un ritmo alarmante.

Y no acaba allí, los clones están vinculados totalmente a su conciencia, es decir que todo lo que oigan, vean o perciban él también. Es una verdadera suerte que no sienta el dolor y que haya logrado perfeccionar el uso de su resonancia para que los clones puedan interactuar con los demás con naturalidad la mayoría del tiempo.

—Qué agobiante…

Su cuerpo principal termina sobresaturado. Migraña, mareo, sudor frío, nauseas; nómbralo y de seguro lo estará sufriendo una vez pasa de los cuatro clones. Actualmente tiene nueve clones activos.

De no ser por la arena dorada que consume, se quedaría en blanco en cuestión de unas horas tan solo por mover y hablar con sus clones.

Lo cual le causa otros problemas a su cuerpo original, como diarrea o estreñimiento.

—Tengo… tengo que… terminar con estos asuntos de una vez…