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Chapter 23 - 23: Ojos

Suspiró, no porque estuviera aliviado, no había razón.

Se aseguró de que la sangre no le cayera encima al regresar su sombra a la normalidad, algo estúpido teniendo en cuenta el frenesí que desató sobre el inmóvil y desgarrado cuerpo de Eheron y las heridas que hace rato empaparon sus ropas.

Cayó al suelo, sentado, agitado, cansado. Apretó los dientes, no creía lo que había hecho.

Si lo vieran sus maestros, si Arkgas lo mirase… estaría decepcionado.

Se rio un poco falto de aliento, le dolían cada una de sus coyunturas —supuso que algún par de huesos estarían rotos —y se empezó a hinchar por doquier, tampoco dudó que debajo de sus ropas tendría más moretones de lo que puede contar.

¿Cómo pudo…? ¿Por qué se permitió salir tan lastimado?

Maldijo en silencio, debió haber acabado con ese condenado mucho más rápido.

—Yo… tengo que dejar de actuar así… —murmuró con lágrimas en los ojos por el ardor. —Como sea…

Se tragó los deseos de gritar y volvió a usar su sombra para levantarse. Sintió varios corrientazos en las piernas y el torso, pero apretó los puños —y sus nervios le hicieron sufrir también por eso —determinado a sobrepasar esa molestia.

—Qué patético… —Cuando terminó de levantarse desactivó su sombra y luchó por mantenerse de pie. —Que mal quedé…

Le costaba alzar los brazos, las piernas le temblaban un poco y su rostro le apretaba la cara por la hinchazón. De todos modos, inició a moverse de a poquito en aquella dirección por la cual se fueron los demás, como mínimo iba a asegurarse de tomar la responsabilidad por su metida de pata e ir a salvar a esos tres.

Porque no importa cuántas grietas tenga su cuerpo, usará su alma para exprimir cada gota de vitalidad que posea.

—"Ese Mocoso no se muere sin decirme que YO soy el Elegido" —constató recostado del primer árbol a su alcance.

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—¿Quién rayos son ustedes? —Garyon se veía irritado en extremo, en efecto las pestes se multiplican.

—Oh vamos. —Andra avanzó sin miedo en la dirección de Garyon. —Esa no es manera de tratar a los discípulos de Reon.

Ninguno de los presentes reaccionó a ese nombre, lo cual fue particularmente decepcionante para Andra al ver a Garyon. Apretó los puños y tras tomar una postura de combate dio principio a su parte del plan.

Como si no supiera; o mejor dicho, como si poseyera toda la información posible y le importara un comino, corrió directo a Garyon con la obvia intención de tirarle un patada.

Garyon frunció el ceño. Le daba pereza tener que lidiar con adolescentes creídos porque una vez aplique su resonancia se acabó.

—Ya paren de/ —Garyon no adoptó ninguna postura, en cambio, la diminuta porción de adulto razonable y funcional de su ser salió a flote para sobarse la cien con los dedos y tratar de conversar en vez de comenzar otra absurda y fácil pelea, hasta que…

Se cerró un ojo.

…algo le extrañó.

Creyó que una basurilla entró en su ojo, sin embargo, al instante se enteró de lo que le había sucedido. A los ojos de Natsume, Echsos y Airys Garyon se paralizó estupefacto con la mano frente su rostro, se tiñó de preocupación por un segundo y al siguiente estaba aliviado.

—"No importa, mi resonancia la detendrá" —pensó este y ejerció su presión sobre la gigantona que se le avecinaba.

Pero en lugar de caer al suelo como el inútil de Layd, ella le imprimió el pie en el cachete.

—"Ahora" —pensó Maryon enfocado en cumplir su parte del plan. —"Contamos contigo, Erena" —Aprovechó la sorpresa que fue aquel ataque y, antes de que Natsume o Airys pudiera notarlo, usó su boomerang para aparecer junto a Layd y Airys y colocar una daga en el cuello de ella.

—¿Ves esto? —preguntó mientras Airys sudaba nerviosa. —No quiero matarlos a/

Cual ráfaga de viento Natsume se acercó hasta estar en el aire detrás de Maryon. Ese segundo fue intenso. Maryon no comprendió del todo cómo lo hizo, pero eso no le impidió actuar de acuerdo con sus reflejos y disponer la daga para asesinar a Airys. Natsume se preparó para acabar con él de una potente patada en la nuca. Y Airys tuvo solo una y muy estúpida idea.

Se cerró un ojo.

La patada de Natsume fue bloqueada por un reflejo exacto de sí misma que chocó canillas con ella de manera estruendosa. Le dolió una tonelada, sin embargo, lo que le causó pánico fue el creer que los iba a perder.

Para su sorpresa la daga había sido atrapada entre los dientes de la peli azul. Airys abrió la boca de par en par al echarla para atrás y luego la cerró tan duro como pudo y, si bien terminó con heridas en los bordes de la boca por el filo, pudo evitar morirse de inmediato.

Maryon deslizó la daga, rasgando todavía más los cachetes de Airys, para poder alejarse de allí cuanto antes, agradecido de haber sido salvado por la resonancia de Erena.

A unos cuarenta metros del lugar del conflicto, cubierta por unos arbustos, estaba Erena sentada con los ojos abiertos de par en par. El hermoso color ámbar de sus iris —al igual que el resto del ojo —había sido reemplazo por un negro opaco y un aberrante ojo oscuro se abrió en su frente.

Fue aterrador para ellos al darse cuenta.

En los árboles, en el suelo, incluso en la hoja que sostenía Airys, ojos de color ámbar brotaron y les miraron como en el peor de los sueños más surreales de Layd.

El plan se había puesto en marcha.

Airys aguantó las ganas de chillar por el dolor, se tapó la boca con la mano y se puso de pie. Natsume vio las intenciones de Maryon de lanzar aquel boomerang para donde estaba Echsos y quiso ir a impedirlo, no obstante…

Se cerró un ojo.

De repente, su vista se nubló y su percepción de la profundidad se hizo más pequeña que una hormiga. Ella sentía que si daba un paso terminaría chocando contra uno de los árboles del fondo por la exagera distancia que le transmitían sus ojos.

Se cerró un ojo.

—¡Muévete Echsos! —gritó desesperada a su hermanastro y ese miedo se multiplicó cuando con su incompleta visión comprendió que a Echsos también le aplicaron ese efecto en sus ojos… y hasta peor.

Echsos, además de la vista nublada, sufrió un extremo dolor de cabeza porque lo que veía su ojo derecho se intercambió con el izquierdo. Se llevó las manos al rostro y apretó sus parpados con la intención de escapar de ese sufrimiento y comenzó a moverse al lugar desde el que Natsume gritó.

Era obvio que sería un objetivo fácil para Maryon, de hecho, ni siquiera necesitaba usar su resonancia, un buen golpe en el cuello y todo había acabado.

Natsume apretó los dientes y se dispuso a atajar a su hermanastro para cubrirlo. Con ayuda de su resonancia, dejó un rastro de aquel aliento plateado y recorrió la distancia entre ambos justo a tiempo para detener aquel boomerang… si hubiera ido en el sentido correcto.

Era peor de lo que imaginaba, lo de la profundidad le pareció irrelevante comparado con el nuevo defecto visual que descubrió: Todo estaba un poco más a la derecha.

Aunque midió bien la distancia, falló por completo el ángulo. Echsos estaba a dos metros y medio de ella, fuera de su campo de visión, ciego por consecuencia y vulnerable como un infante, sin escapatoria.

El boomerang estuvo por impactar en el cuello de Echsos si no hubiera sido por aquel sorpresivo vendaval que lo desvió apenas lo suficiente para salvarlo. Airys volvió a convocar a Hojita justo a tiempo y la hadita sintiendo el intenso deseo de su amiga apareció provocando ese fenómeno elemental.

Maryon se transportó para atrapar su boomerang y una vez hecho eso lo lanzó de tal forma que su trayectoria fuese una parábola por la izquierda de Echsos y no dudó en comenzar en correr por el otro lado con la daga en mano.

Ni Airys ni Hojita pensaron, no podían darse ese lujo con el escaso tiempo escurriéndose de sus dedos. Hojita preparó otro ataque de aire para interferir con el proyectil y Airys corrió para alcanzar a Echsos antes que Maryon. Una sincronía de confianza perfecta. Ellas iban a lograrlo.

Pero…

Se cerró un ojo.

Airys experimentó de primera mano lo que era ver el mundo de cabeza, sin querer, se detuvo y perdió su impulso. Quizás fue por la adrenalina, no estaba segura, la única solución que se le vino a la mente fue imitar a Echsos y moverse a ciegas, una estupidez que nunca jamás funcionaría de no ser por la resonancia de Echsos y el inmenso estrés de Airys.

Airys chilló como una niña pequeña, y Echsos comprendiendo el significado de eso se unió al estruendo para al menos tener una mínima posibilidad de ubicarse.

Natsume se giró y luchó para determinar cuál era la distancia correcta una vez más, no veía el boomerang, ni a Hojita; supuso que la mancha azul era Airys y que su hermano era la cosa rara que iba hacia eso gracias al grito de este. Lo que le llamó la atención fue esa otra silueta que iba directo a ellos, por lo que apostó por un 50/50. Repitió la acción de antes, esta vez apuntando al medio de Echsos y Maryon, no importa a quien, con llegar a uno de los dos le sirve.

Se cerró un ojo.

Por un instante, Maryon pudo observar más allá de su límite humano y así saber las intenciones de Natsume, por lo que recurrió a su último recurso y le lanzó la daga a Echsos.

Lo siguiente que pasó fue la culminación de esa cadena de acciones.

Hojita desvió con éxito el boomerang.

Airys y Echsos chocaron de frente.

Natsume atrapó a Maryon.

Y la daga se clavó en el hombro de Echsos.

Maryon apretó los dientes. "¿por qué demonios Erena no le había protegido de la peli verde?" Se preguntó conociendo que la respuesta era de seguro por la velocidad y por verse obligada a apoyar la descabellada pelea de Andra.

Aun así… ¿no debería él ser la prioridad?

Su boomerang se alejaba por culpa de esa odiosa hadita.

Echsos sollozó del dolor y apretó desconsolado la mano de Airys quien se esforzaba por ver.

Ha usado muchas veces su resonancia, si él se queda en blanco, el plan se desmorona. Sin él, contra no podrán tomar la vida de Echsos, su posibilidad de escape se esfumará y si Andra no derrota a Garyon estarán más que muertos.

Su límite está cerca, demasiado.

—"Pero supongo que importa una mierda" —Finalizó esos segundos de raciocinio con ese pensamiento y recorrió a su último recurso.

Echsos, incapaz de abrir los ojos y afligido al grado de llorar, obtuvo información gracias a su resonancia que detuvo sus lágrimas y le forzó a advertirle a Airys.

—¡Aquí viene!

Airys supuso lo peor, abrió los ojos de par en par, aunque le abrumaban y procesando ese mensaje con cada neurona de su cerebro y concentró su alma para cubrir su puño izquierdo con ese brillo blanco para atacarle cuando pasara lo que ella predijo.

Y en efecto tuvo razón.

El forcejeo entre Natsume y Maryon que ella estaba ganando acabó previsión y lo único que empeoraba que Echsos tuviera aquella daga clavada aconteció:

Maryon se tele transportó al lado de la daga.