—Es un avance. —Eso dijo Seng al tiempo que Airys le quitaba la vida a su presa. —Lo digo en serio, yo me esperaba tardar más.
Echsos estaba sentado en aquel lugar donde se había recostado durante la autopercepción, viendo al acantilado de espalda a Natsume y Seng.
—¿No sabes en lo que estoy pensando? —preguntó Natsume oculta detrás de unos árboles a la derecha del chico bastante lejos.
—Ya te dije que no escojo lo que recibo —Echsos giró su cabeza a la izquierda y se quedó callado al no poder ver a Natsume, vio para la derecha y continuo: —Si me concentro puedo tratar de recibir algo de ti pero es confuso con ese poder de Seng.
—Es importante conocer cada detalle a fondo, así que deja de husmear—explicó por enésima vez. —¿Por fin recibes algo de mí? —Seng estaba de pie recostado de un árbol justo detrás de Echsos a unos once metros.
—Hmm, nada todavía.
—¿Ni siquiera lo que estoy pensando?
—No.
—Creo que quizás esa sea el límite de su rango. —Natsume caminó hasta Seng, quien usó su resonancia para mantener la charla entre ellos y los comentarios de aburrimiento de Echsos.
—Quizás, pero recuerda que mientras más nos hemos alejado más se ha tardado.
—De todos modos, ¿qué tanto se tardará esa chica?
—No le tengas fe —masculló Seng por el hambre y las ganas de moler a golpes a la Mocosa.
—Bueno/
—Espera —la interrumpió Seng. —¿Qué dijiste Echsos?
—¿Eh? ¡Ah! —Echsos se levantó. —¡Que deberías tenerle más fe a Airys! —exclamó, no porque defendiera esa frase con especial fuerza, sino porque recibió información de lo que hablaban sin escucharlos.
—Je… ya creo que tengo idea de los límites de tu habilidad —declaró Seng con su sonrisa déspota y creída.
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Airys no recordaba con claridad los comentarios de Echsos sobre las personas que le perseguían, cuando les contó de sus hermanos también les dijo algo de otro par de personas que venían tras él y que gracias a la oportunidad que provocaron pudo huir de sus hermanastros.
Frente a ella no había dos, sino tres. Andra, Erena y Maryon. En su cabeza de adolescente todo se detuvo por un instante en cuanto cruzó miradas con ellos.
—"Tal vez pueda engañarles o ignorarlos" —pensó. —"Sí, ellos no me conocen, solo debo hacerme la tonta"
—Oye, ¿esa no es la chica que estaba con el otro? —Andra estiró el brazo y apuntó hacia ella. —La de cabello azul.
—¡Maldición! —chilló Airys y siguió la primera y primordial instrucción del estilo de combate de Seng, la regla que va antes que todas las reglas, la número cero:
Si enfrentas a alguien más fuerte que tú, huye.
Soltó la carne que tanto le costó cazar y esprintó con todas sus fuerzas directo al bosque.
—Perdón. —Andra se encogió en cuanto comprendió la mirada de decepción que le dedicó Erena. La verdad era una tarada.
—¡Vayan por ella! —ordenó la enanita, ardió de la frustración por tener que depender de esos dos retrasados para poder capturarla. En serio, si Andra no hubiera dicho nada la hubieran interrogado.
—¡En eso estoy! —Maryon apuntó con la mano directo a Airys, luego desvió su mano a los cielos y realizó un lanzamiento olímpico de boomerang que le dejó orgulloso. Se quedó de pie feliz con los puños en la cintura, Andra le observó con admiración. —¿Y si te mueves? —Le comentó con la misma cara que Erena antes de desaparecer.
Andra suspiró, se quedó quieta porque creyó que él le iba a transportar por el aire también. Como sea, ella no perdería más tiempo, troto un segundo en el lugar e hizo ver el impulso de Airys como una broma.
Airys en lo que pudo tomó una hoja de un árbol para convocar a Hojita y echó un vistazo para atrás, parpadeó con fuerza para asegurarse de que los ojos no le mentían, es que no era posible algo tan extraño.
Andra saltó con mucha fuerza, recorrió cerca de unos veinte metros y cuando le restaban cerca de un metro para tocar el suelo; de la nada se impulsó todavía más al frente y avanzó otros diez metros.
Airys no entendió para nada, pero la mejor manera de ponerlo en palabras es decir que corrió en el aire, sin mover las piernas, sin tocar el piso. Así es, una hazaña ilógica y que rompía los pequeños conocimientos de física que tendría cualquiera.
Sin embargo, eso no era todo. Escuchó como se aproximaba el boomerang de Maryon, por suerte Hojita ya estaba allí con ella y conjuró una ráfaga de aire para detener el proyectil.
Hojita sufrió de un infarto cuando Maryon se apareció junto al boomerang y de no ser porque ella liberó el aire por el susto en cada dirección él hubiera atajado el boomerang en el aire.
—¡Demonios! —Se quejó cuando su dedo rozo el boomerang y el aire le tumbo. —De todas las criaturas, algo que maneja el viento, que asco —masculló con el trasero embarrado en tierra, Andra le pasó por el lado con una mueca burlona y la mano en su boca. —¡No te rías! —Se alzó y recogió su boomerang para otro intento.
La enorme morena se acercaba a pasos agigantados a Airys y ella lo sabía. Hojita desde el hombro de Airys le disparó varias ráfagas de aire que Andra esquivó y hasta ignoró.
—¡Pipi piiii!
—¡¿Qué rayos?! —Airys se volteó y en efecto, lo que dijo Hojita era verdad.
Aquel chico de la piel rara estaba en el aire encima de los árboles preparando un lanzamiento de boomerang.
Primero una atleta voladora y ahora un caza canguros volador, ¿por qué tenían que tener resonancias tan absurdas? ¡¿Por qué le pasaba esto sin haber descubierto la suya siquiera?! ¡No es justo está mierda!
Airys en realidad no tenía un plan de acción aparte de correr lejos de ellos —cosa imposible con esos poderes—porque nunca se imaginó una barbaridad como esa. Una ola de inseguridad cruzó su mente, su respiración se agitó, aunque le sobraban energías y la vista se le nubló un poco.
—"¿Qué hago?" —El boomerang de Maryon iba en su dirección en una trayectoria curva. —"¿Qué hago? ¿qué? ¡¿qué?!"
Hojita le jaló la mejilla con ambas manos para pellizcarla, apenas le dolió, pero los pitidos incesantes y sinceros de su mejor amiga hadita captaron su atención.
—¡Pi pi pipipi piiiii! —Hojita expandió la palma de su mano y señaló con la otra.
Airys se tardó un segundo en entender, mas, una vez recibió el mensaje de ella su duda se disipó un poco, aumentó el ritmo y reafirmó su confianza en lo único que siempre había hecho bien en su vida.
Por desgracias Maryon tuvo que teletransportarse a su boomerang sin que este llegara a ella y le tocó lanzarlo alto otra vez. Igual eso era lo de menos, en dos tiros de seguro llegaba a ella, sino es que Andra le gana. Se transportó a su boomerang al aire y verificó su suposición, Andra estaba a menos de diez metros de Airys y él midió mejor su lanzamiento para no quedar atrás.
Lo que no se esperaba ninguno era lo que haría la Mocosa.
Airys se apoyó un segundo de un árbol y pateó con fuerza un montículo de arena como lo haría con el rostro de Seng si pudiera. La pequeña táctica no le sirvió para ocultarse porque Andra solo avanzó a través del polvo para sin perderla de vista.
—¿Ya te rindes? —preguntó parando a un par de metros de ella.
—Para nada.
La arena en el aire brilló y se convirtió en un lobo que medía lo mismo que Airys parado en sus cuatro patas, hecho de Arenas, algo borroso y transparente.
Su nombre era Sandy.
Andra también se percató de que la espada de Airys había desaparecido, en su lugar un extraño filo plateado giraba alrededor de su torso, una serpiente de acero. La serpiente se irguió en el hombre libre de Airys —el derecho —sin dejar de darle una vuelta entera al torso de Airys.
Airys la llamó Sutil.
Sandy le gruñía a Andra rodeándola de camino a su ama, Sutil siseaba agresiva y Hojita volaba sobre el hombro de Airys con la vista enfocada al boomerang en camino.
—¿Crees que no podremos contra ti y tus criaturas?
—Confío en que nos irá bien a los cinco —esputó Airys.
—¿Cin/
Antes de que fuera capaz de preguntar, Andra recibió un ataque sorpresa de Terry desde la espalda y, si bien se cubrió con los brazos, la empujó contra los árboles con la fuerza necesaria para tumbar docenas de hojas.
En los meses que pasó entrenando con Seng, Airys aprendió a pelear, usar la espada, a meditar, mejorar su cuerpo con su alma, y mucho más… no sabe ninguna de sus resonancias todavía, cierto, pero no perdió el tiempo en absoluto, porque descubrió otras tres invocaciones.
Airys sonrió, ¡ella no es débil!
¡Porque los espíritus la adoran!
¡Ja! Como si eso importara. Maryon había logrado la mejor trayectoria para su boomerang, giraría por entre los árboles con estilo, cuando estuviera lejos regresaría directo a donde estaba Airys, un par de usos de su resonancia y quedaría resuelto el asunto, testigo neutralizada. Esa era el magnífico plan, no obstante, este no es un mundo ideal donde todo lo escrito sucede.
Con los pitidos de Hojita y la orden de Airys, Sutil se desprendió de ella y fue impulsada directo al boomerang. El poder de Maryon es impresionante, le permite lograr cosas que cualquiera no haría, aparecer de repente, dejar escenas, básicamente volar… PERO, así como bueno es algo obvio una vez lo viste. Incluso alguien novata en el tema de las infinitas posibilidades de las Resonancias puede asumir que el boomerang es una parte importante de la técnica. Y no se equivocaría.
Maryon caía, esa niñata lo quitó las opciones, no… en realidad su estrategia de ir lanzando eso en el aire, caer y transportarse antes de tocar el suelo es por naturaleza una estupidez, a menos…
Cerró los ojos y desapareció de su ubicación.
Apareció detrás del boomerang. Sutil enfocó su atención en atinar un corte letal en el cuello del joven. Maryon abrió sus ojos y sonrió.
…que tus reflejos sean extrañamente agudos.
Le sacó la lengua a Sutil y en el instante, en ese micro segundo en el que el filo rozó su lengua desapareció de nuevo y reapareció frente a su boomerang, lo atrapó y vio con satisfacción como la serpiente de metal caía.
—Listo y ahora… —Maryon se alistó para otro de sus lanzamientos en el aire, su sonrisa se difuminó al darse cuenta de que Airys iba montada en Sandy quien huía a gran velocidad. —¡Mierda!
Airys será torpe, pero ¿quedarse a pelear? No es tan estúpida.
Lo grandioso de Sandy es su capacidad para moverse sin importar el terreno. De por sí es un lobo enorme que puede cargar con más de una persona y correr sin problemas, además de que puede deshacer y reformar partes de su cuerpo a voluntad, por lo que no hay camino que represente un obstáculo para sus patas, un verdadero todo terreno de fantasía.
—Ve con Seng —dijo y Hojita despegó a toda velocidad en frente de ellos.
En verdad le encantaría regresar donde Seng y los demás cargando con la noticia de haber derrotado a los sujetos que perseguían a Echsos, sería genial —en especial si lleva el almuerzo —pero es una locura. Antes de tener el lujo de creer poder vencer a ese par; o trío, tiene que ser precavida con quedarse en Blanco. Sus invocaciones solo existen en esta realidad porque consumen la energía de su alma y no ha probado cuánto tiempo es capaz de tenerlas a todas a la vez antes de que eso ocurra. De hecho, jamás se ha quedado en Blanco.
—Hipócrita —dijo. Ah, está bien dejarla sufrir hambre, dolor… ¿Que se quede lela por una hora? ¡Claro que no! ¡Qué atroz castigo! El mejor maestro de todos, yay…
Y para empeorar la situación ese sujeto la perseguía por los aires todavía.
—¡Ya para de huir! —gritó Maryon por el quinto lanzamiento consecutivo que casi llegaba a ella, incapaz de sacar ventaja por los cambios bruscos de dirección de Airys. Una hazaña que de no ser por su resonancia sería imposible.
—"Tengo que perderlo… No puedo dejar que me siga… ¿o sí?" —pensó Airys, no obstante, antes de que decidiera algo percibió como Terry era derrotado y por ende desconvocado. —"Terry… no importa, ya hizo su trabajo"
—"En lo que me acerque a ella de seguro usará su hada para lanzarme viento" —Eso creía Maryon, preocupado por que sucediera algo como lo de hace un rato. Sus reflejos serán increíbles, ¿sus ojos? No tanto, esa hada es diminuta.
Se enfocó en verla bien mientras su boomerang viajaba por los aires, si esto seguía así se agotaría su energía y ella escaparía.
—"¡Y esas dos se quedaron atrás!" —Agitó sus cabellos mientras caía y se transportó a la nueva ubicación de su boomerang. —"¡Qué molestia!" —Lo volvió a lanzar, justo quedó en un ángulo que bajo cualquier otra circunstancia le llevaría directo a tener un gran tiro para aproximarse a su objetivo y acabar con él, sino fuera por esa velocidad…
Maryon vio bien la espalda de Airys, ella le vio también. Ella notó algo, él también.
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La velocidad de Sandy era la más alta de las invocaciones de Airys, a excepción de Hojita cuando dedicaba el control del viento a dirigirse a un lugar en específico.
Las invocaciones, comparten un vínculo especial con la persona que las trae a este mundo. Por décadas los expertos han debatido si en realidad son otros seres o si son partes de tu alma separadas de los límites del cuerpo.
Lo innegable es que invocación, invocador, ambos sienten el estado del otro y la posición.
Por eso Airys se descompuso al notar que Hojita fue asesinada de golpe, a punto de llegar donde Seng y Echsos.
—No queremos que se pongan alerta, ¿verdad chico? —dijo Garyon tras haber aplastado a Hojita con la mano.
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"Esos tres no son los únicos"
Eso supuso Airys y su cara se llenó de pavor.