Mi mente se torna oscura para mostrarme tu rostro, tus actos, tus supuestos acuerdos; con dedos cruzados prometiendo cual deudor. Pero si bien suelo ser un mal apostador, también soy buen perdedor a fin de cuentas.
Todo se torna oscuro cuando hago memoria de aquellas caricias donde podía conquistar sensaciones ahora imposibles de evocar.
Ignoran aquellos terceros que fueron vacíos los actos realizados para brindarte seguridad. Vanas se sienten todas las acciones consagradas a tu felicidad; ignoradas, por no ser aquello que anhelabas ¿Pero qué sería de mí ahora si me hubiera convertido en tu ambición?, sí te hubiera entregado todo aquello que exigías mientras yo solo observaba, esperando tu desaficionado y valiente florecer.
Todo es oscuro ahora, una nube gris ronda cada pensamiento, sentimientos de desdicha y decepción me abordan perpetrando un despertar, para así enmendar actos inconscientes. Mis pensamientos recurren a ti constantemente, y ya hace años que no lloro. Llegué a sentir una inmensa tristeza cuando noté que una historia como esta pudo haber sido escrita con mayores idilios, y una vez más, inconsciente mis lágrimas se asoman, susurrando que extrañan su libertad.