Hoy, precisamente hoy. Y tú sabes por qué, te dejo en libertad. Te dejo decidir a ti, porque yo ya lo he hecho. Decidí cuidar de este jardín que amerita nuestra atención, si no, ha de fallecer trágicamente. Quiera pues la vida que coincidamos en nuestras decisiones en el tiempo justo, y que mi temple sostengan este terreno maltrecho por mucho tiempo, para no tener que marcharme en busca de otras tierras donde cultivar este amor.