Chereads / Incandescente / Chapter 43 - Capítulo 43

Chapter 43 - Capítulo 43

Siento mi garganta arder de lo tanto que grite en esa feria.

Igor me hizo subirme a más juegos, en algún punto deje de lloriquear y empecé a disfrutar, pero decidí no hacerle saber a Igor para que supiera lo molesta que estaba.

En este momento me encuentro arreglándome ya que Igor tiene una cena de negocios y debo estar presentable.

Igor me mando un vestido rosa pastel, junto con unos tacones negros. Me toca poner mi maquillaje y mi peinado, decido por dar un maquillaje suave y unas ondas en mi cabello.

Escucho como tocan la puerta de la habitación y pongo rápido el labial para abrir nerviosa.

Como es de costumbre, me encuentro a Igor con su traje. Me observa de arriba hacia abajo y se queda viendo mis piernas.

-¿Sigues molesta? -pregunta burlón.

Ruedo los ojos y cierro la puerta para avanzar hasta el elevador.

Siento un ardor en mi nalga derecha. Freno de golpe al saber que Igor me dio una nalgada bastante fuerte.

Me giro quedando frente a él y esté me mira con ojos cargados de lujuria.

-¿Qué te he dicho de poner los ojos en blanco? -trata de acercase pero lo separo. -Te gustan mis castigos.

Siento que mis bragas empiezan a mojarse y sacudo la cabeza molesta.

-No me gustan. -digo entre dientes reanudando mi camino al elevador.

-Claro...

Lo ignoro en todo el camino y él no hace nada por hablarme.

Cuando llegamos, me sorprendo al ver muchas personas fuera de un salón. Las personas como cámaras están tomándoles fotos a todos mientras que las personas elegantes que están a punto de entrar posan con su respectiva pareja.

Mierda.

Al bajar, Igor me abre la puerta y me ofrece su brazo para agarrarlo y lo acepto rápidamente.

-¡Igor Gólubev! ¡Llego Igor Gólubev! -escucho como gritan y en cuestión de segundos toda la atención es para nosotros.

Separo mi agarre de su brazo para que las personas le tomen foto a él. Ellos quieren la atención de Igor, no la mía. Prefiero pasar desapercibida, no me gusta tanta atención.

Veo como Igor frunce el ceño y me mira.

-¿Por qué te alejas? -pregunta serio.

Hago una ligera mueca.

-Para que no te vean conmigo, yo no...

Se acerca aun serio y agarra mi cintura con seguridad acercándome a él con una posesividad que los camarógrafos no pasan desapercibido y los flashes empiezan a verse mucho más.

-Que vean con quien estoy. -susurra cerca de mis labios.

Siento mis mejillas arder y mi cabeza empieza a doler al escuchar tantas preguntas.

"¿Es su nueva pareja? ¿Su madre ya la aprobó? ¿Ella es la chica del restaurante de su amigo?"

Repito. Yo nunca voy a encajar en este mundo.

Siempre he vivido en lo tranquilo y pasando desapercibida sin hacer notar mi presencia y... me gusta.

-No te separes de mi. -con su mano en mi cintura me hace avanzar dentro del salón, ignorando todas las preguntas.

Entramos y en cuestión de segundo mi boca se abre al más no poder.

¿Acaso a todos los lugares que va Igor siempre serán así de elegantes?

Tenemos que subir unos preciosos escalones de marfil brillosos. Veo como un señor batalla al subir las escaleras y se le cae su bastón. Me acerco hasta él y agarro el bastón del piso para dárselo y ofrecerle mi brazo para que con su mano libre se agarre de mi.

-Pero que jovencita tan amable. -sonríe haciendo que sus ojos se achiquen.

Le sonrío amable y por mientras Igor rueda los ojos.

-Señor James. ¿No puede subir más rápido? Tenemos apuro. -el rostro serio de Igor me hace saber que no esta para nada contento.

Frunzo el ceño.

-Mil disculpas, Gólubev. -dice educado y me mira con vergüenza. -No tiene porqué ayudarme, señorita.

Niego rápido y miro mal a Igor.

-Puedes adelantarte, yo lo ayudaré a subir. -su rostro se vuelve a convertir en un tempano de hielo.

Sin que se lo vuelva a repetir, avanza y sube las escaleras de forma rápida y elegante, dejándome con el señor James.

-Oh, señorita, pero no tenia que hacer eso, no le quiero causar problemas. -su voz se escucha apenada.

-No sé preocupe, es normal que siempre se ponga así. -trato de bromear.

El señor sonríe y seguimos subiendo.

-Te conozco de alguna parte. -se queda pensativo mientras se agarra más de mi brazo. -Te vi en el periódico.

Suelto una risita.

-Creo que se equivoca de persona. Nunca he salido en periódico.

Se queda unos segundos en silencio mientras continuamos y cuando subimos todas las escaleras me quedo embelesada observando el salón y toda la gente elegante que camina de un lado a otro con estilo.

-¡Trabajas con Carlos! -suelta de repente.

Lo miro sorprendida y asiento tímida.

-Pero claro, eres la chica que salió en su comercial.

Se queda viéndome con una sonrisa y yo solo me remuevo nerviosa. Se acerca un chico bastante alto y pasa su brazo por los hombros del señor James.

-Abuelo, veo que trajiste compañía. -hablo dedicándome una sonrisa. -Mark James.

Se presenta extendiendo su brazo y lo acepto educadamente.

-Kayla Larsson. -me presento y el señor James sonríe mostrando sus dientes.

-Eres una de las jovencitas más amable que me he topado. -frunzo el ceño.

-Solo lo ayude a subir las escaleras. -río confundida.

-Habían pasado más de quince personas y ninguna me ayudo. -aclara.

¿Qué? ¿Acaso tener dinero te hace no querer ayudar a los demás?

-Abuelo ¿Ella te ayudó? -pregunta Mike confundido mirándome asombrado.

-Así es. ¿Qué te parece si mañana te invito a comer? -mira a Mike y asiente rápido con una sonrisa. -Digo, para agradecer.

¿Es raro ayudar aun señor de tercera edad a subir las escaleras?

No lo veo como gran cosa. Sonrío amable.

-Señor James, no tiene nada que agradecer, solo hice algo que cualquier persona haría. Aparte vine a trabajar y no creo que a mi jefe le parezca que mañana no este ayudándolo, pero muchas gracias por la invitación. -hago una ligera mueca y él ríe.

-Que injusto. Pero ¿Qué tal si le pasas tu número a Mark? -codea a su nieto. -Alguno de estos días viajaremos a Nueva York y podríamos ir al restaurante de Carlos para probar uno de tus postres.

Abro mis ojos sorprendida y asiento rápidamente sacando mi celular.

-Claro que si, Carlos estará encantado.

Mark me pide que le de mi celular y se lo doy mientras él apunta su número.

Siento como una mirada me quema y volteo encontrándome a Igor mirándome y tomando de un vaso, lo que supongo que es alcohol.

Mierda, mejor me voy.

-Listo. -me entrega mi celular en la mano y me da un ligero apretón haciéndome sonrojar.

-Gracias. -susurro bajando la mirada. -Creo que ya tengo que irme con mi jefe.

El señor James asiente un poco decepcionado pero luego sonríe.

-Claro, no hay ningún problema, gracias por ayudarme. Saluda a Carlos de mi parte. -se acerca a darme dos besos a mi mejilla.

-No hay nada que agradecer.

-¿Quien es tu jefe? -pregunta Mark curioso.

-Igor Gólubev.

-Iugh.

Los tres nos reímos y niego con la cabeza.

-No es tan malo como parece.

-Si tu lo dices. -Mark se acerca y me da dos besos en la mejilla. -Espero verte pronto, Kayla.

Me guiña un ojo y sonrío nerviosa e incómoda.

-Hasta luego. -me despido con una sonrisa y me alejo tratando de buscar a Igor.

Donde lo vi ya no estaba, ahora me toca buscarlo.

Me siento como un bicho aquí sola buscando a Igor rodeada de gente glamurosa, siento que todos me ven con asco o solo se me quedan viendo, pero sé que solo es ansiedad social, que ellos tienen cosas mas importantes que hacer y no solo verme.

No estás acostumbrada a estar con tanta gente.

-¿Ya terminaste de coquetear con el vejestorio y su nieto?

Me sobresalto al escucharlo detrás de mi.

-No estaba coqueteando con nadie, solo estaba ayudándolo y...

-Y por eso le das tu número al imbécil.

Iba a contestarle pero agarra mi cintura y me acerca a él.

-No quiero que te vuelvas acercar a él.

-Pero Igor...

-Cállate. -dice serio y una pareja se acerca a saludarnos.

Empiezan a platicar con Igor animadamente mientras éste contesta cortón. Me cruzo de brazos sintiéndome molesta.

Toda la noche fue aburrida, no puede ser que me sienta aburrida en París.

Igor y yo no hemos intercambiado ninguna palabra, es demasiado tarde y ni siquiera llegamos al hotel. Nos pasamos saludando mientras que Igor hablaba de negocios.

Vamos por el coche y yo me dedico a observar el hermoso paisaje, las calles, los edificios, la gente, todo esta tan distinto y tan lindo.

Tenemos pocas horas para dormir ya que es bastante tarde y mañana debemos ir a una empresa muy temprano. Suelto un suspiro. Igor se dedica a ignorarme mientras ve su celular.

Llegamos al hotel y cada quien va a su cuarto, se va sin decir ni una palabra. Suelto un suspiro y antes de entrar al cuarto, decido mejor bajar e ir a la alberca que tiene el hotel, prefiero conocer un poco más antes de encerrarme en el cuarto.

Me recuesto en la silla que hay para tomar el sol y me pongo a ver las estrellas.

¿Cómo estarán los pequeños?

En esta semana les pedí una disculpa a Michael y Lourdes, se que mi comportamiento no estuvo nada bien pero no sé que mierda me pasó, todo se me junto y lo único que hice fue asustar a los pequeños.

Suelto un suspiro y cierro mis ojos con fuerza.

Mi mente me hace una mala jugada y empiezo a recordar todo lo que he pasado y una de las peores cosas han sido fue encontrarme a Gilbert; recuerdo sus golpes, sus humillaciones y lo peor, en como pudo entrar en mi. Me levanto furiosa limpiando mis lagrimas y sin pensarlo dos veces me encamino a la habitación de Igor.

Toco desesperada la puerta de Igor y espero impaciente a que la abra.

No abre así que decido volver a tocar.

Escucho pasos y me preparo.

-¿Pero qué...

-Quiero. -abre sus ojos impresionado.

-Pero Kayla ni...

-Quiero, Igor, ayúdame. -trago saliva. -Quiero olvidar sus manos, quiero que me ayudes a olvidarlo.

Mis ojos se llenan de agua pero hago todo lo posible para que ninguna lagrima baje. Sus ojos me miran con un brillo y bajo mi vista a su abdomen desnudo, solo trae un short.

-Autocontrol no tengo, pequeña.

Hago algo que nunca pensé que haría en mis cinco sentidos. Me lanzo a sus labios. Igor no pierde el tiempo y sigue el ritmo de mis labios.

Parece como si estuviéramos hambrientos por nuestros labios, su lengua abre paso explorando toda mi cavidad bucal y eso hace que mis bragas empiece a empaparse.

Siento sus manos en la parte trasera de mis muslos y me carga haciendo que mis piernas abracen su cintura.

Me lleva hasta una pared cerca y me estampa haciendo que suelte un jadeo.

-Kayla. -susurra con voz ronca.

¿He dicho que me gustan sus susurros? Es que tiene una voz tan masculina, tan sexy que te hace mojar en tres segundos.

-Igor. -gimo cuando baja el escote del vestido y se prende de mis pechos.

Recargo mi cabeza en la pared y cierro mis ojos mientras disfruto como juega con mis pezones.

-Eso, gime para mi.

No sé en que momento estoy acostada en su cama y su cabeza esta entre mis piernas besando la parte interna.

Aprieto la sábana cuando siento su lengua juguetear con mis pliegues. Agarro su cabello y lo acerco más a mi, con mi otra mano tapo mi boca ya que mis gemidos se escuchaban más fuerte, deja de lamer.

-Quita tu mano que quiero escucharte. -se vuelve a pegar a mi vagina cuando quito mi mano.

Su lengua juega con mi botón hinchado y mete un dedo haciéndome arquear la espalda.

-Rica, siempre tan rica.

Que diga sus guarradas me hace mojarme más y siento como mi abdomen se contrae.

-Igor, voy a...

Empiezo a sacudirme incontroladamente y cuando siento que estoy a punto de llegar, Igor se separa mirándome con una sonrisa malévola.

-¿Sabes? Creo que mereces un castigo por andar dándole tu número a ese imbécil.