Chereads / Incandescente / Chapter 47 - Capítulo 47

Chapter 47 - Capítulo 47

Las carcajadas de Marcel son muy contagiosas pero trato de no reírme, las chicas están que casi lloran mientras que Igor detiene la cabeza de cada uno para que no le peguen.

Los chicos tratan de soltar golpes pero no puede gracias a que Igor los detiene.

-¡Chicos, basta! -grito y agarro a cada uno del brazo.

-Esos chiquillos realmente son muy lindos. -Marcel se limpia las lagrimas debido a la risa.

-¡No le vas a pegar! -grita Jacob enojado.

-No me va a pegar, cálmense.

Igor los mira con el ceño fruncido y Lucian le saca la lengua.

-Te vi. -regaño.

Marcel vuelve a carcajearse.

-Son unos pequeños protectores. -se acerca con una sonrisa de oreja a oreja. -Yo le dije a Kayla que no fuera. Ya no será tu secretaria. -anuncia y se acerca a revolverle el cabello a los chicos.

¿Qué? ¿Ya no seré más la secretaria de Igor? ¿Me corrió?

Abro la boca para hablar pero Igor me gana.

-De ninguna manera, ella es mi secretaria, yo la contraté. -suelta acomodándose la corbata tratando de mantener la calma.

-Si, pero eres un patán, entonces ella será secretaria de Alek y la secretaria de Alek será tuya. -sonríe y agarra a los niños de las manos para llevárselos a jugar.

-No.-interrumpe enojado. -Ella es mi secretaria.

-¿Es qué no aprendes verdad? -voltea enojado y fulmina con la mirada a Igor. -Ella no es ninguna propiedad para que la reclames "tuya".

Las chicas se quedan boca abierta y yo igual.

¿Ahora trabajaré para Alek?

-¡Tú ya no tienes ningún derecho de opinar sobre la empresa! -se acerca con el rostro enfurecido. -Ella se va a quedar conmigo y punto.

-Bien. -responde tranquilo. -Entonces te desheredo y le dejo la empresa a Alek.

Igor suelta una carcajada sarcástica.

-Chicos, vámonos. -les digo antes de que los pequeños se asusten más.

-Ese imbécil no sabe ni manejar su vida, menos la empresa.

-¿Y tú si? -responde burlón haciéndolo enojar más.

-Nosotros nos retiramos. -susurro.

-¡Ella se va a quedar conmigo y punto!

-Ella se irá con Alek.

Las chicas agarran sus cosas mientras no dejan de ver la pequeña pelea.

-Tal vez si te aprendes a comportar, ella vuelva a ser tu secretaria. -se le burla en su cara.

Cada quien se coloca su suéter para dirigirnos a la salida.

Trago saliva al no tener idea lo que me espera en ser la secretaria de Alek.

-Kayla, mañana iremos juntos a la empresa y te enseñaré como trabajaras con Alek, descansen chicos. -nos sonríe amable mientras que Igor parece león enjaulado caminando de un lado a otro.

-Adiós. -se despiden al unísono.

Yo solo asiento y le sonrío nerviosa.

-Hasta mañana.

-¡Oh, por cierto! -Marcel nos detiene. -Chicos, no sé preocupen que Igor no le pondrá ni un dedo encima a su hermana. ¿Sí? -los chicos asienten serios y chocan su mano con Marcel en forma de despedida.

(...)

-Harás la mismo que con Igor, debo admitir que Alek es un poco más accesible pero igual, si hace algo que no te parezca me dices. -me dice mientras nos adentramos a la oficina de Alek ya que me explico todo.

Es un poco distinta a la de Igor, esta tiene mucho más color.

-¡Kayla! ¡Tati! -escuchamos desde atrás.

Nos volteamos y encontramos a Marina venir hacia nosotros con los brazos extendidos.

-¡Marina! -se emociona cuando lo abraza.

-¿Qué hacen por aquí? ¿Igor cambió de oficina? -dice cuando termina de abrazarme.

-Ahora Kayla será secretaria de Alek. -informa y Marina abre sus ojos como platos.

-¡Si! ¡Podré trabajar con Kayla! Estoy segura que Alek si me dejará. -dice emocionada y me contagia.

-¿Por qué no me habías dicho? -frunce el ceño.

-Ay, tati, no quería problemas. -se encoje de hombros y me sonríe. -Por cierto, él chico que les tomó las fotos me pidió tu número para hacer una sesión de unos perfumes, espero no te moleste.

Me quedo trabada al escucharla. Ahora estaremos en una sesión con perfumes.

-Oh no, claro que no hay problema, gracias. -le sonrío y ella me devuelve la sonrisa.

Se sienta en el escritorio y empieza a hojear una agenda.

-No esta tan ocupado como Igor.

-Deja ahí. -regaña Marcel. -Si te vas a quedar aquí debes ayudar a Kayla y no atrasarla.

Marina hace un puchero y asiente.

-La ayudaré.

-Buenos días. -entra el padre de Marina. -Señorita Larson.

Me sonríe y rápidamente me ofrece su mano que acepto educadamente.

-Buenos días.

-Hola, papi. -lo abraza.

-Hola, mi amor. -le responde con un cariño que me hace sonreír.

Necesito a mi papá aquí, conmigo.

-Bueno, solo vine rápido a entregarle esto. -me ofrece una carpeta que la abro confundida. -Es una suite con vista al mar y es lo bastante grande para que todos quepan ahí, los boletos de avión, el restaurante y lo demás esta pagado, solo debe preocuparse por disfrutar.

Me quedo perpleja viendo como adentro hay boletos que con solo verlos se ven bastantes caros.

-No hace falta, señor Gólubev. -me niego rápidamente extendiéndole la carpeta. -Lo que hice lo haría...

-Nunca podré agradecerte lo que hiciste por mi pequeña, no sé que hubiera pasado si tu no hubieras llegado. -mira a Marina que hace un puchero y él le acaricia la mejilla paternalmente. -Así que acepta eso que yo te dije que te daría eso y si les gusta, prometo darles más.

-Señor no, esto es demasiado y yo...

-Lo aceptarás y eso no esta en negociación, te lo mereces por salvar a la primera chica de nuestra familia. -Marcel ordena firme.

Marina asiente entusiasmada.

-Me tengo que ir, espero disfrutes tu fin de semana. -me sonríe gentilmente y después se despide de su hija y padre.

-Gracias. -susurro antes de que se vaya.

-¡Kayla, irás a las Bahamas! -grita entusiasmada.

Sigo mirando la carpeta como si estuviera retrasada ya que no puedo creérmelo.

Llevaré a mis hermanos de vacaciones.

-Mi Kayla, es momento de presentarles el mar a tus hermanos. -me anima Marcel.

Lo miro y mis ojos se ponen llorosos.

-Los llevaré a conocer el mar. -susurro sin poder creerlo.

-¡¿No conocen el mar?! -pregunta Marina indignada.

Niego y sonrío como idiota al no poder esperar y darles la maravillosa noticia.

Estoy ansiosa en ver la cara de mis hermanos al decirles que los llevaré al mar. El decirles que viajaremos en avión, que estaremos en un gran hotel.

Siento que el aire me falta.

-Marina ven con nosotros. -digo cuando salgo de mi ensueño. -Nunca hemos viajado y no conozco ese lugar, sé que tu si y nos podrás guiar.

Sueno desesperada. ¿Qué haré si uno de los chicos se mete al mar y se va a lo hondo? Yo no sé nadar.

Empiezo a ver todos los contras que tiene este viaje y siento mis nervios a tope.

-¡Claro! Estaba esperando la invitación. -sube y baja sus cejas.

-No pueden ir solas. -suelta Marcel. -Hay mucha gente mala por ahí que se aprovechará de ustedes. Kayla ni sus hermano conocen y...

-Yo las puedo acompañar. -escuchar su voz gruesa me hace temblar en cuestión de segundos.

Ambas miramos al proveniente de esa voz y como siempre quedo embobada ante la imagen que da. Un chico musculoso con su traje a la medida exacta, su cabello peinado hacia atrás y esa mandíbula marca con ese rostro impecable que solo demuestra lo frío que puede llegar a ser. Su mirada choca con la mía.

Creo que Igor siempre me hará babear.

-Me parece bien. -sonríe Marcel. -Llevarán a Carlos.

Igor bufa y Marina empieza a dar brinquitos mientras chilla emocionada.

-¡Nos iremos a las Bahamas! -se acerca a mi y me abraza sin dejar de saltar.

Sonrío.

-¿Acaso es una reunión familiar? -la voz de mi nuevo jefe se hace presente.

Me separo rápidamente y aliso mi falda bajo la mirada de Igor.

-Buenos días, Alek. -saluda Marcel. -De ahora en adelante Kayla será tu secretaria y tu ex secretaria será la de Igor.

Alek me mira sorprendido y una linda sonrisa se forma en su rostro.

-Será todo un gusto trabajar con usted, señorita. -sonríe coqueto y siento un ligero rubor haciéndome bajar la mirada.

-No será por mucho, así que ni te acostumbres. -Igor suelta y se da media vuelta para irse. -Larson, venga.

Me veo confundida por el momento y Marcel asiente cansado.

-Si en diez minutos no vienes yo voy por ti. -me sonríe amable y asiento nerviosa.

Me encamino a la oficina de Igor y veo a una chica bastante frustrada y con mil papeles en el escritorio. Igor la ignora y ella se acomoda los lentes al momento en que pasamos.

-Buenos días. -susurra.

Como es de esperarse, Igor la ignora.

-Buenos días.

Me sonríe y la imito. Igor espera a que pase para después cerrar la puerta detrás de mi.

Trago saliva.

-Ni se te ocurra andar de amable con Alek. -su entrecejo esta fruncido y cada vez se acerca más a mi. -No te acostumbres a trabajar con él que en poco tiempo vuelves a mi.

Siento como algo me hierve dentro.

-Yo puedo ser amable con quien quiera.

Su mandíbula se aprieta y se acerca más haciendo que levante mi cabeza para mirarlo.

-No. No debes ser amable con él, solo conmigo.

Su cercanía me hace más idiota y me quedo delirando con sus labios entreabiertos hasta que proceso bien sus palabras.

-Claro que no. -me alejo frunciendo el ceño. -Yo puedo ser amable con quien yo quiera...

-¡Que no! -grita volviendo acercándose a mi. -Solo serás amable conmigo porqué eres mía.

Abro mis ojos como plato para después reírme a carcajadas.

-A ver, yo no soy de nadie y si el ayudarme en mi vida miserable para usted es tener el control de mis cosas y ser de "usted". -hago comillas con mis dedos. -Pues no quiero su caridad.

Me empuja a la puerta y pone su mano en mi cuello haciendo que lo vea a los ojos.

-Me importa una mierda, tu eres mía y listo. -empieza a restregar su bulto en mi abdomen.

-No lo soy. -susurro distraída por su bulto. -Así como usted no es nada mío. Si usted puede estar con la señorita Stacy. ¿Por qué yo no estar con Alek?

Su rostro queda en blanco y se separa al momento que se escuchan toque en la puerta.

-Mi Kayla, tu nuevo jefe te habla. -entra Marcel salvando la situación.

-Claro, con permiso. -salgo como rayo.

Veo a la nueva secretaria de Igor haciéndose líos y me acerco.

-No estés nerviosa, no es tan difícil, sé que es algo estresante trabajar para el dueño de esta empresa. -le sonrío y ella se ajusta los anteojos. -Si ocupas ayuda en algo puedes marcarme.

Asiente y me sonríe enseñándome sus frenillos.

-Muchas gracias, por el momento es solo los nervios. -asiento comprensiva.

-Lo entiendo, estoy igual con mi nuevo jefe. -ella ríe y niega.

-No es tan malo, solo cuando esta enojado. Igual si ocupas algo me llamas

Le sonrío amable antes de irme y agradecerle.

-¡Tú estás en las nubes! -escucho a Be cuando me acerco a ella. -Eso de trabajar para dos bombones esta para morirse.

Suelta una risilla.

-Tu igual trabajas para ellos.

Chasquea la lengua.

-¡Pero no es igual! Tu tienes más contacto con ellos. -sube y bajas las cejas.

Niego rápidamente y me despido.

-Estas loca. Te dejo que tengo que ir con mi nuevo jefe.

-¡Suerte! -escucho cuando ya estoy por entrar con Alek Gólubev.

Al llegar, me preparo y tocó su puerta.

-Pase.

Entro con cuidado y él tiene su vista fija en la computadora, pero cuando me ve se despega por completo y me observa con una sonrisa.

-Siéntate. -ofrece amable. -Te explicare algunas cosas.

Tomo asiento y empiezo a prestarle atención al momento en que empieza a explicarme como le gusta trabajar a él y muchas cosas más.

-Bueno, tal vez después de todo se me hizo poder compartir tiempo contigo. -dice con una sonrisa que me hace removerme incómoda.

-¿Compartir tiempo conmigo?

-Claro. -recarga ambos codos en el escritorio observándome más de cerca. -Siempre he pensado que eres una persona interesante.

Suelto una risita.

-Creo que soy de todo menos interesante. -me burlo.

-Eso está por verse.

Empiezo a jugar con mis mano por el nerviosismo y me levanto.

-Empezaré con mi trabajo, con permiso.

-Adelante.

Me voy hacia mi nuevo puesto de trabajo y empiezo a hacer lo que me pidió.

Llevo horas concentrada en mi trabajo y es un poco más fácil ya que Alek no es tan exigente con algunas cosas, también es que Alek no recibe tantas llamadas con Igor y eso me beneficia porque no tiene la agenda tan ocupada.

-¿Que le parece a mi nueva secretaria ir a comer? -levanto la vista al escuchar a Alek. -He escuchado por ahí que es muy importante tener buena comunicación con tu secretaria. -bromea.

Sonrío.

-No creo que...

-No acepto un no por respuesta. Solo hice la pregunta por educación. -me interrumpe y río.

-Bien. -me levanto tímida.

Me abre la puerta como buen caballeroso.

-¿Cuál es tu restaurante favorito? -pregunta mientras esperamos que el elevador se abra.

-Uhm, la verdad no...

-¿A dónde van? -suena más como regaño.

Volteamos y vemos a Igor cruzado de brazos.

-A comer, por si no sabes tenemos una hora de comer. -le responde obvio Alek.

Igor aprieta la mandíbula y me observa.

-¿Juntos? -me pregunta y me encojo de hombros.

-¿Cuál es tu problema, Igor? -Alek se acerca con su rostro serio. -¿Acaso te gusta la señorita Larson?

Me tenso y las manos me empiezan a sudar. Igor suelta una carcajada y me hago chiquita.

-Claro que no, deja de decir estupideces, Alek. -me mira y volteo hacia Alek para no verlo. -Necesito que a la inútil de tu secretaria le enseñe unas cosas, así que vamos, Larson.

Nos da la espalda y empieza a caminar a su oficina.

-Te recuerdo que es la hora de comida, todos los empleados tenemos derecho a ir a comer.

-El jefe soy yo. -se voltea con el rostro enfurecido. -Larson, avanza.

Respiro hondo sintiéndome completamente furiosa. Miro a Alek tratando de apagar la furia.

-Lo siento...

-No te preocupes, para otro día. -me guiña el ojo. -No me rendiré.

Me quedó con confusión ante sus palabras y decido ir atrás de Igor.

-Te dije que no fueras...

-¡Y yo te dije que puedo hacer lo que me da la gana! -exploto haciendo que la secretaria se sobresalte.

Igor se acerca con el rostro más serio y yo muevo antes que se acerqué más.

-¿Qué es lo que quiere que le enseñe? -trato de calmarme pero la furia no baja. -Que yo sepa usted no le ha explicado como quiere que trabaje.

-Porque ese es tú trabajo. -reclama.

-Claro que no.

La secretaria se levanta y se acomoda las gafas.

-Si me disculpan me iré a la hora de comida.

Igor no le dice nada y la chica sale sin reclamos por parte de Igor.

Frunzo el ceño y lo miro indignada.

-¿Qué mierda te pasa? ¡¿La dejas salir y yo como le explico?! -reclamo enojada.

-Cállate.

-¡No! -empiezo a caminar de un lado a otro bajo su mirada. -Primero me dices que no tengo derecho a comer con mi nuevo jefe, luego me...

Su mano se enreda en mi cuello y me estrella contra la pared.

-Te dije que te callarás, Kayla. -susurra cerca de mis labios con esa voz ronca.

La boca se me seca y trato de pasar saliva.

-Aléjese de mi.

Se acerca más y me lleva hasta la puerta para ponerle seguro.

-¿Y si no quiero, qué?

Mis piernas empiezan a flaquear y cuando me voltea de golpe dejándome a espaldas de él mi entrepierna empieza a dar pequeñas palpitaciones.

-¿La deje muda, señorita Larson? -susurra en mi oreja mientras pasa sus manos por mi cintura.

Niego y cierro los ojos cuando sus manos empiezan a bajar y su mano azota fuerte contra mis glúteos haciéndome pegar un chillido.

-¡Déjame!

Me remuevo desenfrenadamente pero el vuelve azotarme.

-Quieta.

Restriega más su bulto contra mi trasero.

-No soy ningún animal. -murmuro con los ojos cerrados disfrutando su roce.

-Te comportas como una. -su mano esta cerca de mi entrepierna y me siento ansiosa.

Esta mal, no puedo ser tan idiota como para caer ante él. Me voltea y solo unos centímetros me separan de sus labios.

-Déjame volver a disfrutarte. -es lo último que dice antes de atacar mis labios.