Goi quien se encontraba cuidando el exterior del campamento pudo sentir como un pequeño copo de nieve caía en su nariz, por lo que al levantar su rostro y pudo mirar a través de la rama de los árboles, que el cielo estaba completamente gris.
'Supongo que la diosa Skade debe de tener para nosotros alguna sorpresa y espero que sea buena, pues lo último que necesita la expedición es que ocurra alguna cosa…'
Los pensamientos de Goi fueron interrumpidos cuando uno de los guerreros le entregó una pequeña taza de cerámica la cual tenía agua hervida con hojas de pino,
"Goi deberías de tomarte un pequeño descanso, ya que posiblemente esta nevada se convierta en una ventisca.
Por lo que no sería buena idea estar cansados, cuando no podamos ver más allá de nuestras narices, por la nieve"
Goi cerró sus ojos por unos momentos y aceptó la taza que le estaba ofreciendo su compañero "Supongo que tienes razón, solo espero que Jarl Sven y el resto de nuestros compañeros pueda regresar a salvo"
Mientras esto sucedía, en la pequeña cabaña destartalada Derick se despertó de golpe, cuando pudo escuchar como la puerta se cerraba detrás de él, aprovechando el momento de que el demente monje no se encontraba cerca.
Usó sus manos y empezó hacer fuerza en las cadenas que se encontraban pegadas en la pared de la cabaña, ya que se había percatado en la noche, que aunque parecían estar fijas en la madera
Estas se empezaban aflojar cada vez más, por lo que estaba seguro que si continuaba moviéndolas de manera continua estas se podrían safar.
El monje quien había salido de la cabaña formó una sonrisa en su rostro, al ver la nieve que se encontraba afuera de ella, el páramo nevado y los rayos del sol le hacían recordar la pureza del mundo.
Dando un respiro profundo e ignorando los copos de nieve que estaban cayendo, caminó hacia donde se encontraba el tocón del árbol, el cual utilizaba para cortar madera
Una vez llegó a él, tomó el hacha que le había robado a el Vikingo y la uso para cortar algunos pequeños troncos que tenía, como si ya lo supiera de memoria, tomo el primer tronco que encontró, lo colocó sobre el tocón y usando sus dos manos lo partió en de un golpe.
Conforme más partía los troncos, más feliz estaba, incluso se tomaba el tiempo para tararear algunas de las oraciones que él hacía en el templo.
Mientras esto estaba sucediendo Derick logró liberar su mano izquierda de la cadena que la oprimía por lo que usando esa mano hizo fuerza en la cadena de su otra mano.
Poco a poco el clavo que sostenía la cadena de su mano derecha empezó a aflojarse por lo que usando toda sus fuerzas logró sacarlo de la pared.
Pero esto ocasionó que la cadena en su mano le lastimara su muñeca pues el clavo salió con tanta fuerza que le golpeó, sin mencionar que los músculos de su hombro que tenía lastimados por la mordida del monje le dolieron por el movimiento que hizo.
Aguantando sus ganas de gritar por el dolor, Derick apretó sus dientes y empezó a intentar liberar sus pies de las cadenas que lo sostenían.
Después de un tiempo que se le hizo eterno a Derick, este liberó sus dos pies de las cadenas que lo habían oprimido.
Una vez libre Derick buscó en la choza algo de comer y beber pues no había probado comida alguna en los últimos días.
Conforme buscaba en la choza logró encontrar un pequeño saco que tenía algunas plantas y hongos secos por lo que usando su mano tomó un puñado y los puso en su boca.
Sintiendo una gran cantidad de sabores en su boca solo tragó lo mejor que pudo y continuó alimentándose de las plantas secas que había en aquel saco.
Cuando sintió que ya no podía tragar más pues su garganta estaba seca, tomó la hoya de hierro oxidada que estaba en el fogón y bebió del agua que había.
Al sentir como el agua refrescaba su boca y garganta seca siguió bebiendo hasta casi quedarse sin aire en los pulmones, tras acabar de beber respiro profundamente y miró con odio la puerta.
"Te mataré maldito hijo de perra y me encargare de cagar sobre tu cadáver."
El monje quien se había perdido en los pensamientos que le causaba la nieve, no se percató de que tan tarde era, hasta que pudo sentir como lo que había sido una nevada se empezaba a convertir en una ventisca.
Por lo que refunfuñando, tomó los más que pudo de la madera que había cortado y se dirigió a la choza, al llegar a la puerta la abrió ignorante de lo que había dentro, pues los troncos que traía en las manos le bloqueaban la visión.
Al entrar a la choza sintió como algo, lo empujaba contra la nieve, haciéndole caer en la nieve y provocando que los troncos le cayeran en la cara rompiendo su nariz.
"Hoy te vas a morir maldito!!"
Intentando levantarse de la nieve el monje sintió como la persona que había gritado le pateaba el estómago, esto ocasionó que vomitara parte de sus jugos gástricos.
Pero no tuvo tiempo para lamentarse pues, abriendo los ojos miró al pecador quien se había liberado de sus cadenas, mordiendo su labio el monje logró evitar la segunda patada que estaba por propinarle el pagano.
Para ello puso sus manos en la nieve y empujo sus cuerpo hacia atrás, lo que hizo que la patada del pagano solo le aventara algo de nieve en sus rostro.
Derick se sorprendió de las acciones del monje, por lo que se lanzó a él precipitadamente y colocó lo más rápido que pudo sus manos en el cuello del monje.
"Muere!!!"
Usando todas sus fuerzas disponibles, apretó lo más que pudo el cuello demacrado del monje, esperando que este muriera asfixiado.
El monje usando las pocas fuerzas que tenía, usó una de sus manos para llegar a una de sus bolsas que tenía su túnica.
Sintiendo como su vida se escapaba de las manos, pudo sentir el tacto de la daga oxidada en su mano por lo que la sostuvo con toda su voluntad y sacándola de su túnica atravesó el costado de Derick.
Esperando que con ello el maldito pagano lo dejara en paz, pero fue que en ese momento comprendió que su intento había sido en vano, pues a pesar de que la daga había atravesado el costado del pagano.
Este le apretó con mucha más fuerza su cuello, haciendo que las últimas fuerzas del monje se agotaran, por lo que viendo un pequeño rayo de esperanza tocó la herida de la mordida que le había hecho.
Derick soporto el dolor mordiendo su labio con tanta fuerza que la sangre salió por la comisura de su boca, el monje al no poder respirar solo pudo dejar caer sus manos sin fuerzas.
Por lo que en sus últimos segundos de vida, pudo sentir cómo el señor que tanto le había hablado le invitaba a ir con él a sus dominios, esto ocasionó que su rostro cubierto por la sangre de su nariz se formara una sonrisa antes de morir.
Derick se percató que el maldito monje había fallecido pues su cuerpo convulsionó por algunos segundos antes de quedar sin vida.
Por lo que soltó el cuello de aquel cadáver y usando su mano izquierda tocó el costado de su cuerpo y fue entonces que sintió la daga que el monje le había enterrado.
Sabiendo que si la dejaba adentro, quizás podía morir, la apretó con todas sus fuerzas y la sacó de un jalón, conteniendo sus ganas de gritar, sostuvo la daga en su mano y la enterró en el pecho del cadáver.
"MALDICIÓN!!"
Gritó con todas sus fuerzas Derick mientras apuñalaba una y otra vez el pecho del monje, lo hizo una y otra vez hasta que estuvo satisfecho.
Al ver el pecho ensangrentado del monje se dió cuenta que la venganza que había estado planeando no le había traído la tranquilidad que esperaba, sin embargo, podía estar seguro que había sobrevivido, pues el dolor que sentía en su cuerpo y el aire frío que cubría todo su cuerpo le estaban diciendo que por fin había conseguido la libertad.
Tras disfrutar un poco de la sensación que tenía, se levantó del cadáver del monje y se dirigió a la choza ya que debía de quemar la herida de su costado para evitar que esta sangrara sin mencionar que también debía de revisar el lugar donde el monje lo había mordido.
Cuando estaba por entrar a la choza pudo sentir como sus fuerzas se empezaban a desvanecer y sintió como su vista se empezaba a nublar.
"Nei..."
Al decir aquella palabra cayó de rodillas y antes de perder por completo la conciencia pudo recordar la forma de las plantas secas que había comido.
Hay fue cuando se dió cuenta que había comido un montón de hongos venenosos, con los ojos llorosos cayó al suelo en donde dió su último suspiro antes de morir.
El lugar quedó completamente en silencio siendo el único ruido el de la ventisca la cual cubrió los cuerpos del monje y Derik en la nieve.
Dejándolos completamente cubiertos por un manto blanco el cual escondió sus cuerpos en su interior.