En una choza cubierta de nieve Anders estaba sentado comiendo un plato de trigo hervido que tenía un poco de pescado seco.
Cuando estaba por comer otra cucharada de su comida, la puerta de la choza se abrió y desde el exterior entró una mujer que tenía una capucha negra que le cubría la cabeza.
La mujer ignorando los cadáveres en el suelo camino hacia la mesa donde está sentado Anders "No crees que si vas a matar a una familia de uno de tus guerreros al menos deberías tomarte el tiempo para limpiar sus cadáveres.
Es bastante desagradable pisar tripas de niños, ya suficiente tengo con pisar la mierda en el puerto."
Anders frunció su ceño para después tomar el plato de madera y vaciar el contenido en los pies de la mujer que estaba a su lado.
"Supongo que ahora están sucios por lo que no deberías tener ninguna queja por la sangre y tripas en el suelo."
La mujer sólo exhaló y tomó una de las sillas para poder sentarse frente al Berserker, "Anders por la noche empezará nuestra limpieza de la capital.
Gracias a Olson el grupo de guerreros leales al viejo rey está repeliendo una invasión de cristianos en la muralla de Danevirke…"
Anders puso su daga en el cuello de la mujer y la interrumpió "No me digas cosas que ya sé, sólo dime qué señal tengo que esperar."
"Se va empezar a quemar el granero de la ciudad y en ese momento tendrás que actuar."
Anders se empezó a reír mientras quitaba su daga del cuello de la mujer, "Ves que puedes ser obediente y no necesitás dar información de más."
La mujer le sonrió a Anders y caminó hacia la salida de la casa, pero no salió, se detuvo en la puerta, "Anders te recuerdo que solamente eres un perro y si vuelves apuntarme con una daga, me encargaré de cortarte personalmente los huevos y meterlos en tu boca.
Espero que me hayas entendido. Ahora sí me disculpas tengo que ir a darle la cara al bastardo de mi marido."
Al acabar de decir esas palabras la mujer salió de la choza y Anders sólo frunció el ceño "Maldita perra, si tan solo no necesitará de las tropas de tu familia me encantaría jugar con tu cuerpo para después dejar tu cabeza en la mierda más grande que pueda encontrar."
Tras decir aquellas palabras, Anders se acercó al fogón de la choza y se sirvió otro plato de trigo. "A pesar que gritaste como perra cuando mate a tus hijos tengo que admitir que hiciste un buen trabajo haciendo esta comida."
Usando su cuchara de madera señaló al suelo dónde estaba el cadáver de una mujer que no tenía ojos "Es una pena que tu marido sea un vil traidor y que el rey me haya pedido que los matará.
Pero no todo son malas noticias, ya que el rey que ordenó tu muerte también morirá por mi mano."
Mientras esto estaba sucediendo, en el granero de la ciudad dos guardias se encontraban cuidando la entrada del edificio.
"No crees que esta noche es demasiado calmada, por lo general a estas horas deberían de estar las prostitutas que a menudo frecuentamos."
"Eso quizás se debe a que la gran mayoría del ejército partió a la muralla de Danevirke para defender el reino de la invasión de los francos y tú sabes que las prostitutas se van con ellos.
Por cierto Sten crees que podrías entrar al granero a revisar si no hay ratas, creo que sería conveniente revisar que no se estén comiendo el grano."
"Claro, por qué no."
Sten entonces abrió la puerta del granero y entró para buscar alguna rata para matar ya que si dejaban que alguna abriera los costales de granos ellos serían castigados.
Mientras estaba revisando los costales empezó a oler un aroma a quemado, por lo que rápidamente se dio la vuelta y notó que la puerta se estaba incendiando.
Esto ocasionó que Sten se asustara, pues si la puerta se estaba quemando quería decir que posiblemente él no podría salir de ese lugar, ya que no había ninguna otra salida.
"Henning, se está quemando la puerta del granero busca ayuda por favor."
Gritó Sten con todas sus fuerzas pero no pudo escuchar ninguna respuesta, Henning por su parte ignoró los gritos de su compañero y usando su antorcha quemó lo más que pudo del granero.
"Lo siento Sten pero tu muerte es necesaria al igual que la quema del granero.
Pero no te preocupes estoy seguro que el Berserker Anders se encargó de tu familia, sabes es una verdadera pena, tu esposa era demasiada bella y si todo lo que dicen que Anders es verdad…
Pobre perra."
Sten quien no podía escuchar lo que estaba diciendo Henning, hizo todo lo posible para buscar en el granero algo que lo dejara salir.
Por más que buscaba no pudo encontrar nada útil que le permitiera huir del lugar, por lo que en un acto desesperado abrió uno de los costales y fue entonces que cayó de rodillas mientras miraba con horror el interior de aquel costal.
Para su mala fortuna no había grano dentro del costal, sino que solamente estaban llenos de hojas secas de árboles y algunos trozos de madera, los cuales parecían estar cubiertos de una sustancia negra que olía bastante raro.
Sten salió del trance en el que se encontraba al ver cómo una pavesa caía sobre uno de los costales, en ese momento el costal se prendió en fuego casi de manera instantánea.
Haciendo una reacción en cadena la cual ocasionó que todos los costales se encendieran.
Sten pudo sentir como el calor del fuego se extendía en toda su piel, mientras las llamas empezaban a quemar su ropa, lo cual ocasionó que empezará a gritar de dolor.
Sus desgarradores gritos se escuchaban dentro del granero, el cual ya se encontraba por completo en llamas.
En el exterior Henning se encontraba mirando orgulloso lo que había logrado, como si el fuego le trajera tranquilidad, incluso casi de manera inconsciente sintió la necesidad de reírse.
Pero todo quedó solo en su mente pues sintió un líquido cálido recorriendo su torso, al bajar la mirada se percató de que una espada lo había atravesado, provocando inmediatamente que su cuerpo cayera al suelo.
Tosió algo de sangre antes de que todo se volviera oscuro.