En una habitación tenuemente iluminada los gritos de dolor de una mujer se podían escuchar.
"Maldita esclava, solo tenías que traer el vino que te pedí!!"
El viejo Rey gritó mientras pateaba a una mujer que estaba en el suelo.
"Mi… Rey, por favor tenga piedad."
Dijo la mujer en el suelo mientras su rostro que estaba lleno de lágrimas y mocos, miraba al viejo Rey.
El viejo Rey miró con odio a la mujer y dejó de patearla solo para caminar a su pequeña mesa que había en la habitación y tomar de ella su hacha.
Tras agarrar su hacha con enojo se dió la vuelta y miró a la mujer que estaba acurrucada en el suelo.
"No lo haga mi Rey, por favor no lo haga…"
La mujer sólo pudo gritar su última palabra, pues fue interrumpida por el hacha del viejo rey, la cual se enterró en su cráneo partiéndolo por la mitad.
Al ver que la esclava estaba muerta el viejo rey que tenía una sonrisa en su rostro tomó el mango de su hacha y empezó a cortar el cadáver de su esclava mientras gritaba de furia
"Pedazo de mierda sabes cuánto costaba el vino de Roma que tiraste, una sola copa vale más que tu mugrosa vida.
Pero no querías detenerte con ello, sino que me viste con tu estúpida cara de mujer cristiana…"
El rey interrumpió su discurso cuando escuchó como la puerta de su habitación se abría.
"Mi Rey, el granero de la ciudad se está incendiando y algunas casas cercanas se están quemando."
El viejo rey al escuchar las palabras de su subordinado, empezó a respirar con fuerza, y miró con odio al pobre guardia que estaba temblando en el marco de la puerta.
"Todos ustedes son unos pedazos de mierda parece que no los puedo dejar solo por un momento sin que toda la jodida ciudad se prenda en llamas.
Ve e informa a la guardia del palacio, que mueva el culo y que apaguen el granero y si por algún motivo los costales de granos están quemados me encargaré que toda su comida sean pedazos de mierda y beberán sus propios orines
¡Así que muévete pedazo de escoria"
El guardia al escuchar las palabras del rey casi se orina encima, se dio la vuelta corriendo hacia los barracones de la guardia ya que sabía que si no lo hacía posiblemente terminaría como la esclava que había matado del rey.
Al ver a su guardia salir corriendo, el viejo rey intentó tranquilizarse mientras intentaba pensar la mejor manera para solucionar el problema del granero.
"Esos idiotas que se supone que estaban haciendo, sólo tenían que cuidar el granero.
Si me entero que ellos quemaron el granero me encargaré de que sus familias sufran las peores desgracias, aunque no ganaré nada en este lugar.
Espero que Anders pueda descubrir quién o qué fue el causante del incendio."
Al acabar de hablar consigo mismo el viejo rey tomó una de sus túnicas y salió de su habitación intentando dirigirse hacia la muralla de la mota, quería ver qué tanto daño estaba haciendo el fuego.
Cuando bajó de su torre y salió al exterior lo primero que notó fue que en el cielo de la noche las estrellas estaban completamente cubiertas por una gran nube oscura la cual parecía provenir de la ciudad.
Esto hizo que el viejo rey apretara los dientes mientras caminaba hacia las escaleras de madera de la muralla.
Al llegar casi se desmaya al ver que la ciudad estaba completamente en llamas, todos los edificios que eran de madera parecían estar completamente incendiándose como si de un ataque de tratará
El viejo rey sintió algo de miedo pues sabía que la mayoría de su ejército había ido a la muralla del sur.
Pues los Francos estaban lanzando un ataque muy bien coordinado con la intención de destruir la muralla de Danevirke.
Con algo de ansiedad el viejo rey bajó las escaleras de la muralla y tomó por el hombro a uno de ellos guardias que parecía estar corriendo con un cubo de madera repleto de agua.
El guardia derramó el agua sobre los pies del rey cuando lo tomó por sorpresa del hombro.
"Pedazo de mierda me gustaría matarte por tu estupidez pero no tengo tiempo que perder.
Quiero que busques a Anders y a mi esposa, cuando los encuentres traerlos hacia la torre y dile a los guardias que dejen de perder el tiempo intentando apagar el incendio en la ciudad.
Necesito que todos estén cuidando la muralla de la torre pues no quiero que algún ejército enemigo pueda entrar en el lugar."
Después de decir lo que quería el viejo rey entró a la torre mientras que el guardia quien se había orinado encima empezó a correr con el líder de la guardia para informarle de las nuevas órdenes.
Anders quien se encontraba chiflando de felicidad, disfruto del fuego y los gritos que estaban ocurriendo a su alrededor llegando al punto de abrir sus manos para poder disfrutar del calor que estaba sintiendo en aquel momento.
Caminó de esta manera ignorando por completo a todas las personas que lo miraban con horror.
No fue hasta que de una de las casas que se encontraba en llamas una mujer que tenía la piel completamente carbonizada salió con lo que parecía ser un gran pedazo de carbón en sus manos.
La pobre mujer camino sin poder ver, sentir o escuchar nada, sus ojos habían estallado por el calor, sus oídos ya no escuchaban y ya no sentía dolor.
Ella caminó lejos hacía lo que creía que era un lugar seguro pensando que había salvado a su bebe, pero para su mala suerte acabó chocando con una persona.
Anders se enfureció tanto al ver que aquella maldita mujer le había tocado, por lo que sin pensar sacó sus dos hachas y blandiendolas empezó a cortar el cuerpo de aquella mujer y el pedazo de carbón que tenía en las manos.
Esto ocasionó que Anders entrara en su modo bersek por lo que acabando de desquitar su furia en esa mujer cambió su mirada hacia algunos cuantos niños.
Los cuales tan solo estaban llorando pues no sabían dónde estaban sus padres o si estaban vivos, por lo que no se percataron del peligro que se acercaba a ellos.
Mientras esto estaba sucediendo, desde la mota un guardia estaba corriendo hacia la ciudad lo más rápido que podía, pues necesitaba encontrar el paradero del Berserker Anders y de la reina.
Cuando llegó a la ciudad el guardia casi vomita por el aroma a barbacoa y la gran cantidad de humo que había en la ciudad, pero a pesar de sus náuseas el guardia siguió corriendo entre las calles.
En las calles pudo escuchar gritos de toda clase de personas y animales los cuales provenían de los edificios en llamas, aunque estos solo duraban por algún tiempo hasta que se silenciaban por completo.
Entre todos los gritos pudo escuchar los gritos de una mujer que pedía piedad a un Berserker por lo que el guardia empezó a correr hacia donde estaba gritando aquella mujer...