Cuando Ansgar bajo a la falda de la montaña una sonrisa forzada se formó en su rostro, se dio cuenta de que ya era bastante tarde y que solo tendría unas cuantas horas para cruzar el desierto el desierto de nieve.
Sin perder el tiempo empezó a caminar a través de la nieve que se había acumulado en el páramo.
Sabía que tenía que caminar de manera recta pues si se iba hacia la izquierda entraría al desierto de nieve en dónde posiblemente llegaría a el gran trozo de hielo que había podido ver desde la montaña, mientras que si se iba a la derecha se toparía con otra cadena montañosa.
Conforme se movía a través de la nieve se sorprendió de lo bello del paisaje pero le incomodaba la fría soledad que se sentía en el lugar.
Lo único que podía ver a lo lejos era solo nieve sin ningún rastro de algún animal o alguna planta, sin embargo, el sol del atardecer se reflejaba en la nieve pindola de un hermoso color naranja con lo cual se reconfortaba a sí mismo.
Mientras Ansgar estaba caminando a través del desierto de nieve, en el campamento Sven, Einar y el resto de los guerreros se encontraban trabajando.
Todos ellos estaban cortando algunos troncos pues estaban dispuestos a construir una sólida defensa para el campamento y de esta forma garantizar la seguridad de los guerreros que se quedarán en el lugar.
"Einar, ¿crees que el grupo de Ansgar haya sobrevivido?
Sigo creyendo que la idea de recorrer toda la isla caminando es algo muy valiente pero a la vez también es algo estúpido."
Max quien estaba haciendo unas pequeñas incisiones en la madera, se detuvo un momento y miró a su padre
"Los grandes exploradores nacen con curiosidad, estoy seguro que la decisión que tomaron fue conociendo todos los riesgos.
Además todos ellos saben de los peligros que significa caminar hacia el poblado, si están vivos o muertos solamente lo sabremos cuando lleguemos al poblado."
Sven quien estaba cortando un tronco con su hacha, limpió el sudor de su frente y miró hacia las copas de los árboles
"Espero que sigan vivos ya que son muy buenos guerreros y sería una verdadera pena decirle a sus familias que ellos murieron en algún lugar de la isla por lo que sus cuerpos nunca serán encontrados. "
"Quizás en estos momentos sea imposible recorrer la isla por completo padre, pero me encargaré que en el futuro tengamos fuertes militares y pequeñas villas por toda la isla.
También tendremos una gran red de caminos por toda la isla por lo que en el futuro la curiosidad de investigar la isla será menor y esas ganas de obtener respuestas de nuestra gente las podemos ocupar para investigar todo el nuevo continente que tenemos para nosotros.
No será fácil dominar todo el continente y más aún si no tenemos la población necesaria pero será una labor que corresponderá a todos nuestros descendientes.
Ahora lo único que tenemos que hacer es cortar la gran mayoría de troncos que podamos y preparar una empalada lo suficientemente resistente como para que Goi y los demás guerreros puedan pasar el invierno de manera segura."
Sven solo sonrió y continuó cortando los troncos que tenía pendientes.
Ansgar quien seguía caminando por el desierto de hielo, estaba algo alterado pues estaba escuchando una serie de ruidos extraños que parecían provenir de ningún lugar.
Al inicio tan solo se confundían con el sonido del aire, pero poco a poco los ruidos fueron aumentando de intensidad haciendo que se volvieran parte del fondo.
Estos ruidos junto con la soledad que había en el lugar hicieron que Ansgar casi de manera inconsciente empezará a trotar.
Conforme estaba trotando los ruidos comenzaron a sonar cada vez más cerca, para Ansgar era como si tuviera una gran cantidad de instrumentos extraños sonando cerca de sus oídos.
Poco tiempo tardó en empezar a correr con todas sus fuerzas pues de alguna manera temía que si se quedaba en el mismo lugar o cerca de ahí podría morir.
Era la primera vez que Ansgar estaba sintiendo un miedo irracional en su vida, para él, un guerrero que había participado en grandes batallas y que había sobrevivido a las inclemencias del tiempo.
No podía encontrar alguna explicación a los ruidos que estaba escuchando, de alguna manera no estaba dispuesto a investigar que lo provocaba pues estaba por anochecer,no había ningún lugar donde se pudiera refugiar.
Pero aún más importante era que tan solo tenía algo de carne de zorro para sobrevivir y la poca cantidad de madera que le quedaba no será lo suficientemente para crear una fogata grande para darle algo de luz en aquel desolado lugar.
Conforme más corría y los músculos de sus piernas le dolían, pudo escuchar como los ruidos empezaban a disminuir, pero esto no lo detuvo ya que estaba tan alterado que simplemente continúo con su camino.
Tras correr durante un gran tiempo, Ansgar se alegró de poder ver el bosque que había visto desde la montaña por lo que con un gran esfuerzo siguió corriendo hasta que pudo llegar a un árbol.
En el cual lo primero que hizo fue recargarse para poder recobrar el aliento mientras apretaba su pecho que le dolía.
Cuando por fin pudo recobrar el aliento lo primero que hizo fue sacar su daga y empezó a anotar unas cuantas runas las cuales hacían hincapié en que el desierto de hielo estaba maldito.
Aun alterado, se tomó el tiempo necesario para describir con lujo de detalle los ruidos que había escuchado y la sensación que había sentido.
Después de haber escrito todo lo que él creía necesario miró con terror el desierto de hielo que estaba en su espalda y siguió su camino en el bosque ya que no quería estar cerca de ese lugar cuando anocheciera.
Al adentrarse en bosque encontró un lugar lo suficientemente seguro en el cual hizo una pequeña fogata y tras eso se acostó en el suelo cerca de ella para casi de manera inmediata quedarse dormido.
Con los primeros rayos del sol Ansgar abrió los ojos y fue en ese momento que se sintió seguro tras lo ocurrido por la tarde del día anterior.
"Juro por Odin que no volveré solo a ese lugar, si puedo regresar lo haré acompañado y con la seguridad que el Heraldo Einar pueda decirme que es lo que provocó aquellos ruidos."