Tras guardar los restos de Galt, Sven sacudió la nieve de sus manos y miró a Eskol
"Debemos de partir a la última zona en donde se encontraban los guerreros comandados por Ansgar, si se encuentran aquí los restos de Galt.
Es muy probable que también ellos hayan sido atacados, tenemos que movernos rápidamente pues los osos pudieron haber acabado con ellos, y no quiero que sus cadáveres, se pudrán en este páramo de nieve."
Eskol asintió y comenzó a dirigir a todos hacia donde estaba el grupo de Ansgar, mientras caminaban en aquel páramo de nieve, el silencio del lugar fue interrumpido por los ruidos extraños que parecían venir de lejos .
Todos se detuvieron al escuchar aquellos ruidos, ya que era algo completamente extraño y lo más probable es que fuera algo peligroso.
Por lo que todos prepararon sus ballestas y empezaron a caminar al unísono, hacia donde provenía aquel ruido.
Sven con su ballesta en el hombro camino hacia una pequeña pendiente, pues los ruidos parecían venir del otro lado de la pendiente que se encontraba enfrente de ellos.
Eskol y el resto de los guerreros siguieron a Sven mientras subían aquella pendiente, en el camino tuvieron que tener cuidado pues la nieve escondía algunas piedras las cuales lastimaban sus pies.
Cuando por fin pudieron llegar a la cima de aquella pendiente se sorprendieron al ver que en la pequeña planicie que había debajo de ellos, se encontraban dos osos escualidos.
Tragando lo que parecía ser una piel que había escondido el grupo de Ansgar en la nieve, también, pudieron ver algunos restos de algunos osos los cuales ya eran irreconocibles.
Esto debido a que sólo había huesos, Sven frunció el ceño "Eskol crees que podamos disparar la ballesta desde esta distancia o es necesario que bajemos la pendiente para poder matar a esos bastardos"
Eskol suspiro y puso su ballesta en su hombro mientras ponía su rodilla en la nieve "Creo que la ballesta podrá lograr matarlos desde esta distancia"
Al acabar de decir esas palabras, Eskol apretó el frío gatillo de su ballesta y fue entonces que el virote salió disparado.
Uno de los osos que estaba mordisqueando lo poco que quedaba de carne en aquella piel, pudo ver como el oso que estaba frente a él caía muerto de manera sorpresiva.
El oso blanco que estaba desconcertado por lo que había pasado a aquel oso, por lo que se acercó lentamente al cadáver.
Pues el aroma de la sangre que empezó a desprender era mucho más atractivo que la carne que estaba mordiendo.
Caminando de manera lenta llegó a donde estaba el cadáver ,de aquel oso del recién fallecido oso, por lo que sin perder el tiempo abrió sus grandes fauces y arrancó un gran trozo de carne del cuello de su compañero.
El oso sintió como la sangre y la carne caliente pasaban por su garganta, esto fue un gran alivio para él, pues no había podido comer algo tan delicioso desde que viajó en aquel pedazo en un pedazo de hielo en el inmenso mar.
Mientras se perdía en sus pensamientos, pudo sentir como todo se volvía negro, Eskol sonrio al ver como los dos osos habían muerto.
"Supongo que deberíamos de bajar, y poder ver si entre los restos que hay en la nieve, se encuentra el cadáver de alguno de nuestros compañeros."
Sven acarició su barba "Estoy casi seguro que ninguno de ellos murió en esta zona, pues a diferencia del cadáver de Galt que parecía haber estado solo antes de morir.
En este lugar la nieve muestra los huesos y restos de los osos blancos por lo que este lugar fue un campo de batalla.
Aunque la verdadera cuestión que deberíamos de preguntarnos, es hacia cuál dirección caminaron, ya que no hay manera de seguir su rastro en estas circunstancias."
Al acabar de decir esas palabras uno de los guerreros levantó su mano y habló "Jarl Sven creo que deberíamos dirigirnos hacia el bosque de nuevo, pues estoy seguro que ellos debieron de seguir el camino hacia el bosque.
Por lo que si algo les ocurrió o se perdieron deberían de estar en la misma dirección que el bosque."
"No es una mala idea Jensen, pero por el momento deberíamos limpiar las pieles de esos dos osos y cuando acabemos deberíamos buscar en alguna zona alguna cueva o lugar donde hubieran podido refugiarse."
Dijo Sven, mientras ponía su mano en el hombro de Ekol.
Mientras esto estaba sucediendo, en el bosque Einar se encontraba usando su daga de plata para darle forma a un pequeño pedazo de madera que tenía en sus manos.
Uno de los guerreros que se encontraba cerca,lo miró con curiosidad y se acercó para preguntarle "Heraldo Einar puedo preguntar si necesita ayuda."
Einar quien estaba perdido en sus pensamientos levantó su rostro y miró al guerrero con una mirada melancólica "Estaba intentando hacer la figura de un pequeño oso.
Pero siento que si la acabo podría tráeme más tristeza que felicidad, pues me recuerda algo que fue muy importante para mi, pero que ahora ya no está conmigo."
El guerrero se sentó a lado de Einar y de su pecho sacó un pequeño collar de conchas "Para mi, este collar es muy importante aunque me produce distintos sentimientos, pues me lo dío mi esposa antes de que tuviéramos que ser exiliados a este lugar.
Cada vez que lo veo, me recuerda aquellas las palabras que me dijo cuando partió en aquel barco que para mi desgracia era uno de los barcos que se hundió en aquella una maldita tormenta con la que aún tengo pesadillas.
Pero también me recuerda todos los buenos momentos que pasé con ella algunas veces cuando estoy borracho quiero aventar este collar.
Más sin embargo, si lo hago se irá el único recuerdo que me queda de su amor.
Realmente no sé si estas palabras le ayuden de algo, Heraldo Einar, pero creo que debería de continuar haciendo la figurilla de madera.
Pues quizás le pueda dar tristeza verla e incluso le cause cierto malestar tenerla en sus manos, pero estoy seguro que los buenos recuerdos deberían ser más fuertes.
Si no porque haría algo que le dé tristeza."
Einar bajo su cabeza y miró el pedazo de madera que tenía en su mano mientras intentaba contener sus lágrimas.
"Gracias por tus palabras Goi me has ayudado bastante."
Goi solo sonrió y volvió a poner su collar entre sus ropas, tras esto le dió una palmadita en el hombro a Einar y se levantó para continuar con sus labores del campamento.
Por parte Einar tomó su daga y continúo dando forma al pedazo de madera que tenía en sus manos.
'Me encargaré que tus hermanos o hermanas conozcan al señor oso, quizá tu padre no sea el mejor escultor de madera pero haré lo mejor que pueda.
Mi querida Erika.'