GABRIELA
Tenía claro que a Marcos le pasaba algo, y me imaginaba que tenía algo que ver con Clara. Estuvimos hablando un rato y me hizo prometerle que no lo ayudase, pero no podía seguir así y él no se animaba, por lo que iba a hacer algo, no sé el qué, pero algo haría. Nos fuimos junto al resto y yo me senté al lado de Alex el que no tardó en pasarme un brazo por encima de mis hombros y darme un beso en la frente.
Durante el descanso estuve pensando en que puedo hacer para que Marcos se anime a decirle a Clara que la ama y se me ocurrió que podíamos salir los seis y dejarlos solos. ¿Qué Marcos me mataría? Probablemente, pero como él me dijo una vez, luego me lo agradecería. Otra opción era que salieran como amigos a dar una vuelta. Estoy segura de que Clara se acabaría dando cuenta de lo que siente Marcos y si ella siente lo mismo.
El descanso se acabó y yo ya tenía en mente varias ideas para llevar a cabo y ellos ya se habían ido para su clase. Alex me estaba acompañando a la mía, siempre lo hacía, incluso antes de que empezáramos a salir. No tardamos nada en llegar a mi clase y al parecer nuestros profesores se retrasarían un rato.
"¿Estás segura que no te pasa nada mi reina?" preguntó por milésima vez "Claro que lo estoy, ¿por qué lo dices?" pregunté "Es que desde que hablaste con Marcos se te ve pensativa, por eso." aseguró y asentí, porque era cierto "Es que lo estoy."
"¿Y se puede saber qué es lo que te mantiene pensativa?" inquirió con una pequeña sonrisa en su rostro "Si, pero te lo diré más tarde, no quiero que llegues tarde a tu clase por estar aquí." dije "A mí no me importa para ser sinceros." respondió, y sé que estaba hablando en serio "Pero a mí sí, asique vete para la clase, hablamos luego."
"Como quieras, hasta luego hermosa." se despidió "Hasta luego amor." devolví. Nos dimos un beso, él se fue para su clase y yo entré a la mía. Para suerte de todos hoy no había dibujo técnico y las clases pasaron bastante rápido la verdad, no sé si porque estaba armando un plan en mi cabeza a la vez que atendía o no sé.
Cuando las clases acabaron salí de clase la última como casi siempre y Alex ya me estaba esperando fuera con los demás y lo primero que hace Alex es darme un beso que acepto encantada.
"¿Qué tal tu día, hermosa?" preguntó con esa gran sonrisa que tendía estar más presente en su rostro "Bien, ¿y el tuyo?" inquirí "Bien, pero mejor ahora que estoy junto a ti." aseguró y rodé los ojos, pero igualmente, con una sonrisa en mi rostro "Eres un exagerado." afirmé "Si, pero tu exagerado favorito."
"Claro que sí, eso no se duda." Y con eso nos volvimos a besar, pero pronto se escuchó como se empezaban a cansar de que nos estuviéramos besando y estoy segura de que en caso de que yo estuviese en el lugar de algunos de ellos estaría igual, por lo que me separé de Alex un poco ya que este tenía la manía de pasarme el brazo por encima de los hombros, y claro está que yo no me negaba, me gustaba estar cerca de él.
"Chicos sé que sé que os amáis y todo eso, pero se podrían cortar un poco." Iba a contestarles, pero se me adelantó Alex, porque me daba gracia que me lo dijesen. Ellos no entendían lo que era estar con la persona que amas, si lo estuviesen lo entenderían.
"No seáis envidiosos que hay Gabriela para todos, no me daría el lujo de tenerla para mí solo." dijo Alex y a lo que rodé los ojos "¿Veis a lo que me refiero con que es exagerado?" pregunté "Pero eso ya lo sabíamos desde hace tiempo." dijo Sara "Es más exagerado ahora." afirmé "Tú lo dices porque no los viste cuando estaban juntos antes, los llegas a ver y entenderías a lo que me refiero Sara."
"Tiene sentido, a veces se me olvida ese pequeño detalle." respondió en tono molesto, pero que decidí ignorar, porque no necesitaba saber toda mi vida antes de conocerla precisamente "Oye mi reina, ¿te puedo hacer una pregunta?" preguntó "Claro, ¿qué pasa?"
"¿Quieres quedarte a dar una vuelta?" cuestionó y sonreí "Me encantaría, pero tengo que irme a casa." dije "Está bien, otro día." respondió "Podemos hacer un trato si quieres." negocié con una sonrisa en mi rostro "Seguro que sí."
"Me voy a casa, hago todo lo que tengo que hacer y después nos vamos a dar una vuelta." Con esas palabras volvió a aparecer la gran sonrisa que tenía en su rostro, y no era coña lo que le decía la verdad. En mi casa ahora mismo había cierta intranquilidad porque mi abuela se había puesto peor de lo que ya estaba. Para aclarar, no es la misma que sabe lo de Alex, la madre de mi madre, sino que esta era la madre de mi padre.
Esta tenía una enfermedad degenerativa y ahora ya no podía ni andar ni comer por si sola, por lo que yo ayudaba a mi madre con ella en todo lo que necesitase, por eso tenía que ir a casa, para ver cómo iba y ayudar a mi madre, no iba a dejar que ella se tragase todo, ya lo hacía por las mañanas o tenía que estudiar, lo mínimo que podía hacer era hacerle las cosas un poco más fáciles, y eso era ayudándole y dándole de comer a mi abuela.
"Está bien." confirmó. Ya estábamos fuera de la universidad y pronto llegaríamos al lugar en el que estarían esperándonos mis hermanos a mí y a Marcos. De momento ellos no sabían nada de Alex, ni de que estaba en la universidad en la que estábamos ni mucho menos que estaba con él, la única que lo sabía era mi abuela, ella no le guardaba rencor para nada y estaba contenta de que estuviésemos juntos.
Los demás nos dejaron solos para que nos despidiéramos, lo hacían siempre, que a mí no me importaba, supongo que era para no ver cómo nos besábamos, en el caso de Marcos para distraer a mis hermanos que se empezaban a extrañar que no apareciese con él desde hace un mes.
"Bueno hermosa, entonces me avisas cuando acabes de hacer lo que tengas que hacer." dijo "Te avisaré no te preocupes." aseguré "No me preocuparé, que sepas que te amo." respondió prácticamente pegado a mi rostro "Y yo a ti." confirmé "¿Luego me cuentas lo de Marcos?" preguntó y asentí "Te lo contaré, me tienes que ayudar a escoger plan."
"¿De qué hablas?" preguntó, frunciendo el ceño "Te lo cuento más tarde." respondí con una sonrisa en el rostro "Está bien." Nos abrazamos y estuvimos así un par de minutos hasta que Alex me separó un poco de él, lo suficiente para poder verme la cara. "Te amo mi reina, en serio te lo digo." dijo "Yo también te amo." le aseguré,
Nos dimos un beso y nos fuimos, bueno, más bien yo me fui, él se quedó mirando y no es porque yo me girase para verlo, podía notar su mirada clavada en mi espalda, siempre la notaba, incluso antes de que fuésemos pareja. No tengo ni idea del porqué de que pase, pero tampoco es que me molestase la verdad.
La cuestión es que no tarde mucho en llegar junto a ellos y mis hermanos me estaban mirando con cara de preguntarse qué coño era lo que yo hacía siempre para no llegar junto con Marcos, pero esa pregunta se lo respondería cuando a mí me diese la gana básicamente, asique no me preocupaba demasiado eso, lo que me preocupaba es que se pusieran a investigar para saber qué era lo que hacía siempre, eso era lo que se podía decir que me asustaba de cierta manera.