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Chapter 14 - El mensaje

—¿Revelar su siguiente movimiento? —preguntó Marcos, ya que en su charla con el alcalde, César afirmó que Lisa estaba muerta, pero no había explicado el porqué llegó a esa conclusión.

—Así es, tuve varias sospechas de que Mario no había visto a Lisa después de que terminaron. Además, durante la comida mencionó que ella no quería hablar con él, lo cual se me hizo extraño, porque Lisa lleva una semana perdida.

—¿Una semana? —exclamó Marcos.

—Sí, por extraño que parezca, Mario no dijo que le preocupaba que estuviera perdida, sino que ella no quería verlo. Eso me indicó que él no la ha buscado ni ha visto las noticias sobre recientes desapariciones.

—¡Eso es imposible! —exclamó Marcos—. Con la inmediatez de las redes sociales es difícil que no te enteres de que una chica fue raptada.

—Bueno, por lo que rastreé en las redes sociales, Mario no ha actualizado su perfil desde el 12 de agosto. Elizabeth García, como realmente se llama Lisa, publicó el 13 de agosto el fin de la ruptura —explicó César mientras mostraba un post que decía "Hoy te digo adiós, para que seas feliz".

El texto tenía más de cien reacciones y otros cien comentarios, entre los que le deseaban que saliera adelante y algunas propuestas amorosas.

—¡Increíble! ¿Todo eso lo averiguaste mientras veníamos aquí? —dijo Marcos sorprendido.

—Así es —contestó César mientras comía una de las alitas—. También encontré que familiares y amigos reportaron que vieron a Lisa por última vez la mañana del 14 de agosto.

—¿El 14 de agosto? Pero hoy es 22, ya pasó más de una semana. Si ella fuera otra víctima, ya hubiera aparecido como las otras.

—Por eso te digo que es posible que esté vida —contestó César con seguridad.

—Pero las otras víctimas murieron una semana después de su desaparición, ¿cómo ella podría estar aún con vida? —insistió Marcos.

César no contestó, sino que sacó el IPad de su mochila y comenzó a buscar algo en él, mientras que Marcos lo observaba meditativo, ya que aún no comprendía cómo su amigo estaba tan seguro de que podían hallar a Lisa con vida.

Marcos recordó que la primera víctima fue vista con vida una semana antes de que apareciera muerta. Y lo mismo ocurrió con las otras dos víctimas. Todas presentaban marcas de tortura y desnutrición. Si Lisa había caído en las garras del asesino serial, tenía pocas posibilidades de sobrevivir.

Antes de que César continuara con sus deducciones, el teléfono de Marcos comenzó a sonar. Era Clarissa la quien llamaba. Entonces el chico contestó la llamada y puso en altavoz para que ambos la escucharan.

—¿Hola? —dijo Clarissa cuando escuchó que atendían el teléfono.

—¡Hola! ¿Cómo está el hijo del alcalde? —preguntó Marcos con interés.

—Aún está en el quirófano, el doctor dijo que tenía varios impactos de bala.

—¿Qué sabes del ataque? —ahora César era el que preguntaba.

—Eso era les quería comentar —respondió Clarissa con un tono serio—. Hace rato se publicó el comunicado de la Fiscalía, en el que aseguran que Mario fue atacado por un grupo armado que iba a bordo de una camioneta, la cual le cerró el paso para que pudieran dispararle.

—Es lo mismo que leí en varios portales —señaló César.

—Pero no mencionan el mensaje que dejaron los sicarios —comentó Clarissa.

—Supongo que el equipo del alcalde quiere ocultar detalles al respecto —señaló César un tanto pensativo.

—Así es. También escuché que personal del equipo de seguridad trató de repeler la agresión. Algunos testigos afirmaron que vieron que eran cuatro hombres, vestidos de negro y con el rostro cubierto, los que bajaron del vehículo y comenzaron a disparar en contra del automóvil de Mario. Pero al parecer no querían matarlo, sólo dispararon en alguna veces y arrojaron ese mensaje.

—¿Qué decía el mensaje? —preguntó Marcos, quien no había tenido tiempo de indagar sobre el hecho.

—Mmm... según leí en algunos portales, el mensaje que estaba en la cartulina decía: Su cuerpo está en el campo —contestó Clarissa.