Emma:
Roky no para de hablar de lo emocionada que está de pertenecer a los protestantes, mientras yo me estoy hartando de estar aquí sin hacer nada. La dichosa reunión no empieza y Derek ha desaparecido junto con Diego y Magy, ya van a dar las doce de la noche, eso me pone realmente ansiosa. Solo espero no tener que irme de aquí sin información alguna, Gwen me mataría.
Después de escuchar hablar a Roky por quince minutos, veo entrar a Diego y Magy de nuevo en la casa, me alivia que hayan regresado, pero me inquieta no ver con ellos a Derek, ¿no se supone que es el líder?
— Bueno chicos, empezaremos la reunión— Dice Diego poniéndose en medio de todos. Roky se calla por fin y lo mira con atención.
— ¿Y Derek? — Roky pregunta salvándome de hacerlo yo. Me alegra saber que utiliza su boca para algo más que parlotear de sí misma.
— Han surgido unos problemas en su casa, tuvo que irse— Le responde Magy.
— ¿Problemas? Carly...— dice Kalem que estaba escuchando desde una esquina de la habitación. Su rostro expresa preocupación.
Diego lo mira levantando la mano para apaciguarlo.
— No, tranquilo no es nada grave, dijo que él podía encargarse solo— Kalem se tranquiliza y hace un movimiento de cabeza a modo de aprobación, luego cruza los brazos y se apoya en la pared.
— Antes de empezar, les invito a que tomen la merienda que hemos traído, sabemos que muchos de ustedes no tienen el suficiente alimento en casa, y es por eso que los vigilantes nos han donado algo de dinero para que lo utilicemos en las reuniones— dice Diego mientras Magy trae una tabla de madera repleta de vasos de todo tamaño rellenos con lo que parece jugo de naranja.
No puedo creer que consideren a esto una merienda, podían haber traído unas galletas, un pastel o si quiera pan para acompañar el jugo. Cuando Magy se aproxima a mí me entrega un vaso en las manos, lo recibo con una sonrisa que no tarda en convertirse en una mueca de disgusto, el vaso esta rajado y sucio, puedo sentir en mis manos los restos de polvo en el cristal, ¿Están esperando enserio que me beba esto?, Roky levanta su vaso para chocarlo contra el mío, imito su acción intentando ser amigable.
— ¿Hasta el fondo por nuestro primer día? — me dice dándome unos codazos en las costillas. Le lanzo una media sonrisa.
Pero bueno todo sea por la orden, me tomo el jugo con asco intentando no pensar en la suciedad. Cuando termino de beberlo me siento algo extraña, creo que me van a dar nauseas de nuevo.
Las personas que están en el cuarto se beben el jugo con una gran sonrisa, parecen estarlo disfrutando en cambio yo solo quiero salir de aquí, un mal presentimiento me ha invadido el cuerpo junto con una sensación poco agradable dentro mi estómago.
— Bueno, iniciemos con la reunión— dice Diego juntando las palmas de sus manos.
— Como ya sabe la mayoría tenemos un nuevo plan y esta reunión está destinada a ponerlo en marcha, lo que haremos será asignar...— la voz de Diego se va apagando poco a poco, solo puedo escuchar un fuerte pitido que me atonta mientras el cuarto se desvanece. Se me está dificultando un poco respirar, no comprendo que sucede. Decido ponerme de pie y salir.
Cuando me incorporo todos me miran y me preguntan si me encuentro bien, sin responderles me dirijo a la calle tambaleándome a cada paso que doy. Gotas de agua caen desde el cielo y me empapo casi por completo, siento que mi cuerpo se está debilitando a cada segundo que pasa, no entiendo que sucede, parece ser que los nervios me están cobrando factura, pero no estoy segura que sean los nervios, siento que hay algo más. ¿Es posible que me hayan drogado?, ¿acaso saben ya quién soy?
Sin importar si han hecho lo que pienso o no, decido llamar a la sede central, mi vida puede estar en peligro. Apenas logro sacar el iophone de mi bolsillo trasero, empiezo a marcar el número de la orden, cuando de pronto noto que Derek esta frente a mí, no puedo evitar sentir miedo.
— ¿Todo bien? — me pregunta.
Derek:
Emma se desvanece apenas le hablo, su iophone cae en el lodo y su rostro se llena de suciedad al igual que su ropa, de inmediato caigo en cuenta de que ya le han dado las pastillas para hacerla dormir.
Cojo su iophone, luego la levanto en brazos con cuidado y la llevo hacia la casa, al entrar veo que a Roky ya le han hecho efecto las pastillas también, todos me miran sorprendidos.
— Pensé que te habías ido— me dice Diego algo enojado.
— Si, pero me di cuenta que estaba haciendo una estupidez y regrese. Me la encontré tirada a una calle de aquí— le digo mientras dejo a Emma en el suelo al lado de Roky.
— Suerte que la encontraste tú, cuando dejó la casa dos inútiles fueron tras ella y hasta ahora no han regresado— me dice Magy mientras mira con desprecio a Emma y Roky. — Súbanlas a la camioneta del viejo Hugo y llévenlas al laboratorio— le dice Magy al grupo en voz alta apenas termina de hablar conmigo.
— Tu manejas— le dice Diego a Erik lanzándole las llaves de la camioneta.
El grupo se pone en marcha y en menos de cinco minutos ya se dirigen al laboratorio con las dos chicas en la parte trasera de la camioneta.
Pensé que había tomado la decisión de contarles a Diego y Magy que Emma es la infiltrada, pero ahora que estoy aquí no puedo, la he visto tan asustada que el corazón se me ha hecho trizas, no puedo hacerle daño, su sueño siempre había sido ser protectora y por lo visto lo ha logrado, no le puedo arruinar eso que es tan importante para ella.
— Me alegra que hayas regresado— me dice Magy sacándome de mis líos mentales.
— Si a mí también— miento lanzando una sonrisa.
— Ahora solo queda ver cuál de las dos tiene un localizador y listo ya sabemos quién es la maldita infiltrada— dice Diego frotando la palma de sus manos.
— Si, al fin lo sabremos— le respondo intentando expresar entusiasmo.