Derek:
Estoy que no puedo más con el enojo, como se atreve a meterse con Kalem, se aprovecha de su inocencia, ella sabe que puede manipularlo como le venga en gana y no le importa que él llegue a salir lastimado.
—La verdad es que no se de que hablas— me dice ella cruzando los brazos.
Además de manipuladora es cínica, ella sabe perfectamente de lo que hablo.
— ¿Estas segura que no sabes de lo que hablo?, Emma— su rostro cambia apenas me escucha – creo que ahora ya sabes de que hablo.
—Tú no sabes nada— dice a la defensiva cruzando los brazos— ¿puedes dejarme salir?— me pregunta con una voz chillona que no había escuchado antes.
—No, no te voy a dejar salir y si no admites ahora mismo lo que estás haciendo te juro que te mato a golpes y no es broma— me sorprendo al escucharme decir esas palabras. Pero estoy tan enojado que creo que si podría hacerlo.
—No si yo te mato primero — me dice haciéndome frente por primera vez desde que entramos al cuarto.
No entiendo porque siempre es tan difícil hablar con ella, un lado mío que hace mucho no veía sale a flote con cada palabra, acción y mirada suya.
Esta parada mirándome con las manos puestas sobre sus caderas, se ve tan segura pero puedo ver miedo en su rostro, está claro que ha bajado un poco la guardia es el momento perfecto para tomar ventaja.
Camino hacia ella para poder estar más cerca, mientras más me aproximo ella retrocede intentando no perder la postura de seguridad que trae. La tomo del brazo con rapidez para que no logre escapar, apenas se percata empieza a forcejear, pero apretó más fuerte logrando que se quede quieta, estoy intentando mantenerme calmado para no lastimarla.
—Derek, lo que haces es ilegal, no puedes hacerme daño, te meterán preso por esto— me amenaza aun intentando soltarse de mi agarre. Puedo notar desesperación en su voz.
No le respondo y hago que se siente en la cama, solo quiero que me escuche.
—Lo pagaras muy caro— me dice entre cerrando los ojos cuando la suelto.
—Emma, ya basta no quiero pelear y no quiero hacerte daño..— me interrumpe antes de que pueda seguir.
—Hace un momento me amenazaste de muerte ¡y lo hiciste dos veces!, se nota que no querías hacerme daño— agrega con sarcasmo— Por personas como tu es que el botón existe— dice parándose de la cama.
—Emma solo tranquilízate, te dije cosas sin pensar, lo que pasa es que no aguanto más esta situación y el enojo me está consumiendo— intento justificarme.
— ¡Oh!, pobre de ti. No aguantas esta situación y por eso tienes derecho a agredirme— odio que me hable así, como si ella no hubiera hecho nada.
— ¿Disculpa?, lo dice la chica que me empujo hasta casi tumbarme y arrojó un plato de comida contra la pared.
—Eso es diferente.
—No, no lo es tu obtienes lo que das y no pienses mal esto no es una venganza ni mucho menos, solo quiero que me escuches un momento.
—Pues habla de una puta vez.
—Se quién eres, sé que eres una infiltrada de la orden pero no se lo he dicho a nadie.
—y ¿por...— la interrumpo antes de que termine la pregunta.
—No preguntes por qué aún no se lo he dicho a nadie, la verdad es que no tengo la respuesta— levanta una ceja mientras me escucha— solo te advierto que si no quieres que tu misión falle te lo pienses dos veces antes de acercarte a mi hermano.
— Ni pienses que aceptare tus chantajes, yo haré lo que quiera, con el chico que quiera, sea tu hermano o no— es tan obstinada, me saca de quicio — y por cierto él fue quien me beso primero— siento un escalofrió correr por mi cuerpo. Mis sospechas eran ciertas.
—Pero tú lo dejaste— le recrimino apretando la mandíbula.
—Sí, lo hice. En fin a ti que te importa lo que pase entre él y yo, ya es bastante mayor-cito para decidir lo que le conviene o no.
—Él no sabe quién eres, no tiene idea de con quien se está metiendo.
—Y tú quién te crees para hablar, si tú me conoces tanto como el— si tan solo supiera lo mucho que la conozco.
—Se mucho mas de ti de lo que crees.
—Mentiras y más mentiras. ¿Sabes? si quieres delatarme hazlo, pero yo tengo pruebas de que usaste violencia en contra mío, estos serán tus últimos días libre— me amenaza mostrándome una marca rojiza en su brazo.
—Emma, no sabes con quien te estas metiendo, esto no es un juego; Reacciona de una vez por todas, hay política de por medio, algunos de los protestantes han estado en la cárcel más de una vez y yo no soy la excepción, tus amenazas no me da miedo a fin de cuentas si me encierran todos los protestantes irán a por ti. Eres tú la que debería tener miedo. ¿Te has puesto a pensar que pasaría si el grupo se entera de quien eres en realidad? Hasta ahora solo has visto una pequeña parte de este mundo, no sabes todo lo que hay detrás— cuando termino de hablar se queda callada por unos segundos, parece estar analizando al fin lo que le he dicho. Antes de contestarme entrecierra los ojos y me mira fijo al rostro como si tratara de descifrar algo que no tiene respuesta.
— Hay algo que no termino de entender, sabes todo de mi pero no me delatas, te digo que no me importa que les digas todo a los protestantes y en lugar de hacerlo para darme mi merecido lo único que haces es tratar de convencerme de que este no es un sitio seguro para mí— mira al techo mientras piensa su deducción— estoy entendiendo mal o estas realmente preocupado por mí— tiene razón, ¿Qué carajos estoy haciendo?
Emma:
El miedo se ha desvanecido después de que Derek me ha soltado todo el rollo de la seguridad y la política, pero ¿Quién es él? Y ¿porque esta tan pendiente de lo que hago o dejo de hacer?. Sé que su hermano no es suficiente razón para estar tan al pendiente de mi vida.
—No te acuerdas de mi ¿verdad?— me dice después de que he cuestionado sus inusuales actitudes hacia mí.
— ¿Debería?— le pregunto.
—Si yo me acuerdo de ti, esperaría que tu hicieras lo mismo— lo miro fijamente para intentar recordar algo, pero nada me viene a la cabeza.
Unos gritos detrás de la puerta hacen que distraiga mi atención.
— ¡Derek, tenemos que irnos ya!— grita la voz. Derek me mira impaciente.
—Emma, no me importa si recuerdas o no quien soy. Solo quiero proponerte un trato— al instante golpes en la puerta retumban en el cuarto, hacen que Derek se ponga nervioso y hable con más rapidez — te dejo terminar tu misión en paz si tú te alejas de Kalem— vuelven a llamarlo desde afuera de la habitación, sin importarle eso el continúa hablando— te daré tiempo para pensarlo hasta que regrese, todo está en tus manos— finaliza levantando las manos. Su propuesta es tentadora, pero no sé qué tanto pueda confiar en su palabra podría traicionarme en cualquier momento, ates de decidir cualquier cosa tengo que hablar con Gwen.
—Está bien lo pensare— le digo finalmente.
—Espero que si lo hagas— dice mientras abre la puerta.
Toma unos artefactos desconocidos para mí de un extremo de la habitación y sale corriendo de la casa junto con Magy y un hombre que no conozco.
—Tardaste demasiado— chilla Magy, mientras cierran la puerta de la casa.
Kalem sigue en la sala, me mira salir del cuarto con una expresión de resentimiento.
—Kalem— le digo intentando tomarlo del hombro. .
— Deberías irte— suelta mientras me hace a un lado y camina hacia la puerta de su habitación. Su voz suena ronca y decepcionada.
Cuando estoy a punto de responder, el entra en su habitación y se encierra después de aventar un portazo que resuena en toda la casa.