Emma:
No termino de procesar lo que acabo de descubrir, ¿cómo es que terminado justamente en la casa de él?, ¿desde cuándo es protestante? ¿Qué pasó con sus padres?, ¿Por qué se ha cambiado el nombre?, son algunas de las muchas preguntas que rondan en mi cabeza. Esto es demasiado para mí, me parece que tendré que abortar la misión, no puedo con tanto, mi cabeza no puede procesar tanta información junta. Empiezo a sentir que el cuarto se hace pequeño para tantos pensamientos que llegan a mi cabeza, necesito salir de aquí para pensar con más claridad y desaparecer de mi vista esa foto que acabo de ver. Me dirijo a la puerta y salgo de la casa, cuando estoy afuera la brisa toca contra mi rostro y siento un ligero alivio de salir de ese mar de recuerdos que no tarda mucho en alcanzarme de nuevo, la calle esta desierta y el barro ocupa la mayor parte del paisaje, miro a mi alrededor y la vereda es mi única opción de descanso, me siento ahí para poder aclarar mis ideas y enfocarlas en lo que debo hacer a continuación.
Recuerdo lo mucho que hablaba con Derek o más bien con Luke que es el nombre con el que yo lo conocía. No puedo evitar esbozar una sonrisa al pensar en lo emocionada que me sentía cada miércoles, solo por el hecho de que siempre me visitaba ese día, cada que nos veíamos era como nua nueva aventura, me enseñaba cosas nuevas con cada palabra que me decía, nunca me cansaba de escucharlo hablar. Recuerdo el día que lo borre, fue la decisión más difícil que tuve que tomar en mi vida, apenas eran siete días que tenía conocimiento de la función del botón y ya tenía que usarlo con una de las personas que más quería en mi vida. No lo hubiera hecho si tan solo me hubiera llamado para decirme que nos volveríamos a ver, la verdad es que nunca supe que pasó con él, pues desapareció de mi vida como si hubiera muerto, de un día para otro no escuche más de su persona, Papá no me dejaba hablar de él y me obligo a borrarlo, aun me acuerdo como antes de hacerlo trate de encontrarlo en su casa, pero nunca nadie me abrió la puerta. Es por eso que me parece tan raro venir a encontrarlo aquí y lo peor de todo es no haberme dado cuenta de que era él apenas lo vi.
Me sobresalto al sentir a alguien a mi lado, es Kalem que se sienta en la vereda junto a mí, mirando a frente sin decirme nada, imito su acción y miro al frente para seguir pensando.
— Lo siento— dice de repente y me mira.
— No hay cuidado, Derek también me pone de malas y no te preocupes que lo más probable es que me vaya de aquí pronto— le respondo. La verdad es que mi cabeza en este momento está en otro lugar.
— No, no por la escena de hace un momento, si no por todo— hace una pausa— por el beso— finaliza con la voz apagada.
— No tienes por qué disculparte de todas formas el beso no estuvo nada mal— le digo siendo sincera. El esboza una media sonrisa.
No puedo dejar de preguntarme si Kalem sabe también quién soy en realidad.
— Hay algo que no entiendo – me dice cambiando de tema — ¿Por qué estás aquí?— me pregunta intrigado.
— ¿A qué te refieres?— pregunto acomodando me pelo detrás de mi oreja.
— Digo, si tu familia no es protestante, ¿Por qué tu si quieres serlo? Y vivir en esta miseria por voluntad propia— me dice dirigiendo su mirada a todo el paisaje que no es más que casas desmoronándose y fango putrefacto.
— La verdad es que no lo sé— le respondo siendo un poco sincera, pues no sé qué hago aquí cumpliendo esta misión que no tiene sentido.
— Si en verdad es así, pienso que deberías regresar a casa y aprovechar todos los privilegios que no tendrás si te pasas definitivamente a este lado de la ciudad— me dice cambiando la expresión de su rostro.
— Tu tampoco quieres estar aquí ¿verdad?— le digo posando mi mano sobre la suya.
— No sabes cómo detesto este sitio— me responde apretando la mandíbula.
— Si quisieras podrías dejar de ser protestante.
— Eso quisiera, pero no puedo dejar solo a mi hermano. Sin mi apoyo se desmoronaría – hace una pausa y retira su mano del contacto con la mía — no aguantaría otra pérdida— se me enciende una curiosidad por saber de qué habla.
— ¿Pérdida?
— sí – me dice mordiéndose el labio con nervios – es que... mi madre nos borró— me dice con una media sonrisa que amenaza con romperse y con los ojos cristalizados por las lágrimas. Su madre era muy buena persona, no entiendo porque haría algo así.
— A lo mejor tenía un buen motivo— le digo intentando calmarlo – no te sientas mal, a veces las cosas sucede por motivos que no entendemos en su momento— lo consuelo.
— No creo que exista un buen motivo para abandonar de esa manera a tu familia— suspira con dificultad – no espero que lo entiendas, tu nunca has sentido ni sentirás el dolor de una pérdida— sus palabras me ofenden, pero no me parece un buen momento para empezar una pelea.
— La verdad es que tú no has vivido mi vida y no sabes lo que siento o he sentido alguna vez— me limito a decir intentando sonar amable.
— Disculpa, no quise hablar de más— me dice aun con la voz apagada.
— Pero, es que acaso ¿piensas vivir en la mísera solo por mantener la estabilidad emocional de tu hermano?— le pregunto.
— Eso es lo que haces cuando amas a alguien, además él tiene un plan que promete mucho y pienso que podrá sacarnos de esto— mi atención despierta cuando menciona el plan, a pesar de que pienso dejar la misión tengo que aprovechar el momento.
— y ¿Cuál es ese plan?— le pregunto. Me mira reacio.
— No te lo puedo decir. Solo los miembros del grupo pueden saberlo y tú aun no eres parte, a pesar de que vivas en mi casa.
— Pero no se lo diré a nadie, además por algo vine hasta aquí y me escape de casa, no es que quiera robarles los planes o algo así— le digo en un intento de que suelte un poco de información.
— No se— hace una pausa – no te conozco lo suficiente para confiarte algo tan importante.
— Pero si me conoces lo suficiente para plantarme un beso— bromeo. El ríe levemente.
— Supongo que si— me dice aun con una sonrisa en el rostro – simplemente vi la oportunidad y lo hice, además tengo que admitir que fue para encabronar a mi hermano. Ya me estaba cansando con su rol de padre protector que no le queda nada bien— la verdad es que pensé que si estaba enamorándose de mí, me desconcierta saber que no fue así.
— Entonces me utilizaste para enojar a tu hermano y divertirte un poco— afirmo sin pensar en lo que sale de mi boca.
— Te aclare que fue un simple beso – me dice y no puedo evitar sentirme mal.
— Sí, lo dijiste.
— Oh, vamos ¿tu querías algo más?— me pregunta levantándome la barbilla con su mano.
— No— le digo retirando su mano de un golpe — ¿Qué te hace pensar eso?— pregunto girando la cabeza para no verlo.
— Tu expresión me lo dice— me responde acariciando mi mejilla.
— Pues no eres bueno leyendo expresiones— le respondo en seco.
— Cleo, no eres nada buena fingiendo— si supiera que soy una persona completamente diferente a la que cree conocer no diría lo mismo. ¿O es que acaso me lo dice porque sabe que soy Emma?
— yo pienso más bien que tú no eres bueno observando – me defiendo.
— como tú digas— me da la razón para evitar una pelea que los dos sabemos puede estallar en cualquier momento — y ahora ¿qué harás?, ¿te vas a casa para pedir perdón a tus padres? – me pregunta.
— no sé qué haré, aún tengo que pensarlo— le respondo poniendo mi rostro entre mis manos.
Derek:
Magy me mira fijo esperando una respuesta, he tratado de evadir sus acusaciones, pero ella está segura de que hay algo más y creo que no tengo escapatoria.
— Derek, más te vale que hables de una vez— me amenaza y me penetra con sus ojos marrones. Los nervios siguen en mi cuerpo, no sé qué hacer.
— Magy— hago una pausa para respirar, puedo sentir todo mi cuerpo temblando – mira, si sé algo pero es demasiado complicado como para decírtelo así nada más.
— Tu eres el que siempre decía que haría cualquier cosa para que esta miseria termine para todos, ¿Por qué ahora que sabes algo te frenas y estancas todo el plan así como si nada?— me dice acercándose a mí con intenciones de golpearme.
— Esto tiene que ver con mi madre, no es tan simple— le confieso finalmente. Su rostro cambia al escuchar que esto se trata de mi madre.
— ¿Es enserio?— me pregunta con una mirada de compasión.
— Si Magy, de verdad es algo que me está volviendo loco— Magy me toma de los hombros.
— Derek, entiendo que el tema de tu madre aún está fresco en tu corazón, pero no puedes dejar que rija tu vida, eres mi amigo y te quiero, lo sabes muy bien. Solo te pido que si tienes información que es importante, por ejemplo saber quién es la infiltrada o como sacar este puto localizador, nos lo cuentes lo más pronto, porque solo asa podrás curarte del dolor que tienes y salvarnos a todos de las injusticias que las gobernadoras cometen – tiene razón, pero no puedo contárselo, en verdad no puedo – de lo contrario no me quedara más que decirle al resto que tienes información importante que has decidido guardarte, si no quieres confiar en nosotros seguiremos con tu plan sin ti— me dice soltándome y dándome la espalda para seguir caminando.
No tengo idea de cómo resolver esto, mis sentimientos se están apoderando de mi cuerpo y están impidiendo que sea el verdadero Derek, aquel que haría cualquier cosa por sacar adelante a su gente y a su familia.