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Chapter 10 - Capítulo 9

Emma:

Apenas puedo abrir mis ojos, mi cuerpo esta inmóvil y ni siquiera me quedan energías para preocuparme por lo que está pasando. Lo único que veo es un montón de luces que pasan con rapidez frente a mis ojos, no sé dónde estoy ni lo que me hicieron, pero tengo que salir de esta situación a como dé lugar.

Derek:

Los novatos están poniendo a las dos chicas sobre las camillas metálicas del laboratorio, Magy está preparando el aparato que detectara el localizador en el cuerpo de Emma, estoy intentando lucir tranquilo, pero no se me da demasiado bien.

— Derek ven aquí, te sacare el localizador a ti primero— dice Magy tomando su pequeña maquina en forma de pistola en sus manos.

— Vale— le digo estirando mi brazo.

Posiciona el detector sobre mi piel y lo enciende, recorre el aparato por todo mi antebrazo, puedo sentir como el metal frio me roza. Después de hacerlo un par de veces su cara se torna preocupada.

— ¿Qué sucede? — le digo inquieto.

— Aquí no hay nada. ¿Estás seguro de que te lo han puesto?

— Si estoy seguro, no es la primera que me ponen uno

— ¿Qué sucede Magy? — le dice Diego en voz alta. Todo el cuarto se pone en silencio y la miran atentos.

— No hay localizador, la maquina no lo detecta.

— O sea que...— dice Kalem antes de que yo lo interrumpa.

— No podremos saber cuál es la infiltrada— termino su oración. Una mezcla de alivio y preocupación se manifiestan en mi interior.

— No puede ser— dice Diego paralizado— Magy, tienes que buscar mejor, haz que esa cosa funcione.

— ya lo he hecho dos veces y no hay nada— le responde Magy malhumorada.

— Inténtalo con ellas— le dice Kalem señalando a las chicas.

Magy sin decir nada más le hace caso a Kalem. Primero revisa a Roky, pasa el aparato por todo su cuerpo más de dos veces sin tener un resultado positivo; todo el cuarto está atento a la mínima señal que emita su aparato.

Luego de que Magy se rinde con Roky, prosigue con Emma. Aunque sé que el aparato no parece estar funcionando, me da nervios de solo pensar que la pueden descubrir. Estoy tan enojado conmigo por sentir estos nervios y compasión por ella, Emma es igual o peor que todas las mujeres, además es aliada de Gwen. Algunas veces deseo tener ese botón para poder eliminar mis sentimientos por ella pues parecen ser insensibles al tiempo.

Magy pasa el aparato sobre el cuerpo de Emma, primero un brazo luego el otro, después continúa por todo el cuerpo y cuando está a punto de llegar al cuello Diego rompe el silencio del cuarto.

— Esa cosa esta rota, no puede ser que no detecte nada— Magy lo mira entrecerrando los ojos.

— Te invito a repararlo— le desafía.

— Con gusto— le responde Diego quitándole el detector de las manos.

Lo mira de arriba abajo, lo sacude y luego lo enciende y lo apaga esperando que algo suceda.

— Y si probamos a ver qué pasa con los localizadores que Magy ha retirado en otras ocasiones— dice Kalem para mi sorpresa. Últimamente está participando mucho en las reuniones.

— Muy ingenioso Kalem, así sabremos si funciona o no— le responde Magy

— ¡Hey Tú! tráelos, están en ese cajón— le ordena Diego a uno de los novatos.

— ¿Son estos? — le pregunta mostrándole un frasco de cristal con el interior repleto de algo que parece ser un matoncito de arena negra.

— Si — le responde Diego.

El trae de inmediato el frasco y lo pone sobre la mesa de trabajo, Diego enciende el detector y lo posiciona sobre los pequeños localizadores.

— Esos son todos los localizadores he extraído durante años— comenta Magy orgullosa de su trabajo.

— Quieres callarte, trato de ver si esto funciona— le dice Diego sin apartar la vista del detector.

Cuando Magy está a punto de contestarle el aparato empieza a emitir un pitido recurrente. Ella sonríe cruzando los brazos.

— Funciona perfecto— le dice a Diego quintándole de las manos el detector.

— Creo que cambiaron su tecnología de localización— les digo anunciando lo obvio.

— ¿Y ahora que vamos a hacer? — pregunta Erik, uno de los novatos.

— Esperar a que despierten y rogar que ambas regresen a la siguiente reunión, así a Magy le dará tiempo de descifrar esta nueva tecnología— le responde Diego frotándose la barbilla.

— Por lo menos tendré a Derek de conejillo de indias— dice Magy sonriente. Le sonrió de vuelta pensando en todo lo que me hará en los siguientes días.

— Pero hay un problema, ¿que se supone que les vamos a decir a las dos cuando despierten?, ¿cómo haremos que confíen en nosotros después de haberlas drogado y traído hasta aquí a rastras? — pregunta Marisa. Una miembro no tan recurrente del grupo.

— Pues no tienen por qué enterarse de lo que les hicimos— le responde Diego.

— Un momento— dice Magy eufórica—, revisemos sus pertenencias— quizás encontremos algo que delate a la infiltrada— inmediatamente pienso en el iophone de Emma, que empieza a vibrar inoportunamente en mi bolsillo trasero.

Intento apagarlo sin sacarlo de mi pantalón, pero no funciona. Antes de decidirme a sacarlo me fijo si alguien me está mirando con rapidez lo tomo en mis manos antes de apagarlo logro ver el nombre de Aron en una llamada entrante.

Lo guardo fugazmente en mi bolsillo, de inmediato me alivio al ver que nadie se ha percatado.

— ¿Encontraron algo? — les pregunto mientras meten sus manos en los bolsillos de la ropa de ambas.

— Nada— me responden todos casi al unísono.

— Bueno, no nos queda mucho tiempo— dice Diego— tenemos que pensar en algo más— piensa por un momento mirando a su alrededor— ya se.

— Habla de una vez Diego, se van a despertar en cualquier momento— le apresura Magy.

— ¿podrías callarte y escuchar un momento? — lanza un suspiro y luego continua hablando — mira esto es lo que haremos: tu Erick llévate a Roky a casa, dile que se desmayó sin razón a aparente y tu Derek llévate a Cleo y dile lo mismo, finjamos que no sabemos porque se desmayaron y luego ya veremos qué hacer para que no comenten entre ellas lo ocurrido, lo importante ahora es hacerlas sentir seguras con nosotros así volverán y podremos continuar con el plan— finaliza Diego tomando el control absoluto de la situación.

La verdad es que no sé si me gusta la idea de llevarla a mi casa, claramente aquí soy el líder y podría ordenarle a Diego que sea el quien se la lleve, pero no lo hago a pesar de que se lo que se viene.

Emma:

Abro los ojos lentamente hasta que se hace visible un techo color mármol, "¿Dónde estoy?" me pregunto intentando reconocer el lugar.

— Hey, ya despertó— dice una voz.

Mi corazón late con rapidez, ¿Qué hora es? Tenía que encontrarme con Aarón a las doce de la noche. Busco mi iophone en mis bolsillos, pero no está. ¿Cómo voy a salir de aquí?

— Hola Cleo— Derek aparece de repente frente a mí. No sé si asustarme o estar aliviada por la manera dulce en la que me habla.

— ¿Qué ha sucedido?, ¿Dónde estoy? — le digo casi gritando— ¡ustedes me drogaron! — lo acuso sin pensarlo dos veces.

— Tranquila— me apacigua tomándome de los hombros— te desmayaste anoche y como no sabíamos dónde vives te trajimos a mi casa, nadie aquí quiere hacerte daño— me asegura con una sonrisa. No confió en él, ni en su amabilidad.

— No me engañas con esa sonrisa, ¿crees que soy estúpida? No es para nada una casualidad que después de haber bebido ese dichoso jugo asqueroso haya caído prácticamente muerta— hago que me suelte los hombros de un empujón. Se desequilibra un poco, pero pone su mano en la pared para no caerse.

Cuando logra enderezarse me mira fijo sin decir nada, después se para y trae una bandeja con un plato de arroz.

— Debes comer algo, no es normal lo que te sucedió — me dice apretando los dientes y luego continúa hablando, parece cabreado— y bueno no está demás decir que, si no quieres salir lastimada, no vuelvas a empujarme de esa manera— finaliza entregándome la bandeja en las manos.

Lo miro sin intenciones de responderle, luego levanto el plato de arroz y lo arrojo contra la pared sonriendo, a mí nadie me amenaza y menos un hombre.

Noto que las venas de las cienes de Derek empiezan a palpitar mientras aprieta sus puños y su mandíbula. Escucho pasos detrás de él, es Kalem que mira sorprendido el plato destrozado en el suelo.

— A ver escúchame bien, si no quieres que nadie salga herido, mejor dicho, si tú no quieres salir herido. No te atrevas a amenazarme de nuevo— le digo aproximándome a el — ¿entiendes? — finalizo dándole un empujón en el pecho.

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Anuncio: A partir de hoy 05.05.2020 publicaré un capitulo por día durante las dos próximas semanas, espero que los disfruten ¡Gracias por leer!