Nos fuimos de vuelta a la mesa y mi amiga me miró preocupada.
—¿Estás bien? — escribió en la libreta.
—Sí, algo me cayó mal. No te preocupes.
—Vamos a la tienda para que compres algo de ropa — le dijo Shiro a Yuri. ¿Desde cuándo se ha vuelto así?
Nos fuimos a la tienda. Le di uno de los trajes que Shiro me compró, y por suerte le quedó bien. Shiro ha estado algo raro desde el suceso del baño. Me confunde su forma de hacer o decir las cosas. No sé desde cuándo comencé a fijarme en esos pequeños detalles. Ha estado mostrando partes de él que desconocía y no sé si tomarlo en serio o tomarlo como un juego. No quiero ser la burla de él. No quiero que siga confundiéndome como hasta ahora. No puedo olvidar todo lo que hizo. De alguna forma se ha ido desapareciendo esos malos recuerdos y no puedo permitirlo. Por estar pensando tanto, no me había dado cuenta que estuve fijamente mirándolo por todo el camino. El camino se hizo extremadamente corto. Llegamos a la tienda y Shiro se bajó con nosotras.
—Al ser la misma talla de Rui, será mucho más fácil conseguirte ropa — se fueron juntos a la tienda y me quedé atrás.
Cuando habla con otras personas es muy amable, pero cuando es conmigo siempre me habla en un tono molesto. De alguna forma me siento molesta. Quise quedarme lejos, está muy confiado en que no me iré.
—¿No piensas venir?— escuché su voz y caminé hacia ellos —. ¿Y a ti qué te pasa?— me preguntó.
—Nada. ¿Debería pasarme algo?
—¿No vas a comprar nada?
—No, no quiero deberte más.
Yuriko salió del vestidor con un traje muy bonito. Ella es muy hermosa. El color rojo hace que resalte sus encantos.
—Te ves muy hermosa, Yuriko. ¿Qué tal si te pruebas también el negro?— sugirió Shiro.
Me sentía algo irritada con su comportamiento.
—Te ves muy bonita, Yuriko— le dije, y sonriendo entró de vuelta al vestidor.
—¡Tu amabilidad me molesta, Shiro! ¿Puedes comportarte como siempre haces?— salió de lo más profundo de mí. Me sentía avergonzada por molestarme por algo tan estúpido como eso.
—¿A ti qué mierdas te pasa?— preguntó molesto.
—¡Eres un idiota! — caminé a otro lado de la tienda. No quería tenerlo cerca, solo deseaba estar sola.
Shiro se mantuvo lejos y fue lo mejor. Todo el tiempo en la tienda estaba siendo amable con todos alrededor. Su cambio de actitud es irritante. ¡No lo soporto! Salimos de la tienda y regresamos a la casa. No nos dirigimos palabra alguna luego de ese suceso. Me mantuve lo más lejos posible. Llegamos a la casa y me quedé con Yuriko para ayudarle a organizar las cosas en el armario.
—Gracias— escribió.
—De nada. Me iré a mi habitación. Espero te sientas algo tranquila en esta casa— salí de su habitación y me fui a la de Shiro.
—¿Me vas a decir que te sucede? — preguntó al verme, ni siquiera sabía que me estaba esperando.
—No quiero hablar del tema. Ignora por completo lo que dije en la tienda.
—No me da la gana hacerlo. ¿Estabas celosa?
—Eres tan presumido, que no te soporto.
—Tu actitud me demuestra que eso es lo que está ocurriendo.
—Me iré a bañar — caminé a la puerta del baño.
—Tu amiga no irá con nosotros hoy — escuché que dijo antes de yo cerrar la puerta del baño.
No entiendo por qué lo dice, jamás quisiera llevarla a ese lugar.