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Chapter 20 - 20

—Harás que olvide todo— mi comentario la detuvo. 

—Eso es un buen inicio. No seré más imprudente, y esta vez voy a calmar un poco mis hormonas— se levantó de encima de mi, y me le quedé viendo. 

—¿Tus hormonas?— pregunté curioso.

—Sí, esas hormonas que se alborotan cada vez que te veo. 

—¿Eso es bueno? 

—Por supuesto. Digamos que ahora que somos novios se han vuelto más sensibles. Voy a irme para que descanses. Sé que mañana debes trabajar y el otro día no descansaste por mi culpa.  

—Pero ¿Por qué tan pronto? No pudimos pasar la tarde juntos. 

—Ya habrán más días para eso. 

—Pero yo no quisiera que te fueras todavía. Es decir, quiero que te quedes y hagamos algo juntos. 

—Eso suena muy comprometedor, Steven. 

—No me refiero a eso que piensas. Hablo de hacer cosas de novios y eso.

—¿Y para ti qué son cosas de novios?  — con su pregunta casi me explota la cabeza. 

Ni siquiera sé qué es lo que hacen los novios. Dije todo eso como excusa para que se quedara y ahora no tengo idea de qué responder. 

—Para serte honesto, no sé qué hacen los novios. Podemos preparar algo de comer entre los dos.

—¿Por qué no pedimos una pizza, conseguimos unas cervezas y celebramos? 

—No tomo cerveza, solamente vino.  

—Bueno, pues vino y pizza. 

—No es recomendable. 

—¿Por qué?

—Porque no tolero mucho el alcohol y tengo temor de que termine haciendo algo extraño. 

—Cuando dices extraño, ¿A qué te refieres? 

—Ya una vez lo hice en una fiesta de la oficina. Estaba nervioso ese día que cuando me sirvieron una copa de vino, terminé haciendo el ridículo. Cosas que en mi sano juicio, jamás hubiera hecho. 

—¿Está mal haber deseado verte? — sonrió. 

—Sería muy vergonzoso que me vieras así. 

—Podemos tomar alguna gaseosa, no tiene que ser solamente alcohol. 

—El hecho de que yo no pueda, no significa que debas cohibirte por mi. 

—No me estoy cohibiendo, pero quiero que los dos celebremos de una forma donde nos podamos sentir a gusto. 

—Me parece bien. 

—Haré la llamada a la pizzería.

—¿Qué te parece si vemos una película juntos? 

—Me encanta la idea— sacó su teléfono, y marcó. 

Debía preparar todo para que el ambiente fuera más cómodo para los dos, por lo tanto, encendí el televisor y acerqué el sofá a la pantalla. No sabía qué tipo de película podía gustarle, por esa razón esperé a que terminara la llamada para preguntarle. 

—¿Qué tipo de películas te gustan? 

—Películas para adultos — me dejó sorprendido su respuesta, a tal grado que ella comenzó a reír. 

Cuando dice para adultos, ¿Se habrá referido a ese tipo de películas indecentes? 

—Deberías ver tu cara. ¿Qué habrá pasado por tu cabeza ahora mismo? — no dejaba de reír, mientras que aún yo estaba sorprendido. 

—Muchas cosas. Estoy un poco confundido, o más bien siento algo de curiosidad. Esta pregunta, lo más probable suene ridícula, pero cuando dices películas para adultos, ¿Te refieres a películas indecentes? 

—Sí, ese tipo de películas donde dos personas descargan esas ganas que los consume por dentro. ¿No me digas que nunca has visto una? 

—No suelo ver ese tipo de cosas— desvié la mirada.

—No puedo creerte. Todos en algún momento nos ha picado la curiosidad, a tal grado de verlas. 

—Solo he visto dos revistas, pero fue hace mucho tiempo. He visto vídeos cortos entre mis compañeros de trabajo, pero no es algo que llame mi atención. 

—Eso es bueno. 

—No sé si haya de ese género aquí— alcancé el control para buscar en la aplicación. 

—No estarás pensando realmente en buscarlo, ¿o si?— su tono nervioso me llevó a mirarla. 

—Bueno, dijiste que te gusta, así que planeaba encontrar una que sea de tu agrado. 

—Creo que me ha salido el tiro por la culata— murmuró.

Miré de vuelta al televisor y me percaté de que si existe una sesión para lo que ella ve. 

—Hay una sesión para adultos, pero veo que está dividido por categorías. ¿Por qué tiene tantos nombres extraños? ¿Qué significa "bukkake"? 

—Dame ese control de inmediato— me arrebató el control de las manos, y en ese halón, un vídeo de la nada se abrió en toda la pantalla. 

El volumen estaba muy alto, por lo que los gemidos de una mujer se escucharon, lo que captó mi atención de inmediato. La escena que había en la pantalla, distorsionó por completo mi mente. El rostro de esa mujer estaba cubierto de una sustancia extraña, que no sabía que era, hasta que vi a dos hombres terminar sobre ella.

—Eso es… — señalé a la pantalla, mientras que Mónica trataba de bajar desesperadamente el volumen. 

Y es que me quedé paralizado viendo eso. No podía creer que realmente eso estaba ocurriendo. 

En el momento que logró quitarlo, su fatiga me hizo mirarla. 

—¡¿Ahora sabes lo que es?!— su rostro estaba rojo como un tomate—. ¿Has matado la curiosidad, Steven?