Dos tazas de café, una madre, una hija, palabras distantes.
- sé que me he portado mal, hija. Yo... ¿Cómo te explico? Necesito que me ayudes a ser una nueva persona. He estado yendo al psicólogo para poder desahogar mis penas - Denisa agarró las suaves manos de su hija menor.
- he hablado con todos tus hermanos, ellos me han perdonado incluso Adrienne. Hija, realmente necesito que vuelvas a casa. Todo ha cambiado. Ahora soy una nueva mujer con metas en la vida. - Daphne mantenía silencio mientras escuchaba las palabras de su madre, realmente esto estaba pasando.
- nunca imaginé que esto pasaría.
- lo sé, realmente lo lamento, hija.
La joven sintió enormes ganas de llorar en el regazo de su madre, como cuando era niña. Ella realmente estaba cambiando.
- todos los humanos cometemos errores mamá, así que, no lo lamentes. - ambas se miraron tiernamente, realmente esto estaba pasando. Denisa atrajo a su hermosa hija menor para darle todo su cariño, Daphne aceptó ese cariñoso abrazo.
- gracias. - Denisa agarró un pañuelo e secó sus ojos lagrimosos.
- por cierto, tengo una buena noticia y mala noticia.
- dime la mala primero. - contestó Daphne.
- la empresa está perdiendo ganancias, tu padre está enfermo y no sé cómo lo vamos a hacer. - Daphne susurró un «¿Qué?» asustada o más bien horrorizada. Eso significaba que perderían absolutamente todo.
- ¿no hay ninguna solución ?
- este... Mira, hija. No sé si te parezca muy buena noticia, pero estoy pensando en manejar yo la empresa y que tu hermano Damian sea el ejecutivo, así podemos llegar a más lejos. Cristopher quiere ayudar también. Adrienne se encargará de la administración. Tendremos unos cargos muy importantes e la empresa. - argumentó cada uno de sus futuros e geniales planes.
-mamá, pero eso es perfecto.
Denisa sonrió.
- escucha, hija, quiero que estudies para que te conviertas en una magnífica arquitectura como tu padre, ya que él maneja varias cosas. - Daphne sentía que las bendiciones caían del hermoso cielo.
- así lo haré mamá, lo prometo.
Denisa le dio un sorbo al caffè macchiato.
- ya me enteré de todo, ¿así que Jason y tú sois novios? - la madre sonrió picarona. Daphne sintió sus mejillas arder, solamente nombraban su nombre y toda su piel se erizaba.
- así es mamá, él es mi novio.
- él es muy bueno, lo sé. Y un pajarito me ha dicho que él no te abandona en ningún momento, está tan pendiente de ti y de tu tobillo - Daphne asintió.
- yo lo amo, es demasiado lindo conmigo.
♥♥♥
Daphne saludó a su novio, lo había estado esperando sentada cerca de la cafetería donde había quedado con su madre. Jason estacionó el automóvil, para consiguiente bajar del coche.
Ella se puso de pie ayudándose de las muletas, él corrió hacía a ella para ayudarla y darle un delicioso beso en los labios. La agarró suavemente de la cintura e unió sus labios a los de ella, saboreado su dulce boca sabor a fresa. El viento hizo bailar el cabello de Daphne y el aroma de su cabellera, era simplemente exquisito e placentero de inhalar para Jason.
Después de comerse a besos, los dos caminaron hacia el coche, Jason auxilió a su "caramelo" e después el empezó a conducir.
- ¿ Has cambiado de champú? - cuestionó mirándola, ella lo observó sorprendida.
- ¿como lo sabes?
- el que tienes ahora es delicioso, tiene un perfume más dulce . - se acercó a ella e volvió a inhalar cerrando los ojos, ella simplemente empezó a reír.
- es de fruta ósea de Granada.
Jason puso su disco favorito, contenía el álbum de The weeknd: Beauty Behind The Madness " The Leak".
Puso una de sus canciones favoritas: Acquainted.
Esa canción también le gustaba a Daphne, así que los dos empezaron a cantarla juntos.
Ella agarró los brazos de Jason y le dio un besito en la mano, él sonrió.
Él manejaba y con la otra mano libre acariciaba su ñoña, hoy estaba demasiado cariñosa.
- ¿A dónde vamos a ir , guapo ? - preguntó melosa.
- al maravilloso parque : Battery Park ¿Te parece bien?
- perfecto así le podemos dar a las ardillas de comer.
Después de un relajado trayecto entre risas, palabras cariñosas y besos, llegaron al parque, quedaba más al sur de Manhattan.
Al arribar, se adentraron al magnífico lugar. Era un hermoso parque sin duda.
Los dos se dirigieron hacia un árbol para darle de comer a las ardillas, sobre todo Daphne que le hacía gracia ver a esos animalitos comer. La ardilla se acercó a las manos de la chica y agarró un pedazo de manzana. Jason se encargó de hacer fotos, para tenerlas de recuerdo, el ambiente justamente era romántico y hermoso, todo cambiaba cuando estaba al lado de Daphne, le daba esa sensación de tranquilidad que nadie le había aportado en la vida.
Se respiraba tranquilidad, las calles ruidosas estaban un poco lejos de ese bello lugar. Jason y Daphne se sentaron en un banco, ella quería descansar el tobillo, al menos por un rato.
Delante tenían una hermosa vista de New Jersey y el río Hudson.
Entre los dos hubo un poco de silencio, Jason estaba estirado en el regazo de su novia. Mientras miraba el cielo. Daphne le acariciaba el pelo y eso lo relajaba.
- Mi madre quiere que vuelva a casa - se le miraba un brillo especial en los ojos de la muchacha.
- encanto, me alegro tanto por ti, ya has sufrido demasiado. Por fin tu madre piensa en tu felicidad y en la de tus hermanos. - Jason sonrió.
- te amo
El viento soplaba un aire suave.
Después de que la parejita feliz estuvieran hablando tranquilamente en el maravilloso parque, fueron al hotel.
Daphne se daba un buen baño mientras su novio estaba tumbado en la cama, con los ojos levemente cerrados con una gran sonrisa al escucharla cantar en el baño. Era tan perfecta, jodidamente hermosa para él, estaba loco por ella y nunca la reemplazaría por nadie. Nunca. Porque su amor es tan fuerte que supera cualquier prueba, estar con ella, es como estar en un sueño.
El móvil le sonó de nuevo y esta vez era su padre de nuevo.