El aristócrata esperaba pacientemente a la caprichosa, ya molesto. ¿Dónde demonios se había metido Juliette?
Una notificación sonó de pronto, el hombre agarró el móvil, al ver de que trataba la notificación dejó el aparato despreocupado sobre la mesa de nuevo y tragó el poco coñac que quedaba. La puerta de la gran casa se abrió lentamente, era la rebelde y antojada joven, que venía con un montón de bolsas, parecía estresada porque no sabía cómo coger tantas cosas de mayor entidad, apenas le cabían en las manos.
-Hola papi, vengo de shopping - Jueliette tiro las bolsas casi arrojándolas. El sabio sonrió de lado, dejando el vaso de cristal en la mesa.
- Lo sé, me ha llegado una notificación de la aplicación que tengo de mi cuenta bancaria. Sé en qué te gastas mi dinero, en donde y la cantidad.
Juliette sonrió perversa.
-Me he demorado mucho ¿Cierto? - la chica empezo a deshacerse de su ropa poco a poco quedando en lencería de encaje negro.
El señor la observó lujurioso, mientras se extraía el cinturón. La chica empezó a caminar en dirección al hombre, haciendo resonar sus tacones.
Juliette se acercó lo suficiente para besar al mayor en sus labios, si quería dinero y lujo, tenía que rebajarse. Pero el hombre actuó primero agarrándola del cabello, y con la otra mano libre le abofeteó, fuerte.
La joven sonrió, le encantaba ser su sumisa.
-Agachate y empieza. Si me haces venir en diez minutos, te daré algo más. - Juliette asintió bajándose poco a poco hasta quedar arrodillada en el suelo mientras miraba al señor lujuriosa.
Quería dinero, más dinero.
♡
Adonis estaba más que dispuesto, concentró a todos los empleados de la compañía, para informar la noticia. En la sala de reuniones, estaban muchos ejecutivos y arquitectos haciendo videoconferencia con más profesionales detrás de la pantalla.
-Ahora que mi padre Alexander Niniadis ha fallecido, yo me ocuparé de sacar la empresa hacía delante, quiero decir , yo seré el CEO- habló firme y sin ningún tipo de nervios. Todos en la sala aplaudieron. -Además, tengo nuevos proyectos que desempeñar -mostró los planos-, Es un proyecto grande, así que voy a necesitar varios arquitectos para hacer unos cuantos modelos.
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Jason
El sol que atravesaba en la ventana era demasiado luminoso, trataba de abrir poco a poco mis ojos pero es casi imposible. Lo logro después de varios minutos, mi habitación es muy luminosa, tenía que haber bajado la persiana.
Siento a Daphne removerse y sin dudarlo ni un solo segundo volteé para quedar pegado a su suave piel, abrazarla de buena mañana es sensacional, dios, esto es la puta gloria.
Seguíamos desnudos después de la maravillosa noche que tuvimos, puedo sentir mi cuerpo calentarse de nuevo.
Joder…
Recuerdo la forma en que ella me miraba con sus ojitos brillosos toda ansiosa por probarme y es que de sólo pensarlo me pone a mil. Muerdo mi labio mientras la rozo con la llema de mis dedos, otra vez, otra vez tenía ganas de sentirla.
Cierro los ojos deleintado el aroma de su cabello ligeramente ondulado y entre tanto esnifo como una puta droga la deliciosa olor de camomila y miel de flores.
Demasiado dulce para ser real…
Acaricio su melena castaña con mechones dorados, mirando como el sol irradiaba casi todo su apetitoso cuerpo.
Un ángel caído del cielo, no hay una mejor explicación, es lo que ella es, un hermoso y dócil ángel.
La bese en el cuello aún apreciando su esencia, percibía mis besos y la forma en que la estaba toqueteando porque ya estaba abriendo los ojitos mientras gimoteaba.
-Buenos días nena- digo-. Es hora de levantarse.
Estiró el cuerpo como una gata y volteó para observarme de buena mañana.
Es jodidamente hermosa…
-Buenos días juguetón - su dulce voz, me puso a cien. Y puedo asegurar que estoy muy candente en este momento.
...
Después de asearnos, la agarro adueñándome de su pequeño cuerpo, deseando que hagamos el amor de nuevo. Daphne reia divertida, pero realmente no sabe que le espera. Quiero tomar el control esta vez. La puse en mi cama, quería tenerla en cuatro y dios sí, en cuatro. Al ver mis intenciones dejó de reírse y me observó excitada, lo está y no puede ocultarlo. Por muy mal que suene estaba a mi merced, esperando alguna reacción ruda de mi parte, me lo pedía con la mirada.
Le dí una palmada en su redondo culo y no tardé ni tres segundos en darle de nuevo otra vez, todavía seguíamos desnudos y más descontrolados que hace un rato.
- Jason dame de nuevo por favor - pidió casi suplicando. Con mucho gusto lo iba a hacer, no pensaba quedarme quieto.
La atraje hacía a mí y no se libró de un fuerte azote esta vez. Pude ver cómo mordió la sábana queriendo no hacer mucho ruido. La agarré del cabello, mientras mi mano derecha la exploraba nuevamente
Húmeda, estaba casi mojada y gemía queriendo que fuera más rápido y así lo hice. Pero Daphne tampoco se quedó atrás, agarró con su mano lubricada mi pene peligrosamente erecto, gozando del tacto.
Dios, me está poniendo a mil…
Mi miembro palpitaba cada vez queriendo más, ansiabamos pasar a la siguiente fase.
-Jay, no puedo seguir esperando - Daphne gimoteaba con su sensual voz que me llegó directo al pene, empezó rozando nuestros genitales.
Maldita sea, esta niña me va a volver loco...
Y en cuanto me di cuenta, ella misma me posicionó en la entrada del paraíso. La agarré de la cintura moviéndola a mi gusto mientras haciamos el amor algo salvaje y desenfrenado.
Dios la lujuria de hoy ya es demasiado para mi anatomía. Una, dos y hasta tres azotes le dí en su rojo culo al escucharla gritar dulcemente mi nombre.
No puedo, esto es demasiado...
Tocaba sus pequeños y jugosos pechos, mientras ella daba los mejores movimientos de cadera, haciendo la penetración más profunda.
Cada vez más, cada vez más rápido, más profundo, mas rudo. Abandonamos la posición del famoso "perrito", me senté en la cama y ella se posicionó delante mío. Nos unimos en un feroz y caliente beso, respirabamos descontrolados, nos costaba mucho inhalar y exhalar aire.
Daphne se puso de espaldas y se sentó sobre mí, humedeciendo mi polla ya ardiente que quemaba como el mismo fuego y volvió a unir nuestros cuerpos.
…
Metía y sacaba todo mi amor cada vez más rápido, nuestros cuerpos chocaban, se escuchaba a la perfección nuestros genitales húmedos, al igual que nuestros cuerpos sudados y brillosos. Seguía sentada sobre mí haciendo unos movimientos de cadera bestiales, mientras su cabeza la tenía hacia atrás, apoyada en mi hombro . Gemía demasiado alto, así que no me quedó de otra que tapar su boca con mi mano mientras la embestia cada vez más rápido.
Y en cuanto nos dimos cuenta, ya estábamos llegando al puto orgasmo, sintiendo mi puto cuerpo arder en llamas al igual que el de Daphne, que estaba perdiendo el control de sí misma moviéndose como loca. Y al fin llegamos al deseado clímax, agitados, cansados.
Gozando de unos suaves besos.
Espléndido , simplemente espléndido.
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Tengo que hacer narrar a Jason más veces ( ͡° ͜ʖ ͡°)