Nuestros protagonistas, salieron del aeropuerto, caminaron juntos, agarrados de la mano. Denis se había marchado, así ellos podían hablar tranquilamente y con más intimidad.
La muchacha llevaba una pequeña mochila para ayudar a Jason, ya que tenía demasiado equipaje. Él por otra parte, se sentía realmente feliz, tenía a la mujer más hermosa ¿Qué más podía pedir?
-nena ¿A dónde planeas ir? - él cuestionó curioso.
-pues la verdad, es que yo tampoco se a donde vamos a ir -respondió encogiéndose de hombros. Era de noche, justamente las nueve y cuarenta. Jason se detuvo por un momento, Daphne lo miró sin saber exactamente el porqué, él se había detenido justamente así de la nada.
Ambos se miraron sin decir absolutamente nada, los ojos de los dos mostraban felicidad, mucha felicidad e alegría. Jason la agarró suavemente del brazo e la atrajo hacia él, sentía una necesidad infinita de envolverla en sus brazos y hacerla sentir segura, quería darle todo su amor, su cariño, su apoyo. La joven, mantenía silencio, mientras disfrutaba del hermoso abrazo, se acomodó en su pecho e con sus delgados brazos lo rodeó.
- quiero pasar la noche contigo - la besó en la frente. Ella sonrió.
- ahora ya no tendremos ningún problema, para estar juntos - Jason frunció el ceño ¿A qué se refería exactamente?.
- es una historia un poco larga...- dijo Daphne. - cuéntame todo, no me importa. - Jason respondió con interés sin pensarlo dos veces. Se sentaron en el banco, que estaba justamente detrás de ellos.
-mi padre ha tenido un grave accidente de coche.
-dios...
- mi madre, está prácticamente demente. Mis hermanos y yo nos fuimos de casa y ahora estamos viviendo con Adrienne , mi hermana mayor. Las cosas han cambiado mucho desde que mi papá tuvo esta eventualidad. Mamá, ahora es una mujer desquiciada que está sola. Bueno... No hace mucho que papá se levantó, estaba profundamente dormido, durante muchos días, yo he estado sufriendo mucho y mi familia también. Ayer justamente fui al hospital, al salir de clase, y mi hermana estaba con él, mi padre estaba sonriendo mucho y yo pues estaba feliz - Daphne no pudo seguir explicando, ya que le entraron las ganas de llorar. Jason la entendía perfectamente y odiaba verla plañir.
- yo...Me acerqué a él, pero él solamente sonreía, no se había girado para mirarme o algo por el estilo. Me sentí adolorida en ese momento, Adrienne, me dijo que papá había perdido la memoria y encima se había quedado, se había quedado... - dejó de argumentar, se le había formado un gran nudo en la garganta, cubrió su rostro en sus manos. Jason la consoló, no tenía palabras, era tan impactante.
La joven dejó de llorar por unos momentos y intentó seguir hablando.
- ciego. Mi padre está ciego. Y ahora él sonríe como un niño feliz, actualmente, está contento aunque no pueda recordar a nadie. Mi madre, no quiere saber nada de nosotros y creo que de mi padre mucho menos. - Jason la abrazó, Daphne escondió su semblante en su torso.
-escúchame, quiero que sepas. Que no estás sola.
-Jason, ahora, sí podemos estar juntos. - ella rió.
-Sí, por fin. Quiero pedirte disculpas, porque no me había tomado el atrevimiento de decirte que me iba a ir. No sabía, que estabas pasando por esto y ahora con razón entiendo todo.
- no entendí lo último.
-hace unos días, era de noche. Quería verte, solamente verte, no perdón rectifico, me apetecía espiarte y no te vi. - eso la hizo reír a ella.
- tu padre, quería que te fueras a Canadá ¿Verdad? Había escuchado unos rumores, pero no me lo creía.
-sí, él quería que yo me fuera. Ya sabes...Soy una vergüenza de hijo para él, mi hermano mayor es "el tipo a seguir" mientras que yo soy una excepción.
- no sabe, las cosas hermosas que tienes en tu interior, él no te conoce bien. No le importa herir tus sentimientos.
- por eso te amo, porque me conoces, me quieres tal y como soy. - el muchacho le sonrió a su novia, dios, todo era jodidamente hermoso en ella.
-dame un beso.
-encantado, bella dama.
♥♥♥
Jason se le ocurrió la magnifica idea de pasar la noche con ella. Se dirigieron al hotel Wellington gracias a un taxi.
El hotel Wellington, es un parador magnífico ubicado en el centro. Es limpio y organizado con una decoración hermosa. Jason y Daphne lograron entran, entrambos contemplaron la estancia, era lo suficiente grande para pasar dos noches. El baño era de buen tamaño con muy buen aseo. El lugar no ofrecía desayuno, pero no era problema para nuestros protagonistas, por la mañana irían a comer a algún local.
Daphne se sentó en la cama, le dolía un poco el tobillo, por la caída de hace unas horas. Jason percibió un pequeño gemido de dolor, que salió de sus labios.
- ¿Sucede algo, encanto?
- Mi tobillo. Es que antes de llegar al aeropuerto, me resbalé. - ella rió avergonzada, Jason rió con ella.
- entonces, iremos a urgencias
- ¡no! En serio grandullón, no hace falta ir al hospital. No me duele tanto, en serio.
-¿Estás segura? Si te duele me lo dices, peque - ella asintió. Jason se dirigió hacia el baño, donde ahí había una bolsa de hielo. Al salir, miró a Daphne estirada en la confortable cama.
- te traje esto, así el dolor disminuyera - el apañado muchacho colocó con cautela la bolsa sobre su maléolo, ella reprimió un pequeño sonido al sentir el contacto del hielo en su piel.
- gracias guapo - ella lo nombró coqueta, Jason rió al sentir que su cuerpo se le estaba empezando a calentar.
- honey... - mordió él sus labios, mientras se colocaba sobre su novia, aprovechando que ella estaba tumbada le acarició sus rojizos pómulos y de paso su bello labio fino. Apreciaba tener a Daphne tan cerca. Sus cuerpos estaban pegados de nuevo, él sobre su pequeño e cálido cuerpo, estaba tan cerca que incluso sentía que podía entrar en un sueño, su angelical rostro lo volvió loco. Ella tocó su barbilla. Hubo un completo silencio.
Un hermoso silencio.
Jason bajó los tirantes de su vestido, pegó más su cuerpo al de ella y como amaba hacer eso.
- esta noche, la habitación de al lado se va a quejar. - él susurró en su dulce cuello, Daphne se ruborizó, le provocaba cosquillas. Su aliento estaba tan cerca...
- y tú - Jason le tocó la punta de la naricilla a ella.
- vas a sentir, todo mi amor, adentrarse en lo más profundo de tu ser...