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Chapter 12 - 12 -{Primavera} I parte

En New York ya era primavera. Las ardillas salían del letargo, el sol ya calentaba e estas ya dejaron de hibernar.

Daphne caminaba contenta, su padre se iba a ir, por tres días de viaje. Por unos días iba a descansar de todo. Las vacaciones de semana santa, ya habían iniciado con buen pié.

La jovencita caminaba por su jardín, perdiéndose en el paisaje, dejando el mundo atrás. Caminaba con sus bailarinas grises con un bonito lazo rosado pastel.

Vestía primaveral, con su vestido blanco acompañado de una camisa atada. Su melena estaba, de nuevo recogida en una coleta. Por su madre, que no la dejaba, con cabello suelto, dejándolo libre de presión.

Andaba despreocupada, contenta, con una gran sonrisa en su rostro.

El joven Jardinero la observó, nunca había visto a Daphne, por supuesto sabía que, era la hija menor,de su jefe Alexander. Impactado la contempló, era muy bella, parecía una niña, una dulce muchacha. Lucia bella, pérdida en su magnífico Jardín.

-hola, señorita - el jardinero saludó. Daphne lo observó, rió tapándose la boca, con su mano, avergonzada.

-hola, perdona, pensaba que estaba sola. Lo siento- Daphne salió corriendo de su Jardín. Delicadamente, dando pequeños saltitos.

Él muchacho la observó fascinado, que muchacha tan bonita. Se detuvo por un monto, mirándola, aún tenía su regadera en sus manos, mientras la miraba atónito.

¡Que muchacha tan educada!

♥♥♥

Eran las 16:07, ella leía un libro en su habitación, tranquila sin escuchar una mosca. Pero algo o más bien alguien. La interrumpió, la muchacha se asustó. Un hombre se colaba por su ventana.

Pero era él...

Un gran alivio sintió la muchacha al ver a Jason. Este chico era demasiado arriesgado.

Jason la vio asustada, con sus mejillas rojas, sus manos aún temblaba.

-hola, lo siento por entrar de esta manera. -la abrazó. Daphne sonrió, acomodándose en su pecho.

-no importa, la próxima vez avisame - ella levantó su cabeza para verlo. Era tan alto.

Su melodiosa voz, lo tranquilizó.

Jason pegó su nariz a la de Daphne, rozando levemente su piel. Acariciando su cintura, mirándola a los ojos con deseo.

La besó despacio, sin prisa, rozando sus mejillas con la yema de su dedo pulgar. Se separó por un momento, sin perder la distancia, para volverla a mirar a los ojos, mientras sentía su piel suave. Jugaba con su dulce mirada, volviéndola loca. Y a continuación la besó de nuevo. Despacio, sin brusquedad.

-te quiero llevar a un lugar- la tomó de las manos. Daphne hizo la seña para que Jason hablara bajo. Su madre estaba en casa.

-¿a dónde? - ella susurró.

-quiero montar a caballo contigo, llevarte a cenar y robarte esta noche. - Jason sonrió. Daphne estaba confundida, quería y necesitaba ir con él. Todo esto le hacía ilusión.

-debo de inventar algo, realmente quiero ir - ella sonrió.

-eres muy joven, no es bueno que te quedes encerrada como una señora, solamente te faltan 7 gatos. - Jason rió. Daphne hizo una mueca molesta e juguetona a la vez.

-Jason eres malo...

♥♥♥

-¿con Lucy de nuevo?- Denisa cuestionó relajada, ya que la masajista le hacía un placentero masaje, relajando todos sus músculos.

-es que... Debemos de hacer un trabajo juntas, así lo terminamos, rápido- la muchacha mintió.

-¿toda la noche vais a trabajar?

-pero... Después, vamos a pasar un rato juntas. - al parecer eso hizo convencer a su madre.

-está bien, agradece que tu padre no está aquí. Recoge tus cosas y lo que necesites para ir a dormir a y sobretodo no olvides comportarte bien. - habló tranquila.

♥♥♥

Daphne se montó en "su caballo". Intentó mantener la calma. No sería tan difícil ¿no?

Sostuvo las riendas con las manos, no tenía un buen equilibrio, insegura y nerviosa empezó a reír. Jason se la pasaba genial escucharla reír tan feliz e divertida.

-mantén la espalda recta, será mejor, intenta tener un buen equilibrio. - Jason sugirió. Daphne sonrió e así lo hizo.

Sujetaba las riendas correctamente, sus piernas estaban en la posición correcta, con la espalda erguida y la cabeza bien alta domaba al caballo, apenas era una aprendiz.

Jason la observaba desde su caballo, viéndola sonreír, mirando la forma en la que domaba el gran animal.

El viejo caballo, paró por un momento, Jason lo detuvo, para poder subirse en él, sus intenciones era estar detrás de Daphne. Y galopar con ella.

-domas a cualquiera...- susurró. Daphne cerró los ojos tratando de tranquilizarse. Miles de mariposas sintió en su estómago. Jason la hacía sentir así.

Juntos galoparon en el mismo caballo viejo, la joven se relajaba montar a caballo estaba bastante bien, no era malo. De hecho se lo estaba pasando de maravilla.

♥♥♥

Jason estacionó el coche delante de su casa, ella estaba cansada, pues hoy no había parado quieta. Él ya sabe cómo relajarla.

-ya hemos llegado, linda - Jason la tomó de la mano e la besó.

La nana la recibió de una forma encantadora, Daphne abrazó a esa mujer tan encantadora.

-¿cómo se llama usted? - Daphne preguntó, sonriendo suavemente.

-me llamo Mary, pero tu también puedes llamarme Nana - la mujer acarició la mejilla de Daphne. Por favor, que muchacha tan dulce.

Él agarró a la muchacha de la mano, para encaminarse hacia su habitación.

-puedes acomodar las cosas que has traído. Tu cepillo de dientes y cosas personales puedes depositarlo en mi baño y tu ropa en mi armario. - planeó. Ella asintió era muy buena idea.

Después se sentaron en la cama, a Daphne le dolía las piernas, se estiró y cerró sus ojos. El muy perverso, acarició su pierna con el propósito de subir su blanco vestido. Ella sintió su piel erizarse, sus sentidos despertaban. Jason era incontrolable.

-no te pongas tensa - cuando ya subió lo suficiente el vestido dejando ver su lencería blanca, la manoseó en aquella zona dónde una mujer puede sentir mucho placer. Había un completo silencio, solamente se escuchaba los dulces sonidos que emitía ella. Jadeaba bajito, no quería ser escuchada. Su pecho subía y bajaba, su pulso era incontrolable. Miró a Jason con los ojos lagrimosos. Este chico la hacía sentir demasiado bien. Sus falanges se movían de forma circular, sobre su feminidad.

¿A que estaba esperando para hacerla suya?

Un golpe en la puerta los interrumpió.

-chicos, es hora de cenar- la nana notó a los jóvenes algo tensos.

El buen olor entraba a sus fosas nasales. Daphne disfrutaba de la cena, entre risas y más.

Ella hablaba con la nana, desenfrenadamente. Jason la observaba, intimidándola por completo mientras mascaba tranquilamente la tortilla.

¿Por qué está niña es tan dulce?

¿Por qué lo relajaba como si de una droga tratara?

La acarició debajo de la mesa. Ella dejó de gesticular palabras.

-si sigues comiendo el plátano, de esta manera, juro que te hago el amor en la mesa - Jason susurró en su oreja. Ella no puedo decir nada, tragó nerviosa, no había recordado que el plátano, era la fruta que hacía mal pensar a las personas.