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Chapter 18 - 18-{Tigre}

Jason reía con sus amigos mientras tocaban la guitarra en la hora del recreo. Y claro, uno de sus amigos cantaba de pena y con el acompañamiento de la guitarra era peor, ya que Max no tocaba del todo bien, que digamos.

A lo lejos, vio a Daphne sentada con la espalda erguida al lado de su mejor amiga Lucy, sonriendo mientras ingería tortas de maíz.

La observaba como si de un cuadro fuera ; sus gestos, su femenina risa, la forma en que hacía bailar su coleta de caballo de lado ¡Todo!.

Que linda mujercita

No quería molestarla, tenía planeado saludarla más tarde, de la forma que a él le encanta. Besarla en sus dulces labios.

Después de unas horas, nuestro protagonista salió con sus amigos a buscar agua en la cafetería. Tenían un receso de 10 minutos.

Justamente al entrar en la cafetería sus ojos se iluminaron e su corazón empezó a bombear fuerte. Mordió sus labios e sonrió de lado. Se acercó a nuestra dulce Daphne, con la intención de que ella no le viera, con una suma cautela.

Ella seguía escribiendo en su libreta. Pero el beso de ese magnífico y hambriento tigre, la hizo desviar del tema súper rápido.

♥♥♥

Ya eran las tres Daphne y Lucy caminaban juntas para salir de la preparatoria e ir a casa juntas como dos angelitos. Conversaban y reían juntas.

-¡oh! Se me olvidaba, debo coger el libro de literatura, casi se me olvida - Lucy recordó. Ambas se dirigieron hacia las taquillas.

La rubia abrió la taquilla buscando su libro y ahí estaba justamente, lo agarró y lo guardó en su mochila. También había una carta, extrañada y con el ceño fruncido la miró ¿De quién era?

-es extraño ¿De quién será? - le habló a su mejor amiga. Pero ella no contestaba. Miró a Daphne, pero ella no estaba. Confundida miró a su alrededor con el corazón disparado.

Cerró la taquilla, e empezó a caminar por el pasillo llamándola.

¿Dónde estaba Daphne?

Por otro lado cerca de las taquillas estaba el baño de sexo masculino. Jason había estirado a Daphne del brazo par poder cerrar una de las puertas y besarla en los labios.

La arrinconó en la pared, besando sus labios ferozmente, necesitaba de ella como si fuera droga. La muchacha no puso ni un poco de alejamiento, le gustaba la forma en que la devoraba. Su cuerpo masculino frotaba con el de ella de una forma que la hacia perder el control. Él la agarró, apretándola para poderla sentir más cerca y también su calor e su olor...

La joven gimió flojito al sentir sus grandes manos recorriendo su cuerpo.

Acariciándola, tocándola, besándola.

-Jason, esto no está bien - Daphne susurró al escuchar a su amiga llamarla desesperadamente.

-tú eres el maldito problema - Jason la miró, juntando su frente a la de ella.

-¿y-yo? - la joven preguntó casi temblando.

-sí, tú... Porque me tienes volviendome loco a cada rato, por tu culpa pierdo la razón, ternura - la apretó a su cuerpo y volvió a susurrar cerca de su femenino cuello su frase «me tienes loco»

Hubo un silencio por un momento, solamente se escuchaba sus respiraciones pesadas. No hacían otra cosa que mirarse a los ojos, ella algo intimidada.

Lucy seguía chillando, y de pronto la vio a ella con su cabello desorganizado con él al lado.

Y no debía de preguntarse dónde estaba Daphne, ya las preguntas se habían aclarado.

La rubia cruzó los brazos, esperando una respuesta de ambos. Pero Daphne seguía con la cabeza baja jugando con sus dedos y con una sonrisa en su rostro. Le hacía gracia, todo le hacía gracia en este momento.

-Lucy, yo y Daphne, vamos a ir al centro comercial a comer algo y de paso divertirnos un poco

-¿tus padres lo saben? - Lucy le preguntó a Daphne.

-hoy nada importa, quiero pasarlo bien por una vez en mi vida, aunque después me arrepienta - Daphne tenía una sonrisa imborrable de su rostro.

-Jason, haz que esta niña con carácter de vieja se lo pase bien, por favor. Ya se lo merece - Lucy rió.

♥♥♥

Después de ingerir unas buenas hamburguesas en el burguer king. Fueron al local dónde habían un montón de aparatos para poder jugar. Daphne miraba anonada el lugar, observando cada parte del increíble lugar. Había una bolera, un tragaperras, una televisión plana y cerca unos mandos con dos volantes y muchas cosas más.

-¡juguemos a eso! - la muchacha señaló excitada a ese videojuego, que salía una carrera de coches para dos.

Jason la agarró de la mano e se dirigieron hacia el rincón donde estaba la competición de coches virtual.

Daphne agarró el volante sin tener idea de como jugar. Jason la miró e sonrió, le explicó poco a poco como se jugaba y las reglas.

-si gano yo las dos partidas, tendrás que bailar para mí. - Jason rió pero ella lo interrumpió. Pero de nuevo él volvió a hablar. - si ganas tú, me pides cualquier cosa - él habló.

-¿Y si empatamos? - ella preguntó.

Jason se lo pensó un momento.

-pues no sé... Tomamos un helado

-¿En serio?- ella rió.

-muy enserio, venga vamos a ver que pasa - él rió. El juego estaba apunto de empezar haciendo cuanta atrás. Jason quiso ponerla un poco nerviosa.

- aunque prefiero que pierdas, así bailas para mí - él rió al notarla tensa de nuevo.

3,2,1 ¡Ya!

Daphne seguía bloqueada mientras él seguía avanzando el coche azúl. De pronto la muchacha movió el volante de una forma graciosa, su propósito era ganarlo. Jason la quiso distraer.

-te daré fuerte, esta noche - Jason la miró mientras conducía. La muchacha resopló, no iba a darle ese gusto a Jason.

-o tú me puedes dar fuerte a mi también - Jason rió al decir tal cosa sin pensar.

Daphne lo miró extrañada , dejando soltar una risilla.

-lo que haces para distraerme - Daphne rió.

Él iba ganando, Daphne aceleró para poder alcanzarlo y así poder ganar la partida. Pero tarde, él ya había ganado la primera partida.

Daphne hizo pucheros decepcionada, le pisó un pie a Jason sin brusquedad, cosa que lo hizo estallar de la risa.

-ternurita, no te enfades - Jason la abrazó riéndose.

-no es justo... Tú me estabas distrayendo - Daphne intentó zafarse de su abrazo riéndose pero a la vez molesta.

Ambos iniciaron la segunda partida y esta vez ganó Daphne. Así que quedaron empatados.

Ella le sacó la lengua mientras reía.

-igualmente bailarás para mí... Ya verás, encanto - él la besó en la mejilla.