El chófer aparcó el coche delante de la casa, miró a Daphne, de una forma consoladora. La muchacha había pasado todo el trayecto, llorando como palomita.
-señorita Daphne, ya hemos llegado - el hombre habló. Ella limpió sus lágrimas con un pañuelo e asintió para consiguiente decir un «Gracias ».
Bajó insegura del auto, con el corazoncito hecho pedazos, caminó hasta llegar al jardín, pensado en Lucy y toda su amistad, pero lo que más le dolió de sus venenosas palabras, fue el tema de Jason, "sólo se acuesta con ella por diversión, mientas piensa en otras".
-hola, señorita - saludó el Jardinero al verla afligida. Ella también lo saludó fingiendo una sonrisa. Entró a su casa, dirigiéndose al salón para saludar a sus padres y a los abuelos que hoy habían venido a comer.
-nuestra pequeña Daphne, creces tan rápido - la abuela, abrazó a su dulce nieta.
Se sentaron todos en la respectiva mesa, cada uno en su lugar, e empezaron a ingerir. Alexander tenía nuevos planes para la empresa y para su proyecto de arquitectura, compartía sus ideas con los abuelos y con los demás.
Daphne ingería en silencio, no quería compartir ideas, ni opinar. Denisa apoyaba a su marido, todo le parecía correcto.
Al acabar de comer y tomar un delicioso postre ; yogur cremoso griego. Platicaron un rato en lo que hacían la digestión.
-Daphne, ve a tu cuarto, ya te avisaré cuando esté la merienda - Alexander ordenó, aprovechando que todos estaban hablando distraídos.
-no creo que vaya a tener ganas de merendar, papá.
-muy bien, de todas formas ve a tu cuarto, es una orden.
-pero hoy están los abuelos y quiero estar con ellos.
-no te lo volveré a repetir.
Daphne se levantó de la silla, acomodándose el uniforme, se excusó con los abuelos e subió por las escaleras hasta llegar a su mundo. Su habitación era un mundo del cual no quería salir.
Abrió la puerta, sus ojos se dilataron un poco al ver al chico sentado en su cama, su corazón se aceleró en menos de segundos.
Oh, Dios...
Cerró la puerta con seguro, e respiró hondo, muy hondo, tratando de asimilar su masculina presencia. Sintió sus ojos llorosos e sus piernas temblar. Él estaba mirándola, sin ninguna expresión en su rostro.
-hola... - ella avanzó para sentarse a su lado.
-hola, encanto - la besó en la mano. Ella sonrió.
-dime que todo es mentira...
-¿De que hablas, Jason ? - Daphne acomodó un mechón detrás de su oreja.
-¿Es verdad que has venido con Dylan a casa? Y que Lucy ha acabado con su novio, ¿"por tu culpa"? -cuestionó Jason mirándola a los ojos algo confundido. Daphne cerró los ojos tratando de no llorar, sufriendo por dentro. ¿Su ex amiga quería también dañar su amistad con Jason?
¿Por qué tenía que inventar tantas cosas?
-hey, ternura ¿Por qué lloras? - Jason levantó su quijada, ella abrió los ojos poco a poco, que ya estaban cristalinos.
-no creas nada de lo que dice Lucy, ella miente... Jason yo aún no te he dicho nada, pero estoy castigada porque el otro día me fui contigo al centro comercial. Y mis padres me obligan venir con el chófer al acabar las clases - Daphne dijo la verdad.
-pero no me arrepiento de haber ido contigo - ella sonrió.
-¿Por qué Lucy rompió con su novio? Que estupidez, ella no para de meter mierda...
-ella terminó su relación con él hace tres meses. Mira, Lucy está enamorada de ti, ella cortó con él porqué su corazón te prefería a ti.
Jason frunció el ceño bastante confundido, ósea ¿que Coño? La rubia nunca le había confesado nada, podrían ser incluso amigos.
Ahora entendía todo, con razón había inventado tantas cosas. Todo eso había sido por celos.
-mejor, que nos alejamos de ella, está inventado mucho y eso puede hacer que entre nosotros vaya haber una confusión. - Jason explicó. Daphne asintió e sonrió desganada.
-tendré que hacer nuevas amigas... - ella rió un poco.
-lo harás. Oye ánimo, deja de llorar por esa problemática y sonríe, ella no merece tus lágrimas. - después de hablar, la besó tranquilizándola. Saboreando su cuello dulce, sabor a cereza. Acarició sus piernas mientras susurraba lo mucho que la quería.
Tal vez, ese «te quiero » le servirá para darse cuenta de lo enamorado que está de esa dulce jovencilla.
♥♥♥
De nuevo era Viernes, Daphne caminaba por el pasillo distraída, buscando la llave de la taquilla. ¿Dónde debería de estar? Alguien la interrumpió.
Ella se giró para ver a una estudiante de tez morena, alta y delgada sonriendo.
-¿Es tuya, verdad? - la morena extendió la llave, justamente tenía el llavero Rosa. Daphne sonrió.
-muchísimas gracias ¿Dónde estaba?
-se te había caído.
-muchas gracias, hmm ¿Tu nombre?
-me llamo Tamar .
-yo me llamo Daph... - la morena la interrumpió.
-Daphne. Ya lo sé.
-oh ¿Cómo lo sabes? - nuestra protagonista preguntó. Tamar sonrió.
- eres la novia de Jason
-no. En verdad solamente somos amigos. - Daphne negó. Tamar sonrió y tomó eso como un «somos novios, pero me da corte decirlo». El timbre de nuevo sonó, el receso había finalizado, nuestra protagonista de nuevo agradeció a la morena y se dirigió hacia la taquilla, para buscar el libro de Geografía y Historia. Sus bellos se pusieron de punta, al sentir su olor, su cuerpo y esa voz tan sexy e masculina. Jason de nuevo la había besado desesperado en la taquilla, sintiéndose excitado. Ella se puso de puntillas, para poder besarlo mejor y recibirlo de buenas formas. De nuevo dejaron el mundo atrás olvidando que estaban en la preparatoria, ambos sumergidos en lo más profundo, sintiendo sus labios quemar, él la tomó de las caderas atraiéndola más hacia a él. Sin embargo Daphne pudo sentir sus mejillas tornarse exageradamente rojas y su cuerpo estremeciéndose ligeramente. Se separaron lentamente, sonriendo satisfechos. Él con los ojos aún cerrados y ella con el corazón saliendo de su pecho.
-¿Qué coño haces en mí, niña? - respiró algo agitado. Ella se encogió de hombros, mirando hacia un lado, se ponía nerviosa cuando estaba con él y es algo normal. Aún seguían los dos pegados en la taquilla, él acorralándola, mientras la observaba a los ojos. Su ternura lo hizo enloquecer y esa olor a cereza, también.
Jason: Creo, que lo que siento por ella es algo mas que atracción.