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Chapter 13 - 13- {Primavera} II parte

Ya era de noche, la bella luna descansaba junto con las estrellas.

Jason había preparado un baño para poder estar con ella, hacerle el amor en el agua, perderse en sus labios y juntos subir el escalón hacia el cielo. Hacia el paraíso.

Daphne estaba sorprendida, el baño era en sueño, la bañera era blanca y muy bonita, parecía espaciosa. El agua tenía un par de detalles, un Dulce aroma a Vainilla, burbujas de baño dando un toque frívolo.

El muchacho besó a Daphne lentamente perdiéndose en su aroma a cereza, saboreaba sus labios dulces, suaves, exquisitos.

-estoy cansado de verte con coleta - le quitó la goma, dejándola a ella con esa larga caballera, bonita e ondulada.

Daphne besó el cuello de él, mientras sus temblorosas manos extraía de forma suave su camiseta. Besó delicadamente su torso mientras acariciaba su espalda. Mirándolo dudosa.

-lo haces bien - el joven afirmó sonriendo. Esa jovencilla le provocaba cosquillas con sus suaves movimientos, sus pequeños labios, su respiración, ella le daba un placer inmenso.

La detuvo, él quería disfrutarla, también. Ambos seguían de pié, delante de la tina. Besándose y sin dejar de rozar su piel.

Daphne se giró dándole la espalda, Jason repartió besos por su cuello mientras inhalaba su buena olor, cerrando los ojos, pegándola a su cuerpo.

Sus manos elevaron poco a poco en caricias su vestido blanco, rozando sus dedos por su piel. La muchacha cerraba los ojos, apreciando sus rozes. Ya por fin ella estaba con su lencería. Jason se encargó de quitarse el pantalón de tal modo que ambos, quedaron semi desnudos.

-Jason... - ella susurró flojo. Él dejó de besarla, para poder mirarla a los ojos, -dime, linda - contestó casi en un susurro.

-quiero hacerlo - lo acarició.

-¿hacer el qué pequeña? - sonrió.

-te quiero acariciar... - se refirió a su masculinidad. Sus ojos se pusieron lujuriosos. -¿Daphne, estás segura? - él preguntó sorprendido. La dulce chica asintió.

Poco a poco, haciendo movimientos suaves, lentos y mágicos... Jason perdía la razón, aferrándose a ella, apretando los ojos con fuerza, sintiendo su sangre caliente. La muchacha no se detenía. Llegó a sus límites, nunca antes. O más bien dicho. Jamás en su vida, nadie lo había hecho sentir tan bien. Menuda calentura se estaba formando.

-niña, eres increíble - la besó, casi perdiendo el control.

Cuidadosamente se metieron a la bañera, relajándose en el agua tibia. Ambos disfrutando de la cercanía. Jason masajeaba sus medianos casi pequeños pechos, succionándolos, haciendo despertar todos los sentidos de Daphne. El agua con jabón resbalaba en su suave piel, era perfecto para poder acariciarla, sus falanges se hundieron en ella.

La joven no soportaba tanto placer para su pequeño cuerpo, estaba demasiado caliente, pero no quería que se detuviera.

El baño en espumas, ambos sumergiéndose en el jabón sin dejar de besarse.

Ya era hora de disfrutar de verdad. Daphne estaba sobre él, moviéndose lentamente, disfrutando del placer indescriptible, miles de mariposas volaba libremente en ella. Era simplemente maravilloso, único.

Jason acariciaba sus delineada espalda y suave. Esa niña lo hacía perder el control de una forma loca. No podía, ni quería que esto terminara. La espuma cubría sus cuerpos, el agua perfumada era perfecto para este momento. El joven besaba su delicado y ya mojado cuello y también el lóbulo de su oreja. Se veía tan bella, tan pura, tan dulce.

Sus dulces gemidos, lo excitaban por completo. Sus pieles quemaban no había nada de espacio entre ellos.

Juntos dejaron todo atrás, sumergiéndose en un dulce sueño, lleno de fantasía. Flotando en las nubes.

Daphne era una maldita golosina, su cuerpo tenía un sabor similar al de una nube de azúcar.

-te quiero. Te quiero demasiado - la abrazó aferrándose a ella.

-yo también - dijo entre dulces gemidos ella.

El orgasmo invadía sus cuerpos, ambos se profundizaron en lo más profundo de su sueño. Juntos subieron a la escalera del placer.

Y ahí estaba la puerta, la puerta del paraíso, dónde una llave mágica era el amor para poder abrirla.

Todo el amor que sentían en ese momento, los invadieron por completo. Miles de gemidos, jadeos y sonidos guturales sonaban.

El orgasmo los había hecho acabar exhaustos. Cansados y satisfechos.

♥♥♥

Jason buscó un secador, justamente en la habitación de sus padres había uno. Daphne debía de secar su largo cabello.

Debía de secarse, al menos no quería resfriarse.

Jason, cerró la puerta de su habitación, la miró e sonrió.

-aquí tengo un súper secador y yo me encargaré de secar tu súper cabello - Jason empezó a hacer tonterías haciendo a Daphne reír.

-¿en serio me quieres secar? - la muchacha empezó a reír, gracias a las muecas que hacía Jason.

-sí, vas a quedar mejor que nunca, nena - él se sentó a su lado, claro no sin antes enchufar el aparato.

Su cabello era demasiado largo, además tenía mucha cantidad.

Encendió el cacharro mientras con su gran mano revolvía este.

Jason empezó a secar por su cuero cabelludo, hacia a bajo en una sola dirección.

-lo haces bastante bien - Daphne sonrió.

-es que yo... Tendría que dedicarme a ser peluquero - este río.

-¿Hablas en serio? - la muchacha lo miró sorprendida.

-no, solamente bromeaba - dijo al ver la inocencia de ella.

Jason había acabado de secarla.

Pues el resultado no era malo. De hecho Daphne había quedado bonita, con sus ondas naturales.

Al cabo de un rato se lavaron los dientes. Hoy había sido un día largo, Daphne tenía sueño y también estaba cansada.

Jason la cargó en sus brazos juguetón para consiguiente tumbarla en la cama y empezar ha hacerle cosquillas a la dulce muchacha.

-¡Jason basta! - la mucha se retorcía riéndose, mientras intentaba zafarse de él.

-si me das un beso, dejaré de hcerte cosquillas - el joven la retó. Daphne sintió sus mejillas enrojecer. Lo abrazó y le dio un beso casi mágico. Suave, despacito, dulce.

Mierda... Esa niña lo hacía escapar rápido de la realidad.

Se adentraron en las sábanas, el clima era bueno e relajado, la noche era especial y mágica.

Jason la abrazó, dándole todo su calor, la besó en la frente y rápido se durmió.

♥♥♥

Cada día te quiero más...