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[Pasado: Hace cien años...]
El dios demonio desató su ira causando una destrucción generalizada en el mundo humano.
Una explosión de risa demoníaca resonó en el aire mientras el dios demonio se complacía con la escena frente a él.
—Qué desperdicio... ¡Todos vosotros sois unos débiles! Tsk tsk tsk. —una sonrisa de autosuficiencia apareció en su rostro—. ¡Todos vosotros humanos os arrodillaréis ante mí! No merecéis este mundo, seres inferiores. Estoy destinado a gobernar este mundo. Y los débiles no tienen lugar en mi mundo.
Miles de cuerpos humanos sin vida esparcidos por el suelo, bañándose con su propia sangre. Había un fuego furioso en la vasta área.
Todo el pueblo fue destruido y el clan entero fue aniquilado. Él no tuvo misericordia, matando incluso a niños inocentes, mujeres débiles y ancianos.
Se movía de un lugar a otro, matando todo ser vivo que se cruzaba. Nadie podía detenerlo.
Parecía que la retribución del mundo acababa de descender, juzgando a la humanidad. La gente estaba consumida por el miedo y la desesperanza.
Lo único que podían hacer era esconderse del dios demonio para poder seguir con vida.
—Argh, qué aburrido estoy. No he visto ningún oponente digno. Hmm, creo que necesito ir a lavarme. —dijo mientras el olor nauseabundo de la sangre de sus víctimas llegaba a sus sentidos.
Entonces, el dios demonio voló hacia las cataratas más cercanas de la zona.
Tan pronto como llegó a las cataratas, se sumergió en el agua. Dejó que su cuerpo flotara, disfrutando de la frescura del agua mientras cerraba los ojos.
Minutos más tarde, percibió la presencia de alguien más. Frunció el ceño.
«¿Quién se atreve a perturbarme a mí, el dios demonio, en mi momento de paz y relajación?»
Decidió abrir los ojos, listo para deshacerse de cualquier ser vivo que hubiera llegado a esa área.
Pero para su sorpresa, en el momento en que abrió los ojos, vio a la criatura más hermosa que jamás había visto en su vida.
Tenía hermosos ojos azules encantadores, cabello dorado que caía hasta sus caderas, su nariz puntiaguda y delgados labios rojos perfectamente curvados que complementaban su rostro redondo y pequeño.
También tenía la piel clara. Parecía una diosa de la belleza.
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—Eh, sal del agua ahora mismo. Necesitas esconderte. El dios demonio podría verte aquí —dijo la mujer con voz preocupada.
—Oh, también tiene una voz angelical.
Cuando la mujer lo vio que no se movía de su sitio, se sumergió en el agua para acercarse a él.
El dios demonio se divirtió con su acción.
—¿No me ha reconocido? ¿No le parezco aterrador?
Cuando la mujer ya estaba frente a él, debía admitir que era aún más hermosa y atractiva de cerca.
—Oh, también huele bien.
—Ven conmigo. No es seguro aquí —la mujer continuó hablándole.
—Parece que no sabe que soy el dios demonio. Hmm, como estoy aburrido, dejadme jugar con esta hermosa gatita.
Entonces, una sonrisa traviesa apareció en su rostro.
Sin esperar su respuesta, la mujer tomó su mano y lo alejó del agua.
En el momento en que tocó su mano, sintió algo desconocido... le dio una sensación agradable que entró en su sistema.
Observaba sus manos entrelazadas mientras la seguía.
Entonces finalmente, el dios demonio habló.
—¿A dónde vamos?
La mujer se detuvo en su camino y se volvió para enfrentarlo.
—No te preocupes, estarás más seguro si vienes conmigo. Solo confía en mí. ¿De acuerdo? —Después de decir eso, la sonrisa más gentil y dulce que jamás había visto se dibujó en el rostro de esta diosa de la belleza frente a él.
—Creo que esto va a ser interesante.
Y así fue como comenzó la relación entre el dios demonio y un ser humano, que luego se desarrolló en un amor prohibido.
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