El silencio absoluto rodeaba a todos los presentes y nadie sabía cómo actuar frente a esa situación. El Anciano de las Nubes sonrió complacientemente ya que nada de lo que se refiere al joven Baltazar podía ser normal.
Los superiores de la academia se miraron entre sí y no sabían qué resolución dar justo cuando la voz del joven Baltazar resonó al aire.
- O sea que según esa piedrita me encuentro en el Primer Nivel de Alma Energía y entonces no hay ninguna queja para que avance a la siguiente prueba.
Al escucharlo hablará de una forma tan descarada los presentes contuvieron el aliento ya que estamos siendo observados por los escalones superiores de La academia, pero claramente este joven no ponía ninguno de ellos en sus ojos y en ese momento comenzó a retirarse hacia el lugar en el que se encontraba a su lado por el otro joven de la misma aldea.
Entre los ancianos que observaban los jóvenes uno de esos que tenía los cabellos rojos y presentaba una majestuosa aura de poder frunció el ceño y en el momento que fue a hablar para criticar este joven sintió que una presión extremadamente pesada caía sobre su cuerpo.
Observándolo a él se encontraba el Anciano de las Nubes quién es una expresión de disgusto lo cual sorprendió a todos los del escalón superior, ya que este anciano nunca había intervenido nada que tuviera que ver con los aspectos administrativos de la academia.
Una voz de repente sonó en la mente del anciano de los cabellos rojos que decía.
- La Santa Piedra de Cultivo Mortal ha dejado en claro que mi joven amigo Baltazar se encuentra en el Primer Nivel del Alma de Energía, por lo que creo que no es necesario que hagas ningún comentario fuera de lugar ya que ese joven es lo suficientemente talentoso para ser arrogante frente ustedes y cualquier otra persona que tenga enfrente.
La conmoción inicial paso y unas horas después se terminó esta prueba y todos los jóvenes en pasarón hacia un Palacio en el que todo lo que se encontraban eran unos puestos de comida y esperaban a que comenzará la segunda prueba al anochecer.
El silencio era lo que predominaba en esa sala, pequeños grupos de discípulos de cada día se juntaban entre ellos para charlar tranquilamente, se podía ver por un lado a la joven Sophia de la aldea de la espada de luz quién orgullosamente cruzaba su espada contra los discípulos que usaban espadas de las otras aldeas.
El arrogante Sebastián permanecía sentado tranquilamente en su grupo mientras que cada un corto tiempo giraba su mirada nerviosa hacia los de la Aldea de las Nubes Tormentosas.
El joven Baltazar se encontraba tranquilamente sentado en el suelo sin llamar mucho la atención, mientras aplicaba en sus heridas incómodamente un ungüento que su hija le había dado.
- Todavía falta bastante para que las heridas internas cierren, es un poco incómodo encontrarse así.
El joven Frederick sonrió avergonzado frente a ese comentario ya que todavía sentía que todo eso era culpa suya, pero se encontraba extremadamente feliz de que el joven Baltazar estuviera de acuerdo a generar una amistad con él.
Habían pasado varias horas antes de que cayera el anochecer el joven Frederick decidió ir a comprar algunos alimentos tanto para él como para su compañero ya que no quería que él se sobre esforzará antes de las pruebas.
En ese mismo momento desde una posición que no podía ser vista por este grupo de jóvenes los mayores de las aldeas se encontraban observándonos mientras interactúan entre ellos.
La Anciana de las Túnicas Verdes y un hombre que llevaba una espada dorada se encontraban discutiendo suavemente.
- Por más de que la joven de tu aldea se encuentra en el Cuarto Nivel del Alma Energía no tiene carácter para hacer una gran cultivadora y nuestra princesa Sophia puede soportar el peso de la responsabilidad qué eso lleva.
La Anciana de la Túnica Verde comenzó a fruncir el ceño mientras le refutaba a ese hombre.
- Por más que sean la aldea más poderosa que se encuentre en esta provincia y tengan grandes genios ninguno de ellos se podría comparar con la pequeña Livia, ya llegará el momento en el comprenderán su talento y estaré aquí para burlarme de ustedes.
La anciana de la túnica se reía a carcajadas alegres mientras observaba a su pequeña discípula quién vergonzosamente se encontraba oculta detrás de la multitud de su aldea quienes evitaban que ella tuviera contacto con los de las demás, debido a la vergüenza que ella sentía.
Un hombre que llevaba puesta una extraña caravana con forma de calavera comenzó a burlarse de estos otros dos mayores y les decía.
- No logro entender porqué se jactan tanto, si el más talentoso de esta generación es nuestro genio Lucian de la Aldea del Caracol Cyan.
Tras el comentario del hombre de la Aldea el Caracol cyan la atmósfera explotó en una discusión a un mayor mientras cada uno se jactaba de sus genios y solamente en Anciano de las Nubes permanecía silencioso observando la interacción de los jóvenes genios y se sorprendió mucho al ver cuándo el joven Frederick volvía con la comida y de el joven Baltazar se dio cuenta de que la princesa Sofía de la Aldea Espada de Luz se acercaba agresivamente hacia él y estaba acompañada de dos discípulos más de la misma aldea.
Mientras que por el otro lado avanzaban hacia ellos tres discípulos arrogantes de la Aldea Flor de Agua quienes de lejos estaban siendo seguidos por el joven Sebastián quien negaba con la cabeza.
En ese momento cuando se salvaron esa extraña interacción todos voltearon su rostro observar a la Anciano de la Nubes quien permanecía totalmente tranquilo y no parecía preocupado por los jóvenes de su aldea.
Dentro del área donde todos los jóvenes genios de cada aldea se encontraban, El joven Frederick le entregaba a su hermano Baltazar un alimento que se encontraba envuelto en una hoja de papel y le decía.
- Parece ser una extraña combinación de bola de arroz mezclada con pulpo picante y me llamó mucho la atención lo que traje unas porciones para nosotros.
Y El joven Baltazar asintió con la cabeza mientras tomaba su porción y comenzaba a comer lentamente.
En ese momento se dio cuenta de los grupos que se acercaban lentamente hacia ellos y sin darle mucha importancia le dijo con voz clara al joven Frederick.
- Hermano Frederick si es posible evita las confrontaciones y si no reduce mucho de tus habilidades o solamente ríndete. Yo simplemente los ignoraré.
Al escuchar lo que el joven Baltazar le decía, se dio cuenta que dos grupos de distintas aldeas acercaban hacia ellos y en el momento que llegaron los de la Aldea Flor de Agua.
- Ustedes debiluchos de la Aldea de las Nubes Tormentosas solamente quieren traer vergüenza a nuestra región al venir a ingresar en esta academia. Les recomiendo que se vayan en este instante o si no les tendremos que dar una paliza.
Al observar y esa situación varios de los presentes comenzaron a reírse hacia dentro ya que era conocido los conflictos entre ambas aldeas y el grupo de 3 jóvenes de la Aldea Flor de Agua eran todos del Segundo Nivel de Alma de Energía.
El joven Frederick comenzó a rabiar enormemente y en el momento que puso su mano en la empuñadura de su espada, el joven Baltazar decidió entrometerse y con su mano firme evitó que pudiera desenfundar la espada
- Como si fuéramos a prestar la atención a tres basuras promedio de una aldea tan débil, mejor retirarse no es necesario que ni siquiera hagamos un movimiento.
Tanto los mayores que estaban concentrados en observar la situación que se venía entre los jóvenes de estas dos aldeas, como el grupo de la Aldea de la Espada de Luz quedaron petrificados y sin saber cómo actuar a continuación.
- Qué has dicho? Simplemente estás buscando la muerte.
Y de la mano del joven de la Aldea Flor de Agua comenzó a surgir una densa energía similar a un remolino, qué se abalanzó hacia el joven Baltazar.
Cuando el joven Baltazar fue a alzar la mano para detener es habilidad, en cuestión de una corta respiración el joven Frederick con su espada en la mano cortó esa onda de energía y con el mango de la espada embistió a los tres jóvenes de la Aldea Flor de Agua deshaciendo de ellos a la vez.
Esta escena sorprendió a todos los presentes y mucho más a los mayores de cada Aldea quienes observaban la imagenes de lo que sucedía en la reunión de jóvenes. Y rápidamente voltearon sus rostros para mirar al Anciano de las Nubes quién tenía una leve sonrisa en el rostro.
La Anciana de las Túnicas Verde se sentía totalmente molesta ya que no había manera de negar la fuerza del discípulo de ese anciano, pero se sorprendió mucho más frente a la situación que prosiguió.
Los jóvenes de la Aldea de la Espada de Luz avanzaron y la princesa Sophía de frente al joven Frederick ordenó con su voz mandona.
- Tendrás que enfrentarte a mí ya que parece que tienes algún talento y no contra estas basuras.
Pero la sorprendió muchísimo al darse cuenta que el joven de los cabellos eléctricos qué iba a enfrentar la ignoró completamente, y giró su rostro para observar al joven harapiento que se encontraba tras el.
El joven Baltazar comenzó analizar la situación y aunque la lógica digiera que no tenía manera de derrotar a la princesa Sophia, debido a que los artes de cultivo del joven Frederick no eran normales el enfrentamiento podía ser bastante devastador y él no quería llamar la atención, por lo que comenzó a negar con la cabeza sin decir ninguna palabra.
Los presentes dieron un suspiro de aire frío en darse cuenta que ese joven no le estaba dando cara a la princesa Sophía y los de la Aldea Flor de Agua comenzaron a sonreír en sus corazones ya que aunque hubiera sido humillado por ese dúo, ya habían traído su propia destrucción al negarse a una petición de la Aldea de la Espada de Luz.
Los mayores que se encontraba observando la tensa situación se extrañaron de las acciones del joven Baltazar, mientras que el Hombre de la Espada Dorada frunció el ceño y no podía creer lo que observaba, cuando alzó la mirada para observar al Anciano de las Nubes se sorprendió mucho al verlo como sonreía. Eso causó que sintieron extraño temor en su corazón pero no entendía porque.
Los miembros de la Aldea de la Espada de Luz tenían una cara iracunda que era imposible de disimular y la princesa Sophia apuntó con su dedo en dirección hacia el joven Baltazar gritándole.
- Quién te crees que eres para dar las órdenes a tu gusto, soy yo quién estaba hablando con él y tú nunca fuiste parte de la conversación. Eres un descarado a negar por tu compañero.
Tras terminar de hablar ella alzó la espada apuntando hacia joven Frederick, dejando en claro que de todas maneras iba a enfrentar a él. mientras que los otros dos jóvenes que la acompañaban se encontraban aún más molestos y tomaron sus espaldas mientras tomaban la decisión de atacar a ese joven harapiento vsin dar lugar a ninguna conversación.
Y justo antes de que ellos realmente llegarán a atacar lo sintieron como eran derribados por un objeto metálico que voló hacia ellos, y cuando se dieron vuelta para ver quién se había entrometido observaron que era la joven de la Aldea de a Arborada Santa. Tenía una expresión feroz en el rostro mientras con su voz temblorosa decía.
- Por más que quieran enfrentarse a él y sin importar lo que haya dicho, no se dan cuenta que se encuentra herido. Cómo se atreven a intentar lastimar a alguien que no se encuentra en condiciones de pelear.