Todos los presentes asombraron mucho darse cuenta de que la joven genio de la Aldea de los Árboles Santos había defendido a alguien de la pequeña Aldea de las Nubes Tormentosas y hasta que no escucharon las palabras que salieron de su boca no se dieron cuenta que realmente ese joven tenía graves heridas en el pecho al punto de que entendían porque le costaba hasta caminar.
En ese momento los mayores de las aldeas sorprendieron mucho más que los jóvenes, comenzaron con su aura analizar el cuerpo de este joven y se dieron cuenta que era real tenía una herida en su pecho frente a la cual cualquier joven debería encontrarse muerto. Eso les hizo cambiar completamente la manera en la que lo miraban ignorar el hecho de que su cultivación fuera baja y pensar cómo era posible que siguiera vivo.
Pero quién estaba más conmoción nada era la Anciana de la Túnica Verde que no lograba entender porque su discípula quién jamás se entrometió en los asuntos de nadie, se había interpuesto y enfrentado a jóvenes de otras aldeas para defender a un extraño. Y le estresa pensar que el defendido era de la aldea del Anciano de las Nubes con quien ella competía desde la juventud.
Dentro de la zona donde se encontraban los jóvenes el silencio absoluto los rodeo y el joven Baltazar sonrío amargamente, ya que él había tratado hasta ese momento de evitar que alguien se diera cuenta de lo grave que eran sus heridas, pero parecía que esa joven no era tan simple.
Una energía totalmente siniestra surgió del cuerpo del joven Frederick quién apuntó con su espada los dos jóvenes de la aldea de la espada de luz mientras gritaba.
- Se atrevieron atacar furtivamente al hermano Baltazar, simplemente están buscando una muerte doloroso.
Pero cuándo fue a agitar su espada sintió que fue bloqueado por otra presión y noto que la princesa Sophía bloqueado a sus movimientos con su propia espada y con una mirada frustrada le decía.
- Cómo te atreves a seguir ignorándome, yo soy tu oponente.
Los presentes no podían creer ella siguió concentrada en enfrentarse al joven Frederick, cuando los miembros de su aldea habían sido bloqueados por la joven de la Aldea de la Árboles Santos y mientras entrecruzada golpes con él compañero del joven Baltazar, ella tenía una expresión de felicidad en el rostro.
Y al mismo tiempo los compañeros de ella comenzaron a emitir una densa aura de alma de energía y con un grito se enfocaron en lanzar un ataque furtivo a la joven de la Aldea de los Árboles Santos, quien se encontraba desprevenida.
Dónde se encontraron los mayores la Anciana de la Túnica Verde tenía una mirada de enojo que no se disimulaba para nada y le gritaba al Hombre de la Espada Dorada.
- Así de cobardes son tus miembros que atacan furtivamente a una pequeña niña, espera a que ella se ingresen a la academia y los discípulos mayores les enseñarán una lección.
Pero para sorpresa de la anciana el Hombre de la Espada Dorada no lo refuto, simplemente con una voz extremadamente dura dijo.
- No te preocupes no será necesario que los miembros de tu aldea intervengan, personalmente me haré cargo de disciplinarlos.
Pero antes de que pudieran continuar con su intercambio de palabras sintieron como un aura de energía extremadamente densa explotaba en el cuerpo del Anciano de las Nubes que extrañamente había salido de su calma habitual y gritaba.
- No puede ser de nuevo…
Y los mayores se observaron lo que sucedía en la zona de los jóvenes, se sorprendieron de la escena frente a ellos.
La tímida Livia no estaba preparada para la técnica que se había abalanzado sobre ellas y asustada cerró los ojos mientras trato de circular la energía de su alma para reducir el daño del golpe mientras caía hacia atrás, pero cuando se dio cuenta de que no había recibido el impacto temblorosamente abrió sus ojos y la escena frente a ella la asustó hasta por demás.
Se dio cuenta que ese joven herido que quiso defender se encontraba con un brazo la sostenía para que no cayera y todo desde su hombro izquierdo hasta la muñeca de sus manos tenía una gran herida que recorría todo el brazo. Grandes cantidades de sangre salían el mismo, pero este joven ni siquiera se había quejado. Simplemente tenía una sonrisa en el rostro mientras miraba a la genio de la Aldea de la Arboles Santos.
- Pequeña no era necesario que te entrómetieras en mis asuntos, como si una basura tan débiles pudieran dañar realmente. Si no hubieras estado de por medio, ni siquiera habría terminado herido.
Esas palabras causaron que de repente todos los que las escucharon quedaran totalmente atónitos y inclusive detuvo el enfrentamiento entre la princesa Sophía y el joven Frederick, y este último había liberado una energía de Relámpagos la hoja espada y con ella había hecho retroceder varios metros a la joven princesa y tenía su rostro extremadamente sombría mientras observaba con una de esa intención de matar hacia los jóvenes que dañaron a su hermano Baltazar.
- Perdón, perdón, simplemente quise ayudarte porque vi que estabas herido.
La joven extremadamente nerviosa hizo alejarse de los brazos El joven Baltazar pero se dio cuenta que no podía moverse ya que él tenía una muy poderosa fuerza física. y comenzó a temblar al darse cuenta que quizás realmente causó que sea joven fuera aún más gravemente herido de lo que estaba.
En ese momento la princesa Sophía estaba totalmente incrédula al darse cuenta que había sido obligada a retroceder por ese joven de los cabellos eléctricos y no podían creer lo que observaba ya que ese joven harapiento que se encontraba herido de gravedad, había tomado con sus cuerpo una habilidad emitida por dos cultivadores del Segundo Nivel del Alma de Energía a la vez. Y actuaba como si nunca hubiera pasado nada.
Los mayores de las aldeas estaban sorprendidos ya que al estar observando el enfrentamiento se dieron cuenta que ese joven había utilizado en ninguna clase de habilidad defensiva y realmente había recibido ese golpe directamente con su cuerpo. Quién se encontraba más nervioso de los presentes era Anciano de las Nubes ya había presenciado la última vez que joven Baltazar había terminado seriamente herido por defender a su discípulo y ahora nuevamente había terminado igual ya pensaba que quizás ni siquiera tendría la posibilidad de terminar el examen de ingreso a la academia.
Mientras que tanto el Hombre de la Espada de Dorada y la Anciana de la Túnica Verde miraban a ese joven como si fuera un monstruo uno porque sabía la potencia del golpe que había impactado en el pecho de joven y ella al darse cuenta de que estaba reprendiendo a su discípula ya que debido a que se había interpuesto él había terminado herido.
La pequeña joven de la Aldea de los Árboles Santos no sabía qué hacer para disculparse y observaba cómo los compañeros de su aldea se apresuraban hacia ese lugar por miedo a que ella terminara herida, y cuando quiso avanzar hacia adelante para retirarse del pecho de este joven y quizás ayudarlo a sanar sus heridas, tropezó torpemente
Sentía una vergüenza que no podía ser descripta ya que unos minutos antes estaba avergonzado debe permanecer en contacto con un hombre y ahora ya hecho el ridículo enfrente a todas las aldea, dejando mal parada a la suya y entonces sintió como un brazo firme detenía la caída pero al instante una extraña roce causa que sus mejillas se pusieron coloradas.
El roce de una mano que presionaba sobre su pecho voluptuoso no era para nada disimulado y se dio cuenta que el joven Baltazar estaba acariciandolo frente a los presentes, aunque debido a qué el cuerpo del joven harapiento cubia casi todos el cuerpo de la pequeña joven nadie podía verlo claramente, solamente suponían lo que sucedió frente a ellos.
Varias de las mujeres de los grupos de las aldeas se taparon los ojos mientras clamaban con un agudo grito de vergüenza y la princesa Sophía salió de sus pensamientos sobre el enfrentamiento con el joven Frederick, mientras se cubría su pecho con ambas manos mientras un sudor le recorría la espalda. Ninguna de ellas quería encontrarse en la posición que se encontraba la joven genio de la Aldea de los Árboles Santos.
- La verdad que bajo esas túnicas de verdad que no se notaba que su pecho fueran tan grandes y la verdad son muy cómodos de masajear.
Una sonrisa lasciva apareció en el rostro del joven Baltazar, quién sin ninguna vergüenza dijo esas palabras frente a los demás.
Y la tímida Livia no sabía dónde meterse y quería cavar un pozo bajo tierra para que nadie volviera a verla nunca más.
Los mayores tenían una expresión de asombro mientras observaban esa cena y el Hombre de la Espada Dorada comenzó a reír mientras decía.
- Qué extraña manera de quitar la presión del ambiente, anciano de las nubes ese discípulo suyo es un verdadero desvergonzado.
El Anciano de las Nubes no sabía cómo actuar ya no estaba preocupado por las heridas del joven Baltazar pero al igual que todos los presentes habían visto claramente que a propósito había posado sus manos sobre el pecho de la joven de la Aldea de los Árboles Santos y presionaba su pecho demostrando que era un pervertido de corazón.
- Uff ,dentro de nuestra aldea y siempre tuvo la popularidad de ser un pervertido y desvergonzado, aunque nunca lo vi realmente en cometiendo ningún acto sucio. era simplemente comentarios que él perseguía toda muchacha bonita que se le metiera en los ojos y quisiera aclarar que él no es mi discípulo.
Ese comentario causó que todos los presentes se sorprendieron más que antes ya que ese joven no era discípulo del gran anciano que tenían enfrente y ya era bastante talentoso, pero entonces notaron como del cuerpo de la Anciana de las Túnicas Verdes explotó una energía asesina que desbordaba el área.
- Mi pequeña discípula quiso ayudarlo y ese maldito desvergonzado se atreve a cometer un acto sucio con ella que es totalmente pura de mente. Lo destrozare en este mismo instante.
En ese momento el Anciano de las Nubes se interpuso frente a esa anciana de la Aldea de los Árboles Santos evitando que pudiera entrometerse, cuando se centro la reacción de la joven Livia.
Ella totalmente avergonzada rápidamente se separó de la mano del joven Baltazar mientras con una sus brazos cruzado sus pechos para cubrirlos y con su otra mano gritaba.
- Maldito pervertido, bribón y desvergonzado. Palma de Llama.
Y en ese momento en la palma de la mano esa joven explotó una densa energía elemental de fuego la cual golpeó en el pecho del joven Baltazar, y la herida que venía cerrando hace tiempo volvió a abrirse completamente y comenzó a perder grandes cantidades de sangre instantáneamente.
- Hermano Baltazar...
El joven Frederick se abalanzó sobre su hermano ayudándolo a reforzarse en el piso y se puso extremadamente nervioso al no saber cómo actuar, mientras que en el shock una densa energía de relámpagos comenzó a desprenderse de su cuerpo y se abalanzó sobre todos los presentes.
El discípulo a cargo de la primera prueba de ingreso a la academia y dos más se abalanzaron hacia delante mostrando poderosas habilidades defensivas para bloquear ese golpe pero fueron completamente reprimidas y expulsados hacia atrás.
Mientras que los presentes se sorprendieron al observar al joven Baltasar estiró su mano derecha que era la única que se encontraba sana y presionó sobre el hombro de joven Frederick mientras quebraba la habilidad de él y recibía el daño de los relámpagos que había expulsado, y con una voz agitada lo reprendió.
- No dejes que tus emociones te hagan hacer locuras ya que sabes que tu cuerpo es muy especial y peligroso, a si fuera tan simple matarme hace mucho que no estaría aquí ya sabes que soy un simple huérfano.
Esas palabras conmoción arana todos los presentes quienes no se imaginaban que se joven el cuerpo extremadamente raro y resistente fuera un simple huérfanos de la aldea de las nubes tormentosas.