Otra escena apareció ante los ojos de todos...
Era una mujer hermosa, claramente Alexandra, que lloraba tristemente arrodillada frente a un ataúd, lloraba en silencio pero la extrema tristeza se notaba y se arremolinaba a su alrededor. No era la única, detrás de ella estaba Jean que también tenía una expresión sombría. Del otro lado del ataúd estaba parada una mujer de mediana edad que se parecía bastante a Alexandra en el rostro, ella tenía lágrimas en los ojos, junto a ella estaba un hombre de mediana edad con el rostro helado, ellos eran Edgar Snowy y Adelaida Richis. Quién había muerto era la abuela de Alexandra, la bruja oscura Denisse Osborne, la antigua Señora del Imperio Red Moon. Era una escena supremamente triste, pero había algo que no encajaba, en la triste escena hacía falta una persona... Adagio Snowy.
---
Vanessa de repente escupió un bocado de sangre, su cuerpo tembló y se tambaleó hacia atrás, su rostro mortalmente pálido y sus ojos desenfocados. Su mano tembló y las imágenes en agua se vinieron abajo, escupió otro trago de sangre y su ligero vestido color crema terminó manchado. Un par de lágrimas se escaparon de sus ojos y ella volvió a toser sangre, sintió que su garganta se quemaba por dentro y tosió un par de veces más, su piel era tan blanca como la nieve e incluso había tomado una coloración lila. Su consciencia empezó a nublarse y se tambaleó hacia atrás una vez más.
- ¡Vanessa! - Marc la atrapó en medio de la caída, su rostro se tiñó de preocupación y para él parecía como si el mundo se le viniera encima.
Los rostros de Samantha y Milo se pusieron pálidos. Ashley parecía que le había caído un rayo. Caitlyn frunció los labios y sus ojos ondearon con emociones complejas. Zemira no era diferente, su cara estaba pálida y sus manos se apretaron fuertemente. Jessica se tambaleó hacia atrás mientras grandes lágrimas empezaban a caer de sus ojos. Edward no expresó emociones en su rostro, pero sus ojos reflejaban una gota de indistinta preocupación. Alexandra no pudo evitar que sus ojos se transformarán en pozos giratorios de angustia.
Vanessa apretó con fuerza la camisa de Marc, antes de caer por completo en la inconsciencia, su mundo giró un par de veces antes de oscurecerse por completo. En la comisura de sus labios se deslizó una última gota de sangre que cayó al suelo junto con el resto de ella.
Marc la abrazó con fuerza, sus ojos eran borrosos y su rostro pálido. Parecía que la vida lo abandonaría en cualquier momento, especialmente cuando sus ojos cayeron sobre la pálida Vanessa que temblaba en sus brazos.
- El peso de la magia... - Ashley murmuró por lo bajo, miraba fijamente el charco de sangre en el suelo y sus labios temblaban levemente.
Zemira volvió en sí y camino hacia Marc, puso su mano en el hombro del chico y le habló suavemente:
- Estará bien. Solo necesita descansar un poco. Puedo hacer un elixir para curar sus heridas internas, debes mantenerla en calor ¿entiendes?
Marc desvió lentamente la mirada para mirar a su madre, asintió suavemente y levantó a Vanessa en sus brazos, rodeo el charco de sangre y caminó lentamente hacia el segundo piso, su aura desolada cubrió toda la casa e hizo que muchos animales salieran corriendo del lugar. Así eran los sentimientos de una bruja blanca, la personas creían que las brujas negras eran peligrosas porque su magia estaba ligada al infierno, no sabían que una bruja blanca era más peligrosa cuando era consumida por las emociones porque se volvía irracional y su magia se expandía peligrosamente a un nivel que no podía controlar. Los animales podían sentirlo, los humanos normales no, los vampiros tampoco podían detectarlo, pero los hombres lobo y las brujas si al igual que especies de mestizos o personas prolongadamente expuestas a la magia.
Marc recostó a Vanessa en su cama y la cubrió con las mantas, después se acercó a la chimenea y la encendió, cerró las cortinas y después se quedó parado mirando fijamente a la chica inconsciente y su humor pareció volverse extremadamente sombrío y su aura empeoró. Se arrodillo junto a la cama, tomó la frágil y pálida mano de la chica, le susurró:
- No me dejes... por favor...
Le dio un suave beso en el dorso de la mano y la apretó suavemente para calentarla. Las pestañas de Vanessa se agotaron levemente y apretó con algo de dificultad la mano de Marc mientras abría levemente los ojos, sonrió débilmente y volvió a cerrar los ojos para sumergirse en un sueño tranquilo, a pesar de ser todavía pálida, su piel se veía más sana y temblaba suavemente pero no parecía sentir más dolor.