Nathaly suspiró al saber que su esposo estaba curado, sus ojos no expresaban más que alegría y gratitud hacia las dos brujas que le ayudaron a salvar la vida de su amado esposo, por primera vez en su vida decidió que estaría dispuesta a inclinarse ante un humano, ella estaba dispuesta a tratarlas a ellas como si fueran vampiresas de sangre pura, como a iguales.
- Adelaida, ¿crees poder llegar en este estado a casa? - preguntó Caitlyn mirando a la débil Adelaida.
- ... No... no...
Caitlyn frunció el ceño profundamente, movió intensamente sus manos, camino de un lado a otro mientras pensaba, finalmente se decidió y giró hacia Adelaida para decirle suavemente:
- Adelaida, espera aquí, iré a casa a traer a Marc para que me ayude a llevarte a casa...
- ...Marc...Marc...
- Traeré a Marc, espera aquí, ¿de acuerdo?
- ...Si... trae a Marc... por favor...
Cuando escuchó esto Caitlyn se levantó y corrió fuera de la casa sin dirigirle una palabra a nadie, tomó el caballo marrón y azotó un par de veces las riendas para que aumentará su velocidad, el caballo corrió velozmente y sin detenerse, después de una hora de carrera Caitlyn finalmente llegó a su casa, bajó del caballo corriendo y grito desde la entrada:
- ¡Marc! ¡Ayúdame Marc!
Marc corrió en dirección a su hermana, su mirada reflejaba preocupación, cuando salió al encuentro de su hermana preguntó:
- ¿Qué sucede?
- Es Adelaida. No puede mantenerse en pie por su cuenta, está muy débil y no soy lo suficientemente fuerte como para traerla a casa, ayúdame por favor...
- Vamos, no perdamos tiempo.
Marc subió al caballo y ayudo a subir a Caitlyn, tan rápido como llegó Caitlyn así de rápido volvió a irse con Marc, el caballo corrió a la misma velocidad de regreso a la mansión Sanderson.
***
Adelaida estaba luchando por mantenerse despierta, estaba tan agotada que no se había movido desde que Caitlyn se fue, su cuerpo se agitaba en pequeños espasmos y aunque estaba sentada sentía como si su mundo no dejara de moverse. La sensación de incomodidad se convirtió en temor, su respiración se aceleró hasta que su rostro se enrojeció por el esfuerzo, sus manos se apretaron fuertemente mientras intentaba calmarse.
- Ayuda... ayuda...
Su mente pareció nublarse y perdió la conciencia por unos minutos, su visión se volvió oscura.
" - Shhh, ya, tranquila, estoy aquí... Todo estará bien... "
Su pensamiento estaba demasiado nublado como para reaccionar bruscamente, simplemente se quedó quieta mientras recordaba esa hermosa voz que no había escuchado hacia cuatro años y que inconscientemente estaba deseosa de volver a escuchar.
- Edward...
Su memoria adormilada la llevo de regreso a ese momento, cuando estaba tan devastada por la muerte de sus padres y él la había consolado, nunca antes lo había pensado pero ahora se daba cuenta de que ese hombre siempre la había cuidado desde el día en que se conocieron. Una cristalina lágrima se deslizó por su mejilla pálida, sus manos se apretaron sobre su falda color negro y un extraño sentimiento de tristeza se acentuó en ella, las lágrimas caían lentamente y con cada una de ellas sentía una sensación de vacío expandirse por su cuerpo.
- ¡¿Adelaida?! - grito Marc corriendo hacia ella con preocupación.
- ¿...Edward... ?
Marc freno en seco al escuchar que Adelaida llamaba a otro hombre, su cara palideció y sus puños se apretaron fuertemente.
Caitlyn observó el conflicto de emociones en la cara de su hermano, se acercó a ella suavemente y preguntó:
- ¿Quién?
- Edward... Señor Edward...
- ¿Cual Edward? ¿Puedes decirme?
- Edward Storm... dile que venga... dile que vuelva a cuidarme... cómo antes... cómo antes...
Caitlyn abrió los ojos con sorpresa, no podía creerlo, para estar segura volvió a preguntar:
- ¿Edward Storm?
- Si... Díganle que vuelva... Que aún lo necesito... Que todavía soy la niña a la que cuidó... Que no he cambiado...
Adelaida no continuó, sus ojos se cerraron lentamente y cayó inconsciente, en un sueño profundo del que le costaría despertar.
***
En la noche. Mansión Hunt.
Jessica rebuscaba silenciosamente en el estudio de su padre, él había salido con su madre al teatro nocturno por lo que tenía tres horas para encontrar la ubicación de su prima, guardar maletas e irse rápidamente. Vanessa estaba haciendo las maletas, se habían dividido el trabajo para terminar rápido y para ser lo más discretas posibles. Buscando en cada cajón del escritorio, intentando dejar todo tal como estaba, Jessica encontró el archivo de las cartas que se habían recibido en los últimos años, parecía que no iba a encontrar nada pero su suerte era tremenda, divisó las primeras líneas de una carta que llamaron enormemente su atención, la tomo con sus manos y la leyó susurrando.
- 4 de Septiembre de 1854. Señor Milo Hunt, le saludo desde Fog Spell.
Soy su vieja conocida, Zemira Frank, ¿Me recuerda? Usted conoció a mi difunto esposo, que en paz descanse, Artur Frank. Han pasado ya diez años desde la última vez que le vi, también he cambiado el camino de mi vida. Me mudé recientemente a Fog Spell, una pequeña aldea al sur del imperio, es bastante tranquila. ¿Sus hijas están bien? Mi hijo ya tiene cinco años, está bastante sano y ha heredado el carácter tranquilo de su padre. He decidido adoptar a una pequeña de cuatro años, tiene cabello castaño y sedoso, sus ojos almedrados y marrones, y su piel color melocotón. La vi cuando cruelmente iba a ser enviada al establecimiento de esclavos y me compadecí de ella.
Espero seguir en contacto con usted, que nuestra amistad perdure por mucho tiempo. Le aseguro que si tiene un problema, y tengo la capacidad de ayudarle, sin duda lo haré con gusto. Envíele mis buenos deseos a su hermosa esposa.
Zemira Frank.
Jessica estaba muy poco impresionada al principio de la carta, después de todo no era extraño que los conocidos se escribieran, pero las últimas palabras llamaron enormemente su atención, estaba satisfecha de haber encontrado un posible paradero de su prima. Reviso el resto de las cartas, todas las cartas enviadas por Zemira Frank provenían del mismo lugar, Fog Spell, también se dio cuenta de que la última carta enviada por la mujer fue del año 1863, exactamente de tres meses antes de la partida de su prima.
- Bingo.
Ya tenían un lugar por donde empezar la búsqueda. Decidió dejar la carta más reciente sobre el escritorio, sabía que sus padres irían a buscarlas, les dejo una pista de su destino para que fueran a su encuentro.