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Chapter 24 - Capítulo 22

Estoy en shock. No puedo creer que este aquí. Caleb esta aquí. Veo los labios de mi hermana moverse mientras habla con mis padres, pero no escucho nada. No puedo apartar los ojos de él, de la sonrisa que les da a mis padres, de la forma en la que su mano se estrecha con la de papá y la forma en la que desvía sus ojos hacia mi, confirmándome que es real. No es una alucinación. No… después de todo, está aquí y con mi hermana. Noelia lo observa como si de un héroe se tratase.

Su tez pálida combina perfectamente con sus ojos grises pálidos y su cabello blanco. Lo único que resalta en el son los tatuajes que cubren todo su brazo derecho.

¿Los tenía aquella vez? No lo recuerdo.

-Noah.- siento que alguien me habla, pero estoy demasiado ocupada debatiéndome si hacer un escando o jodidamente fingir.

-Noah. -alguien me sacude el brazo y salgo de mi trance. Noelia me mira con el ceño fruncido. -Te decía que este es mi novio Caleb. -él extendió su mano hacía mi. La rechace y la mira como si estuviera loca.

-¿Te fuiste de casa sin decir nada para ir con tu novio? -fingí enojo, lo que realmente quería era sacarle información. Caleb curvo la esquina de su boca.

-¿Qué? ¡No! A él lo conocí después. -se apresuró a decir. Lo mire con desconfianza.

¿Después cuándo? Caleb era en culpable de todo, esto no era casualidad. No lo es.

-¿Noelia porque no me acompañas a la cocina a hacer un poco de té?-mi madre le propuso. Ella dudo, pero mi madre la tomó del brazo y la llevó con ella.

Mi padre le ofreció un asiento a Caleb. Él se movía con confianza y lentitud. Sabía que yo observaba cada uno de sus movimientos. Era más fornido que Dorian, no de una forma grotesca. Sin embargo, compartían la misma altura. Sus ojos también tenían unos pequeñas motas doradas alrededor del iris. Se dejó caer en el sofá con pereza y me observó. Esa cara no era real. Si Dorian era hermoso en su oscuridad. Caleb era un rey en todo su esplendor. Su presencia inundaba todo el lugar. Recuerdo haber pensando que era un ángel cuando lo vi. No podía haber estado más equivocada.

Papá noto nuestras miradas, estaba apunto de decir algo cuando el teléfono timbro en la otra habitación.

-¿Qué diablos haces tú aquí? -gruñí con los dientes apretados. Sin poder contener la rabia dentro de mí.

-Conocer a mis suegros. -se encogió de hombros, su voz sonaba igual que en mi cabeza. El hijo de puta se atrevía a bromear.

-Vete de aquí, no te quiero cerca de mi familia. -le advertí. El negó con la cabeza al mismo tiempo que movía su dedo de una lado a otro

-Noah, sabías que en algún momento iba a venir a por ti.- dice sin despegar sus ojos de los míos. Yo no me lo puedo creer.

-¿Estas jodidamente bromeando verdad? Haces que mi hermana huya de casa, me desgracias la vida y ahora te presentas delante de mi y de mi familia presentándote como su maldito novio? –mis uñas se clavan fuertemente en las palmas de mis manos.

-Yo no tengo nada que ver con la desaparición de tu hermana. Solo existe una razón por la que estoy aquí y esa eres tú.- sorprendentemente sus ojos solo no muestran más que sinceridad.

-Entonces, ¿Que haces con Noelia?-gruño aún con la rabia corriendo mis venas.

-Oh, ella fue un medio para llegar a ti, además es divertida y fácil de manipular. -me informa como si lo que acabará de decir no fuera ruin y despreciable.

-Aléjate de ella.- exigí con los dientes apretados.

-Lo haré, solo que no quiero romperle el corazón. -Caleb hizo un puchero fingiendo tristeza y sonrió al ver mi expresión. -Me lo voy a pasar tan bien.

-Vete ahora mismo o… -

-¿O qué Noah? ¿Se te ha olvidado quién soy? ¿Lo que puedo hacer? -su mirada ahora es más oscura.

-¿Me estas amenazando? -entrecierro mis ojos.

-A tu familia, así que no seas estúpida. -no puedo dar crédito a lo que estoy oyendo. -Y mantendrás la boca cerrada. No le dirás nada al clan, ellos no deben saber que he vuelto a por ti.

-¿Qué es lo que quieres de mi?

Él me da una mirada conocedora y responde a todas mis dudas cuando dice:

-Eso tú ya lo sabes.

-¿Por qué haces todo esto? -la voz se me agrieta un poco.

-¿Por qué no? -me pregunta en respuesta lamiéndose los labios con excitación.

-Dorian va a…

-Oh claro, me olvidaba de tu amor Dorian. Mi hermano pequeño. Como ya te dije Noah, mantendrás la boca cerrada si no quieres ver a tu familia devorada por un monstruo. -sonríe ampliamente, señalándose. -Por ahora fingirás que esto no ha pasado, que no me has visto, ni he hablado contigo. Seguirás viviendo en el clan como una pequeña espía para mí hasta el momento en el que te necesite.

-Hijo de puta. -lágrimas de ira amenazaban por derramarse.

-Es por un bien común.

-¿A qué te refieres con…?- somos interrumpidos por Noelia y mamá con una bandeja de té y galletas. Caleb se levanta de inmediato y toma la bandeja de las manos de mamá, ella lo mira encantada.

-Le contaba a Noah lo horrible que me parecían todas esas noticias sobre muertes. – Caleb se burlaba de mi sin ninguna vergüenza.

-Oh si, Dios. ¿Quién es capaz de hacer semejante atrocidades? – pregunto mamá con gran preocupación, mirándome recordando mi accidente. El accidente que Caleb provocó.

-Algún ser sin corazón. -respondió mi padre al entrar a él salón. Luego miro a cada una de las personas en la sala, se demoro un poco más en Caleb, quien nunca le bajo la mirada. La tensión era asfixiante. Luego se giro hacia mi.

-Noah, recuerda que tenemos una conversación pendiente que me gustaría acabar ahora mismo.- mamá se puso tensa a mi lado y Noelia lo miro sin entender.

-Arthur no se si es el mejor… - mamá casi rogó, pero fue callada por mi mano encima de su hombro. Le sonreí, asegurándole que estaba bien.

-Estaremos en el estudio. – papá informo.

Antes de desaparecer por el pasillo, Caleb habló en mi cabeza.

"Cuidado con lo que dices, recuerda que soy casi como tu consciencia. "

Me aguante las ganas de correr hacia él y arrancarle esa sonrisa en la cara con mis garras.

Me estaba poniendo violenta.

Cuando llegamos al estudio papá me ofreció asiento justo enfrente de él. Pensé que me preguntaría sobre Caleb y nuestras miradas matadores, pero sin demorar tomo mi mano entre las suyas.

-Antes que nada Noah, quiero que sepas que eres mi hija, mi niña pequeña y siempre te amaré. -sus ojos marrones me analizaban con millones de emociones escondidas. –Te cargué en mis brazos cuando no tenias más que minutos de nacida y fue uno de los mejores días de mi vida.

>>Cecilia, tu madre biológica era una mujer rebelde, muy independiente y con mucho carácter. Siempre sabía que decir, lo que quería y como lo quería. No se andaba con rodeos ni permitía que nadie la hiciera sentir vulnerable. La conocía bien fue mi mejor amiga junto a Rose por años en el instituto. El punto es que crecimos, me termine casando con tu madre, destinados. Fue amor a primera vista y Cecilia se quedó soltera por un tiempo hasta que conoció a este hombre misterioso y enigmático. Jamás la habíamos visto así, estaba enamorada. Se perdía por semanas sin decir nada a nadie y regresaba diferente más oscura, más callada. Recuerdo el día que nos enteramos de su embarazo porque fue el mismo día en que naciste. Llamó a tu madre llorando, Rose tenía mucho tiempo sin verla, así que fue inmediatamente, la encontró en un charco de sangre con señales de un aborto. Rose la llevo enseguida al hospital, pero fue demasiado tarde Cecilia murió dos horas después de haber llegado. Pero tú, contra todo pronóstico, sobreviviste. Eras una luchadora, te sacaron del vientre de tu madre muerta. Eras tan pequeña, entrabas perfectamente en las palmas de mis manos, me enamore perdidamente de ti cuando abriste esos pequeños ojos y me miraste directamente casi sin pestañear. Estuviste en el hospital por casi un mes, Rose y yo no faltamos ni un día. Era nuestra pequeña niña peleando por la vida conectada a tantos cables y metida dentro de un caja donde apenas podía tocarle las manos. >>

Veo las lágrimas acumulándose en los ojos de mi padre, un nudo se me forma en la garganta. Trato de luchar contra el ardor en mis ojos.

-Lo curioso es que tu madre había firmado ya documentos entregándote a nosotros. Como si estuviera segura de que algo malo sucedería. De tu padre no supimos nada nunca fue como un fantasma, algo que nunca existió. -concluye aún con sus manos aferradas a las mías.

Me quede callada, había tantas preguntas inundando mi cabeza y al mismo tiempo no quería saber nada más.

Esto era demasiado Caleb… estaba aquí y luego toda esta tragedia.

-Noah, ahora quiero que tu respondas unas cuantas preguntas.- levante mi cabeza y me encontré con los serios ojos de mi padre. La charla emocional había acabado.

Asentí con precaución.

-Conoces al chico ese que esta afuera. -no era una pregunta. Nuestro duelo de miradas nos había delatado.

-Sí. -fue todo lo que dije esperando que a mi padre le bastará. Me levanto una ceja. – lo conocí en un bar, ya sabes líos de una noche. -me incómodo tanto decirle eso a mi padre, pero fue lo primero que se me ocurrió.

-¿Qué diablos hace Noelia con él?

-No lo sé, por eso me sorprendió tanto verlo, no lo esperaba. Tal vez es una casualidad.

-No creo en las casualidades.

Yo tampoco.

-No me agrada, hay algo en él. -No podía estar más de acuerdo con mi padre. Me encogí de hombros sin saber que decir.

-¿Cómo te enteraste que no somos tus padres? -mierda.

-No quiero hablar de ello. –Papá se levantó en un solo movimiento, enojado.

-Venga Noah ¡No seas como tu hermana! -fue mi turno de levantarme.

-No soy como ella, yo no desaparecí. Si me quedo callada es para mantenerlos a salvo.- las palabras salieron de mi boca antes de pensar detenidamente en ellas. -Mierda.

Llevé mis manos a la cabeza y quise golpearme.

-¿De qué estas hablando? -pregunto con cautela.

-No puedo hablar de eso.

-Oh Noah, ¿En qué estas metida?

Negué con la cabeza.

-Me tengo que ir. – camine lo más rápido hacia la puerta queriendo acabar con todo esto, pero la voz de mi padre me detuvo.

-Estoy para ti en cualquier situación, en cualquier momento. -trague el nudo en mi garganta y salí sin contestarle.

Fuera de aquel estudio volví a respirar.

"Que momento más emotivo"

Una voz burlona comentó en mi cabeza.

Tenía que acabar con éste tipo de conexión que teníamos él y yo. No podría jamás planear algo sin que él lo supiera.

"Eso es bastante complicado, guapa"

Dios, lo odia.

Volví a la sala con el resto para despedirme.

Le aseguré a mamá que estaba bien, ella no parada de morderse las uñas.

Prometí volver pronto.

Noelia me dio un pequeño beso en la mejilla.

Cuando fue el turno de despedirme de Caleb, extendí mi mano y la estrechó.

Una pequeña onda de electricidad me sacudió.

Fingí que no había sucedido, pero la mirada en su rostro me hizo saber que él también lo había sentido.

Una vez cerré la puerta, quise derrumbarme.

"Te visitaré"

Entonces me pareció oír lo que era un beso….