No pude entrar a la ducha con Dorian. Mi teléfono empezó a sonar en el peor momento, era Noelia.
-Hola. - salude sin más, aún estaba un poco enojada con ella.
- ¿Todavía estas molesta? –pregunto, conociéndome perfectamente.
- ¿Ocurre algo? – cambie el tema, queriendo acabar con esta conversación y poder unirme a Dorian en la ducha.
- De hecho, si, mamá quiere verte. Dice que ya casi no pasas por casa y tiene que hablar contigo sobre un tema muy importante. – inmediatamente pensé en lo que me dijo papá.
- Papá ya me explico, pero que estaba bien un día de estos pasare a verlos.
- No se trata de eso Noah, es sobre tu padre. –me quede con el teléfono pegado a la oreja, sin decir nada por un momento.
- Tu… ¿tu como sabes eso?
- Mamá me lo dijo el mismo día que te marchaste. – vaya, así que mamá es capaz de decirle a todo el mundo menos a mí. No sabía cómo sentirme al respecto.
Sin embargo, era una información que necesitaba, pero estaba lo de Eva, tenía que descubrir cómo sacarla de ahí.
-Estaré ahí en la mañana.
Y colgué.
Dios, estaba tan agotada de tantos secretos, tantos misterios… solo quería dormir.
Me recosté en la cama y sin darme cuenta me quedé dormida.
Me levante en medio de la noche con el corazón agitado, la garganta me picaba. Me reconforto encontrarme con un Dorian dormido abrazado a mi cuerpo con un pequeño beso en su mejilla, me volví a dormir.
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Al día siguiente estaba más que preparada para lo que viniera, Dorian había salido temprano ya que debía completar algunos recados. Estaba bajando de dos en dos las escaleras cuando me encontré de frente con Agar. Lo salude amablemente, fingiendo que todo estaba genial. Pero su sonrisa ladeada me hizo pensar que se dio cuenta que no era más que un formalismo.
-¿Cómo va el tema de Caleb?- lucia tan limpio y tranquilo como la mayoría de veces. Pero sin embargo, la pequeña tensión en su mandíbula, era una señal de que no pintaba todo bien.
"Miente" escuche a Caleb rozar mi cabeza con su profunda voz. Así que hoy decidió aparecer temprano.
-Es extraño, pero ya no lo escucho para nada, ni lo siento. Es como si hubiera ido. - use la expresión más serio y recto que poseía. Él pareció no muy convencido.
-De hecho, es curioso que digas eso ya que os vi charlando el otro día en el jardín.
"Mierda" Caleb y yo pensamos en el mismo momento. No tenía una excusa para esto. Pero, ¿Por qué lo dice ahora?
- ¿A qué estás jugando dulce Noah?
Seguía sin saber que decir y Caleb se había esfumado. Cobarde.
-Yo…
- ¿Dorian sabe que estás jugando a los dos bandos? Lo conozco, no le gustan las mentiras y mucho peor la gente que aparenta ser lo que no es.
El comentario me molesto. Eleve ligeramente la comisura de mis labios.
-Podría decirse lo mismo de ti Agar.
La sonrisa presumida se esfumo, apretó los puños a su lado.
-Ve con cuidado. Eres una persona non-grata aquí. He guardado tu pequeño secreto porque ahora mismo no me sirve revelarlo y porque Dorian esta cegado por ti, pero por mi cuenta corre, que abra los ojos.
"y yo le quitare la venda de los ojos a todo un clan" pensé. No podía dejar que Agar
-No me das miedo Agar.
-Pues debería. Debería.
Y se marchó, sin más. Eso fue intenso. Un pequeño dolor en mi cabeza se estaba haciendo camino. Ya no podía quedarme más tiempo aquí. Pero no podía dejar a Dorian aquí y mucho menos a Eva. Tenía un mal presentimiento con ella. Agar sabía lo de Caleb y era extraño que no dijera nada y que estuviera tan tranquilo. Toda la situación era extremadamente inusual.
Y me invadía la duda de que al final el bueno era Caleb…
Y que tal vez yo si estaba destinada a esto…
Llegue a casa de mis padres media hora después. Antes de que siquiera bajara del coche, Caleb estaba delante de mí. Estaba preocupado.
-Estamos jodidos.
Bueno eso era obvio.
-Bastante.
-Tienes que salir de ahí. Agar está planeando algo, lo conozco. Ya no es seguro.
-Lo sé, pero y ¿Dorian? ¿y Eva?
Caleb se rasco la cabeza con frustración y soltó una maldición.
-Diablos, no lo sé, no lo sé. Por lo pronto tienes que salir de ahí. A Agar no le gusta tener a sus enemigos cerca.
-Tengo que contarle a Dorian, quizás él pueda ayudarnos.
A Caleb no pareció gustarle mucho la idea, pero asintió. Después de todo, ¿Qué otra opción teníamos?
-Tu madre te está esperando, llego el momento de la verdad.
Le fruncí el ceño.
- ¿Y Noelia? ¿Estáis viviendo con mis padres?
-Diablos, claro que no. Pero a Noelia le gusta visitarlos todos los días.
- ¿Ella sabe lo que eres?
- Lo sospecha.
- ¿Sabe lo que yo soy? - el corazón me latía en la garganta.
-Tiene miedo de aceptarlo. - yo solamente asentí.
Me dirigí a paso lento al salón donde mamá me esperaba ya con una taza de café en su mano. Se puso de pie a penas verme y me dio una sonrisa que últimamente veía mucho, una sonrisa triste.
-Qué guapa estas. - me tomo en sus brazos y me apretó fuerte.
-Gracias mamá. –ambas tomamos asiento. Movía su pierna de arriba abajo repetitivamente, estaba nerviosa. Puse mi mano sobre esta.
-Verás Noah. Tu madre y yo no tuvimos una buena relación los últimos años de su vida. Ella era distante desde que conoció al hombre este, tu padre. Un día la abuela hizo una pequeña reunión familiar, ninguno esperaba que ella apareciera. Pero lo hizo y para sorpresa de todos, vino con él. No recuerdo su nombre. Era un hombre alto de tez aceitunada, bastante guapo y con unos ojos muy parecidos a los tuyos. Recuerdo que era extrañamente encantador, incluso hechizante. Creo que nadie le despego la mirada en toda la noche. Había algo en el que hacía que tus ojos siempre volvieran a él. Hasta su forma de hablar era adictiva, hablaba como si hubiera vivido miles de años, en miles de mundos y en miles de épocas.
>> Fue un momento definitivamente extraño e interesante. Bueno el tiempo paso… tu padre ya te conto sobre tu nacimiento y tu adopción. Pero lo que no sabe es que un día él volvió. Simplemente apareció delante de nuestra puerta y tú eras una niña aún, creo que acababas de cumplir cinco y te abalanzaste sobre él como si lo conocieras de toda la vida. Él te tomo sobre sus brazos, yo me interpuse, ya que en realidad no sabíamos nada de este hombre. Pero tu actuaste como si lo conocieras de toda la vida. Él con una simple mirada me congelo y literalmente. No podía moverme, ni un centímetro. Después de giro hacia ti, te puso sobre el suelo y jamás olvidaré lo que dijo "Tú, naciste para destruir mundos". Después de eso se marchó y no ha vuelto a aparecer.
La información que mi madre acababa de darme era bastante confusa. Me sentía confusa. Todo esto…parecía que mi vida había sido planeada para ser eso que mi padre biológico dijo, una destructora de mundos. El apocalipsis.
Mi madre bajo la mirada.
-Noah, sé que todo esto que está pasando tiene que ver contigo. Sé tu vida está cambiando, lo puedo ver en tus ojos. Han dejado de ser inocentes.
No podía decirle nada. No quería que corriera algún problema.
-Hija, ¿Qué eres? –su mirada se llenó de nerviosismo, expectante a mi respuesta. Deposité un pequeño en su mejilla y me levanté lista para retirarme.
-Soy tu hija y eso no cambiara. - Ella asintió con recelo y me acompaño a la salida.
Se quedó conmigo todo el momento, me vio subirme y arrancar. Su mirada nunca se alejó de mí, ni siquiera cuando el coche giro en la siguiente esquina.
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Siento haber tardado mucho. No me odien. Aveces la inspiración tarda en llegar. ❤️