LL lanzó a las manos de Lorena un paquete de alrededor de diez hojas, luego empezó a decir:
- Marcela Narváez quedó en estado de embarazo en enero de hace dos años, las ecografías muestran que eran un par de mellizos, un varón y una niña, que al nacer se reportó la muerte de la niña nada más al nacer. Curiosamente en ese mismo tiempo, se formó un escándalo debido a la 'violación y violencia sexual' que sufrió Melani Flórez por parte de un supuesto secuestrador, el resultado fue que ella anunció su estado de embarazo una semana después que Marcela Narváez, sin embargo no se encontró pruebas confiables de que este 'estado de embarazo' haya sido cierto...
- ¿Estas diciendo que lo de la hija ilegítima es un montaje? ¿y que Leidy Flórez es en realidad la hija de Marcela Narváez? - preguntó Lorena alzando su vista del documento que tenía en las manos hacia LL.
- Puedo decírtelo yo... o puedes preguntarlo al médico responsable de la 'cesárea' de Melani Flórez.
Un brillo peligroso paso por los ojos de Lorena, con una sonrisa malévola en su frágil rostro, Lorena dijo mientras ponía ponía los documentos nuevamente en la mesa:
- Tráeme un desfibrilador médico de última generación, haré que escupa la verdad, así tenga que electrocutarlo para eso... empaca el informe y envíalo a mi oficina para leerlo después.
LL sonrió con complicidad ante esta faceta de Lorena, su amiga solo actuaba así rara vez, pero cuando lo hacía era porque las circunstancias lo ameritaban. Después de llamar a un diligente y pedirle que llevara los documentos a la oficina de J B, LL guió a ambos al hala este del establecimiento, allí habían dos hectáreas de celdas singularmente tecnológicas para los criminales atrapados, eran dos pisos, uno debajo del otro, todas las celdas estaban completamente cerradas, nadie jamás habría podido salir de ahí sin ayuda de un empleado. Mientras caminaban por una serie de pasillos enredados, Lorena escuchó que Manuel le preguntaba:
- No eres lo que aparentas, ¿verdad?
Lorena contestó mientras reía suavemente:
- Eso está claro, después de todo cualquiera tiene secretos, ¿no lo crees?
- Si, todos tienen derecho a tener secretos, pero no todos tienen un secreto como el tuyo, ¿sabes en lo que te metes?
Lorena rió alegremente:
- Todos me dicen lo mismo, ya estoy acostumbrada. Que sepas que estoy completamente consciente de con que manada de lobos me estoy metiendo, ¿tú tienes idea de lo que vas a hacer? Esta empresa secreta es un terreno inestable, para todos.
- Mm... Ya me hice una idea con lo que tú y tu amiga estaban hablando... ¿De donde sacaron todos esos documentos y fotografías que, se supone, son confidenciales?
- Tenemos un acceso bastante amplio gracias a nuestro inigualable equipo de investigación.
- Seguramente, pero... están cometiendo un delito al robar información privada de los ciudadanos.
- Dime, ¿crees que lo haríamos si no tuviéramos extremas precisiones? Esto no es un juego, es una empresa hecha y derecha, ningún error está permitido en Secret&Discreet Company, todo está rigurosamente calculado y, en un 99,9% de los casos, es exitosamente ejecutado. Cualquier error, por más pequeño que sea, es fuertemente castigado aquí.
- Está claro... ¿Para que es el desfibrilador? - preguntó Manuel observando el moderno aparato que era empujado por un hombre vestido de verde.
Lorena sonrió maliciosamente mientras respondía:
- Ya lo verás.
Manuel puso una cara preocupada, un brillo de decepción paso por sus ojos penumbra, con una voz bastante severa preguntó:
- ¿Qué es lo que piensas hacer?
Lorena sintió el cambio de actitud de Manuel, su corazón extrañamente se oprimió en su pecho, se sintió incomoda y paró de caminar de repente, miró a Manuel con una expresión afligida y preguntó:
- ¿Estás... decepcionado?
Manuel miró la expresión afligida de Lorena, se sintió mal por reprocharle su secreto, decidió no hacerla sentir mal por no ser lo que aparentaba, le puso una mano en su hombro y le dijo:
- No, no estoy decepcionado, simplemente estoy sorprendido.
- ¿Por qué lo dices cómo si no lo sintieras? - preguntó inocentemente Lorena mientras sus ojos atigrados y brillantes se encontraban con los de él.
Manuel sonrió ante la tierna reacción de Lorena, por un momento una luz cálida atravesó los ojos de Manuel mientras decía:
- Es lo que siento, por favor no le des más vueltas al asunto, quiero darme el tiempo de conocerte, ¿esta bien?
Las abundantes y risadas pestañas de Lorena temblaron ligeramente, luego ella preguntó mientras inconcientemente posaba su delgada mano en la mano grande de él:
- ¿De verdad quieres conocerme?
- Si - respondió Manuel acariciando la mano de ella suavemente.
LL se aclaró la garganta para avisar de su presencia, aunque le conmovía esa escena tan romántica, tenían que completar un trabajo.
- Siento interrumpir, J B, a tres celdas está el Médico Fernando Correa, el responsable de la cesárea improvisada de Melani Flórez, no quiso abrir la boca, pero estoy segura de que tú lo lograrás.