Yo entendía que Bella estaba ocultando la verdadera razón de su huida de Forks esa noche. Algo potencialmente peligroso.
Pero eso no mitigó las repercusiones de tal acto.
Después de que mi hermana volviera de Phoenix con la pierna en un yeso, costillas apenas curadas y moretones por todo el cuerpo, la sobreprotección de papá hacia sus hijas alcanzó una dimensión inesperada para Bella.
Y una parte de esa protección me incluyó a mí.
El cambio más notable fue el estar en constante alerta ante la más mínima variación en la rutina. Si llegaba tarde porque estaba en casa de Jane o Angela empezaba a frustrarse. Papá llegó a amenazar con dejarnos sin salidas después de clases y, para terror de Bella, ser nuestro chofer si no nos poníamos en contacto constante con él.
El miedo de casi perder a su hija mayor hacía que Charlie no pudiera dormir algunas noches, por lo que yo bajaba a la sala donde se ponía a mirar partidos o noticieros y usaba mi habilidad en él.
Pasaron meses hasta que se le fue el miedo, pero para entonces ya había formado un hábito.
La relación de papá con Edward se estancó por completo después de que reconfirmaron su posición como novio oficial de Bella.
Quería hacer de chaperón cuando salían a comer, estaba presente en todo momento si Edward era invitado a casa por mi hermana para ayudarle con las tareas, no podía dejar la puerta de la habitación cerrada si se quedaban hablando o escuchando música.
Fue un momento horrible para todos. Salvo para mí, ya que según papá no era de las que quieren ir en contra de las reglas o huir de Forks por odiar el clima.
La realidad es que me gusta Forks y como planeo estudiar diseño y quizás dibujar cómics para ganarme la vida no planeo hacer nada demasiado alocado.
Ya suficiente tengo con los vampiros y los cambia formas que aparecerán en algún momento.
Otra razón por la que no espero intentar oponerme o resistirme a las reglas de Charlie para estar a salvo es que siento la incertidumbre del futuro al haberme quedado sin poder recordar esas memorias de mi vida pasada.
Y hablando de incertidumbre, nada me podría haber preparado para lo que tendría que vivir unos meses después.
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Era el día de nuestro cumpleaños.
Bella había estado actuando algo antipática ya que no deseaba que todo el mundo festejara su cumpleaños y yo decidí ser buena hermana ante su insistencia y lo oculté, pero le dije que lo informaría después de clases porque ya había hecho planes con Jane.
A Jane no le cae muy bien mi hermana, no sé por qué, ella tampoco lo puede explicar, solo no le gusta, pero no es como si no tolerase su presencia, solo que después de más de seis meses en Forks permanecían en la misma relación de compañeras de escuela que al principio, pero para mí Jane era una muy buena amiga.
Yo le organicé una fiesta en su cumpleaños y ella junto con Charlie me organizaron una pequeña cena de hamburguesas hechas en casa junto con varios de mis amigos, Bella en cambio iba a pasarla con Edward, y Alice nos dijo que la iban a traer a casa después de comer para que pudiera pasar algo de tiempo con nuestros amigos.
Tengo que decir que me sorprendió la incomodidad de papá al preguntarme si no me sentía excluida por los Cullen, a lo que le respondí: "Tengo poca relación con ellos, salvo por el hecho de que son la familia del novio de mi hermana no hay nada más, ni siquiera somos amigos en el instituto, ellos nunca intentaron relacionarse conmigo y yo tampoco lo intenté"
Ahora que lo pienso, nunca quise nada con los Cullen.
Nunca pensé en crear una relación con ellos, aunque sabía que Bella se quedaría con Edward y serían felices para siempre en el sentido literal de la palabra.
Reflexioné mucho, pero al final lo resumí como mi reticencia a ser descubierta como una mutante con poderes extraños.
Y así llegó el momento de salir del instituto, Bella se fue con Edward y Alice y yo recibí una lluvia de harina y agua que se convirtió en un engrudo desagradable.
- ¡Feliz cumpleaños Mary!
- ¡Ya tienes dieciocho!
- ¡Feliz navidad! Ah, perdón, me confundí, Feliz aniversario Mary.
Todos pusimos los ojos en blanco ante las torpes bromas de Mike, pero la risa no se detuvo ni siquiera cuando llegamos a casa. Ahí adentro estaba Jacob, Billy y un par de amigos de papá de la Reserva, que había conocido de pequeña y con quienes había reconectado con el paso de los meses gracias a la frecuencia de mi presencia en los viajes de pesca de papá.
Saludé a todos y al final Billy me hizo señas para que fuera con él.
-Feliz cumpleaños Maribell, aquí, un pequeño regalo mío y de Jacob.
Jacob me dio una sonrisa brillante y me abrazó en su cálido cuerpo deseándome feliz cumpleaños.
-Feliz cumpleaños Mary. Espero que te guste, no estaba seguro de que era tu estilo.
Lo miré de reojo levantando una ceja. Billy se rio por lo bajo.
-El regalo de Bella fue mucho más sencillo de encontrar que el tuyo, pero estoy seguro en mi elección, te gustará.
-No soy tan complicada ¿verdad? - dije tomando la pequeña bolsa de cuero. En cuanto la agarré sentí algo pesado. Abrí la bolsa y no pude evitar sonreír.
Eran una pequeña medalla plateada con un símbolo de estilo tribal.
-Es un lobo, sé por papá que últimamente estás dibujando e investigando esa clase de estilo por lo que pensé que te gustaría...
-Me encanta.
Tomé el cordón y me lo até a la mano en lugar de al cuello, dejando la pequeña medalla a la vista. Era muy hermosa. Le di un abrazo a Billy y a Jacob antes de que mi atención fuera atrapada por la energía de Jessica que estaba algo alterada, peleando con Eric sobre las salsas para las hamburguesas.
Llevé a Jacob conmigo y al principio era algo tímido, pero ya había hecho buenas migas con Taylor y Laurent en La Push antes por lo que rápidamente se integró en la conversación.
La noche estaba pasando genial hasta que sentí un ligero pinchazo en el dedo índice y rápidamente me examiné la mano. Miré, pensando que me había clavado una astilla o algo parecido, pero no había nada, examiné mi piel a la luz, pero seguía si ver nada y el dolor pasó tan rápido como llegó Jacob estaba a mi lado notó mi movimiento y movió la barbilla hacia mi mano con duda en su cara.
Hiba a negar con la cabeza cuando un dolor en mi brazo y mi costado me hicieron aspirar con fuerza.
Me ardía el brazo, un dolor punzante, como si me hubieran clavado algo en el músculo.
Esta vez no solo Jacob se dio cuenta, sino que Jane y los demás me miraron. El dolor pasó rápidamente y respiré hondo, mi mente moviéndose rápidamente.
-¿Que pasó Mary?
-Me dio un calambre en el brazo - les dije, masajeándome el brazo como si realmente me hubiera dado un calambre. El dolor había desaparecido pero la sensación fantasma permanecía - Me hicieron trabajar mucho hoy, ¡denme más hamburguesas como tributo!
Mi escusa pareció ser suficientemente creíble, Jacob tomó un pan y Jessica rápidamente preparó una hamburguesa de tomate lechuga y queso con aros de cebolla.
Alrededor de una hora después, mientras todos comíamos postre, Bella llegó a casa y noté que su ropa no era la misma que había llevado a la casa de los Cullen, pero la explicación tenía sentido, Alice quería regalarle un vestido y mi hermana s lo puso para complacerla.
La fiesta terminó pronto después de la llegada de mi hermana ya que fuimos informados de que se había caído contra un florero de vidrio y se había hecho unos rasguños.
Creíble para un desastre ambulante como Bella, pero yo no pude evitar dudar ante esa razón. Estando en casa de seres tan ágiles y veloces como los vampiros, ¿Cómo puede su hermana caerse y lastimarse? A menos que hayan peleado...
Mi cabeza hizo un latigazo y miré con seriedad a Edward, cuyo rostro era como siempre pero su aura, la atmósfera a su alrededor era completamente distinta a la paz y felicidad de antes. Sus ojos se habían vuelto fríos y alienados.
La premonición que había estado molestándome desde el baile de fin de curso volvió con fuerza. Pero la certeza de que Edward moriría por Bella, para protegerla también estaba firme en mi mente.
Confundida, despedí a todos y comencé a limpiar el desorden de platos y vasos en la sala de estar. Papá y sus amigos se habían quedado en la pequeña mesa del comedor alegando que era suficiente para ellos. Y responsablemente lavaron todo lo que usaron, ahora me tocaba a mi limpiar lo que mis amigos habían usado.
Al pasar por el cuarto de Bella antes de ir al baño para tomar una ducha y dormir avisté la puerta semiabierta de su habitación y después de tocar con mis nudillos y recibir permiso entré.
Bella ya se había acostado en la cama. Yo me acerqué y me senté en el borde mirando su cara llena de nervios y algo de pánico.
-Bells, ¿qué pasó en la casa de los Cullen?
-Me caí y causé una escena.
-Bells...
-Estoy cansada Mary, ¿podemos hablar después? Te prometo que no me hicieron nada, es solo que soy muy torpe- hizo un leve gesto con la mano - ya me conoces.
Suspiré, le di las buenas noches y me fui a bañar.
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Al día siguiente volví a casa tarde de la librería solo para encontrarme a Edward y papá viendo la televisión. Miré la extraña escena sin encontrar la figura de mi hermana y recordé que hoy tenía que ir a trabajar.
Bella había conseguido un trabajo de medio tiempo en la tienda de los Newtons mientras que yo seguía dependiendo de Charlie para mis gastos; estaba algo avergonzada pero después de dos meses de cubrir a una de las chicas en el Comedor de Forks... No me gustaba demasiado tener que atender clientes y hacer tanto trabajo físico, estar de pie tantas horas prefería hacer trabajo de oficina y no había ninguno disponible.
Volví de mis cavilaciones cuando papá me ofreció pizza, sin sacar los ojos de la pantalla donde el partido estaba a punto de comenzar. Tomé una porción y miré con incomodidad a Edward. ¿Qué era esta opresión en mi pecho al mirarlo? ¿Acaso le iba a pasar algo a mi hermana? ¿Otra vez?
La respuesta a mis preguntas llegó veinticuatro horas después.
Había vuelto a casa a pie, Bella no me había esperado y Jane estaba apurada por ir a una entrevista con una consejera para discutir temas sobre la universidad. Decidí caminar porque estaba relativamente cerca.
Pero a unas cuadras de llegar a casa sentí como si mi corazón doliera.
Me asusté. Me temblaban las manos mientras me arrodillaba en el suelo con terror entorpeciendo mis pensamientos. El miedo de que algo le hubiera pasado a Bella me provocó pavor, pero el dolor en mi pecho no desaparecía, por lo que no pude evitar pensar en que tal vez había algo mal conmigo.
Me levanté de mi posición arrodillada y caminé lentamente a casa, la opresión en mi pecho desvaneciéndose lentamente, viendo la camioneta roja de Bella estacionada en la entrada hizo que la pequeña incomodidad que tenía desapareciera.
Entré a casa gritando por Bella, queriendo que me acompañara al pequeño hospital de Forks para un chequeo, pero me recibió una casa en silencio.
Me dije que tal vez había ido a caminar o algo, así que esperé una hora. Llamé a Mike para saber si había ido a la tienda a trabajar, pero hoy no le tocaba. No estaba en lo de Jessica, ni en lo de Angela. Para cuando llamé a Jane mi ansiedad era palpable.
-Calma Mary, primero llama a Charlie, él es el jefe de policía y sabrá qué hacer. No te apresures a pensar cualquier cosa. Respira.
-Okey - dije siguiendo sus instrucciones - Lo voy a llamar ahora. Gracias Jane.
-No hice nada, llámame apenas tengas noticias.
Llamé a la comisaría, pero me atendió Steve en lugar de papá, le dije que Bella y yo habíamos vuelto a casa cada una por su cuenta y que ahora no podía encontrar a mi hermana, pero su vehículo estaba estacionado en casa y no sabía qué hacer. Steve me dijo que me calmara y esperara, prometió venir a casa con Charlie en unos minutos.
Fue Charlie quien encontró una nota de Bella que yo no había visto por alguna razón.
Steve miró la nota y rápidamente me preguntó.
-Mary, cuando llegaste a casa ¿estaba el auto de Edward?
Negué con la cabeza mientras pensaba con fuerza.
- ¿Estás segura? ¿No viste su auto pasar por la carretera mientras volvías a casa?
-No recuerdo, solo estaba la camioneta de Bella cuando volví... No vi la nota y esperé por una hora a que volviera a casa y luego empecé a llamar...
Luego Charlie llamó a Billy para informarle de la desaparición de Bella, así como pedir a algunas personas que ayudaran en la búsqueda que estaban organizando. Si Edward llevó a Bella bosque adentro, había una posibilidad de que mi hermana se hubiera perdido, o peor.
Charlie estaba preocupadísimo. Incluso los lugareños podían perderse en los bosques frondosos de Forks si no tenían cuidado, ¿Qué más una niña torpe de cuidad que llevaba apenas un año en Forks?
Una hora después escuché el sonido de un motor viejo fuera de casa. Salí con mi impermeable puesto y vi a Sam bajarse del coche.
- ¡Sam!
-Mary, ¿Cómo estás? Vamos adentro así no te mojas con la llovizna -Las manos grandes y calientes de Sam me guiaron de nuevo dentro de la casa. Saludé a los otros dos chicos que flanquearon a Sam y volví mi atención a él.
- ¿Qué hacen aquí? ¿Billy los mandó?
Charlie apareció en la entrada seguido de un grupo de personas que había participado en una búsqueda en las cercanías, pero la oscuridad imparable junto con la fina llovizna entorpecía y dificultaba toda acción en el bosque.
- ¿Sam Uley?¿Qué pasa?
-Charlie, vinimos a ayudar, conocemos los bosques mejor que nadie y sabemos movernos sin perdernos incluso en la oscuridad.
- ¿Estás seguro? No quiero tener que organizar dos búsquedas de noche - La ansiedad de papá por encontrar a su hija era palpable, en estos momentos fui y lo calmé un poco con mi habilidad, pero no podía exagerar y dejarlo completamente despejado porque si no otros podrían ver alguna anomalía en mí o en Charlie.
-Estamos seguros. Nos vamos ahora antes de que el rastro en el bosque desaparezca bajo el agua.
Los vi irse, no sin antes revisar la camioneta de Bella, pude ver que Sam parecía estar contemplando el interior y los alrededores, pero mi atención se centró en el movimiento de su nariz ¿Acaso estaba oliendo el aire?
Un flash de iluminación me golpeó en ese momento. Sam debía ser uno de los cambia formas que yo sabía que en algún momento iban a aparecer en la historia de amor de Bella y el vampiro.
Este conocimiento me alivió los nervios tensos por horas. Si Sam y los otros tres jóvenes eran cambia formas entonces podrían encontrar a Bella más rápido que cualquier otro en Forks, excepto los vampiros.
Y mi pensamiento demostró ser verdad. Sam apareció sin remera bajo la lluvia cargando a Bella.
Al ver su aspecto entendí que mi dolor de corazón no era por algún problema mío o porque Bella hubiera sido herida físicamente. Había sentido su desesperación y desesperanza.
Cuando papá y yo le dijimos que los Cullen se habían ido de Forks a toda velocidad, sin siquiera despedirse de nadie, pude ver que Bella se hundía en un pozo.
-Bella, dime la verdad ¿Te dejó en el bosque sola?
La helada y tiritante Bella envuelta en un cobertor negó con voz ronca.
-No, yo lo seguí al bosque, él... él me dejó justo en el sendero y yo quería seguirlo....
La seguí a su habitación cuando Charlie la interrogó sobre qué había pasado realmente en el bosque con Bella negándose a hablar y corriendo escaleras arriba a su cuarto. Y allí, fui testigo de la ola que sumió a mi hermana en la oscuridad.
En ese momento, empecé a odiar a Edward Cullen y su familia.